Partida Rol por web

Comandos de la libertad

Asesinato en el Norte

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02/09/2013, 17:15
Fayde Lyko

Cuando Garv pudo sacar la espada al dejarse de sacudir como un loco moribundo Fayde Lyko, su cuerpo cayó a plomo, pesadamente. El acto había requerido de toda su fuerza y resistencia, porque el cuerpo se quedó como un peso muerto a mitad de su espada. En segundos se formó bajo él un charco de sangre inmenso, a la vez por el pecho le manaba un torrente de sangre no menos grande que cubrió todo el pectoral de su coraza en el mismo tiempo.

El clérigo de Asmodeo boqueaba, tratando en vano de llevar aire a sus pulmones y débilmente trataba, en balde, de mover sus manos, una hacia su pecho y la otra hacia el lugar por el que se había marchado el martillo. Sus ojos giraban desquiciados y, para cuando llegó al suelo, estaban en blanco y se convulsionaba violentamente.
 
El combate, loco y caótico como el paladín nunca había conocido, había terminado. Garv había derrotado a Fayde, aunque Beshaabel apenas había producido daño, sin duda resultaba de ayuda en las peleas aunque la mayoría de las veces sus acciones parecieran no tener sentido y causar tanta confusión a su aliado como al enemigo.
 

- Tiradas (1)

Motivo: Estabilizarse

Tirada: 1d20

Resultado: 1

Notas de juego

Lyko daño: 96. Cae moribundo no puede tomar acciones.

La dificultad para estabilizarse es 19+.

Este es el post 3, que ha cambiado la página e igual te despistas y te resulta raro como continuación.

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03/09/2013, 08:14
Garv Sevatar

Tan pronto como Lyko cayó al suelo Grav se permitió exhalar un suspiro de relajación. La tensión les había llevado al límite y un poco más allá pero por fin había acabado. Rodeando el cuerpo a grandes zancadas echó mano de un vial de contraveneno y se lo dio a la elfa que enarcó una ceja antes de que pudiera explicárselo.

-Para la herida del cultista, vi que su veneno afectó a tu cuerpo; ésto debería ayudarte a sobrellevarlo hasta que recuperemos energías-dijo con una leve sonrisa de triunfo-Sería una auténtica desgracia haber llegado hasta aquí para caer por una herida menor-si hubiera tenido fuerzas se habría reído a carcajadas. "Herida menor" teniendo en cuenta cómo se encontraban ambos era cuanto menos gracioso.

Sin embargo aún tenía algo pendiente.

Lyko había vuelto de entre los muertos una vez; si de él dependía no volvería a pasar. Y aunque le llevase un buen rato, haría de tripas corazón y soportaría el cansancio unos minutos más. En la Inquisición existía todo un ritual cuando se detenía a un hereje e iba a relizarse completo siguiendo el manual. Por precaución arrastró al hereje fuera del círculo del ritual, no estaba familiarizado con él y lo último que quería era activarlo por error. Con tono de voz formal volvió a empuñar su espadón a dos manos mirando el cuerpo agonizante de su enemigo.

-Fayde Lyko, has sido declarado hereticus extremis por tus viles actos-las palabras fluían solas, a pesar de que no eran precisamente una declamación habitual-Se te acusa de adoración de demonios, múltiples asesinatos, atentado contra la autoridad de la Iglesia y sus fieles. Tus fechorías se encuentran más allá de toda redención.-

Retrocedió dos pasos y hendió con fuerza la almádena caída -Tus impías herramientas conocerán el olvido a diferencia de las almas que has segado que descansan a la diestra del Señor-dos pasos le pusieron le llevaron nuevamente a la vista de Lyko y con otro golpe certero abrió un nuevo surco en su armadura-Tus defensas oscuras han cedido ante la luz divina que ilumina sin dudar lo abyecto de tus actos-se acercaba el final del ritual; con la punta de la espada grabó una compleja runa en la frente del caído marcándolo como hereje ejecutado-Tus perversos pensamientos han quedado desterrados de este mundo-

Con un rápido movimiento circular decapitó a Lyko haciendo caer su espadón con precisión sobre él -Y así se cumple sentencia. Recordaremos a aquellos que cayeron, desharemos tu maldad y tus intrigas y la obra de Dios se verá instituida en el mundo a tu pesar. Que tu alma maldita arda en el Infierno y los fuegos eternos la consuman-miró al cielo nocturno tras clavar su arma en el suelo-Y éste será el destino de todos aquellos que traigan el Mal, pues así es la forma de actuar de la Inquisición-

Sintió cómo las últimas fuerzas que tenía le abandonaban y dio un traspiés. Fue necesario que se apoyase en la espada clavada para no caer al suelo. Habían cumplido su misión, había vengado a su mentor, pero sin embargo no había nada parecido a euforia ni felicidad.-Ya está Sevatar, descansa en paz, ahora sí- Él había cumplido su misión pero su mentor no volvería; sólo su recuerdo permanecía y no podía hacer nada más. Fue necesario que respirase varias veces para que retomara su contacto con el mundo real y recordase que su compañera estaba ahí.

