Partida Rol por web

Esto es el colmo. No sólo no callan sino que van a maltratar una canción de Erebor. Hasta ahí podíamos llegar.

- ¡¡ESO SI QUE NO!! - gruño estampando la jarra en la mesa y levantándome. ¡¡No mancillaras una canción de Erebor con esa voz tuya!! - añado esquivando la mesa y dirigiéndome directamente hacia el bardo.

Una vez a su altura agarro el laud con la mano derecha mientras lo miro fijamente a la cara.

Bien sabido es que nunca es bueno enojar a un enano.

- Inténtalo de nuevo y te tragas el laud. - le digo firmemente.

Reedie tocaba tranquilamente hasta que el enano quería demostrar algo. Quería hacer un apunte,¿ pero quien era el bardo para impedírselo?Dwalin, amigo. Tienes razón, pero sólo toco la canción, no la canto. No sabría como, no hablo tu preciosa lengua. Reedie dejó de tocar al ver que Dwalin sostenía su laúd. Volvió a recuperarlo suavemente Ese privilegio sólo corre para los de tu raza, vamos amigo. Yo le pongo letra y tu la cantas. Reedie hizo otra pausa antes de reanudar la canción Deberías enseñar a todos estos humanos lo que es una verdadera canción. ¿Te animas?

-Si Dwalin dice que si Reedie comenzará a tocar si no simplemente tocará unas notas que simbolicen decepción.

- Toca una sóla nota y te juro que te tragas el laud. - digo visiblemente malhumorado.

Si fuera un bardo cualquiera ya habría descubierto el tamaño de mi puño en mitad de su cara pero al ser este un miembro del grupo me estoy conteniendo aunque no sé por cuanto tiempo podré hacerlo si este sigue provocándome.

Soov Otaey se rió abiertamente ante el espectaculo que daban sus compañeros. Enanos estár todos locos cuando tener que haber silencio embutir en trajes de campanitas pesados y cuando tiene que haber ruido y jolgorio empeñar en silencio tumba. Al decir esto tuvo buen cuidado de ponerse al otro lado de la mesa para darle más tiempo de reaccionar si Dwalin intentase algo ... Pero elfo poder estar más loco si dedicar a tentar enano con hacerle tragar laud. Todo ser muy divertido. Soov Otaey se volvió a carcajear aprovechando los respiros que le daba hilaridad para beber de la primera  jarra de hidromiel sobre la que pusiese sus manos.

El comentario de Soov me hace reir, haciendo que me atragante algo con la cerveza, la risa surge de mi boca y golpeo en la mesa con la mano jocosamente ante el comentario de Soov. Me habia pillado de improviso el comentario

Vamos Soov solo esta tocando Reevie, aparte esto es una taberna no un velatorio. Comento en tono jocoso.

El rostro de Reedie cambia radicalmente antes las últimas palabras de Dwalin. Guarda el laúd relajadamente y vuelve la vista al enano. Cruje su cuello y estira los brazos. Separa su silla y se levanta dejando clara la distancia que había entre los casi dos metros del elfo y el medio metro de Dwalin.
Era difícil agotar la paciencia del bardo. Había cosas que no le gustaban, pero ignoraba, que no dejasen tocar con alegría su laúd, era algo que le cabreaba profundamente.
Enano comenzó Reedie Llegará el momento en que eches en falta la agilidad de mis finos dedos... dejó en el aire sus palabras. Arrugó la cara y le dio la espalda sin esperar respuesta. Pidió una cerveza y se alejó de la molesta y sucia compañía del enano. Simplemente se dedicó a silbar.

Vamos, vamos, no hay porque ofuscarse....un poco de alegria no puede hacerle daño a nadie, ni incluso a un enano gruñon, dicho sea desde el cariño. Pero es bien sabido, que en la equidad esta la justicia y que por mas que las convicciones de mi compatriota Reedie sean fuertes, su actitud abandonando su musica para evitar un enfrentamiento es loable. Creo que lo mejor seria brindar juntos por las nuevas aventuras que podamos vivir de nuevo juntos.

