Partida Rol por web

El cuello de Ogna se iba encogiendo a medida que el hechicero hablaba. Parecía una tortuga cuya cabeza se estuviera replegando entre su pecho y la espalda. No le gustaba lo que se desprendía de las palabras de Morwing, como si dudara de que Vishna se comunicara con ella. 

¡¡¡¿Qué tenga cuidado con lo que digo?!!!

Había huido de casa de sus padre teniendo que salir adelante por sí misma. Sabía cuidarse perfectamente sola y, si se lo proponía, se veía capaz de hacerse con la confianza de Tolder. La Reina Pirata, azote de los mares con su fiel Vishna en mano. Muchos hablarían de ella como la Hija de la Sirena Muerta. Ogna tuvo que contenerse para no dar una mala respuesta a Morwing. Afortunadamente estaba allí Allen que sí sabía cómo apaciguar a la ojerosa pirata. Cogió a Vishna por el filo y le tendió a Morwing la empuñadura.

- Toma, cógela y pregúntaselo tú mismo.- Tendría que creerla cuando la estridente vocecilla de Vishna se le metiera en la cabeza.- Vishna, voy a pasarte a un amigo, no te preocupes, pronto estarás conmigo de nuevo.

Al entrar en la taberna, una vez con Vishna de vuelta y bien tapada, Ogna río ante las chanzas de los piratas. Se veía claramente que Allen estaba realmente incómodo en aquellas situaciones. ¿Cómo hacer para desviar la atención de los parroquianos sobre el paladín? Si querían pasar desapercibidos ya habían perdido la oportunidad.

- Vamos Blogar no nos jodas. Theodore nos dijo que nos tratarías bien. Como una madre preocupada por sus hijos que van a la guerra. ¡La madre de todas las melopeas!Jajaja.- Tomó asiento y dirigió a Allen para que hiciera lo mismo. Pidió cerveza para todos y pagó al enano por adelantado, no quería ganarse una enemistado de por vida con él. Se dirigió a los parroquianos que habían hablado.- Y vosotros, ostias, dadnos un respiro. ¡Esta incertidumbre es un puto asco!- Soltó dejando caer que desconocían el plan que se suponía debían cumplir. Por lo que habían averiguado, Tolder y Steznag, además de tener mano de hierro, daban con cuentagotas la información a los piratas, que simplemente cumplían órdenes.-Además, con esta mierda de tiempo no sé ni si llegaremos de una pieza, así que al menos ir con el gaznate humedecido.- Acto seguido trató de sacar el tema del Trueno del Mar, al igual que había hecho en la calle. Cuando el enano les sirvió la cerveza se interesó pro el tema. -¿Sabes si es verdad que han apresado a los a que atacaron la Torre de las Drizzas?¿Tiene que ver con ese barco que abordaron por la mañana? Si es así no me gustaría estar en su pellejo.- Repitió la misma expresión que había usado Theodore.- Ese Todler sabe lo que se hace.- Dijo apoyando su cabeza entre las palmas de sus manos cual adolescente enamoradiza.- Daría lo que fuera por llegar a conocerlo en persona.- Era cierto. Cuando lo tuviera frente a ella trataría de atraversarle el corazón con el filo de su estoque.

-Vishna, voy a pasarte a un amigo, no te preocupes, pronto estarás conmigo de nuevo.

¡Busca Vishna! Busca en su mente cualquier cosa que pueda hacernos daño.

Losse obvió la pregunta de Theodor ante la intromisión de otro de los piratas en la conversación, tal y como él esperaba que ocurriera. - Joder, a cada vez que escucho más sobre el rumor sale algo nuevo y más escalofriante. Mira que tengo fe en el plan de Steznag, pero ahora mismo tenemos que mirar por nosotros, como siempre hemos hecho. ¡SUPERVIVIENTES, ESO SOMOS, SUPERVIVIENTES! - Volvió a reiterar el elfo. Su intención era provocar a alguno de los fieles seguidores del pirata del barco volador para ver si en plena defensa del ideal conseguía exprimir más información de los planes que tenían en mente, aun a riesgo de buscarse un pequeño problema. - ¡Vamos Theodor! Fóllate a esa que está allí sola. Si la muerte se presenta en nuestra puerta, al menos que tengamos ya los huevos secos de lo que hemos disfrutado esta vida. - Y una nueva palmada cayó sobre la espalda de "El Cojo" animándole a olvidar todo lo escuchado.

