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Dagas de Kiaransalee

Dagas de Kiaransalee

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14/10/2009, 02:27

El tema de la partida


 

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14/10/2009, 02:34

 

La infraoscuridad, a 10 millas por debajo de la superficie
Hora del decimo fuego
 
Tras muchos meses de cuidadosa investigación, lanzando conjuros de detección, identificación y escudriñamiento, Chessintra, una novicia demasiado ambiciosa logra penetrar en las cámaras privadas de la archimaga, en la torre arcana. Persuadida por las sacerdotisas de Kiaransalee de unirse a su conspiración, pretende apoderarse de los pergaminos secretos que contienen la clave acerca de los conjuros que resguardan la academia de asesinas.
 
La novicia se acerca al sitio indicado, un cofre fuertemente cerrado, enteramente forjado de adamantita y resguardado por tantos conjuros protectores que aun en la oscuridad de la habitación, el metal refulge con las energías mágicas que lo envuelven.
 
Chessintra se concentra y lanza un intrincado sortilegio mientras apunta al cofre con una varita negra. A pesar de todos los amuletos, anillos y gemas imbuidas de escudos mágicos que tanto ella como las sacerdotisas han creado solo para este fin, la posibilidad de activar inadvertidamente una trampa oculta hace que unas gotas de sudor se deslicen por su frente.
 
Desafortunadamente para ella, sus peores temores se vuelven realidad. En el mismo instante en que finaliza su conjuro, unos haces relampagueantes de tonalidades verdes y violáceas se despliegan desde el cofre, envolviendo su cuerpo y haciendo estallar sus defensas arcanas. La crédula novicia cae al suelo, muerta al instante, aunque lo único que llega a tocar el piso es una fina ceniza gris y los jirones de su túnica.
 
Al mismo tiempo, cerca de los aposentos de la Elegida, una sombra se desliza inadvertidamente por las paredes. Su paso es tan ligero que resulta inadvertible y logra acercarse a su presa sin que esta se dé cuenta de nada. En un instante, su mano descarga un ágil tajo con una hoja emponzoñada. La hoja de adamantita atraviesa limpiamente el pecho de su víctima, introduciendo el veneno mortal al torrente sanguíneo de la bárbara humana, el fiel perro guardián de la indigna Elegida.
 
La asesina retrocede escabulléndose de nuevo en las sombras, convencida de que el veneno se encargara de concluir su trabajo.
 
Pero algo ocurre, algo que la asesina no podría haber esperado. La enorme bárbara la sujeta con una fuerza aterradora de los cabellos para enseguida azotar su cuerpo contra el muro más alejado, a una docena de metros. La drow ni siquiera puede pensar en una forma de aminorar el impacto, estremecida por la violencia animal de aquella mujer. ¡Ningún ser humano podría hacer eso!
 
Catapultada por el aire como si hubiera sido arrojada por un gigante, la asesina se rompe las costillas y todos los huesos del lado izquierdo de su cuerpo al chocar contra la pared.
 
Sin poder hacer nada para evitarlo, la asesina, ya medio muerta, apenas es capaz de distinguir la silueta que se le aproxima.
 
Con una estatura de más de 2 metros y una complexión física digna de un ogro, Shondra Nystire, la amazona que abandonara su hogar de la selva para seguir a Sha’ilestrine hasta las sombras de la infraoscuridad, escupe con desprecio mientras se arranca la daga envenenada y la arroja al suelo, antes de desenvainar su espada, tan larga como un hombre de estatura normal y partir a la asesina en dos de un solo tajo.
 
La hoja diamantina se clava en el suelo abriendo una brecha, pero la bárbara la arranca de un tirón y se la echa al hombro con una sola mano, aun cuando un guerrero común no podría siquiera levantar la pesada hoja del suelo, para enseguida volver a su posición, maldiciendo en su lengua natal a las inmundas asesinas y a sus cobardes tácticas con venenos.
 
 
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14/10/2009, 02:36

 

La infraoscuridad, a 10 millas por debajo de la superficie
Hora del decimo fuego
 
Ajenas a tales hechos, un nuevo grupo de aspirantes se reúnen en el Gran Salón de la academia. A pesar de encontrarse en un sitio donde podrían sentirse a salvo, nadie baja la guardia. Todas las que han llegado hasta aquí saben de las puñaladas a traición en los dormitorios de las Servidoras, de los estrangulamientos en los pasillos silenciosos y de la comida envenenada, que se ha cobrado la vida de más de una de las drows con las cuales convivían.
 
