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Crónica del Heredero - Episodio II - El Ascenso.

III - Contra viento y marea

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12/01/2015, 20:35
Morwing

- Pues claro que sé usarlas, cretino, respondió a sí mismo sin muestras de rencor* cuando Kigler le entregó una nueva varita.

Morwing tomó la posición que le indicó el mago y quedó a la espera de su señal. El plan parecía claro y sencillo, la única duda que quedaba era saber si Cuinthere realmente estaría a la altura de la expectativas. Hasta ahora el Kobold había resultado ser una criatura asombrosa en cuanto a conocimientos pero, hablándolo claramente, un auténtico pelele en otros aspectos.

- ¡¡AGARRAOS!!, gritó el hechicero tras disparar la primera ráfaga de viento a orden de Kigler. Acto seguido lanzó otra, y sus peores presagios se hicieron realidad cuando el barco giró bruscamente a estribor dirigiéndose peligrosamente a uno de los barcos piratas que permanecía amarrado. - ¿¡¡¡Pero qué!!!?, fue entonces cuando Morwing vio a Cuinthere, el muy insensato aún no había lanzado ni una sola carga… - ¡Jooooder!, otro inútil…, pensó enojado a la vez que salía corriendo a su posición.

- ¡A ver si estamos atentos joder!, vas a conseguir matarnos a todos…, regañó al pequeño kobold mientras lo zarandeaba. – ¡Atiende!, a la de tres lanzamos a la vez una carga de la varita, ¿entendido?, Uuuuuno, dos y tres…¡Ahora!.

Kobold y elfo, consiguieron enderezar a tiempo el rumbo del barco y ponerlo fuera de peligro, al menos de estrellarse, pues pocos metros atrás se podía contemplar como los piratas del Skirgarden se preparaban para salir en su búsqueda.

- Escúchame Cuinthere, voy a volver a mi posición. Tú fíjate en mí, y siempre que yo dispare…dispara tú también. Si levanto el brazo izquierdo con el puño cerrado no vuelvas a disparar hasta que lo baje…y si levanto el brazo con la mano abierta, dispara aunque yo no lo haga, ¿entendido? Le preguntó casi atravesándolo con la mirada… - ¡Bien!, sé que puedes hacerlo, venga, salgamos de aquí…, animaba mientras volvía a su puesto apresurado.

El hechicero confiaba que con ese código, que para cualquier otro ser le  resultaría complejo comprender a la primera, el kobold comenzase a ejecutar el plan con mayor facilidad. No obstante, Morwing no le quitaría ojo de encima por si acaso…  

- Tiradas (1)

Notas de juego

* xDDDDD

Apuntada la poción explosiva

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12/01/2015, 21:42
Kormack Quebrantahuesos

El enano estaba al lado de Cuinthere, como un padre viendo jugar a su hijo. Crrreo que tienes que darrrle ahorrar... - Decía Kormack, pero sus palabras parecían distraer al Kobold, que no se enteraba de la jugada. Ahorrra, ahorra... perrro ahí no, crrrreo que es más allá. - Decía confundiendo mucho al Kobold que no sabía bien lo que hacía, todo parecía muy divertido hasta que llegó el gran mago sabio. Dándoselas de erudito corrigió la conducta de Cuinthere y ya de paso del barco. Su tono no era muy fuerte, casi parecía más propio de una mujer y aquel lagarto se lo merecía, algo de disciplina le vendría bien para aprender, pero... - Pero es que es mi lagarto. Será feo e inútil, pero es mío y limpiará en alta mar mi armadura. Y con esa premisa Kormack le dijo a Morwing - Eh! Enclenque, métete con alguien de tu tamaño. Y luego señaló a Ogna, sin duda los humanos eran más grandes que los elfos y ahí ahí estaba en altura con Ogna, pero no era justo para la humana, ese comentario la ofendería Es una brrroma Ogna, todos sabemos que puedes con enclenque! Te he visto con tu estoque... - Dijo guiñando un ojo a Ogna y levantándole el pulgar.