Morwing levantó la ceja sorprendido ante el ofrecimiento de Ogna con su espada, Vishna decía que se llamaba... Con un gesto desconfiado miró la empuñadura del estoque, miró el rostro de Ogna que esperaba la respuesta del hechicero, entonces volvió a mirar el estoque con curiosidad. Se concentró tanto en "Vishna" que por un momento para el hechicero la isla sólo estaba habitada por esa espada y él. Cuando salió del “trance”, Morwing volvió a mirar a Ogna y le susurró: - No gracias, dejo ese placer exclusivo para ti..., entremos.

Una vez dentro de la taberna, la posibilidad de pasar desapercibidos se evaporó al instante... de hecho parecían los antitriones de aquel lugar. - Vaya, se lamentó Morwing tratando de ocultarse tras la espalda de Davros.

Cuando por fin tomaron asiento y estaban abastecidos de aquella peculiar cerveza negra, el hechicero se mantuvo en silencio y trató de escuchar las conversaciones de alrededor tratando de recopilar algo de información.  

Un prostíbulo... La oferta sonó mucho más apetecible de lo que casi toda seguridad sería cualquier local de mujeres de moral distraída en aquel infecto lugar, aún así, la posibilidad de yacer con una mujer tras tanto tiempo y malas experiencias no fue fácil de rechazar, así Davros tendría un motivo más para salir de aquella maldita isla vivo. Cuando el grupo se separó tras el ofrecimiento del cojo, se mantuvo inmóvil unos segundos, hasta que se decidió por fin por su otro vicio, mucho más sano en aquellos momentos que el sexo... beber un par de grandes jarras de... lo que diablos bebiesen allí. - Jooooderrrr. Esperadmeeeee - Pensó para él, viendo como se escindían en dos grupos, mientras recordaba que en cualquier otro momento, seguiría a los puteros.

Agarró el dintel de la puerta para deslizarse por ella, inclinando la cabeza. Aquella taberna no se diferenciaba demasiado de otras que había visitado alguna vez que otra, mucho maleantes, y todos borrachos o de camino, un buen lugar para el primer contacto con la pequeña ciudad, sentarse y beber algo mientras observaban, escuchaban y evaluaban la nueva situación.

Aún con la completa seguridad de una pequeña pausa acompañada de alcohol, la cosa no estaba como para relajarse, así lo demostraba Davros, mientras analizaba aquel local, buscaba puertas, rendijas, cualquier posible salida para usar en la peor de las situaciones, observaba las caras de los clientes, por si había alguien conocido; sus manos, por si las acercaban a sus armas; sus ojos, por si encontraba un atisbo de miedo o ira.

Ogna comenzó a hacer su trabajo, y ya saía que lo hacía bien, Davros continuaba con el suyo, saciar su sed, observar, y callar. Colocó sus pesadas pertenencias junto a sus piernas, siempre en contacto, para asegurase de que no se movieran de allí y degustó aquella extraña cerveza de hongos, un sabor extrañamente delicioso, no pudo evitar cerrar los ojos para deleitarse, entraba suave y amarga, cuando abrió los ojos, volvió a la realidad y siguió con su cometido, sin quitarle ojo al los que iban entrando y saliendo del local.

¿Qué ha pasado?¿Estás ahí? - Preguntó Vishna ligeramente confundida al ver que nadie extraño hacía posesión de ella. ¿Quién es ese mago de tres al cuarto que intenta ver mi poder? - Preguntó enojada. Ogna comprendió inmediatamente que en el transcurso de tiempo que Morwing había estado observándola sin decir ni palabra sus hechizos habían buscado respuestas de algún otro modo. ¿Pero quién se ha creído? ¡Mátalo Manos-Delicadas, mátalo! - Gritaba mentalmente con sus características vibraciones. ¿A ese bellaco querías entregarme? ¡No, no, no! !Señorita, debes comprender que la gran Vishna, estoque de príncipes, magos y nobles no es un vulgar cuchillo que puede ir de mano en mano para cortar el pan!

Ese cojo malnacido siempre dice lo mismo...cómo se nota que el no paga lo que os bebéis. - Protestó Blogar ante las palabras de la mujer pirata, sin embargo su gesto se suavizó lo suficiente tras recibir el pago como para que Ogna apreciase que habían comenzado con buen pie con el enano.