Es por ello que todas las presentes se observan con recelo, manteniendo una actitud fría pero expectante, alerta a cualquier movimiento amenazante y con los dedos rozando la empuñadura de sus dagas, la única arma que les está permitida llevar por ahora.
 
Y si las féminas se sienten así, era aun mucho peor para los escasos varones presentes en la sala. De 90 Servidoras que han pasado al rango de Aspirantes, solo 8 son varones, y las futuras asesinas no dudan en mostrarles su menosprecio, tratándolos como seres indignos que se hubieran escurrido de alguna manera hasta llegar ahí, un recinto lleno de mujeres al que no pertenecen.
 
-  Las felicito por llegar hasta aquí, jóvenes Aspirantes – dijo entonces con una voz fría y dominante una Asesina, que porta la máscara ritual solo permitida a las pocas privilegiadas que han alcanzado al rango de Dagas de Kiaransalee. A pesar de que habla en un tono normal, su voz se amplifica con el eco de la cámara, llegando así hasta los últimos confines de esta.
 
- Pero deben saber que apenas han puesto un pie en el camino para convertirse en asesinas dignas de llevar tal nombre, en honor a Kiaransalee. A partir de ahora, su etapa de Servidoras quedo atrás. Y si piensan que eso fue duro, lo que sigue las destrozara por completo, si no logran hacerse más fuertes y sobrevivir.
 
- Veo a 90 de ustedes frente a mí. Pero les aseguro que para cuando terminemos, solo 9 o aun menos conseguirán el honor de llamarse Asesinas. Las demás serán olvidadas, como si jamás hubieran existido. Ya conocen las reglas de la academia. Y en cuanto a esos varones que se han infiltrado entre nosotras, espero que se encarguen de ellos antes de que concluya el año. ¡Ahora, márchense! – ordeno la Daga.
 
Todas las presentes se dieron la vuelta para cumplir sus ordenes, pero justo entonces, uno de los varones se llevo ambas manos al cuello, se dejo caer de rodillas con los ojos a punto de salirse de sus orbitas y la boca abierta en un gemido desesperado, antes de desplomarse en el suelo, muerto.
 
- ¡Abran paso! – exigió la Asesina de mayor rango, apartando a las Aspirantes demasiado lentas con rápidos cortes de sus guantes con navajas.
      
Al llegar junto al cuerpo, lo examino y noto de inmediato una herida diminuta, poco más que un fino pinchazo en la piel.
 
- Un anillo con aguja, bañada en un veneno letal y casi instantáneo. Muy astuto. ¡De esto es de lo que hablo! La responsable… recibirá noticias mías pronto.
 
Con un gesto, la Daga las despacho entonces. Las puertas del Gran Salón se abrieron y las Aspirantes quedaron en libertad de empezar su primer día de entrenamiento. Se les había indicado acudir primero a su dormitorio común, permanecer ahí una hora y después estarían en libertad de recorrer la academia, para entrenar donde prefirieran.
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14/10/2009, 12:42
Talae Baen' val

Talae ha escuchado la perorata de la asesina con la consabida expresión de seriedad, estudiandola discretamente durante el tiempo que sus pupilas no volaban de un lado a otro de sus ojos escudriñando los alrededores, un hábito adquirido a fuerza de vivir en una casa llena de gente que te encuentra detestable y tiene las manos muy ligeras cuando se trata de empuñar la correa o el látigo. Blablabla, vais a morir todas, bla bla, gran honor, bla bla bla vais a morir todas, bla bla Kiaransalee bla bla vais a morir todas. Después de tantos años como sirvienta, una se esperaría que a la hora de empezar su entrenamiento real en blandir algo más mortífero que una escoba por lo menos habrían intentado variar algo la cantinela, pero por lo visto no es el caso.

En fin... todo será cuestión de no perder de vista lo importante. Y ahora mismo lo importante era exprimirle a gente como ella todo lo que pudiese sobre su arte y seguir viva. Oye, después de todo, si lo pensaba fríamente- y había tenido tiempo para pensar mucho en los años que se había pasado haciendo el trabajo sucio que gente como la instructora consideraba por debajo suyo- no era tan mala cosa. Si realmente aprendían a matar sin dejar rastro, ya tenía una extensa lista mental de con quién le iba a apetecer practicar cuando saliese de aquí... contrato o no.

