Partida Rol por web

- No necesito que me protejan, para eso ya tengo mi propia fuerza- dije con frialdad- por favor agradecería que no me metieran en sus asuntos de macho alfa y esas tonterías.

Tomé asiento de brazos cruzados encerrandome en mi misma. Era lo mejor que podía hacer en un momento como ese. Todos podían ser igual de sospechosos, aunque más que el sello en si mismo lo que yo quería saber era como despertar de la pesadilla, como salir de ese extraño lugar. Quizás una vez fuera esta cosa en mi pecho desaparecería.

encantado, Yamiko.

asiento con firmeza ante sus palabras.

puedes estar tranquila, creo que los que habéis venido aquí sois bastante fuertes, así que poco podré ayudar, aunque haré lo posible.

entonces me fijo en nick.

no busco ser un caballero... sólo soy como soy y aunque creo que Yamiko es guapa, también puedo protegerte a tí si lo necesitas.

me pongo a su lado, el chico era hyperactivo, pero parecía ser un buen chico.

Desde que cayera con el resto, Riku se mantenía apartado apoyado en la pared, sin mirar a nadie, solo sus pies. No entendía muy bien lo que estaba pasando, pero al menos ese hombre de negro dijo algo interesante.
Se mantuvo por el momento callado esperando que ese hombre dijera algo mas o que alguno de los presentes le preguntara algo importante, él seguía casi tan confundido como al principio.

Abro los ojos perdido en ese extraño lugar, miro de un lado para otro, parándome a estudiar a cada uno de los presentes con extrema quietud, hasta que de pronto comienzo a estirar el cuello.

-Buenos días a todos - Digo de forma distendida- ¿Se puede saber dónde estamos? - Añado estudiando el entorno con atención

-¿Dónde están mis modales? - Digo cayendo en la cuenta de mi torpeza - Me llamo Jio Freed, encantado de conoceros a todos.

Después de haberme presentado echo a andar acercándome a Aano, como si quisiese ver algo en él, y después detengo mi mirada en Yamiko con ese extraño vestido, en Nick con su hiperactividad y en Sarah con sus alas.

¿encontraste lo que buscas?

pregunto sonriente a Jio.

Correcto Eri, llámame Sarah y bienvenidos Max, Yamiko, Jio.  Miro a Yamiko, yo si creo al chico misterioso, creo que tenemos que pensar las cosas bien antes de tomar decisiones precipitadas y Eri, encontraremos al traidor te lo prometo.

Jake habia permanecido callado todo el rato, con una calma y tranquilidad muy propias de el. 

-Primero las presentaciones, ya que veo que todos procedemos con ellas. Jake Prescot, abogado y fiscal.

Tras eso arqueo una ceja.

-Vale, a ver si lo he entendido bien. Estamos aqui, con una marca en el pecho que nos "limita". Eso significa que ninguno de aqui somos gente normal. Y sobra alguien... vale, mis dudas son ¿Por que estamos aqui?¿Quien o mas bien que es lo que sobra? y por ultimo ¿Que ocurre al que elejimos?

A esas preguntas.... creo que si puedo llegar a contestar....

porque estáis aquí? Alguien os desea muertos. Que o quien sobra, el que os desea muertos, y al que elegís..... bueno, depende de vosotros y lo que hagáis, pero, supongo que si os quito el limitador, sera para atacarle, no?

Jake niega con la cabeza.

-¿Y si elegimos al equivocado? No me siento comodo con la idea de señalar a nadie sin estar seguro de ello.

- ¡Jum! 

Nada más que ese leve sonido de disgusto se le escuchó. El veterano siguió observando lo que sucedía a su alrededor con interés.

-Ahh!! Pero que demonios!?...- grita Kotetsu al ver como un extraño símbolo aparece en su pecho... -Eres tu el responsable de esto!?- pregunta con indignación ante aquel chico encapuchado y acercandose a él en tono amenazante -Con que autoridad haces esto!? mas te vale que me lo quites de una vez! No te quieras hacer el interesante conmigo- reclama el ex-sacerdote.

-Acaso no sabes quien soy? ...Soy Kotetsu, yo mismo he acabado con un Akuma, así que no creas que te tengo miedo- dice recordando tiempos en el que fue mucho mas sabio y poderoso gracias a la iluminación espiritual del templo donde servía.

aun apoyado contra la pared... escuchando las palabras del chico misterioso.

Que tan seguros estamos de que el que nos quiere ver muerto, y esta entre nosotros también tenga esto... - muestro el tatuaje...

hablo para todos, pero dirigiendome al chico misterioso

-no tendría ninguna razon para estar "limitado", si de todas formas quiere que estemos muertos...

