Partida Rol por web

Increiblemente consigo desatar a Sofia y esta pese a lo maltratada que esta puede llegar a darme las gracias.

Ahora los matones se entretienen con sergio y en nosotras ni reparan, y seria el mejor momento para escapar pero...

Agarro del brazo a Sofia que iba a ir justo hacia donde esta el peligro y la retengo junto a mi, tengo que pensar rápido porque no quiero dejar a Sergio solo, un sentimiento de cupabilidad unido a uno de protección sobre él me lo impiden.A fin de cuentas yo le he metido en esto y si le pasara algo...una punzada extraña me pellizca el pecho mientras siento que quizás no solo sea por eso...

Si por el contrario dejo a Sofia sola podría hacer que la volvieran a secuestrar...

Fruzo el ceño para finalmente agitar la cabeza con rabia. No puedo dejar a Sergio solo, eso esta claro.

Me giro hacia la chica.

-Vete, nosotros los entretendremos, ve al colorado alli te protegeran...Estará tu padre.Y por favor, no te vuelvas a dejar atrapar-

Muy arriesgado pero es lo que hay.Camino hacia donde esta Sergio.

-O los dos juntos o ninguno, ya te lo dije..-

Le digo a un Sergio y tambien a unos matones. Espero que Sofia aproveche y escape sin problemas.

Con la cara llena de golpes y alguna herida abierta, pero decidida Sofía se levanta con paso firme como si no hubiera pasado nada. Con Virginia a su lado sale del pasillo y sube por las escaleras en dirección al ruido de carrera.

Sergio sube rápido las escaleras, llega a la entrada y busca entre los pequeños rayos de luz la salida del local mientras los matones se acercan.

Ambos matones han subido ya las escaleras y parece que te están cercando contra la pared. Uno por cada lado intentan evitar que salgas del edificio.

He subido los escalones de tres en tres, y me paro un brevísimo instante intentando que el corazón no se me salga por la boca. Evalúo en un pestañeo mis posibilidades de escabullirme entre sus manos y salir del edificio; creo que fuera podré despistarlos de una u otra manera. La otra opción es empezar a subir. Es una ratonera, de acuerdo, pero una ratonera muy grande... El problema es que no sé si podré acceder a los pisos o a las viviendas...

Bah, malo será que en todo el edificio no haya un escondrijo para despistarlos... Lo importante es que me sigan a mí los dos matones y las chicas tengan vía libre. Seguro que puedo subir fácil (no quieren que salga a la calle) y pensarán que estoy atrapado... Sólo hay que motivarlos para que me sigan. Me ayudo del símbolo internacional para "que te jodan" (el dedo corazón extendido) y una sonrisa de suficiencia.

-QUE OS JODAN, RETRASADOS!!!

Y me lanzo a subir escaleras como si no hubiera un mañana, asegurándome de que vengan detrás. A partir del tercer piso será un buen momento para buscar algo con qué atizarles o un hueco en el que poder meterme y verlos pasar...

Aun tardamos un poco en reaccionar pero no Sergio que huye y a él le siguen los matones.

El primer impulso es el de salir a la calle ahora que ya no queda nadie, pero saber que a Sergio le persiguen dos tios que han sido capaces de hacerle lo que le han hecho a una chica desarmada e indefensa no me permite seguir con ese plan.

Cuando empiezo a subir hacía donde se han ido me doy cuenta de que tambien me sigue Sofia, y podría mandarla fuera de aquí, ya había tenido demsiado, pero seguramente y asi y todo como esta, mejor tres que dos.

-Venga subamos rapido..-

Le susurro mientras miro alrededor buscando algo con lo que podamos golpear a los matones.Un poco mas arriba escucho el insulto de Sergio y casi me dan ganas de reirme..Conseguira que le maten.

Sigo subiendo a largas zancadas hasta el tercero, enganchándome e impulsándme en la barandilla, y oigo el ruido que hacen un poco más abajo los matones. Empujo la puerta que da al pasillo, pero está cerrada. Sigo subiendo. La del cuarto también. Y la del quinto. La angustia me puede cuando voy a embestir la sexta puerta, pero veo a tiempo que está entreabierta. La cruzo con todo el sigilo que puedo. Al otro lado la puerta tiene una manija horizontal para cerrarla, es una de esas puertas antiincendio con un ojo de buey. Detrás se aleja un pasillo en la penumbra y varias puertas que no se distinguen en la oscuridad polvorienta del edificio abandonado.

Pongo las manos sobre la barra de cierre de la puerta y atisbo por el ojo de buey, intentando controlar mi respiración y preparado para cerrar si quienes me vienen siguiendo no pasan de largo. En ese momento me fijo por el rabillo del ojo en una caja de extintor acoplada a la pared, unos dos metros a mi espalda...