Un ruido gorgoteante llama su atención, y gira la cabeza a tiempo de ver como uno de los varones cae al suelo, muerto. Tiene que morderse los labios para contener un bufido despectivo. Esto es lo que pasa cuando mandas a un varón a hacer el trabajo de una mujer. Un fracaso y un final patético mucho antes de haber llegado siquiera cerca del objetivo.

Tampoco es que su asesina le inspirase demasiada admiración. El comentario de la Daga acerca de la astucia de la ejecución casi le saca otro bufido, aunque tiene buen cuidado de morderse la lengua el doble de fuerte esta vez. No considera cobarde el uso de veneno, pero en su opinión cualquiera que prefiera matar desde las sombras y la distancia a saltar sobre su pesa acorralada y oír como la carne se desgarra y las vísceras se abren, y notar la resistencia cuando el metal de tu arma muerde a través de un ser vivo, y puedes leer la muerte en los bordes crueles de sus heridas antes de que le llegue a los ojos es, cuanto menos, decadente. ¿La insipidez del veneno frente a la gloria de un cuerpo violado y roto por tus propias manos? Pffffffft.

Por eso le gustan las garras. Intimo y personal.

Sea como sea, el caso es que hay otro guijarro menos en el camino. Mejor para todos. Además, parece que no queda nada más que decir, así que Talae se da la vuelta y se encamina rápidamente hacia el dormitorio. De momento será una niña buena y se irá a jugar a su cuarto, después ya veremos que tal está eso de entrenar como aspirante...

 

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14/10/2009, 20:42
Radnka

Radnka escuchó con atención solo 9 de 90 era un numero muy bajo, pero eso garantizaba la calidad de esas 9, bien, habia que ser una de esas 9 y no habia mas que hablar. Luego vio como alguno de los alli presente se habia quitado de enmedio a semejante saco de musculos sin cerebro y como habia muerto casi en el acto. Tras salir la instructora del Gran Salon, Radnka se fue a su cuarto comunal para encontrarse con sus compañeras de habitacion, queria conocer bien a las personas con las que tendria que compartir algo mas que una cama hecha.

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14/10/2009, 22:28
Laciel

Postrada en lo mas alejado del salón,  recostada en la pared, escucha la “cálida bienvenida”, para su gusto demasiado repetida. Es entonces cuando observa como el descuidado drow cae al suelo, rodeándolo a su vez. Ante eso no puede evitar sonreír.

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14/10/2009, 22:58
Laciel
Sólo para el director

 

 

Postrada en lo mas alejado del salón,  recostada en la pared es la mejor manera de guardarse las espaladas... por el momento escucha la “cálida bienvenida”, para su gusto demasiado repetida, es entonces cuando observa como el descuidado drow cae al suelo, rodeándolo a su vez. Ante eso no puede evitar sonreír.

 

Valla, ya estaban tardando, muy tarde para el murto , pero tal vez, vea como el cazador mira a su presa desvalida. Le encantaba ver un drow muerto, ya fuera hombre o mujer , todos le daban asco.

 

- Tiradas (1)

Notas de juego

¿Puedo tirar advertir?, para ver si veo algo estraño : )

¿Lo hecho bien la tirada?

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15/10/2009, 03:25
Dishara

Me encontraba en a un costado de la Gran habitación, en una de las posiciónes más adelantadas. Me concentre en el discurso de la asesina.  Lo que dijo la mujer era algo que encierta forma ya sabia pero sin embargo, al ser dicho por una asesina de renombre hacia más exitante la aventura que tendria que superar para llegar hasta una posición como aquella.

Paso el tiempo y con él, el discurso. Me estaba empezando a dirigir a mi habitación hasta que depronto se escucho un murmullo y una concetración de gente alrededor de algo. Me acerque y descubri que era el cuerpo de un muchacho. Me pare un momento para contemplarlo a una distancia prudente mientras pensaba un poco- Pobre, quien habra sido él o la cobarde que lo hiso. Eso es humillante. Seria muchisisimo mejor, matarlo en un combate cuerpo a cuerpo; es más exitante y más honrroso. Aunque no siempre hay que llegar al límitite de matarlo. -Luego suspiro y continuo caminando hacia las habitaciones y poder asi conocer a mis compañeras. Mientras me preguntaba que habria que hacer luego, por que conocerlas no era de mi interes. 

