Partida Rol por web

Lo que en principio parecía que iba a desembocar en un enfado considerable por parte del Dios de la Pureza, se convirtió en una sonrisa cuando Károdon cambió rápidamente del tema de Selenia. Mesando su barba y mirando por la ventana, Eidolon parecía muy complacido.

- Mis pequeños tienen intención de conocer el mundo exterior, hermano mío. Y me place que a los primeros hijos de entre vosotros que conozcan sean a tus fabulosos Enkeli. Podrían compartir muchos conocimientos que ahora mismo les están vedados, y quién sabe, podría ser el primero de mucho pasos por un bien común.

Aunque en principio la idea de que sus hijos convivieran en el mismo lugar que otras criaturas inteligentes de Esfera le echaba para atrás, Eidolon sabía que el conocimiento era Poder. Y eso es lo que podían conseguir uniéndose entre ellos.

- Bien... creo que deberíamos empezar a designar un punto de encuentro - dijo, mostrando una imagen de Esfera a su hermano - Mis hijos, aunque aún no lo saben, finalizarán su viaje aquí, al oeste del Gran Mar... ¿quizás tus hijos no tendrían curiosidad de ver qué hay más allá de sus costas?

      Károdon asintió complacido al ver la reacción de su hermano, y no pudo evitar hacer un apunte ante lo que éste había dicho acerca de los beneficios que ambas especies podían adquirir encontrándose.

Es mucho más que beneficios "prácticos" lo que pueden compartir los daeva y los enkeli, hermano mio. Ambos comparten el amor por las cosas bellas, entre otras, la música... no tengo duda de que, con el tiempo, terminarían llevándose bien... aunque, antes de nada, debes saber que en esa unión existe un riesgo... Los enkeli son temperamentales, y los daeva altivos... eso puede llevar también a conflictos entre ellos, aunque sin duda, sabrán solucionarlos...

      Dicho eso contempló con atención la imagen de esfera que Eidolon proyectaba ante si y no pudo evitar mostrar una expresión de decepción, y al volver a hablar lo hizo con tono apesadumbrado.

Tal y como puedes ver si te fijas, los enkeli han emprendido ya viajes más allá de Enkel, pero el viaje que propones es demasiado largo incluso con los dones que les he dado... a no ser... - y en ese momento el dios trazó con el dedo una ruta a través del mar... pasando sobre las islas de Selenia - que atraviesen primero las islas de los Hane. Ese sería un estupendo punto medio... siempre y cuando tus Daeva aprendiesen a nadar o a volar.

      Las últimas palabras las dijo con una sonrisa amistosa. En su mente, sabía que no era preciso nadar, ni volar como sus enkelis, para poder atravesar grandes distancias a través del mar. En su mente, veía los frágiles esquifes de los Hane, pero también otros navíos mucho mayores, inmensas moles de madera y tela que arrastraban grandes cantidades de peso y un sinfín de guerreros en ellas... algún dia, esas imagenes se harían realidad, pero no serían los enkeli quienes las llevasen a cabo... ellos no las necesitaban.

      Creo que, dentro de un tiempo, cuando se canse de jugar con Eve a las adivinanzas para terminar tan solo con más dudas que antes, podriamos comentarlo con Selenia. Quizá una de esas islas podría convertirse en un baluarte de paz, belleza y armonía para las tres especies... o quizá... - el dios sonrió con cierta melancolía... hacía mucho que no trabajaba en esfera - quizá podríamos crear una isla nueva, más hermosa... más segura.

Eve acarició las delicadas manos de la Regente, con intención de relajarla y que la visión llegase antes, de hecho, un aura de tranquilidad llenaba lentamente la estancia.

-Mi querida Selenia ¿Puedes culparme de mi forma de ser? ¿Acaso podemos culpar a Eidolon por ser arrogante o a Éadaí por ser ausente? No, solo tenemos dos opciones aceptarnos tal y como somos... o no.

Al escuchar sobre la balanza una sonrisa se dibujo en su rostro.

-Tienes razón hermana, la balanza no mide el potencial de un dios, pero fue interesante ver las reacciones. Pero si que muestra algo y es que cada vez es mas difícil que se logre un equilibrio. Y por lo que a mi respecta, tu ya has tomado partido, después de todo hicimos una alianza entre ambos ¿no?

Pero la conversación finalizo con la llegada de la visión, Eve quedo totalmente asombrado, era como si realmente hubiese estado allí, mucho mas intenso que las visiones de los objetos. Cuando la visión finalizo, el Dios no sabia muy bien que decir pero sus ojos se clavaron directamente en el espejo.

-Eso.. Es peligroso, capaz de enloquecer a un Dios...

A pesar de que el Artífice se sentía de lo más cómodo entre sus hermanas, parecía que la conversación ya había terminado. Así que se incorporo.

-Bien, ya veo que no. Volveré a mis aposentos, ahora solo queda esperar. Si necesitáis contactar conmigo, ya sabéis como hacerlo. Y yo también os buscare si necesitase algo.