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12/01/2015, 22:26
Ogna

Que Kliger Asser, flamante mago del Trueno del Mar, con el que había pasado toda la travesía hasta la Isla de la Sirena Muerta, no supiera que Ogna era bastante hábil con esos artefactos mágicos pasaba. Pero que Morwing, con el que ya sólo le faltaba dormir bajo la misma manta, dejara la varita en manos de esa lagartija y no dijera nada para que fuera Ogna la que la tomara entre sus manos ya pasaba de castaño oscuro. Se cruzó de brazos como sólo una mujer puede hacerlo. El mentón ligeramente más elevado de lo normal, como si percibiera un olor molesto en el ambiente. 

- ¿Te pasa algo, cariño?

- ¿A miiiii?No, nada.- Pero sí, ¡sí que pasaba! La Boca de la Sirena estaba siempre de por sí poco iluminada. Pero ahora, habiendo oscurecido, sólo la escasa luz de los astros celestes que se colaba en el interior y la luz procedente de la hoguera en la que se había convertido el Hijo de Thunan la iluminaban. Pero todo haz de luz rehuía el rostro de Ogna, desfigurado por las sombras que se proyectaban sobre él.

Insensibles machos falocéntricos. No piensan más que en sí mismos y sólo se preocupaban de ver quién la tiene más grande.¡Hasta el Cuntaquinte ese!

Piensa en Losse, Ogna, él es diferente.

Pero por mucho que se lo repetía su mirada seguía clavada en la varita del mago de las flatulencias. 

¡Sí Vishna! Ese mago no sirve más que para lanzar ventosidades. Kliger Ass-er* jijiji. Menudo patán corto de vista. No se da cuenta de que delante de sus narices tiene a Manos Delicadas. Yo usaría esa varita mucho mejor que...

-¡Aaaaaaaah!- Ogna gritó cuando los tres magos hicieron uso de las varitas y las velas se inflaron como los carrillos de aquel chico que la besó por primera vez. Cayó al suelo pero logró agarrarse y sobreponerse. El segundo disparo le pilló con los pies bien afianzados en el suelo.

¡Ha fallado!- Se dijo cuando el rumbo del barco casi les lleva a encallar contra la orilla. Pero el hechicero estuvo atento y reprendió a Cuinthere. ¿Quién se creía que era?  Una cosa es que el pobre hubiera fallado y otra que que ese hechicero del tres al cuarto tratara a todo el mundo como si fueran una mierda. La verdad es que se veía reflejada en el kóbold. ¿No era la misma historia de siempre? "¡Haz esto,haz lo otro, levántala así, no sabes!" Etc, etc. Moría de rabia contenida pero cuando iba a decirle cuatro cosas al abusón de Morwing se le adelantó Kormack. 

- Claro que puedo.- Se limitó a decir con una sonrisa, lo que dificultaba saber si hablaba en serio o en broma. Se acercó al enano y se agachó para colocar su boca junto a sus orejas llenas de cerumen. Le susurró con su voz en un tono gélido, de los que hacían que los pelos de la nuca de Kormack se erizasen.-¿Y tú?¿Podrías con un hechicero? Ese amuleto que lleva es de la suerte por lo que veo.¿No has visto cómo enderezaba el barco?¡Increíble!Más poderoso que el de Spujnur. 

Notas de juego

* En élfico Ass es culo, y asser sería culero.