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15/10/2009, 14:12
Azzit Sharpeye

Viendo lo que podría depararme el futuro... la verdad es que prefiero guardarme las espaldas, no es un lugar adecuado para que un Drow ande descuidado por ahi... En fin, tendré que ser cauteloso. Me dirijo a las habitaciones donde deba dormir, no creo que dure mucho con vida, pero lo haré lo mejor posible. Una vez vistas las dependencias, salgo al pasillo para estar más tranquilo.

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15/10/2009, 14:16
Azzit Sharpeye
Sólo para el director

Notas de juego

una vez concluida la hora de rigor, me dirijo a la zona de entrenamiento de resistencia para así poder fortalecerme pronto, pues, visto lo visto, parece que lo voy a necesitar.

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19/10/2009, 05:31
- Tiradas (1)

Notas de juego

Envenenamiento

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19/10/2009, 05:34

Notas de juego

No, en dificultad tenias que poner 6+. De cualquier manera, tu tirada de Avistar fallo, asi que no viste nada.

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19/10/2009, 06:04

 

La infraoscuridad, a 10 millas por debajo de la superficie
Entre el decimo y el onceavo fuego
 
Luego de retirarse del Gran Salón las Aspirantes se dividieron en varios grupos que se dirigieron hacia sus respectivos dormitorios como se les había indicado. Sus movimientos eran vigilados por varias Asesinas que hacían de instructoras, y que no dudaban en aplicar dolorosos golpes con sus látigos de espinas a toda aquella Aspirante que pretendiera desobedecer y desviarse de su camino.
 
Al llegar a sus estancias comunes, las drows se separaron de inmediato, en una reacción que se había vuelto casi instintiva para las asesinas en entrenamiento. Rehuir el contacto de las otras era una de las cosas más básicas que habían aprendido durante su estancia en la Academia, y ahora que sabían que había al menos una entre ellas que no tenía contemplaciones en usar agujas envenenadas (un ataque que requería de cercanía) todas estaban más alertas y suspicaces de lo usual.
 
La mayoría de las presentes se mantenían en silencio, observando con recelo a las demás y conservando una distancia prudencial. Sumidas en sus pensamientos y con las manos listas en sus dagas ya fuera para repeler o iniciar un ataque, se limitaban a permanecer inmóviles y procurando no dejar a su espalda otra cosa que no fueran los muros o las columnas del dormitorio.
 
Sin embargo, había algunas Aspirantes que destacaban.
 
Dos de ellas eran unas gemelas. No solo eran idénticas físicamente, sino que se movían de la misma manera y al mismo tiempo, en una perfecta coordinación, al grado que podría decirse que eran una sola criatura dividida en dos cuerpos. El único rasgo que permitía diferenciarlas era el color de sus ojos, rojos en una y azules en la otra.
 
Ambas paseaban con aire de lánguida distracción alrededor del dormitorio y charlando quedamente una con otra. Tal cercanía y aparente confianza es sumamente inusual entre los drows, por lo que las gemelas no pasan inadvertidas.
 
Otra Aspirante que llama su atención es una hermosa joven que lleva en el cuello un medallón con el símbolo de Kiaransalee. Se mantiene aun más apartada que el resto y parece estar musitando fervorosamente algún tipo de oración.
 
Una cuarta drow que resalta parece una experta en lanzar su daga, ya que está plenamente concentrada en ello. Una y otra vez arroja su arma contra uno de los almohadones, previamente sujeto con una correa a una de las columnas. Su daga no falla ni una sola vez. Por el contrario, acierta sucesivamente y casi siempre en el mismo lugar.
 
El quinto Aspirante que atrae las miradas, esta vez de odio, es un varón. Frio y callado, permanece en uno de los rincones, observando a las féminas que lo rodean. Su actitud no parece sumisa. Por el contrario, sus ojos destellan con un evidente desafío y en su rostro no hay la menor señal de miedo o duda.
 
Cerca de él, otra drow realiza diversos ejercicios de combate, aprendidos durante su etapa como Servidoras. Lentamente recrea las secuencias de ataque y defensa sin armas, entrenándose sin que parezca importarle la presencia del resto.
 
