Partida Rol por web

Cogidos de la manita, os dejais guiar por William por la maraña de tuneles que hay en el subsuelo. Una de dos, o es realmente enrevesado o ninguno quereis negar que os habeis perdido un poco.

Sea como fuere, empezais a escuchar con más volumen y a oler más claramente a Bertín. El olor está mezclado con el de sanre y algo que podríais reconocer como azufre o algo así.

Una cosita, no es que no os acostumbreis a la oscuridad, es que no veis un pijo. Por si alguien lo dudaba.

Os vais acercando más y más y cuando calculais estar a unos 30 metros de Bertín, podeis escuchar con toda claridad la canción...pero hay otra voz más.

-Es demasiado lo que tenemos que sufrir para que eches un polvo William. La próxima vez haz algo que nos deje sordos.- dice Paco al oír.... "eso".

-Y es que en el fondo me da igual que el Bertín se haya cargado a unos rumanos y al torero maricón ese... pero es que cuando le da por cantar...-

Me cuesta acostumbrarme al efecto de los polvos de William y me tapo la nariz ante la intensidad de los olores.

- ¿Quien s'a cagao?... - digo mientras aireo con la mano delante de mi cara, perdiendo poco a poco la visión de mi propio brazo. - Espero que esto valga de algo...-  digo con resignación antes de seguir al grupo a ciegas en busca de Bertin.

Cada vez parece estar mas cerca y percibo todos los olores de mi alrededor, esto es un mundo nuevo. Aunque igual debería haberme lavado los sobacos...

- Pues parece que no esta solo.- olfateo con mas empeño intentando diferenciar algún matiz mas. 

-Shhh!, me parece que estoy oyendo a esa gente, Bertín debe ser el amo de la secta.

Caminamos despacio hacia el origen del sonido.

-Ahora si puede ser que nadie expulse gases.

El hedor a huevos podridos hace que se revuelva el estomago de William. -El cabrón de Ernesto está muerto por dentro, tendré que hacerle unas infusiones para facilitarle la digestión, porque cada vez que se acojona nos mata...- Pero el olor no venía de sus compañeros, si no que provenía de mas adelante. -Azufre... siempre se relaciona el infierno y al demonio con el olor a azufre.- Escucha con mas detenimiento las palabras de la canción que Bertín se está marcando en un dueto. -"¿Qué ha sido hoy de nuestras vidas? ¿A dónde fuimos a parar? La soledad es el castigo..."- -Este está borracho y ya ha dado el paso de la fase "¡Ey, colega!" a la fase "deprimido".-

En voz muy baja, William susurra a sus compañeros. -Ya nos hemos acercado suficiente. Voy a acabar el hechizo.-

La canción se escucha aún más fuerte y todos los olores se van intensificando a medida que os acercais a Bertín. Por el simple hecho de que la canción sea un dueto, ya podríais decir que hay alguien con él, pero el olor no se corresponde con el de una persona, aunque tampoco podeis identificar que es.

Kilder, en un nuevo acto de valentía se os adelanta un poco al resto avanzando por el tunel excavado en la piedra.

William vuelve a hacer uso de su magia, pero no consigue deshacer la que ha liado antes...es más, notais un extraño calorcillo por dentro que se pasa a los pocos segundos.

Avanzas y la pared que tocabas llega a un punto en donde se ensancha un poco más y acaba. Debe ser que has llegado a la sala en donde se encuentra Bertín, ya que lo hueles a unos escasos 10 metros.

Intentas seguir avanzando, pero es como si te hubieras chocado con un cristal que te lo impide.

-Will, seguimos sin poder ver una mierda. Y no es que me apetezca ver al Osborne, pero sí sería mejor poder ver venis las ostias.- comenta Paco en voz baja (aunque con su nueva capacidad auditiva realmente no sabe si lo ha dicho en voz baja o en un tono directamente inaudible)

Me giro, y les digo:

-Paco, llegas tarde, yo ya me he dado la ostia, adelantándome un poco, me he chocado con algo que estaba frío, pero parecía como una pared, porque lo ocupa todo, pero tal y como escucho a Bertín, estamos a su "ladín".

Espero a ver si recuperamos la visión.

Ernesto sigue a sus compañeros y sin saberlo los tiene a su espalda. Mirando hacia la pared susurra: ¿noz haz dejado azi de por vida maldito hierbaz?¡Yo zoy una rata, no una vulgar topo!

Haced callar a eze loco. dice hablando de Bertín. No lo aguanto máz. Vamoz a por él. Y avanzando con el cuchillo en la mano se golpea contra la pared.
Maldita zea, ¿dónde eztamoz y por dónde hay que ir? Ernesto espera que el barbas pueda deshacer el conjuro.

-Como no vemos una mierda... y lo digo sin culpar a nadie, Wiiliam. Apelaremos a la vanidad del artista. En cuanto termine de cantar le aplaudimos como si nos hubiera gustado, a ver si lo ganamos por ahí.- dice Paco al grupo.

Debido al trompazo, no acababa de escuchar bien mientras oía a Paco hablar.

-Ahí lo has dicho Paco, apalearemos a Wiliam.

-No me pongáis nervioso, que no trabajo bien bajo presión.- William palpa nervioso en su mochila -Cuando queráis lo apaleamos hasta que le aplaudan las orejas. Humm... ¿Quien tiene la hierbabuena?- Si alguno de sus compañeros pudiera ver la expresión en el rostro de William, se hubiera percatado de que algo iba mal. -Uhmm... creo que sin hierbabuena esto no funciona...-

William vuelve a intentarlo pero está claro que sin hierbabuena la cosa no funciona ni de coña.

Volveis a sentir el calor de antes pero ahora es mucho más intenso, bastante más. Os duelen los ojos una barbaridad, pero al igual que pasó antes, esta sensación solo dura unos instantes.

La canción sigue sonando (Bertín deberá estar puesto en modo Repeat) y el olor a azufre se hace mucho más fuerte por momentos. Sea lo que sea que vaya a pasar, no debe tardar mucho.

Algo te empieza a empujar levemente alejandote del "cristal" que te separa de Bertín. No notas algo físico empujandote, parece como si un viento te empujara hacia atrás.

Empiezo a ponerme nervioso al ver que William no es capaz de revertir el hechizo.

- ¡Encima de no deshacer esta mierda nos vas a asar por dentro! - sacudo la cabeza intentando tranquilizarme. - Y Bertin parece que trama algo, no llegaremos a tiempo...-

Olfateo el entorno mientras preparo un cuchillo arrojadizo. Intento localizar la posición de Bertin para lanzar el arma. Igual no le doy pero puede que consiga callarlo, y de momento eso ya supondría un alivio. 

Comienzo a retroceder con los brazos abiertos intentando agarrarme a algo peludo, mientras digo a los muchachos:

-Hey tíos, una fuerza me está empujando hacia atrás, cerrad las puertas que hay mucha corriente por este sitio.