Me quito otro uso de canción de bardo. +3 al ataque y daño

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12/01/2015, 23:29
Losse

Mientras Losse se dirigía al camarote en busca de los carcajs de flechas, los estruendos provocados por las catapultas continuaban acechando al barco. - Las flechas pueden esperar -

El elfo subió las escaleras mientras invocaba el arco, que volvía a su mano otra vez. Desde la cubierta del Trueno del Mar, el explorador contempló como los piratas se empeñaban en seguir atacando al barco que les llevó hasta la isla. - Ni una más, hijos de puta - Llevado por la inspiración de Ogna, que le deleitaba con sus bellas notas y palabras, Losse puso en sus disparos el poder de sus brazos, el poder de su arco y, por supuesto, el poder del amor al que la humana se refería. No obstante, lo que recibió aquel pirata no fueron, precisamente, dos gestos de amor, pues las flechas del elfo lunar le entregaban la muerte más dolorosa que podía imaginar, clavándose en el cuello y en el pecho. La vista del pirata comenzaba a nublarse, aunque se resistía en caer al suelo. - ¡Vamos! ¡Hay que salir de aquí, ya! -

- Tiradas (4)

Notas de juego

Acción gratuita: invocar arco

Acción de asalto completo: Disparo rápido - 10 + 4 (enemigo predilecto) + 3 (canción de bardo) -4 (incremento distancia) -2 (disparo rápido)

Daño: 1 (FUE) + 4 (enemigo predilecto) + 3 (canción de bardo)

Motivo: Ataque1 al pirata catapultero

Tirada: 1d20

Dificultad: 15+

Resultado: 12(+11)=23 (Exito)

Motivo: Daño1 al pirata catapultero

Tirada: 1d8

Resultado: 3(+8)=11

Motivo: Ataque2 al pirata catapultero

Tirada: 1d20

Dificultad: 15+

Resultado: 17(+11)=28 (Exito)

Motivo: Daño2 al pirata catapultero

Tirada: 1d8

Resultado: 7(+8)=15

Daño total: 11 + 15 = 26 PG

Flechas restantes: 32

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12/01/2015, 23:43
Zanc Piesligeros
Sólo para el director
- Tiradas (4)

Notas de juego

Ataque: (+3AB +5Des +1Tamaño +2Heroismo +3Cancion -8Penalizador distancia) = +6

Vaya mierda de tiradas las dos primeras!, a la tercera es la vencida!!!

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13/01/2015, 05:25
Phernangrim - Segundo de a bordo del Trueno del Mar

Que el Trueno del Mar escapó de la Boca de la Sirena es tan cierto como que mañana el astro Rey volverá a entrar por la ventana de mi humilde celda. Muchas y diversas historias se han escrito sobre los sucesos que acontecieron durante aquellos días pero yo, como mero narrador, me limitaré a contar lo que aquellas intrépidas almas con las que tuve ocasión de compartir algunos días de mi juventud me transmitieron.

¡TODO A ESTRIBOR! ¡TODO A ESTRIBOR MALDITA SEA! – Gritó Phernangrim como si su vida se fuese en ello, cosa cierta, a la vez que giraba velozmente el timón ayudado por el asistente del timonel.  

La silueta del Llave del Sur aumentaba su tamaño a medida que disminuía el agua que lo separaba del Trueno del Mar. Sobre él, media docena de piratas a la carrera abandonaba el castillo de cubierta temerosos de aquel monstruo de madera y tela se estrellase contra ellos.

Vamos mi amor, todos te observan y desean tu fracaso, demuestra a esos hijos de mil padres de lo que eres capaz. – Susurró el segundo de a bordo a la embarcación.

Kliger levantó la mano y apuntó hacia la vela de mesana a la vez que Morwing y Cuinthere imitaban el movimiento y hacían lo propio con la vela mayor y la del trinquete respectivamente. La voz del mago llegó alta y clara hasta los compañeros y tras ella tres ráfagas de viento de increíble potencia hincharon las velas a su máxima extensión. 

. Las jarcias, amenazando con romperse, rugían debido a la tensión que soportaban, pero aun así, desafiando a Beshaba, aguantaron. Con un giro tan cerrado que sólo los dioses saben el motivo por el cual no escoró, el barco orientó su mascarón de proa hacia la boca de la caverna pasando éste a escasos metros de la nave que tenía justo en frente.

Dispararon las balistas, volaron los virotes, y grandes piedras cayeron junto a los costados de la embarcación lamiendo en algunas ocasiones su casco, pero resistió, el Trueno del Mar se mantuvo firme e impertérrito.

