Partida Rol por web

La Prisión de Azkaban está regulada por el Departamento de Refuerzo de la Ley Mágica del MInisterio de Magia. Consiste en una fortaleza ubicada en una pequeña isla lejana, entre las gélidas aguas del Mar del Norte. Es uno de los lugares más terribles en los que un mago puede estar.

Hasta 1996, los prisioneros eran vigilados por Dementores, quienes se alimentan de los sentimientos positivos de las personas, razón por la cual después de mucho tiempo en la prisión, los prisioneros pierdan toda esperanza. Constantemente, son forzados a recordar los momentos más horribles y oscuros de sus vidas. Algunos caen en la locura, mientras que otros simplemente mueren. Además de magos y brujas, los Elfos Domésticos también pueden ser prisioneros en Azkaban.

Los guardias te dejan pasar primero y después, te señalan un pasillo alargado, donde al final, ves una mesa con un mago sentado detrás de ella, tamborilleando con los dedos sobre la mesa de metal.

El ruidito de sus dedos se escucha en todo el pasillo. Detrás, una puerta el doble de gruesa que la anterior permanece cerrada.

Respira y aspira un par de veces profundamente, para después echarse a andar cuando su abuela empieza andar hacia aquella gruesa puerta.

Intentaba evitar la cara de aquellos guardias e intentaba mirar mucho por los lados, miraba recto, siempre recto. Cuando llegaron enfrente del mago de delante de la puerta... apretó con más fuerza la mano de Peter.

Sus nombres, por favor... y los nombres de los reclusos que váis a visitar. Dice el que parece ser el tio más seco de todo el mundo.

Britanny tose levemente, y da un paso hacia delante, soltando la mano de Peter y quedando enfrente del chico, esboza una leve y nerviosa sonrisa.

Brad y Angelina Johnson, por favor.

Dice con la voz algo seca y ahogada.

Hum... Dice el Auror mirando el registro. No me consta ningún prisionero con esos nombres. Dice mirándote.

Frunce el ceño, lo desfrunce, perpleja. Mira a su abuela, sin entender nada... y mira también a Peter... para volver a mirar al hombre que tiene enfrente.

¿¡Cómo que no le constan!? ¡Son mis padres! Los encarcelaron hace... ¡Cuando pasó todo! ¿¡Cómo me dice usted que no están aquí!? ¿¡Y dónde están sinó!?

Miles de respuestas le venían en mente, pero no se creía ninguna... y cada palabra que había dicho la había dicho más alta, llegando a poner incluso la mano encima de la mesa del hombre.

Ah... usted se refiere a Lewis y a Amy Johnson... si... veo la confusión. Dice mientras mira una foto de ellos. Sí, son parecidos. Muy bien... pasad por la sala de cacheo y después, podéis ir dentro.

Su rostro se enrojece del todo, vaya metedura de pata... baja la mirada hasta el suelo.

Lo siento...

Le susurra, aun roja como un tomate mientras pasa a la sala de cacheo, una vez allí espera que le cacheen, pero como no sabe como lo hace se queda de pie esperando.

¿¡Cómo he podido cambiarles los nombres a mis padres tan tranquila!?

Las puertas metálicas se abren con un zumbido, dejando escapar un poco de vapor cuando lo hacen.

Uno de los guardias os dicen que paseis a la sala contigua donde podéis ver a tus padres tras un campo de fuerza invisible.

Ellos están sentados en unas sillas de metal, donde están atados de pies y manos a las mismas, con dos guardias de Azkaban a cada lado.

Del otro lado del campo de fuerza, los tres os quedáis quietos mientras un mago os despoja de todo lo que pueda ser un útil para escapar de la prisión y después, os acompaña a sentaros en tres butacas, justo frente a tus padres.

Los ojos de Brit se humedecen al ver a su padre y a su madre, al ver a aquellos a quien idolatra.

¿Papá...? ¿Mamá...? - se levanta del taburete y se pone justo enfrente del campo de fuerza, no lo toca, pero sigue mirándolos, un poquoito más de cerca.

Hola Brity. Te dice tu madre, mientras una lágrima comienza a recorrerle la mejilla hasta caer sobre uno de sus muslos.

Hola cariño. Dice tu padre, algo más serio, pero aún así emocionado.

Sonríe levemente, mientras las lágrimas empezaban a recorrer sus mejillas... aun así se intentaba hacer la fuerte.

¿Cómo estáis? ¿Os tratan bien? Os echo de menos... - se pasó la mano por las mismas mejillas, secándose las lágrimas, aunque sigue intentando sonreir.

Sí. Nos tratan todo lo bien que nos pueden tratar. Nosotros también te echamos mucho de menos Brity. Eres en lo que pensamos para no caer en un pozo sin fondo del cual no despertariamos. Te dice aún con lágrimas en los ojos.

Después, mira a tu padre, el cual parece no poder hablar.

Sonríe... le gustaba escuchar aquellas palabras, aunque le gustaría abrazarlos y tocarlos... se gira hacia los guardias, que se suponen que le dirán que no... así que vuelve a mirar a sus padres y sonríe con algo más de alegría.

¿Sabéis? ¡Pronto voy a empezar el nuevo curso! ¡Tercero curso ya! Le diré a la abuela que os traiga fotos y demás para que me veáis con mi nueva túnica... además... - mira a Peter y se sonroja levemente - ¡Me he echado novio! Es él, Peter Oostred, ¿os acordáis de él? ^^

No sabes por qué... pero la mirada de tu padre se torna fría como el hielo cuando nombras a Peter...

Después tu padre mira a tu madre... la cual asiente, y este parece tranquilizarse.

Es una gran noticia. Te dice secamente tu madre.

Sí...

Al ver que la noticia no ha gustado demasiado... Brit baja la mirada y se sienta al taburete dejándose caer. Triste. No sabe qué más decir... por eso mira a su abuela, como pidiéndole ayuda.

Es un buen chico, Amy, Lewis. Es un muy buen chico... yo estoy de acuerdo con su relación. Da igual el pasado o lo que haya pasado en el colegio. Ellos son novios y como Brity está bajo mi tutela, soy yo la que decido y decido que esto esta bien. Dice tu abuela, poniéndote una mano en el hombro, con desición.