-Si quieres decirle algo es el momento...-dijo ya desprovisto de toda formalidad mirando alternativamente de la elfa al decapitado-Éste ya volvió una vez, en cuanto acabes tengo intención de inmolar su cuerpo para que no se repita-no se sentía cómodo del todo, pues era consciente que Beshaabel desaprobaba los rituales y la organización de la Iglesia. Tal vez esto hubiera hecho empeorar lo que su compañera pensaba de él, pero era necesario.-Siento que hayas tenido que ver esto-añadió con un encogimiento de hombros que le arrancó un gesto de dolor

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03/09/2013, 16:07
Beshaabel

Beshaabel se había quedado mirando a Lyko agonizar mientras Garv buscaba el vial, estaba muy distraída cuando se lo ofreció, por un momento le miró sin comprender y luego se miró el costado sonriendo.
 
-“¡Ah, si! El veneno de la daga. No te preocupes, Garv, no se me puede envenenar. Soy inmune, guarda el vial por si lo necesitas. No veas lo divertido que es retar a enanos en concursos de beber, cómo rabian cuando ven que una mujer delgaducha y esmirriada les gana.” – se rió dulcemente, un gran contraste con las carcajadas crueles, burlonas y ácidas que había estado dedicando al clérigo fallecido. Parecía feliz y contenta mientras veía morir al infernalista.
 
Al acabar el paladín el ritual la chica estaba sentada en el suelo, en mitad del círculo mágico, mirando en la dirección en que se habían dirigido los rayos de luz naranja rectos. Ahora parecía abatida y no daba la impresión de haber seguido el rito de purificación.
 
Cuando la habló ella se levantó, distraída; Garv se fijó en que estaba muy magullada y que no volaba para asistirse en los movimientos, algo que no la había visto hacer nunca, puesto que revoloteaba incluso para no tener que andar cuesta arriba. Seguía un poco ausente, aunque no parecía molesta con el ritual.
 
-“Ha estado abierto un rato. Seguro que han entrado unos cuantos. Espero que los encontremos a todos antes de que hagan demasiado daño. Ni siquiera sabemos de qué tipo serán, ¡que contrariedad!” – dijo con mucha pena, sin dar más explicaciones.
 
Pareció tardar un rato en entender lo que le había dicho el inquisidor. De hecho, al ver que mascullaba a su aire sin relación con sus preguntas, Garv pensó que no le contestaría, aunque suponía que en realidad no le había oído pero, un tanto tarde, acabó contestando, de forma que quedó una conversación bastante inconexa, pero que hacía juego con la apostura de su compañera en ese momento.
 
-“No tengo nada que decirle. Le dije todo cuando aún estaba vivo. Sentía cada palabra que pronunciaba, y se lo hice saber, que él acabaría como un lemure y yo me alegraba de ser parte de la causa. Y que tal vez le vuelva a encontrar en esa forma y le volveré a matar. Lo sabe, no necesita que se lo repita a su cadáver que ya no puede oír.” – se encogió de hombros, miró a los ojos a Garv y vio su preocupación por hacer permanente la muerte de Lyko. Sonrió de forma reconfortante, lo cierto es que hacía sentirse un poco mejor, se acercó a él cogiéndole por un hombro con camaradería y apoyó su cabeza en el otro en un gesto cariñoso pero tan breve que el paladín se preguntó si realmente había pasado, a la vez que le cogió la mano, apretándosela con amistad incluso tras retirarse.
 
-“Haz lo que debas, pero no te preocupes. Lyko fracasó, y sirve a los diablos. Conozco bien cómo piensan, ¿recuerdas que te dije que me vendieron como esclava cuando era muy joven? …” – dejó la pregunta, retórica, en el aire un par de segundos antes de seguir, la frase no terminaba de tener sentido, asumiendo que la pregunta era en sí misma también respuesta y explicación – “El pagará ahora el precio, no dio nada, perdió el ritual demasiado pronto y no pudo matarnos a ninguno de los dos,  lo que le deja sin ningún sacrificio delicioso que ofrecer como disculpa. Si le vuelves a ver, será como un lemure y no le reconocerás, ni él a ti y, incluso esa posibilidad, es muy improbable.” –
 
Beshaabel volvió a mirar al vacío más allá de las montañas y suspiró.
 