Me encojo de hombros permitiendo que una sonrisa aparezca en mi rostro ante la respuesta del chico [Ano Tsukune].

-¿Quién sabe? Uno puede encontrar mucho más de lo que cree donde jamás habría buscado ¿no crees? Y hay quienes incluso encuentran un tesoro y no se atreven a abrirlo por miedo a echarlo a perder.

Vuelvo a encogerme de hombros.

-¿Acaso tu no buscas nada?

La idea de estar limitado no parecía gustarle en absoluto. Con expresión seria, desenfunda y comprueba su arma, con algo de disgusto. No parecía un farol.

Enfunda y se apoya en una pared, examinando la escena.

- Elisa - me presento al resto con una sonrisa y me siento en la mesa - Empresaria de éxito - me ajusto las gafas.

Cuando Kotetsu se acerca a el tan nervioso, por mero instinto salta hacia atrás, pero luego niega con la cabeza

yo no he sido el que os ha puesto ese sello, Kotetsu. Ademas, no poseo el poder suficiente para quitároslo, solo puedo anular su función temporalmente, durante unos breves segundos. Y si, como bien dijo el abogado, todos sois especiales, por eso el os ha traído aquí, si no recuerdo mal, la semana pasada, con el primer grupo que murió aquí, dijo que el sello, lo ponía sobretodo, como un homenaje a su coronación de hace años, no se bien a que se refería. Pero una cosa es segura, el sello, solo se desvanecerá con su muerte,  y parece que con cada grupo que viene, adopta una nueva forma, la primera semana, hubo  31 personas..... 6 de ellos eran... como se llamaron... a, si, Noe, todos murieron, no quisieron aceptar mi ayuda, ni siquiera se acercaron a descubrir quien era el,  recuerdo uno que empezó a destrozarlo todo a su paso, y no paraba de gritar que quería dulces

dice divagando en sus recuerdos

por donde iba, a si

los mato a todos, luego llego un grupo mas reducido, 16 personas. Todos muertos, pero, lograron al menos,  descubrir quien era, pero demasiado tarde para ellos, vosotros llegasteis justo para presenciar la muerte del ultimo de ellos, ahora sois 20 y el es el 21, la cosa al menos parece que ha mejorado, espero que podáis acabar con el

Hay muchas personas extrañas en la sala, pero aun asi toda mi atencion se posa en la marca. Quema un poco, pero no es nada que me haga gritar. Las palabras del encapuchado crearon un ambiente es muy pesado, como si una bomba pudiese estallar en cualquier momento.

-Hakana Koy - Digo secamente, abstraida en mis pensamientos - Esto es lo mas raro que vi en mucho tiempo, y creanme que vi cosas raras...

Una chica con alas me llama la atencion, pero solo de manera momentanea. Mucho mas me resuenan las palabras de un joven de pelo blanco.

-Tiene mucha razon - Hablo con mas confianza, poniendo empeño en que me presten atencion a pesar de las vaivenes de la escena - La persona que este sobrando no tendria porque estar limitada.

encontré amigos -respondo sonriente- pero vamos a lo que parece importarle a todos...

miro al encapuchado.

son demasiados nombres, espero recordarlos todos, pero vamos... estamos encerrados, limitados, con un tipo que quiere matarnos pero por algo no lo hace, a tí no te escucharon... bien bien bien... ¿y además de acusarnos, podemos hacer algo más? es decir, yo no me siento muy limitado, la verdad sea dicha... o eso o soy demasiado débil como para sentirme limitado.

luego miro a Jio y me coloco a su lado.

pero no me has dicho si lo habías encontrado.

Hola a todos mi nombre es Jose Antonio y soy un genio.  Digo de manera pedante.  usted joven misterioso, creo que no sabe ni entiende nada,  sus calificaciones debieron ser muy malas, no como yo que tengo muchas cosas importantes que decir, seguro que con mi inteligencia superior podremos salir de aquí más rápídamente, aunque estos sistemas desafortunadamente estan controlados por mentes inferiores, pues el asunto es de suerte y de enteresa, pues la respuesta a nuestras suplicas esta en otro cuarto.

Además, ¿quien eres tú patan sin rostro?, ¿acaso eres un cobarde?, ¿porque no te muestras? 

Encantada de estar con todos, para los que no me  he presentado soy Sarah,  voy saludando y dando un beso a todos los que aun no me he presentado. Da igual si quieren matarnos o no, juntos podemos salir  y para eso debemos confiar los unos en los otros.