Partida Rol por web

Lucius mira al sacerdote y ve la irracional llama de la Fe en sus ojos.

- Haces... bien en no... estar tranquilo..., Sacerdote -Dice con su voz susurrante y cansada- Pronto yo... seré el... menor de tus... problemas. Puede que... no tardes en... enfrentarte a tus... demonios...

El psíquico ve a la mujer entrar, pero no se extraña. Sin duda, él es el que menos encaja en aquel lugar. <<¿Quién demonios me recomendaría ante nuestro amado Emperador para esta misión?>> piensa Lucius <<Mi sitio está entre los cojines y las sedas de la Mansión Actus>>

Mueve los dedos nerviosamente , pero es lo único que delata su nerviosismo porque el resto de él permanece sereno e imperturbable.

Así que el mayor de mis temores... eh?

Después da un puñetazo en la mesa mientras pronuncia solemne - Sabed hermanos que no temo nada. Estoy tocado por la gracia del Emperador. Creo firmemente en él. El Emperador protege. Y se lleva los dos brazos al pecho cruzándolos.

Después echa una fugaz mirada mezcla de desprecio e incomprensión al Tecnosacerdote. Después mirando a Raven y sonriendo:

- Estupendo! , un Guardia del Emperador nos vendrá de perlas en la misión que se nos ha encomendado.

El chirriante sonido de su implante vox se eleva en el aire cuando Quintos acota:

# El Emperador protege a todos sus siervos... la Fe es mi escudo, la Devoción mi fuego. Sus ojos negros se clavan en Nicholas, mientras juega mecánicamente con un cuchillo de la mesa. Esconde el pequeño objeto entre los plieges de su túnica y se levanta, el símbolo del Mechanicus enorme en la espalda levemente encorvada.

# Compañero, espero que lo que dices no sean más que tus aprehenciones... así como yo tengo las mías. Pero ten por seguro que tus conclusiones y percepciones serán gratamente recibidas por mí... al menos, culmina bajando los decibeles.

Arelix levantó la mirada del plato para fulminar al clérigo con una mirada. El golpe que había producido casi hacia derramar el baso y había interrumpido el único momento de calma que había conseguido tras la pesada noche.

-El que más grita el nombre del Emperador no es el más devoto… -Sentencia la asesina. –Si queréis medir vuestra “fe” haced meritos y dejaros de palabrerías. Los actos por el Emperador hablan por si solos y es de ellos de quienes cuida. –Termina señalando con la cabeza a Raven.

Devi, desayuna tranquilamente escuchando a sus compañeros, sus conflictos o ideas no la importan en demasia, y tampoco se sobresalta cuando aparece la arbitradora, ha visto demasiadas en Infernis, asi, que cuando termina el desayuno dice:

-dejemonos de palabrerias y vayamos a lo que importa, a resolver el asunto que para eso estamos aqui, no para discutir sobre teologia.

hemos estado preguntando y hemos obtenido varias nociones, desde que habia demonios, hasta que 2 personas importantes sabrian mas sobre el asunto, creo que deberiamos visitarlos cuanto antes, y despues la catedral para finalizar. a por cierto, Arbitradora, podrias presentarte? Yo soy Devi, encantada de conocerte digo con una sonrisa.

Observando con pasividad a la que parece una especie de "muñeca", sigue fumando mirando al resto con cierta tranquilidad, sosegada y calmada se dirige con aire de sarcasmo hacia el maniqui comedor...

"intuyo que tu debes ser la lista de este grupo,no?... espeta despues "igualmente querida."

Acto seguido aparta la mirada sonriendo sobre la maniqui y friamente saluda al resto colocando sus dedos en la frente para luego seguir fumando su varilla de Lho.

Mirando al resto se sienta tranquilamente entrecruzando las piernas mientras en silencio se fija en las expresiones, gestos, movimientos del grupo en cuestion...

Su seria mirada tranquila y fria da pocos detalles sobre lo que piensa al resto...

El silencio es tan sepulcral que sus pensamientos solo los entienden las mas oscuras de sus razones exclamando en el silencio de sus adentros...

"Un maniqui que decide por el resto y tiene poco peso para soportar responsabilidad, una niña mona"

Sigue moviendo su cabeza de izquierda a derecha observando friamente y detenidamente el grupo en cuestion...

" un trozo de carne con demasiado metal, esperemos que le quede suficiente carne para ser util..."

Pasa al siguiente elemento de su vista...

"Una valiente con palabras estupidas, sin duda alguien de utilidad mientras no piense demasiado..."

Prosigue con el viejo encorvado...

"Un psiquico, tartamudea demasiado y padece quizas algun tipo de trastorno enajenador, resumiendo una bomba que debo tener lejos de mi..."

Los que quedan hace un acopio de velocidad pensante y reflexiona con la materia que puede deducir y observar...