Otros 3 presentes destacan por la evidente diferencia que existe entre sí. La primera es una drow muy hermosa y con un gesto arrogante en el rostro, que conversa en el lenguaje de señas con otro varón, el cual no parece incomodo en su presencia. Evidentemente se conocen, ya que así lo indican sus posturas y gestos, propios de la familiaridad. Junto a ellos, pero sin participar más que con breves señas, se encuentra una fémina drow que desafía los cánones de su raza, ya que es mucho más alta y musculosa de lo normal, al grado de que no parece en absoluto una elfa oscura. Quizá incluso se trate de una mestiza.   
 
La última Aspirante que parece digna de una segunda mirada es un tanto peculiar. A primera vista, es completamente normal. Pero una observación más detallada permite notar una leve sonrisa socarrona en su rostro, a la vez que acaricia delicadamente un anillo de plata que lleva en la mano izquierda.

Notas de juego

Bueno, si quieren hacer algo mientras estan en el dormitorio comun, son libres de proseguir, ya sea estudiar a alguien, tratar de hablarle o lo que sea. Si no tienen nada que decir o hacer, entonces pueden retirarse para comenzar su entrenamiento.

Les recuerdo que para hacer tiradas (por ahora, todos con 1d10) deben usar una dificultad de 6+ para ver si tienen exito o no.

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19/10/2009, 18:23
Talae Baen' val

Talae estudia con atención a las gemelas, la espalda apoyada tan firmemente en una pared que puede sentir la piedra áspera contra su espalda cubierta de tejido en curación. Es raro que haya dos drows (especialmente mujeres) que muestren algún tipo de unión, aunque sean gemelos... la sociedad de la Infraoscuridad no anima mucho a ello. Sin embargo, una compenetración de este tipo... no solo es extraño hasta rozar lo intranquilizador, sino que virtualmente duplica su fuerza y su peligro. Dos personas capaz de sincronizarse de tal forma, dos dagas envenenadas directas al corazón en la noche en vez de una.

Habrá que vigilarlas. Más bien, habrá que ver si también comparten otras cosas, como el mismo dolor cuando una garra te abre el vientre en dos.

Naturalmente, ha observado a todas las demás. Las ha juzgado como a las dos gemelas, en incluso se ha permitido un pensamiento ligeramente perverso al observar a la bella y aparentemente devota drow que reza en silencio. Se ha acostumbrado a esa especie de lascivia juguetona, no tanto porque realmente sienta deseo como por un acto de rebeldía. Las historias sobre el desenfreno de su madre eran... bueno, conocidas, y sus nodrizas se ponían como un nido de arpías cuando demostraba esas inclinaciones sólo para provocar.

Pero aquí no. Primero, las asesinas son, aunque parezca difícil, aún menos delicadas que las nodrizas en sus castigos. Y segundo, nunca metas en tu cama algo que pueda apuñalarte a traición. Además, primero es lo primero. Esas dos gemelas. No le gusta, y con cada paso perfectamente acompasado le gusta menos. Decidió que si iba a hacer algo al respecto, mejor sería empezar  desde ya. Al fin y al cabo, no es que tuviese otra cosa mejor que hacer.

Hasta que llegue la hora de entrenar, Talae se dedica a observar a las gemelas, tratando de ver que puede sacar de su físico y de su posible estilo de lucha a través de sus movimientos. Poco va a sacar en un primer vistazo, eso está claro.

Pero por algo se empieza.

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19/10/2009, 21:44
Radnka

Radnka no da mas importancia a todos los que se encuentran en la habitacion comun mas que la imprescindible para asegurarse de no sufrir ningun ataque de parte de nadie, se ha acostumbrado a no meterse en mas asuntos que los suyos y a eso va, en un momento dado sale de la habitacion y se dirige al centro de entrenamiento donde se dispone a ensayar la lucha con armas de madera.

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20/10/2009, 20:26
Laciel

Al llegar a la habitación, Laciel se dedica a observar detalladamente a sus compañeros,  sin ninguna intención de entablar conversación, no muestra  ningún sentimiento en su rostro,  permanece apoyada en la pared, sin importarle las miradas de las otras. Después sale para empezar el entrenamiento

 

 

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21/10/2009, 03:52
Dishara

Al llegar a  la habitación me pongo a mirar a las chicas. Realmente nadie me llamo la atención, a exepción de las gemelas que me asombraron con su forma de moverse.