Las carcajadas continuaron con cada frase que la joven porta-antorchas, si es que podía volver a llamársela así, otorgaba a los parroquianos. Poco a poco, tras algunas bromas más, la situación se fue relajando y la taberna recupero el murmullo habitual. El grupo levantaba alguna mirada más de lo normal pero rápidamente lo achacaron a que eran nuevos y sus caras no eran muy conocidas en el lugar. Por si fuera poco, uno de los cuatro recién llegados que permanecían allí sentados era una mujer y, aunque había mujeres pirata en las tripulaciones, siempre eran algo exótico y peculiar.

Blogar se detuvo con su bufido de cortesía cuando Ogna le hizo la pregunta interesándose por los asesinos de la Torre de las Drizas. ¿Esos cabrones? No, no los han cogido que yo sepa. Pero ya se sabe que no murieron en el mar. Una patrulla llegó esta mañana a puerto, ¿no es así Jedrekal? Cuéntaselo tú que se te hace la boca agua con esas cosas. - Preguntó a otro pirata que conversaba animadamente en una mesa justo al lado de la que ocupaban los compañeros para acto seguido continuar con la recogida de jarras vacías.

El pirata se giró tan pronto el duergar mencionó su nombre. No hizo falta que preguntase sobre qué se hablaba pues lo sabía de sobra ya que Jedrekal era un autentico sabueso para los rumores, lo que le exigía disponer de un excelente oído para no dejar escapar nada a su alrededor. Era un hombre que andaría por sus cuarenta años, bien parecido y de porte recto y serio, cualidades muy lejanas y que nada tenían que ver con su comportamiento extrovertido. Tan pronto abrió la boca su acento lo identificó nacido, o al menos residente durante la mayoría de su vida, en las Islas MoonShane, al norte del mar de las espadas.

Es increíble. ¿No han escuchado ustedes lo los mercenarios Zokk? Menuda inversión en mercenarios han hecho para luego nada, todos mueeeertos. Sí, sí, como lo oís, totalmente muertos, finitos, aaaacabados. Esta mañana, los que trabajamos y no como otros, - dijo mirando a un compañero de mesa suyo - nos hemos enterado de que han encontrado a ese semiorco fanfarrón muerto y más tieso que una verga. Apareció flotando en la orilla sur del atolón, justo en la desembocadura del arroyo del templo. Parece ser que alguien se pasó con el afeitado esa mañana.- Aprovechó para bromear. Pero vamos, no sólo él, más piratas de los compañeros que estaban con él han aparecido muertos también no muy lejos de donde lo encontraron. Creo que eran de la tripulación de Igban, el del Skirganden, como si no hubiesen tenido bastante con que matasen a su capitán esos desgraciados la otra noche. - El pirata terminó de un trago lo que quedaba en su jarra y la dejó caer fuertemente contra la mesa. Pues nada, resulta que el Trueno del Mar, andaba merodeando por la zona y desde ayer noche llevaban intentando cazarlo, hasta hoy al alba que le engancharon por fin. Desde luego que no, no me gustaría estar en el pellejo de los bastardos esos...¿Cómo se llamaba...?

Hasler. Hasler Nazyr. - Se apresuró a decir su compañero de mesa.

Ese. No me cambiaría por él ni aunque tuviese una polla como un barco de grande. - Bromeó de nuevo a lo que sus camaradas no tardaron en contestar con carcajadas.

¿No le conocéis? ¿Dónde coño habéis estado viviendo todo este tiempo? ¿No habéis pisado tierra?¿Quién es vuestro capitán? - Preguntó de forma seguida y sin respirar. Ahora no hay quien le vea pero anda muy liado por lo que sé. Bueno, tu amigo el de Cherrybroof lo conocerá al menos ¿no? ¿Tú eres de los que tampoco nos puedes decir dónde coño os mandan?