" Un gigante comiendo como un cerdo, el pilar fisico de este grupo, sin cerebro, manipulable..."

Sigue fumando...

"Un cura, el pilar moralistico de la fe en este grupo, ya veremos como funciona..."

Y acaba su pitillo apretando los restos de la varilla contra el suelo y su bota afilada de tacon alto...

"Y no tienen ni idea de lo que hacen aqui, bien, esperemos a ver como funciona mi rebaño..."

No te es necesario demasiado tiempo para tener calados al grupo. Aparte de la primeras impresiones enseguida ves que el grupo no esta especialmente unido, mas bien fraccionado.

Por un lado el tecnosacerdote y el psiquico, parecian hace coalicion, seguramente las mentes cuadriculadas del grupo no comprendian a estos individuos y lejos de una valvula de escape con otros de su clase, sus diferencias le habian hecho estrechar lazos.

Por otro lado, parecia evidente que el soldado grandullon y la recia mujer tambien estaban bastante unidos, ambos eran de constitucion fuerte lo que idicaba que seguramente fueran de un planeta salvaje, eso unido a su pasion por la violencia rapida seguramente les habia hecho compañeros de armas rapidamente. Tu instinto te aconsejaba vigilar de cerca a la mujer.

De la otra mujer y el clerigo no sabrias como catalogarlos.. No parecian congeniar con nadie especialmente bien.

Lo unico que no te encajaba es que el Inquisidor Vloss te dijo que te deberias encontrar con el lider del grupo, el Vidente Aristarchus. El unico que encajaba medianamente con la descripcion era el psiquico, pero no parecia tener madera de lider... Asi que empezabas a preguntarte donde estaria este hombre.

Cuando ya acababais los desayunos, el sonido de los calles iva en aumento, ahora era imposible de ignorar y para mantener una conversacion habria que alzar mas la voz. Incluso la poca gente que quedaba dentro del edificio se apresuro a salir a reunirse con la gente de la calle.

Algun tipo de acontecimiento estaba ocurriendo en el exterior. Aun era pronto para la consagracion de la Iglesia asi que... ¿Que podria ser?

Erick puso mala cara cuando le quitaron el desayuno, el quería comer mas, estaba hambriento, pero al menos ya se había saciado un poco. Entonces se percató de la nueva. - Ohh, hola. - Saludo rápido y sin palabrería, ya era un saludo.

Entonces el bullicio en la calle llamó su atención. - ¿Vamos? - Raven se levantó y, antes de salir, esperó a sus compañeros.

Sonrio Dulcemente conforme Raven le saludaba despues de ver toda su cara empapada en el potaje de grox que aun no le habian dejado acabar, sus grumos estaban esparcidos por toda la boca y pese al basto olor corporal que desprendía simplemente sonrio dulcemente sin mas preambulos.

Conforme oia el bullicio que salia de afuera tras empezar la mañana de aquel sol enrojecido paso a ser uno mas amarillento y fuerte, entonces decidio levantarse volviendo a colocarse la manta nativa sin taparse la cara y mientras salia al exterior, apretaba con uno de sus dedos el indice de la oreja saliendo unos cristales oculares oscuros que escondian sus ojos...

Lentamente seguia observando el armamento del resto del grupo aunque discretamente para no despertar signos de curiosidad.

Conforme salia a la calle se fijaba tras los cristales oculares toda clase de gente proveniente de la especie de catedral poniendose a una distancia cercana al rebaño pero sin llamar la atencion...

"Vamos a ver en que consiste la fiesta de marras de San Druxus, un supuesto bendito nombre para una supuesta bendita fiesta...."

Quintos se acercó al Sacerdote, para emitir bajo, cerca de su oido:

# Conoces a esa forastera, Hermano? Por qué esta entre nosotros? El mal toma extrañas formas...

Quintos se levantó, para acercase al Hermano Nicholas y acompañarlo a la puerta. Mantuvo, sin embargo, un ojo presto por si Lucius necesitaba su ayuda para caminar.

Entendía que lo más valioso del psíquico era su mente, y sus energías no deberían consumirse en algo tan banal como simplemente mover el cuerpo... y si Quintos podía ayudarlo en ese menester, lo hacía con gusto.

La mujer se levanta con calma una vez termina de desayunar, no le importaba demasiado lo que las gentes del lugar estuvieran haciendo, sin embargo por momentos se estaba quedando sola en la mesa, por lo que se veía obligada a acompañar al resto, no fuera a ser que alguno muriera por imprudente.
Mientras se levanta echa mano a la vaina de la espada aun enfundada, pero lista para otro posible enfrentamiento con los impertinentes nativos.