-“Creo que deberíamos volver lo antes posible y averiguar el precio que nos ha costado éste ritual. Suerte que decidimos venir aquí, si no hubieramos estado tan cerca…” – Garv pudo ver a la elfa temblar visiblemente al dejar en suspenso su frase.
 
 

Notas de juego

Bueno, ésta misión se ha acabado. Así que cuando termines las conversaciones y exploraciones que quieras hacer me lo dices y pasamos página con el resumen de la vuelta para seguir otra vez en Vida en el Campamento con las conclusiones del "episodio"

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04/09/2013, 08:21
Garv Sevatar

Los conocimientos de Beshaabel sobre el funcionamiento del mundo demoníaco no dejaban de sorprender a Garv; pero ya conocía que provenían de largo tiempo oponiéndose a sus designios, por lo que lo tomó por bueno y se permitió tranquilizarse un poco. Lyko estaba muerto por fin y el ritual se había interrumpido a tiempo. Aunque la elfa juzgaba que algo sí había podido cruzar el Umbral, y era cierto que no tenían ni idea de qué era. Es decir, aún tenían tarea por realizar, pero no sería en el lejano norte

-No creas que existe la suerte, sólo la buena información-sonrió al decirlo-De no haber contado con tu buen juicio sí habría ocurrido una tragedia, pero ahora no creo que sea tan grave. Los Comandos tienen gente muy preparada, y supongo que nuestros compañeros también habrán tenido éxito en sus pesquisas por lo que la caída del Puño está más cerca-

Prendió fuego al cadáver como habría prometido, no quedarían ni los restos, y esperó por la zona en vigilia hasta que no quedaron más que cenizas. En silencio, únicamente roto por el crepitar de las llamas hizo memoria del largo camino que había recorrido desde que aquel andrajoso chaval fue detenido por ladrón hasta el momento actual. Parecía una eternidad pero no era más que una gota de agua en las corrientes del tiempo, aquello le valió como cura de humildad, siempre necesaria.

Ya por la mañana, a pesar de no haber dormido, realizó sus rezos y decidieron ponerse en marcha. -Acércate un segundo antes de partir-comentó a su compañera mientras terminaba de armar el petate para el camino, en el fragor del combate lo habían dejado atrás-aún tendremos un largo camino que recorrer hasta volver a la base y no estamos en las mejores condiciones-cuando la elfa se acercó, aun con rigidez por sus heridas apoyó su mano en el hombro de Beshaabel y dejó que la fuerza divina fluyera a ella, aliviando en gran medida sus dolores. Tras ello realizó un proceso similar sobre si mismo, si bien más corto, para ir cerrando las secuelas físicas del combate.

-Creo que ahora podremos ir mejor-ciertamente se caminaba mucho mejor sin heridas de gravedad-Umm-ya una vez puestos en el camino y con la luz del día el Inquisidor pudo comprobar la majestuosidad salvaje del lugar en el que se encontraban-En algún momento más tranquilo del futuro tengo que volver aquí, ésto merece ser recordado en un grabado, ¿vendrías?-de hecho estaba seguro que el sol parecía levemente más brillante que en el camino de ida. Podría ser porque se acercaba la estación cálida o puramente por el clima; pero no podía evitar creer hasta cierto punto que era por el mal del que habían librado al mundo.-Aunque aún hay trabajo que hacer-

Notas de juego

Si quieres ir cerrando escena y volviendo al campamento, o responder y cerrar. Como mejor veas.

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04/09/2013, 22:27
Beshaabel

Cuando Garv le mandó acercarse, Beshaabel le miró extrañada pero obedeció, dejó que le pusiera las manos encima pero el paladín notó algo extraño. Cuando dejó que sus poderes curativos pasaran a ella, la muchacha se tensó y no pudo evitar retorcerse un poco, ahogando un quejido.

Por un momento el pánico le invadió la magia curativa era muy agradable, placentera de hecho. Hasta el punto que en la orden los novicios recibían castigos si eran sorprendidos empleándola con propósitos hedonistas, pues era muy útil para ello. Sin embargo era obvio que las alas de su compañera estaban en mucho mejor estado después de la imposición, incluso cuando se volvió, con una sonrisa y un gracias, lo hizo revoloteando como era más habitual en ella. 