El enano soltó varias risotadas al escuchar a Ogna, disfrutaba del espectáculo entre elfo y humana. Tras depositar 5 mo. entró con una sonrisita. El enano vio un espectáculo que no esperaba, había estado ya en un par de sitios como ese, pero no eran como perros en celo. JA! rió el enano, cogió a una chica y se la puso en su regazo. La primera que pasaba por allí. Eh, guapa... Porrrrque no trrraes algo parra beber. y con una bofetada en sus nalgas la puso a correr en dirección a la barra. El enano parecía haber olvidado todo a su alrededor, hasta que el cojo mencionó a Cuinthere. El enano se giró le miró y dijo. Tú siéntate y no hables mucho... Déjame a mi... Ia verrás y el elfo se puso a hablar, sin duda sus palabras eran de conflicto. Kormack bien sabía que todo iba a acabar en pelea. Mejorrr... cúbrrrete conmigo y prrrparrrate.. La conversación parecía ir de mal en peor y el enano disimulaba o disfrutaba de la mujer en su regazo Dame cerrrveza! ja ja ja! decía mientras le daba de beber. El enano disfrutaba de los pechos de aquella enorme mujer, pocos podrían levantarla, pero para el enano no era tarea difícil. Alguno podría decir que eran tres o cuatro Losse, pero mejor más carne!

Los curiosos ojos del Gnomo saltaban de aquí para allá, pasando por un buen culo hasta un buen par de tetas, definitivamente aquellas putas no eran de lo mejor, pero la escasa ropa que traían sumaba ese plus, mostrando carne de más. En definitiva no podía concentrarse en aquel lugar, menos aún al ver como Kormack y Losse parecieran pasársela de maravilla en aquel sitio, aunque la conversación de Pelonieve estaba a punto de caldear los ánimos en el lugar. -Dame una buena cerveza!- Dijo el Gnomo acercándose a la mesa donde estaba el enano, había decidido dejarse llevar, al menos por el momento esto los haría parecer mas como piratas. -He visto mas de un buen par de tetas, ¿eh?... Creo que podria nadar en medio de muchos de esos pechos!- Zanc soltó una carcajada mientras le propinaba un codazo a Cunta, sin embargo su atención estaba centrada en aquel grupo de piratas que parecían querer algún tipo de problema, sus dedos tocaron el pomo de su Daga-Espada alistándose para un posible combate.

Allen se vio casi acorralado ante la mención, por parte de aquel a quien llamaban Jedrekal, del blasón que portaba. Tras meditarlo poco, pensó que si no contestaba el ánimo de aquel parroquiano podría llevarles a llamar la atención, por lo que tomó la decisión de responderle como un sanguinario pirata lo habría hecho. Miró con cara de pocos amigos a aquel individuo y le respondió, -Yo no estoy aquí para conocer a nadie, sólo estoy aquí para matar- y apoyando sus codos sobre la mesa acercándose más a Jedrekal conluyó, -el nombre de mi capitán no es asunto tuyo y, si supiese acaso dónde nos van a enviar tampoco te lo diría. O ¿crees que ninguno de vosotros sabéis qué rumbo os depara el futuro sólo por gracia? existe un plan, claro que sí, y hay gente cualificada para trazarlo, los demás estamos aquí sólo para matar o morir- Y manteniendo la mirada fija en los ojos de Jedrekal, volvió a apoyar su espalda en la silla.

Para el paladín era una tarea harto complicada estar rodeado de tanta maldad, de tantos pensamientos impuros llenos de odio y sangre. Lo único que había mantenido la ira de su corazón oculta era el no haber conversado abiertamente con gente como aquel pirata, lo único que pretendía era tomar el menor contacto porsible con ellos y, en el caso de hacerlo, sólo lo haría con su espada y los cuellos de todos y cada uno de ellos.

A pesar de mantenerse al margen, Morwing se vio en la obligación de intervenir en la conversación… Si seguían dejando que aquel charlatán continuase haciendo preguntas incómodas,  el bienestar  del grupo se vería en serio peligro…

-Shhhh, calma calma amigos…, respondió desde un segundo plano, - Con tantas preguntas me recuerdas a la zorra de mi mujer JA JA JA, explotó en risas tras dar un largo trago a la jarra de cerveza. – ¡Otra ronda aquí para mis amigos Blogar!, grito con la jarra en alto y tras otro trago prosiguió. – Te contaré algo…¿Jedrekal verdad?, he oído rumores…  continuó en un tono más bajo y aproximándose al pirata, - que Todler está reuniendo una embarcación para un misión especial… no tengo ni idea de que se trata pero por lo que he oído la suma, simplemente por entrar en esa tripulación, es cuantiosa, dijo lamiéndose los labios, - El problema viene ahora en cómo ser seleccionado, estoy convencido que si pudiese hablar directamente con él vería que, mis amigos y yo, somos idóneos para esa misión… ¿sabes si hay alguna forma de hablar directamente con Todler?, por supuesto si lo deseas, podría hablar bien de ti para que te unieses a nosotros, concluyó con un guiño cómplice. 

