- Tu eres bueno, Danya. Y si no encontramos esa runa, busquemos algo vivo y con la capacidad de hablar. Vamos a preguntarle dónde y cuando estamos.
Hacedme una tirada de buscar a ver si encontráis algo.
Recuerdo: adjetivo aplicable cambia el dado. Arte aplicable da un +1 al dado objetivo.
Motivo: Buscar
Tirada: 3d6
Resultado: 2, 2, 1 (Suma: 5)
Pues nada :p
Algorímedes se pone a buscar y rebuscar por la zona donde, según os parece, aparecisteis, pero no consigue encontrar nada parecido a una runa, mientras que el resto observan como lo hace pensando en si sería buena idea o no echarle una mano.
¿Quizá se les ha ocurrido a nuestros lutines alguna idea mejor?
Gollum oye el tintineo de algo que cae desde el piso de arriba, por las escaleras. No tiene tiempo de ver lo que es, pero parece que ha seguido cayendo hacia abajo pues el sonido va descendiendo.
Ya libres del señor de esta pequeña dimensión infernal ahora el Gran Zalakatunga toma el tiempo necesario para buscar la runa que lo llevaría a el y al resto a la torre de Rudecindus.
- ¡Poz, nadha poh aka! - tras una búsqueda infructuosa como beber agua en lugar de sidra, Zala agarra una pequeña roca y la utiliza como una tiza contra una pared de piedra. Allí dibuja la runa que vio en la puerta de la torre.
- Aaahh vedd zi zigbe... ¡Avrete plaza zezamo! - ordena Zala a la runa dibujada mientras alza las manos como todo un chaman consolidado (solo que de magia jamas aprobó el primer curso).
-No hemos venido hasta acá para quedarnos encerrados cómo cualquier deliciosa rata. ¡Lordemius! ¿Le importaría señalarnos la salida? O le advierto que Zala continuará dibujando en sus paredes, y no haremos nada por evitarlo.
Motivo: Búsqueda implacable
Tirada: 3d6
Resultado: 3, 5, 6 (Suma: 14)
Zalakatunga observa su obra, orgulloso. Pero lo cierto es que la pintada en la pared de la gruta no parece en absoluto una runa, ni parece tener ningún efecto especial. Probablemente porque su caligrafía no es demasiado buena y porque no está imbuida de magia. Quizá es por ello que los magos dedican años al estudio de las runas antes de poder hacer una.
Más fortuna tiene Danya en su búsqueda, consiguiendo encontrar algo que os recuerda a la runa raido, solo que invertida. Se trata de la runa "odiar".
Entonces recordáis las palabras de Lordemius: "Si no conocíais Raido, tampoco conoceréis su opuesta. Os enseñaré. Pero primero acabaos la sopa". Solo que ni él ni vostros os acordasteis de esto.
Cuando Danya pasa la mano sobre ella, el portal se vuelve a abrir y os engulle, devolviéndoos a la torre.
Después de pelear con la puerta un rato, Gollum se encuentra extenuado. Así que decide que dentro del armario no se estaba tan mal y allá se vuelve para darle a su merecida siesta otra oportunidad.
Congelo tu personaje hasta que te puedas hacer cargo. No voy a buscar más sustitutos.
El vórtex se abre al otro lado de la puerta de Raido, escupiéndoos sobre el distribuidor de la habitación. Caéis contra el duro suelo de madera rodando como si fuerais sacos de patatas, aunque sin sufrir daño alguno. La habitación está vacía. Pero vuestro ruido al caer parece haber llamado la atención sobre algo...o alguien. Una sombra asoma desde las escaleras que comunican con las otras plantas de la torre.
Recordáis haberla visto fugazmente antes de saltar hacia el otro lado.
La fortuna en esta ocasión no estuvo de la mano del gran ZalaDeLaMancha, quien aterrizó de bruces tras rebotar varias veces en su trasero lutinezco.
Al llegar a la nueva estancia una sorpresa les aguardaba. Un gato se encontraba allí, tal vez a la espera de algo que cazar pero Zala no se lo permitiría.
- ¡Tú, vil criatura jamas seremos tu alimento! - vocifera amenazador Zala antes que el felino decida su primer movimiento.
La llamada de Zalakatunga atrae al dueño de aquella sombra, que se antojaba tan oscuro o más aún que esta.
En efecto, se trataba de un enorme e imponente gato negro. El doble de grande que vosotros. Os mira con curiosidad y se acerca con paso sinuoso moviendo los bigotes, como si estuviera oliéndoos.
Y a parte del imponente gato, quien sea que esté detrás de la puerta de la izquierda, al reparar en vuestra presencia vuelve a vociferar mientras aporrea la puerta.
-¡Abridme de una vez!¡Os lo imploro!-.
-No se preocupen, los gatos también son siervos de Lucifer, y enemigos de las ratas. Es imposible que nos haga algún mal- susurra Danya el valiente mientras se acerca a la salida más cercana que se adentra en la mazmorra, dejando la sopa en el suelo para que no fuera a obstaculizar su valerosa carrera en legendaria huida.
El gran Zalahuyecobarde podría enfrentar al minúsculo gato si no fuera que la sopa le dio retorcijones de panza, tal vez por comer demasiados ojos. Sin demoras el disfrazado lutin sigue de cerca los pasos de Danya, tal vez intente adelantarse si el felino pulguiento intenta alguna artimaña.
¡Ezpedad ke nezezito id al vaño! ¡La zopa me cayo maaal! ¡Vaño, vaño,vaño!
- Quién anda ahí? - pregunta Algorímedes mientras toma precauciones para alejarse lo más posible del gato sin sacarle un ojo de encima.
Danya y Zalakatunga sopesan sus posibilidades. Al rededor suya tienen tres puertas. Una, la de Raido, por la que acabáis de salir. Otra, opuesta a esta, de la que sale la voz y una tercera, en el lado opuesto de las escaleras por donde viene el gato, tras la cual no sabéis qué hay.
Algorímedes por su parte se aleja del gato, lo cual le lleva al lado de la tercera puerta, esa en la que no sabéis lo que hay.
El gato por su parte, al ver movimiento, se agacha y se pone en posición de ataque. Sus pupilas aumentan de tamaño hasta ocupar la mayor parte de sus ojos.
Bajas los escalones que llevan a la primera planta con cuidado. Asomándote por la puerta que da acceso a la planta desde la escalera puedes observar que en el distribuidor central está el gato que ya pudiste ver antes. No parece prestarte la menor atención. Su mirada está fija en tres lutines que hechos un manojo de nervios, corretean por la habitación pensando qué hacer. Tampoco ellos parecen muy pendientes de la puerta como para haberse percatado de tu presencia.
El gato parece que está preparándose para atacar.
Tú lo ves desde atrás, obviamente.
Visto y considerando que el felino se prepara para cenar lutines, el gran Zalaspeedracer toma la delantera a su compañero en la marcha hacia la salida de allí, lejos del gato por supuesto.
Ta vez en otro momento y con mayor fuerza numérica, regresen a la conquista de la sección alta de la torre. - ¡Andiamho ke aki no jay naa ke ved! – expulsa Zala un gas junto a su comentario poco heroico, aunque “soldado que huye sirve para otra guerra” se aplica perfectamente a la situación…
¿Por qué puerta intentará escapar Zalakatunga?¿Y el resto?