Mientras subes las escaleras buscas por tu alrededor despistada no te das cuenta de que a Sofía ya no se la oye.

Cuando notas un cálido aliento en tu nuca te giras ves un hombre con traje impecable, con total seguridad de si mismo te agarra y sin dejar que te muevas coloca unas bridas en tus manos. Te tumba en el suelo colocándote una brida en los tobillos. Antes de marchar sonríe acercando su dedo indice a los labios en señal de silencio.

Los matones se acercan peligrosamente a la puerta. Miran a un lado y a otro intentan abrir la puerta pero no son capaces y siguen subiendo.

Me pego a la puerta cuando los matones se acercan. Por el rabillo del ojo puedo atisbar, aterrorizado, su sombre recortada en el ventanuco de la puerta. Tras un par de empujones y un rebuzno que no puedo entender al otro lado, la sombra se va y oigo sus pasos apresurados subiendo. Espero cinco segundos más y dejo salir el aire que contenía en los pulmones.

Sigo con la mirada fija en la caja del extintor. Está cerrada, supongo, por lo menos el cristal está intacto. Me voy quitando la cazadora lentamente. Esperaré a que suban un par de pisos más y pondré la cazadora en el cristal antes de romperla. Lo ví en una película. Bueno, con suerte la puerta de la caja del extintor estará abierta...
 

Tan solo una inspiración de sorpresa sale de mi boca y lo siguiente me deja totalmente paralizada.

Estaba tan concentrada en buscar a Sergio que pasan dos cosas.Sofia ha desaparecido ( maldita sea!) y alguien coge mis manos las ata, me tumba en el suelo y tambien ata mis pies.

-Oh mierda!-

Consigo susurrar una vez que el hombre de la escena ha desaparecido. Estoy totalmente inmovilizada para saber que quiera hacerme ese hombre. Empiezo a intentar moverme para ver si me puedo desatar pero creo que la sorpresa con la que ha hecho todo me ha condenado.

¿Que hacer, intentar llamar a Sergio para que me ayude? Pero pordría alertar a los matones y será peor, sin embargo, la idea de que ese hombre vuelva y me haga algo mas...sexual.... me expanta.

-SERGIO SOCORRO!!-

La suerte esta echada.

Te acercas al extintor. Compruebas que la caja esta cerrara. Si abres la puerta debería saltar la alarma de incendio. Aunque con la dejadez del edificio no estas seguro de que el mecanismo funcione.

En ese momento oyes un grito, que a través de la puerta apenas llega.

-Sergio Socorro!!-

En el reconoces la voz de Virginia unos pisos más abajo.

Retorciendo las muñecas una otra vez las bridas parece que se escurren con por tus manos.Cuando te sueltas miras a tu alrededor, un poco más abajo en las escaleras Sofía permanece atada he inconsciente.

Increible que haya podido desatarme...Quizás es mas facil de lo que pensaba.Sergio sigue sin venir...

Mirando hacia abajo puedo distinguir un bulto y fijandome mejor veo que es sofia.

Intento desatarme de los pies para ir hasta ella e intentar liberarla tambien. Desde luego leccion aprendida si consigo desatarla y que vuelva en si, nos iremos de aqui y esperaré que Sergio este bien.

Cierro por un segundo los ojos ¿ Pero como es posible que hayamos acabado asi?

-Mierda!, mascullo entre dientes. No hay tiempo para miramientos. Pongo la cazadora sobre el cristal y le arreo un cozado lo más fuerte que puedo. Espero que no suene la alarma. Y si suena, que suene, igual eso desconcierta a ese par de matones. Cojo el extintor, le qeuito la anilla y me lanzo escaleras abajo, siguiendo la voz de Virginia.

Vuelves sobre ti misma ya con tus piernas sueltas. Te acercas a Sofía, tocándole el cuerpo intentas despertarla, pero no responde. Cuando levantas su cabeza con tus manos y por fin te das cuenta su cuello está girado de forma extraña. Una persona jamás podría girar el cuello así de forma natural. Sofía esta muerta.

Avanzas por las escaleras extintor en mano y frente, a ti subiendo sin prisa, aparece un hombre de mediana edad. Su rostro refleja calma y tranquilidad de tal forma que asusta un poco. Vuestras miradas se cruzan y él sonríe. No es una sonrisa tranquilizadora, es más la sonrisa de quien sabe lo que va ha pasar.

Sin dejar de sonreír se dirige hacia ti un escalofrío te recorre el cuerpo y por primera vez te das cuenta de que hoy vas a morir.