Theodor sonrió nerviosamente tras el gesto de Losse. Miró a ambos lados para comprobar si alguien había escuchado al exaltado de su compañero de mesa. Shhhh! ¿Estás loco muchacho?¿Quieres que te cuelguen? - Preguntó temeroso por la mención de Steznag agarrando la pierna del elfo. Al final parece que no iba a ser tan buena idea eso de venir aquí después de todo... - Susurraba para sí hasta que se vio interrumpido por uno de los piratas que había hablado antes.

¿Sois de la tripulación de la Liebre del Desierto? - Preguntó aquel que había confirmado el rumor de Losse segundos atrás. ¿Tan pronto matan a vuestro capitán y os venís abajo? ¡Claro que el plan de Steznag funcionará! Espera que nos embarquen a nosotros y encontramos a esos bastardos de Amn, van a desear no haber nacido.

Vosotros, los supervivientes, me trae sin cuidado si venís a luchar o no. Si vais a hacer lo mismo que ese Lebter del que tanto hablabais mejor clavaros la espada vosotros mismos, dicen que no le dio tempo ni a abrir la boca antes de que le abriesen en canal.

Escoria de Capitán... - Rió a mandíbula batiente junto a varios más de su mesa y de las de los alrededores.

El pirata levantó e interpuso las manos pidiendo calma entre su persona y el hombre que vestía el blasón de Cherrybroof. ¡Ey, ey, camarada, tranquilo! Eso, eso, haz caso a tu amigo. -  Señaló a Morwing, quien se había apresurado a pedir calma ante tanta pregunta, pero que Jedrekal aprovechó para intentar tranquilizar al Paladín. Sí, sí, otra cerveza. Venga, que invito yo. - Se ofreció sin dudarlo el pirata a quien sus compañeros habían dejado prácticamente sólo en la conversación a raíz del episodio con el hombre del espadón.

¿En serio?Digooo bueno, sí, sí, algo había oído de eso, pero no le había prestado mucha atención. - Mintió descaradamente Jedrekal. ¿Cómo un rumor semejante se le había pasado por alto al curioso pirata isleño, el cual se jactaba de conocer todo lo que se cocía en la Boca de la Sirena? - Pensé que tu...amigo, - Dijo refiriéndose a Allen - ya había sido seleccionado para ir a tierra. - Hizo un gesto con las manos indicando la armadura que vestía Allen y el emblema de la guardia de Cherrybroof. No sé, dudo que Todler esté dispuesto a recibir a nadie ahora...Joder, si hasta hay capitanes que están nerviosos porque no saben nada de a dónde los van a mandar y no hay forma de preguntarle. - Se inclinó hacia adelante para evitar alzar la voz. - ¿Sabes? No digáis nada pero hay gente que cree que Todler habla con una especie de murciélago que ronda siempre cerca de él. Hay otros que dicen que es Steznag el que va con una especie de murciélago parlante, pero el caso es que no sé...no me gusta eso. ¿A ti te gustaría ser enviado a asaltar una ciudad liderado por un bicho con alas? Y no me refiero a un dragón camarada. - Con esa información el pirata esperaba congraciarse con el hombre de la armadura y limar así asperezas.

De todas formas, si yo fuese tú le pediría a vuestro capitán que se acercase al amarre mayor y pidiese hablar con alguno de los segundos de Todler, puede que así a lo mejor, os consideren para incluiros en la misión esa de la que hablas. Bueno, y ya sabes, si te acuerdas de mi si os eligen...te estaría muy agradecido.

Losse vio como había tensado la cuerda, quizá demasiado para su gusto, al haber mentado el nombre de Steznag. Era el momento de abandonar ese lugar y, con todas las miradas puestas en él, dio un último sorbo a la cerveza mientras comenzó a caminar despacio hacia la puerta. A medida que avanzaba con una risotada que cada vez iba en aumento - ja ja ja... jajaja... JA JA JA... ¡¡¡JAJAJA!!! - Al llegar al dintel de la puerta entregó una moneda de oro al semiorco cuya mano parecía haberse quedado en esa posición durante todo el día - Por las molestias -

Losse siguió caminando con la mirada pendiente a su espalda por si alguien decidiera seguirle e intentando fundirse entre la gente de la calle.