¡HOMBRES A LAS BALISTAS! – La orden viajó de popa a proa tan veloz como el viento y a medida que lo hacía los hombres corrían prestos a tomar las armas y cargar los gigantescos proyectiles.

El Skirganden abandonó el muelle impelido por poderosas ráfagas de viento tan pronto contó con suficientes hombres en cubierta como para salir a la caza del barco que huía. La orgullosa nave de la flota pirata avanzó recto intentando colocarse en paralelo a la trayectoria del  Trueno del Mar. La finalidad de tal movimiento era barrer la cubierta del barco con mortíferas descargas de balistas y pesadas catapultas.

¡A MI SEÑAL! – Chilló Fledwine. Los hombres agacharon sus cuerpos procurando exponer sus cuerpos lo mínimo necesario. El cálido canto de Ogna era la única voz aparte de la de los oficiales que se escuchaba en la cubierta. La tensión era palpable. ¡DISPAREN CAMARADAS! ¡MANDADLOS A LOS INFIERNOS!- Ordenó al fin tan pronto el Skirganden se encontró a tiro. Los proyectiles de las balistas abandonaban su estado de reposo en busca de la tela de las velas y de la carne de los piratas, a pesar de lo cual la enorme embarcación pirata no respondió al fuego enemigo. La visión de Kormack, Zanc y los dos elfos, mucho más aguda que la del resto de compañeros, les permitía distinguir los aspavientos que las dotaciones de las armas de asedio piratas dedicaban a su timonel. El barco, lejos de colocarse en diagonal al Trueno del Mar, cada vez se separaba más de este dirigiéndose en línea recta hacia los muelles de la parte este de la Boca de la Sirena.

Otra nueva andanada de grandes saetas voló directa hacia el Skirganden llevándose a numerosos hombres por delante y ocasionando graves daños en su estructura. Tras ella llegó otra más en la que el timonel, quien no sabía qué hacer para corregir la trayectoria de su barco, murió empalado por un disparo desde la balista que Zanc guiaba. El grito de alegría del gnomo se volvió contagioso haciendo que el resto de la tripulación chillase como locos con cada nueva descarga de proyectiles impactasen estos o no.

La euforia inundaba el Trueno del Mar, no obstante todos aquellos que no estaban concentrados en disparar eran conscientes de que el peligro no había pasado. Ello resultó evidente cuando un golpe en la parte de proa hizo que todo el mundo mirase al frente de la embarcación.

¡TRANQUILOS! – Gritó uno de los marineros que se encontraba en el castillo de cubierta tan pronto confirmó que el barco remolcador con el que el Trueno del Mar acababa de chocar era apartado hacia un lado para frustración de los piratas que lo gobernaban.

El hechicero comprendió tras aquel último escollo que el Trueno del Mar sólo podía ser detenido por una única cosa. Se abrió paso a través de la atestada cubierta principal en dirección al puño de la driza del barco y en aquella posición aguardó a que la gigantesca cadena estuviese a su alcance. Concentrado y erguido cuan alto era, sujetó en alto la redoma que Zanc le había facilitado. A una palabra, inaudible incluso para Cuinthere y Yubian que eran quienes lo sujetaban por las piernas para evitar que saliese despedido debido a alguno de los saltos que daba la embarcación, el vial voló en dirección a la cadena de metal.

La Boca de la Sirena contuvo la respiración.

La explosión hizo que todos aquellos que miraban cómo el Trueno del Mar se alejaba contra viento y marea entornasen los ojos debido al intenso destello.

La cadena, aunque pareciese increíble, resistió. Sin embargo uno de sus eslabones quedó tan dañado que cuando el Trueno del Mar chocó contra él no pudo resistir el empuje y acabó cediendo para dejar el camino libre al barco. La Boca de la Sirena y la maldad que cobijaba en su seno quedó atrás…al menos por ahora.