Al no ver nada divertido con lo que entretenerse sali de la habitación y me fui a entrenar a la sala de entrenamiento. Si queria ser la mejor no tenia tiempo que perder.

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23/10/2009, 10:11
Talae Baen' val

Bueno, pues tal y como dijiste, yo especifico...

Me voy a la sala de entrenamiento y me dedico a entrenar Resistencia todo el tiempo, salvo una hora qure guardo para comer y descansar y seis para dormir.

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24/10/2009, 02:37
Dishara

Una vez que llegue a la sala de entrenamiento, me dispuse a entrenar mi resistencia.  Entrene durante horas hasta que pare aproximadamente media hora para comer. Entre hasta tarde, sin embargo reserve, al igual que otra compañera, 6 horas para dormir.

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24/10/2009, 06:52

La infraoscuridad, a 10 millas por debajo de la superficie

Entre el onceavo y el doceavo fuego

Segundo día de su entrenamiento como Aspirantes.
 
 
28 de las 30 drows en entrenamiento regresan al dormitorio común después de pasar casi todo un ciclo del reloj de fuego en un entrenamiento tan frenético como intenso. Todas han mejorado ligeramente de una u otra manera, aunque hay una Aspirante que no se presenta y probablemente nunca más lo hará.
 
 
Pero la otra si se encuentra ahí. La Aspirante numero 29 cuelga a 1 metro del suelo, alzada mediante unas cadenas que están sujetas con grilletes a sus dos manos. La joven se encuentra totalmente desnuda y por su cuerpo flagelado corren pequeños riachuelos de sangre, los que ya forman un charco bajo sus pies.
 
 
A su lado se encuentra la Daga de Kiaransalee que les dio el discurso hace tan solo 1 día. Su máscara ritual no les permite adivinar su expresión, si es que tiene alguna, pero en su mano derecha sostiene un látigo de púas, con el cual evidentemente ha estado castigando a su compañera.
 
 
- ¡Entren todas! – ordena la Asesina, antes de hacer restallar el látigo y gritar - ¡Deprisa, o correrán la misma suerte que esta inútil!
 
  
Una vez que todas las Aspirantes forman un semicírculo, con la Daga y la desafortunada Aspirante al centro, la Asesina les instruye, diciendo:
 
 
- Recordaran que hice un comentario acerca del asesinato en el Gran Salón. Mis palabras fueron que la responsable recibiría noticias mías. Y aquí esta… su nombre es Hairamas - indico su superior, arrojando al suelo el anillo de plata del cual la joven elfa oscura estaba tan orgullosa, para enseguida asestar un latigazo tan rápido como la mordida de una serpiente contra su indefensa víctima, que solo pudo retorcerse y morderse los labios hasta hacerlos sangrar para no gritar, ya que eso significaría la repetición de la pena.
 
 
- Bien… - aprueba la Asesina, antes de dirigirse de nuevo a ustedes.
 
 
- Obviamente, no estoy castigando a esta Aspirante por eliminar a un varón. Nos hizo un favor a todas con eso. Le estoy infligiendo este tormento por haber sido tan estúpida y arrogante de creer que podía hacer algo así en un salón lleno de testigos, sin contar con la habilidad necesaria para evitar ser descubierta. Además, fue tanta su estulticia, que no se cuido de esconder la evidencia de su acto. Por el contrario, mostro orgullosamente el arma que había empleado.
 
 
- Eso es intolerable. Por lo tanto, cada una tendrá su turno para castigarla. Pueden hacer lo que quieran con ella y no morirá, ya que esta bajo un hechizo que la hace regenerarse y la mantiene con vida, sin importar cuánto daño reciba su cuerpo. Si por alguna razón, y no me explico cual podría ser, alguna se niega, tomara el lugar de esta Aspirante. Pueden comenzar…
 
 
- Por cierto – agrego la Daga, ya retirándose. - Si estuviera en su lugar, yo practicaría la localización de los puntos vitales en este perfecto cuerpo drow... ¡Así! – exclamo entonces súbitamente, hiriendo con una celeridad increíble a la elfa oscura encadenada en la laringe, columna, pulmones, hígado, yugular, riñones y corazón, todo en apenas un par de segundos.