¿Pe...pero pero? - Preguntó Theodor al ver levantarse al Calishita y abandonar el local entre carcajadas. Definitivamente ese hombre no está en su sano juicio. Susurró viéndolo alejarse hasta la puerta y dejando caer una moneda en las manos del que vigilaba la puerta. ¿Bueno, no voy a dejar esto aquí sin terminar no? - Se dijo mientras se encogía de hombros y pensaba acerca del encuentro con aquel extraño grupo sin percatarse, al menos por el momento, de con quienes había compartido mesa.

El elfo de Everlund salió al exterior dejando tras de sí aquel lugar en el que podía notar cómo se caldeaba el ambiente con cada intercambio de palabras entre ellos y el grupo de piratas. Habían estado cerca de echar a perder la tapadera pero, aún habiendo escapado, no las tenía todas consigo; Kormack, Zanc y Cuinthere seguían dentro y el explorador de Mielikki se temió lo peor si sus compañeros no seguían sus pasos y eran muertos o apresados. Si los mataban sería una desgracia aunque su amistad con ellos no fuese tan fuerte como con el resto pero el problema sería aún mayor si Theodor o aquellos piratas acababan atando cabos. ¿Cuanto tardarían en descubrirlos en un lugar tan carente de zonas seguras como la Boca de la Sirena? El corazón de Losse comenzó a latir de forma acelerada aún en contra de su voluntad. 

El paladín se sintió aliviado ante la intervención de Morwing y, al notar que Jedrekal sabía muchas más cosas de las que había contado, decidió tranquilizar el ambiente en la medida de lo posible. -No me hagáis caso, simplemente estoy nervioso por no conocer nuestro destino, eso es todo-, comentó con voz serena, -Si Todler sólo tuviese la oportunidad de vernos en acción seguro que no dudaría en incluirnos en esa misión de la que hablas, es más, quizás como dices nos acerquemos a conversar con alguno de sus segundos para demostrárselo. El dinero no viene mla a nadie y nosotros no estamos aquí precisamente por amor al arte-.

Cuando Jedrekal mencionó el tema de aquel murciélago, el paladín no sabía entonces si es que existían varias de esas criaturas buscadoras de los Crothuales o es que era el mismo. -¿Decís que ambos hablan con un murciélago?, yo también he escuchado historias sobre ello, pero pensé que eran cosas de unos locos borrachos. ¿Cómo es posible que alguien que habla con muerciélagos haya conseguido planear y unir a tanto pirata?,  de verdad que sigo sin creérmelo. Aunque tampoco creía que su barco volase, hasta que lo ví con mis propios ojos, ¿dónde demonios atraca un barco volador en esta cueva?-, preguntó interesado.

No, no pasa nada. - Rió con una risa nerviosa. Estoy seguro de que así sería pero bueno, ser elegido para abrirnos camino al resto no está nada mal. Muchos matarían por estar en tu lugar, vais a ser los primeros en poder saquear las ciudades desde dentro. - Añadió haciendo referencia al supuesto plan por el que aquellos vestidos con las armaduras de la guardia de Athkatla, Cherrybroof o de la Ciudadela Fedbal, cercana a Oaksville, atacarían desde el interior de las ciudades y tendrían más tiempo de rapiñar entre los caídos.

Eso se dice, pero yo desde luego nunca he hablado con ninguno, sólo es lo que se cuenta por ahí. - Contestó acerca de los seres alados que acompañaban a Todler y a Steznag. Ese tiflin - dijo refiriéndose a Steznag -  es un líder nato, en cuanto planteó lo que sea que fuese a nuestro capitán hace un par de años comenzamos a seguir sus planes, y míranos ahora, aquí estamos, listos para caer sobre esos desgraciados Amnianos justo en lo más crudo del invierno, cuando nadie podrá ayudarlos. ¿Qué puede salir mal? No sé si serán los murciélagos esos pero desde luego, estén locos o no, no podemos decir que no nos han traído suerte ¿no?. - Levantó la jarra recién servida para brindar por el éxito. 

Yo tampoco me lo creía hasta que lo vi acercarse a nosotros una mañana. Fue increíble amigo. No sé cómo lo mantienen ahí arriba pero me encantaría saberlo. No lo he visto atracar nunca aquí dentro, uno de nuestro barco dice que han visto el barco flotando sobre la Boca de la Sirena éstos días, pero no sé si Steznag ha estado aquí o si es sólo otro rumor. ¿Sabes los días que hace que no salimos al mar? ¡Empiezo a oler como un granjero joder!