Cuando le preguntó si volvería con él a aquellas montañas, sonrió y alzó el vuelo dando algunas cabriolas en la noche mientras gritaba.

-"Claro que si. Este sitio es precioso, no te imaginas cómo es volar entre las cumbres de las montañas." - volvió a posarse añadiendo - "aunque de noche no es tan bonito y, en éstas, de día no es buena idea. Demasiados enemigos que pueden verte." - 

Unos segundos después en uno de sus habituales cambios de humor, ella miraba en lontananza muy seria y con ojos duros.

-"Vendré. Y varias veces, en el futuro, tal vez sea tan tarde que tu ya no estés, tal vez ni siquiera viva nadie que recuerde que yo ya estuve aquí. No olvido. Nunca." - mientras Garv se daba cuenta de cuánto tiempo podía ser nunca viniendo de ella cayó en que estaba mirando en dirección al valle donde habían visitado el poblado de los orcos. Desde allí podían distinguirse las luces.

 

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04/09/2013, 22:45
Director

El viaje de vuelta fue tranquilo. Aunque atravesaban territorio peligroso eran demasiado sigilosos para que los torpes rastreadores locales pudieran avistarles, los peligros del camino volvieron a quedar muy minimizados, gracias a la facilidad con la que podían tender cordadas con apoyo aéreo.

Unos día después el camino empezó a ser de nuevo incluso agradable y confortable, cuando Beshaabel pudo volver a saltar a las ciudades enanas a por suministros. Y no demasiado tarde, se dijo Garv, porque la chica empezaba a estar gruñona y malhumorada cada vez que tenían que comer otra vez raciones secas, en una actitud muy poco aventurera.

Al cabo de una semana volvieron a tierras humanas. Por fin, durante su octavo día de viaje, pudieron acercarse a una de las ciudadelas fortificadas que era capital de una de las muchas baronías fronterizas, pequeñas y pobres, que conformaban los límites entre el reino de los hombres y el de los enanos. Ni Garv ni Beshaabel conocían el nombre, a pesar de que era de las mayores de la región, había un centenar de ellas y varias decenas de condados.

Llevaban un par de horas en la posada disfrutando, sobre todo Beshaabel, de los lujos de la civilización, aunque una forma muy primitiva y básica de ella, señalaba a menudo su compañera, y se disponían ya a irse a sus respectivos cuartos a pasar la noche cuando un visitante entró en la posada, vestía una capa de viaje que le cubría por completo con capucha y pesados cierres; todos en la posada lo miraron extrañados porque era una hora muy rara para llegar a la posada, hacía casi una hora y media que se habían cerrado las puertas y fuera estaba tan oscuro como la boca de un lobo. La civilización no alcanzaba en aquel lugar para tener lámparas en las calles. Pudieron oír que algunos parroquianos se preguntaban cuándo y cómo habría llegado.

El desconocido pasó junto a la mesa de Garv y Beshaabel y, en voz muy baja y simulando un acceso de tos, dijo claramente:

-"El mirlo en el heno come alcachofa con cuchara de palo." - Era uno de los santos y seña de los Comandos, uno de alto nivel. Acto seguido el hombre, la voz no dejaba lugar a dudas, siguió andando y tras un breve comentario al posadero se dirigió a la zona de habitaciones.

Con discreción y por separado, ambos le siguieron al cabo de unos segundos. El hombre les esperaba en el pasillo y entró en una habitación sin siquiera decir palabra. Beshaabel le propuso ir delante, si había algo raro podía saltar de vuelta a su lado, discutieron brevemente unos planes que resultaron innecesarios, pues cuando el desconocido se abrió la capa resultó ser Meelock.

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04/09/2013, 23:05
Meelock

El mago se lanzó hacia ellos, abrazó a Beshaabel, que puso caras raras de extrañeza y sorpresa, devolviendo el abrazo con ligeros golpecitos con las puntas de los dedos en la espalda, más por compromiso que otra cosa; después estrechó la mano de Garv con las dos suyas, en un apretón demasiado vehemente y con una sonrisa de oreja a oreja.

-"Beshaabel, Garv, como me alegro de ver que las noticias eran ciertas. Me he teleportado en cuanto Cerebro se enteró de que podíais estar en la ciudad." - se le veía contento, en un sentido de aliviado.

