Partida Rol por web

Cuando nuestros labios se rozan, un escalofrío sube por mi espalda, haciéndome sentir en el auténtico paraíso.

Al ver su azoramiento sonrío yo también con cierto rubor en mis pómulos.

-Aono, eres... increíble. - Digo con el corazón, ahora mismo, según estoy, ni siquiera he prestado atención a la posibilidad que ha dado Miranda, ahora mismo para mi solo existe una cosa.

Pese a todo, me mantengo bastante cerca de él, sintiendo su calor, su olor, fijándome en sus ojos, en su nariz, en sus labios...

Siento mi pecho latiendo con fuerza, y siento algunas otras reacciones anómalas en mi cuerpo, que nunca había sentido hasta ahora en una situación así: aumento de la temperatura, sudoración...

¿por qué no podemos querernos todos?

susurro, aprieto el puño con fuerza y mis ojos buscan a Jio. y luego a miranda... mi corazón se acelera y la duda acrecenta.

Mi gesto se vuelve triste, me parece sorprendente esa actuacion de Miranda.
- Yo también lo ofreci unirse a nosotros, pero sigue diciendo que la asqueo. ¿Que puedo hacer contra eso? Me temo que ella no va a aceptar mas que dos respuestas, y en ambas la decision es tuya, Aono, y solo tuya.

Sin dejar de estar pegada a Riku, giro mi cara y respondo a lo que dicen Jio y Aono.

Decídete tú solo, ya sabes lo que yo quiero y creo que te lo he dicho muy claro delante de todos. No comparto, como tampoco me da miedo estar sola. O ¿acaso te molesta mi actitud con Riku?, sabes que debes de ser claro y decirlo. Dime.

no me molesta en absoluto... os quiero a los dos y si sois felices juntos me bastará. ¿es esa tu decisión?

me cruzo de brazos y suspiro largamente.

yo no decido por nadie, Jio... me gustaría hacerlo, pero no.

-Yo... - Digo con pocas fuerzas - No puedo decir más de lo que ya te he dicho... que te amo... que jamás había sentido por nadie lo que siento por ti... y que a vosotros tres - Digo refiriéndome a Erica, Miranda y Riku - Os quiero también... pero no como quiero a Aono.

Me pregunto qué pasará si no decidimos... ¿Seremos condenados a no amar? ¿A amarnos entre todos? ¿Quizá el destino decida por nosotros? Todos estáis muy... callados ahora. Jio, eres un gran chico, y siento perder el control, sólo quería daros una oportunidad a tí y a Aono... espero que puedas perdonarme, tú y los tuyos... No era mi intención, lo juro.

el tiempo se agota... Miranda, por favor, recapacita... no voy a permitir que te quedes sola, pero no dejaré sólo a Jio, estamos juntos en esto. me dá igual asumir las consecuencias yo sólo si llegase el caso, condenarme por los dos, pero no voy a dejarle, y tú... pese a tus palabras, eres mi amiga. vente con nosotros... o vete con Riku si es lo que te gusta, pero decide ahora.

-Erica... no es tu culpa... tú lo hiciste como pudiste. Y tampoco es culpa de Aono... está en una encrucijada en que Miranda lo ha colocado... pero no entiendo... lo ataca, lo llama asesino, dice que le asquea... ¿y de pronto ahora dice quererlo? ¿Dice quererlo mientras acaricia a Riku? - Digo con un tono suave, de tristeza, mis ojos brillan próximos a las lágrimas - Y mientras tanto... yo lo he apoyado desde que hemos llegado aquí... incluso vino a mi en busca de ayuda que le di... incluso cuidé de él esta noche... pero... pero ella es su amiga... desde hace más tiempo... parece querer hacerlo sufrir... y parece haberlo conseguido.

Aplaude orgullosa ante Jio.

Y por eso, aunque le ofrecí los sentimientos a ella al comenzar... decidí que sería mejor que fuesen tuyos. Eres muy sincero... Y Aono es demasiado sufridor... ¿Sabes que hemos venido a este mundo para disfrutar, y no para sufrir?

Se cruza de brazos.

El destino te ha brindado una oportunidad que yo quería negarte, Miranda. Sé feliz ahora, o no lo seas jamás.

Aun no me había separado lo suficiente de Aono después de haberle dado mi primer beso... y entonces lo envuelvo fuerte con los brazos

-Aono... Lo conseguiremos de nuevo... volveré a calmar tu sangre... te lo prometo.

Cierro los ojos y amargas lágrimas descienden por mi rostro, mas cuando abro los ojos de nuevo, veo que Aono vuelve a ser el mismo chico de pelo negro.

Lo aprieto con fuerza.

-Gracias a dios... gracias... gracias...

no te preocupes...

susurro, le acaricio... pero me obligo a sentarme, mareado.

Sentir esa caricia de Aono hace que un escalofrío recorra toda mi espalda, que mi bello se erice y que mi corazón lata con más fuerza.

Lo sujeto mientras se agacha para sentarse y lo ayudo a sostenerse en el proceso. Después me agacho frente a él.

-¿Te cuentras bien? Maldita sea, yo... yo debía protegerte...

De tener visión Riku la tendría nublada. Todos sus sentidos menos el gusto y el olfato estaban con Miranda, este quinto en discordia aun recordaba a su compañera Erika y nada salia de sus labios no podía, apenas controlar su respiración y menos aun sus manos, que ya estaban apoyadas en las caderas de Miranda sin que él se hubiese dado cuenta. Solo su gusto se mantenía expectante.