Espero por si sus hermanas tenían algo mas que decir, y seguidamente se desvaneció.

- O de hacerle ver la realidad - Dijo Selenia siniestramente - En cuanto a tomar partido... no. Yo hice un pacto de no agresión contigo, quizá por tu forma de ser, pues no está en mis planes que los Hane vayan a batalla contra nadie. Sólamente pido la soberanía de las islas que creé para ellos.

Miró por un momento a Esfera, aún mareada.

- Pero apoyo totalmente a Károdon y a Eidolon en cuanto a las reglas, aun a sabiendas de que no todos las aceptarán al menos estará en papel lo que sentimos, lo que queremos - Era dificil explicar su sentimiento de hermandad - ¿Querrás el Espejo de vuelta o prefieres que yo lo guarde? Mi deseo sería que se dejase en la mesa común, aun pareciendo peligroso.

-Si hacer ver la realidad significa que un Dios arremeta contra las creaciones de sus hermanos... -Eve decidió no terminar la frase.

Eve puso la mano izquierda sobre su pecho y la derecha sobre el de su hermana.

-¿Me hablas a mi de sentimientos? Aquí esta lo que sentimos, no en papeles. Que nuestras palabras queden escritas no disminuirá las peleas, las aumentara. Hasta ahora nos ha ido bien, nosotros mismos nos hemos regulado los sentimientos hacia nuestros hermanos nos han guiado. Cierto que ha habido tiranteces, pero nunca han pasado de hay. Poner nuestros sentimientos por escrito, es como reconocer una derrota, es como encadenarnos, los sentimientos deben fluir libres.

Eve suspiro, sabia que no entenderían su punto de vista, al igual que el no compartía el suyo.

-Volviendo al espejo... Si lo dejamos al alcance de todos sin saber lo que puede hacer seria una irresponsabilidad, y me preocupa que te quedes sola con el... No se si era por que afectaba a nuestra hermana Kira, pero es obvio que te ha afectado mas de lo habitual. Me lo llevare y lo examinare, si no es peligroso lo dejare en la mesa, mientras si descubres algo del tridente házmelo saber, de ti si que me fio que te lo quedes... Pero antes de pasárselo a Károdon avísame por favor... Si va a utilizarlo para entrenar, puede destrozarlo antes de que le pueda echar un ojo, necesita supervisión.

Observando con el ceño fruncido el mapeado que se dibujaba ante ellos, Eidolon se cruzó de brazos. Ni los Enkeli podían recorrer distancias tan largas, ni los Daeva habían conocido las sutilezas del viaje por las aguas como para encontrarse en una de las pequeñas islas de Selenia. Aunque el comentario de su dorado hermano sobre las relaciones entre la Diosa del Tiempo y Eve le hizo sonreir, volvió rápidamente su atención al mapa.

- Mis hijos tienen la necesidad de expandirse por el miedo a lo desconocido, hermano mío. Pero tu propuesta me llama la atención sobremanera. Conociendo a mis Daeva, estoy seguro de que desarrollarán el gusto por el mar en cuanto se establezcan. Llegado ese momento, supongo que tus Enkeli también habrán aprendido cómo volar durante días sin descanso, y esas islas serán un buen lugar de encuentro. Y no te preocupes... mis hijos son altivos y orgullosos - aunque al hacer el comentario, no veia nada malo en dicho comportamiento - pero también obedientes...

- Creo hermano que a veces escribir lo que sientes puede ser mejor, y que a veces tenemos formas distintas de demostrarlo - Miró hacia el espejo para cambiar la conversación, entristecida por que parecía que el hombre que se hallaba ante ella no había entendido aquello que dijo antes - Soy fuerte para no dejarme influir por un espejo y yo tampoco quiero que estés a solas con el espejo. Y hay una irresponsabilidad que debo hacer con él, pero aún no ha llegado el momento.

Miró el tridente.

- No te preocupa que Karodon pueda o no entrenar con él - Sentenció su Selenia harta de parábolas y mentiras - Pues podría crear uno solo con desearlo y lo sabes. Te preocupa que el tridente pueda controlar a los seres-pez, o que posea poder para controlar las esferas del dios que lo creó.

Aunque no lo dijera sabía que sería una razón parecida. Que el dios llamado Eve tratara a los demás como idiotas no quería decir que lo fuesen.

- Considero justo que ninguno de los dos tenga dos artefactos a la vez - Dijo Selenia con ternura - Como yo me llevaré el tridente, tú puedes mantener el espejo en tu poder pero lo querré de vuelta cuando el tridente pase a ser custodiado por ti. Parece lo mejor.

      Károdon miró a su hermano. Sus palabras le habían ofendido, pero se controló, pues era evidente que no lo hacía con malicia. Probablemente nisiquiera fuese consciente de lo que le estaba diciendo, asique decidió aclararle las cosas.