-"Cuando vimos los haces de luz venir del norte, nos temimos lo peor. Cuando nos llegaron las noticias de lo que había pasado en la ciudad de Dwomer, estuvo a punto de cundir el pánico. Pensábamos que habíais fallado y que podíais estar muertos, al no volver Beshaabel..." - hizo una pausa, su sonrisa era nerviosa - "Yo les dije que aquello tenía pinta de haber durado demasiado poco, por lo que decían los informes, que eso era buena señal. Pero nadie podía estar seguro de qué ni cómo tenía que pasar. No sabemos nada de rituales infernalistas." - seguía muy nervioso y su cara expresaba ahora frustración - "Cuando recibimos la transmisión de que podían haberos visto, Cerebro me hizo venir a por vosotros de inmediato. Está al borde de un ataque de nervios, lleva días en San Tomaszc tratando de saber algo... Pero ya os lo explicará él en el briefing. Ahora tenemos que irnos, cuando estéis listos. Yo llevaré a Garv; Beshaabel, me sería más fácil si tu fueras sola, ya sabes al sótano del portal, Cerebro espera allí y os iréis con él al campamento, aunque sea de noche."

Notas de juego

Bueno, si te apetece poner las impresiones de Garv del viaje de vuelta, adelante, si no mañana te pondré la sesión de briefing-conclusión de misión en Vida en el Campamento.

Si sólo quieres explorar alguna de las cosas que haya pasado en conversación pero no quieres alargar más la escena, recuerda que la otra, Vida en el Campamento, es una escena asíncrona de interpretación libre en la que puedes hablar con cualquiera de los demás PJs y PNJs cuando quieras de lo que quieras.

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05/09/2013, 08:26
Garv Sevatar

Los últimos días de viaje habían dado que pensar a Garv, la promesa de Beshaabel de volver a liberar a los esclavos le hizo recordar que tenían más tareas pendientes en el norte. Pero sobre todo seguía dándole vueltas al motivo por el que la elfa parecía recelar del uso de magia curativa sobre ella; tan atrevida en el combate, tan peculiar fuera de él... Ya la conocía lo suficiente para saber que si la preguntaba directamente no obtendría respuesta, por lo que tendría que informarse en el campamento aunque suponía que tenía que ver con lo que había dicho de su pasado. Tal vez Kristaff supiera algo más al respecto que quisiera contar.

Sin embargo, a pesar del tiempo llevado no podía por menos que hacer acopio de paciencia por las quejas de Beshaabel por la vida en el camino. Él lo llevaba con mucho más estoicismo, y prefería no pensar en lo que no tenían a su disposición sino en que tenían suficiente para seguir adelante. Cuestión de enfoques, pero a veces llegaba a ser exasperante. Por suerte las villas fronterizas parecieron calmar un poco las quejas de la elfa, si bien siempre encontraba motivo para farfullar algo sobre calidades.

La sospechosa entrada de la figura en la taberna disparó todas las alarmas de la pareja, no sería de extrañar que ahora mismo el precio por su cabeza se hubiera elevado entre las filas del Puño. Aunque dudaba que un hipotético asesino actuase de forma tan directa. Sin embargo no se pudo relajar hasta que el desconocido "tosió" una de las contraseñas de los Comandos. Siguiendo el protocolo esperaron un tiempo como si nada hubiera pasado, aunque la mente de Garv hervía de preguntas ¿Habría pasado algo?

Cuando el extraño se reveló como Meelock y tras intercambiar unos efusivos saludos, la cara de la elfa cuando la abrazó obligó al Inquisidor a ahogar una carcajada, les puso al tanto del motivo de su llegada. ¿Acaso había algo que escapase al conocimiento de Cerebro? Si ni siquiera el agreste norte estaba más allá de su alcance, Garv empezaba a dudar que hubiera algo que no supiese. Pero parecía que había cierta urgencia por que volvieran.

-Entiendo, espera que pague por nuestra estancia aquí y podremos marcharnos-lanzó una mirada a la elfa bastante significativa y pensó, contando con que estaría leyendo la mente de los presentes -Me debes una, me llevo a éste y tendrás tiempo para lo que te apetezca que bien lo mereces. Pero no te metas en muchos líos porque Cerebro se enterará, como con todo-con una amplia sonrisa siguió a Meelock tras pasar por caja allí donde al mago le viniera bien para volver a la base-Que sea rápido, por favor-Garv detestaba el teletransporte. Entendía sus ventajas, comprendía sus principios, pero odiaba con toda su alma la sensación que dejaba en el cuerpo y siempre estaba el temor a los fallos en los saltos...

Notas de juego

Nunca me acuerdo de esa escena, tendré que usarla más a menudo.