Partida Rol por web

Deja que Miranda lo maneje y responde ligeramente.
-No, puedo decidir.-Sin poder evitar subir la temperatura de su cuerpo.

Bajo mi mano por su muslo izquierdo muy ligeramente y muy suave mientras sigo con su cadera pegada a la mía diciéndole.

Acaso tienes miedo de elegir...

Con sonrisa sesgada solo dice una palabra.
-Si

Aprieto mi cadera contra la suya con un movimiento brusco, mientras deslizo mi mano por su muslo de la pierna derecha. Pegando mis labios cerca de su boca y le digo.

Deja que te enseñe lo que es ser dura...

Sorprendido por la escena elevo ambas cejas.

Podía sentir el aliento de ella, así como su fragancia. No le quedaban palabras por decir.

- Aono - Digo con cariño - Mi grupo ya ha respondido a lo que me dijiste, y la respuesta es sí.

miranda cae inconsciente, pero aun sigue con vosotros. riku igual

El destino ha hablado, no os preocupéis por mí. Aono, Jio, marcháos juntos. Yo me marcharé sola. Y todo está escrito.

Inclino mi cabeza cortésmente.

Sigo esperando con los brazos abierto a Aono.
No deberias renunciar, Miranda no va a sobrevivir a este paso, es mejor que busques tu peopia felicidad y no la suya. - Le digo a la chica.

No te preocupes por mí... el amor viene y va, pero los sentimientos son eternos.

abrazo a Jio.

gracias...

miro hacia donde Miranda debería de estar.

no quiero que se quede sóla. no... es mi amiga.

-Te entiendo, Nick - Le digo a Aono mirándolo fíjamente a los ojos, me rehago en el abrazo hasta que decido separarme de él medio metro, lo miro todo el rostro.

-Aono... ¿Me permites?

asiente con la cabeza confiado.

Al recibir esa respuesta afirmativa por parte de Aono, una amplia sonrisa aparece en mi rostro, cierro los ojos y hago que mi rostro se acerque al suyo, girando lévemente la cabeza para que nuestros labios se encuentren mutuamente.

dejo que Jio actúe, conforme nuestros labios están cerca soy yo el que avanza para permitir que apenas se rocen y separarme un tanto azorado.

Sin dejar de estar mi cadera pegada a la de Riku, sintiéndole cerca mi aliento con el suyo y su aroma. Mientras deslizo mi mano subiendo por su muslo izquierdo hasta el pecho y juguetear con mis dedos en su pecho. Sin decir ni una sola palabra.

Miro de reojo a Aono.

Entonces... Riku ¿la escogiste a ella?