Mis enkeli son ya muy capaces de alcanzar esas islas, hermano mio, creo que no entendiste lo que pretendía decir... la cuestión es que no pueden volar DIRECTAMENTE hasta la costa donde se detendrán los daeva, podrían hacerlo cruzando las islas, pero... sería un viaje demasiado largo para hacerlo una y otra vez. Por eso sugería lo de crear una isla nueva que los tres pueblos puedan compartir.

Eve alzo una ceja sorprendido, quizás si que era cierto que tenia tendencia a subestimar a sus hermanos.

-Lo siento por no haber sido franco desde el inicio... Puede que si que sea verdad que aveces soy demasiado cerrado. Pero es cierto, me preocupa de lo que pueda ser capaz ese tridente ya hemos visto lo que hizo el espejo...

Eve suspiro y tomo el espejo observando por un instante su reflejo en el.

-Tranquila, no lo examinare mas de lo necesario, cuando termines con el tridente, házmelo saber mediante el broche y volveremos a vernos. 

Eve espero por si su hermana tenia algo más que decir, y seguidamente realizo una reverencia respetuosa y se desvaneció como si nunca hubiese estado allí.

- Permitamos que nuestros hijos se asienten por ahora, y como bien dices, cuando Selenia se canse de juguetear con Eve, le consultaremos tu idea.

Eidolon parecía que estuviera distraído, porque le costaba escuchar todas las palabras de su hermano. No porque no le interesaran, ya que, de todos los hermanos, Károdon era el único al que el Avatar de la Pureza podía llamar su iguai. Quizás fuera que sabía que Eve, Éadaí y Amarantina estaban conspirando para borrarle de la existencia, o tal vez algo más. Hacía muchos ciclos que conocía las intenciones de su erróneamente idolatrado hermano, y ya se había hecho a la idea.

Selenia supuso que aceptaba lo de dividir los objetos. Una vez acabada la conversación le mostró la puerta para que saliese por ella. Una vez su hermano se fue, sonrió.

Aunque aún estaba extrañada de que no preguntase que estupidez quería hacer con el espejo.

Suspiró y miró al tridente.

- Por fin a solas... - Dijo para la nada de las tres puntas - Veamos que tienes que ofrecerme...

Se quitó el broche y el resto de la ropa e invocó un pequeño hueco circular con agua en su interior. Y entró dentro del líquido con el Tridente en sus manos...

Cuando Selenia tomo el tridente, y se sumergió en las aguas, este empezó a vibrar, desaciendose lentamente ante ella, como si fuera un montón de polvo, que se esparcía mota a mota por la superficie del agua.... quedando totalmente destruido, no hizo nada, no provoco nada... ninguna visión, ninguna sobrecarga de poder...nada, mas que un montón de polvo flotando en agua, mezclándose con esta y desapareciendo.

Por fin Eve volvió a sus aposentos, se había librado de toda sospecha sobre el tridente y continuaba manteniendo bajo su poder cada uno de los artefactos.

Dejo caer el espejo sobre una de las mesas casi con desprecio, pues no tenia el menor interés para el. Y acudió a las cámaras blindadas, donde cada uno de los 4 objetos permanecían aislados. Tomo el tridente y comenzó a realizar con el las pruebas habituales que ya había practicado con el resto.

Volvió a activar el mensaje, comprobó su nivel de poder, y como no probo a combinarlo con el resto de fragmentos.

- ¿Pero que? - Dijo mientras salía de golpe y se cubría con unas sábanas a modo de toga. Cogió el broche y llamó a Eve apresuradamente. - ¡Eve, apresurate, el tridente se deshace!

Apenas podía ver como el tridente se iba deshaciendo poco a poco ante ella, esperando que su hermano llegara lo suficientemente a tiempo como para ver lo que había pasado.

A la velocidad del pensamiento Eve volvió a aparecer alertado por la llamada de su hermana.

Para descubrir como aparentemente el tridente se estaba deshaciendo lentamente.

-¿Pero que...? -Miro a su alternativamente al tridente y a su hermana- ¿Que has hecho? ¿Que ha pasado?

La diosa señaló una hoquedad en la arena, llena de agua. Allí, el tridente se estaba descomponiendo sin posibilidad de recuperación. Incluso tocarlo podría acelerar ese proceso.

- Metí el tridente en el agua y se empezó a deshacer - Dijo Selenia apresuradamente, luego explicó - Los seres-pez eran las creaciones del dios poseedor del tridente, pensé que si trataba de obtener alguna visión en el agua sería más clara...

Selenia no sabía que decír. Se había quedado pálida.

El razonamiento de Selenia tenia sentido, si era el dios del agua, el agua podía actuar como catalizador, pero quizás Eve no fuese el único dios que se le había ocurrido proteger sus cosas de los demás.

Se acerco rápidamente al tridente, antes de que desapareciese del todo tratando de canalizar su esencia a través de el para obtener alguna impresión mental de su propietario.

-Si era su arma puede que estuviese protegida para que no callese en manos equivocadas.. Puede que se creara de tal manera que si algún dios trataba de usarlo no pudiera... A ver si aun puedo captar algo.