¿Tendré que poner orden? -Piensa mientras se lleva la mano libre a la empuñadura.-Nada causa más respeto que una cabeza estacada…

Como de costumbre, Lucius agradeció el metálico hombro de Quintos para ayudarle a caminar con una... ¿sonrisa? (una mueca horrible en su rostro salpicado de minúsculos agujeros). Atento a los movimientos de la Disformidad a su alrededor, acompañó a sus compañeros para averiguar qué armaba tanto alboroto fuera.

La asesina parece ser la mas avispada del grupo, porta de modo bien visible una espada que por su diseño podria estar equipada con un monofilo, en su cinto porta un revolver de bajo calibre equipado con algunos avances como una mira laser, asi como en su brazo izquierdo un ligero pero eficiente escudete metalico. A su espalda lleva una mochila cuyo contenido no puedes conocer por el momento, si tuvieras que apostar sin ninguna duda dirias que esta seria la primera en reaccionar en una situacion de combate y que seria rapida y eficaz, sus ojos muestran un leve rastro de locura contenida.

El "maniqui" es justamente eso, un rostro bonito pero seguramente en un enfrentamiento no soportaria mas de uno o dos impactos directos, no parece provenir de un planeta demasiado avanzado pues no porta a simple vista nada tecnologicamente avanzado, lo mas que puedes ver son sus armas una pistola y un rifle automaticos, en el cinto tambien puedes  ver un cuchillo en su funda.

El soldado, puro musculo, un armamento con patas, rifle y pistola laser, escopeta con selector de disparo y una simple pero eficaz espada son sus armas. Tambien porta una mochila y como no la clasica armadura de la Guardia Imperial. Aun asi te da la impresion de ser de pensamiento lento y de reaccion aun mas lenta. La asesina sigue siendo la primera en tu ranquin de peligrosidad.

El cura curiosamnete tambien va ataviado con una armadura de la Guardia Imperial de varias tallas mas grandes que le dificulta en gran parte los movimientos. Junto a el una espada con una funda con preciosos bordados, supones que debe ser bueno lo que porte en ella. Su arma para las largas distancias es un rifle automatico.

El psiquico, un caos andante, se mueve con dificultad pero su mirada es viva e inquieta. Aparte del poder de la disformidad esgrime una espada, asi como una pistola laser. Tambien parece que valla a desplomarse en cualquier momento su unica armadura visible es una especie de chaleco, quizas acolchado o antifragmentacion. Utiliza un baston como medio ayuda al caminar.

Por ultimo el tecnosacerdote, mucho mas robusto que el psiquico sin duda, a su disposicion un buen elenco de armas laser, una pistola y una carabina, asi como un baston y un pequeño cuchillo. Entre sus pertenencias puedes apreciar un auspex.

Salis de la taberna y para vuestra sorpresa un gran grupo de habitantes del lugar se han reunido para dar la bienvenida a unos recien llegados, entre la "calle" principal del lugar desfilan 7 extraños animales que no habias visto nunca hasta ahora. Son los perros de las arenas, bestias bipedas, esbeltas, de porte majestuoso y con largar colas, 3 veces mas grandes que un hombre. Avanzan con aire ecuestre entre ladridos y gruñidos. Los jinetes son son guerreros de complexion fuerte ataviados con gabardinas polvorientas, mantos con capuchas y piezas desiguales de blindaje decoradas con diferentes abalorios (incluso craneos humanos). Tambien estan evidentemente bien armados con sables, cartucheras y armas de fuego en las sillas, y algunos portan lanzas de pesadas puntas adornadas con tinteneantes cuencas y plumas.

El que parece ser el lider, el primero del grupo, es un bruto inmenso con una poblada melena y bandoleras de cuero entrecruzadas en el pecho y repletas de pistolas. Saluda con la mano a la multitud en un idioma desconocido para vosotros. Segun se acerca la comitiva podeis podeis ver que en el centro de la comitiva completamente rodeada de jinetes, hay una figura extraordinarimente distinita. Se trata de una mujer menuda, tocada con un velo, vestida con ondeantes andrajos de tela negra y gris salpicadas de cintas carmesies.

Un murmullo se eleva en la multitud cuando pasa frente a ellos, se oyen frases como "la santa Esha Raine" o "la cantamuertes", y muchos de los presentes se inclinan ante ella o agachan la cabeza en señal de respeto.

Todos los jinetes se dirijen a la parte del asentamiento que los lugareños denominan "campamento de guerreros" excepto la mujer del velo, que encamina su montura hacia el priorato.

"Deduzco que la que viene de un Izarak es la lider espiritual de varios asentamientos, interesante..."

Continua observando mientras tranquilamente comprueba la comitiva sus reacciones, acto seguido se centra en la supuesta "santa"...

"No parece que esta comitiva venga por motivos de jubilo pero aun así su presencia resulta lo menos interesante ya que hara salir de su madriguera el que nos paga por esta mierda de lugar..."