Al cabo de unos minutos, mientras algún compañero os hacia la seña de que se podrían ganar muy bien la vida si se montaban una gira por las tabernas de las granes ciudades, salio un Soldado del aseo, tenia la cara paliducha se ponía la mano en el vientre y su cara se retorcía. Miro a un lado y a otro buscando a sus compañeros.

Y al final se detuvo frente a bosotros. -¿Han visto a la guardia de Tiriton? dice mientras se rasca el trasero como queriendo despegar sus calzones, estaban en esa mesa y yo he tenido que... no pudo terminar su frase y como poseído por una fuerza que le provenía de dentro vomito una gran cantidad de algo que parecía comida a medio digerir en medio de la mesa salpicando a doquier. 

Uis perdón lo siento mucho no me encuentro bien.

Han salido ya para hacer la ronda. hace como dos malditas canciones.

La verdad no me extraña que con esa música mareante, que no paraba de salir del laud la clientela se me maree.

Y mira que el repetable señor de la barba refiriendose a Dwalin hace rato que intenta detener esa sangría. Bueno aun así les cambio sus bebidas por otras de limpias. Mientras lava la mesa y cambia las pintas por una ronda nueva. 

Las horas se suceden entre carcajadas de los lugareños y jarras de cerveza negra. El
ambiente se vuelve cada vez más pesado fruto del olor que brota de la cocina al grito
de ¡Oído! sin emncionar el regalo de Mancolo. Mientras tanto, en el exterior, la luna se
adueña del horizonte, en el que se observa la aterradora cercanía de Mordor. Muchos
hombres cesan de hablar con la caída de la noche, como si la presencia de la oscuridad
les atormentase hasta el alba. Los pjs, que están en la ciudad de descanso entre viaje y
viaje, deciden acudir a sus alcobas a dormir hasta el día siguiente.

Soov Otaey se echó hacía atrás cuando el soldado enfermo empezó a desparramar el contenido de sus intestinos sobre la mesa. Se cubrió el rostro con la manga del brazo derecho mientras murmuraba en logathig Demonios de la enfermedad, alejaos de mi. Hizo un gesto de protección contra el mal de ojo de su tierra y sin enseñar el rostro apunto con el brazo izquierdo a la puerta Ellos ir hacer ronda.

Soov Otaey, se pone un poco pálido, era evidente el asco que le dio el asunto.

Al venir el soldado y echar todo lo que había en sus vientres, Reedie no podía hacer otra cosa que alegrarse de cambiarse de sitio, pues estaba alejado del lugar donde el hombre vomitaba. No lo suficiente pues algo caía. Que desagradable deshecho murmuraba con una mueca. SIn duda más tarde tendría que asearse a conciencia para limpiar cualquier atisbo de suciedad. Compañeros, sugiero encarecidamente cambiar de mesa. Aunque seguro Dwalin, bien querría quedarse pensó con una sonrisa picarona.

La cara de asco de Trescuerdas era un poema y solo su condición de elfo le pudo salvar y por poco de unas nauseas.

Arrugo la nariz y me rio con una sonora carcajada al pobre soldado.

- JAJAJA, ¡he olido cuevas de orcos con mejor aroma!

Tras esto intento beber un poco de cerveza para paliar el amargor del ambiente.

La madre que te fue a p.... Contengo la ultima palabra el tipo no lo hacia a proposito pero era asqueroso.

Los tuyos se fueron hacer la ronda amigo. Le señalo la puerta evitando que me caiga cualquier tropiezo que el tipo pudiera haber expulsado por sus orificios.

Galbin por muy molesto que estuviere o estuviese, no le cambio el aspecto de su cara, no como Erethor que el asco le llego a provocar alguna nausea y le dejo una cara de asco que ni la mejor de las cervezas le pudo aliviar.

Tras dar buena cuenta de mi jarra, me hallo de espaldas a la barra de la taberna, con los codos apoyados en el mostrador de la misma, observando el espectáculo que tienen montado cierto grupo de parroquianos. Pero con la llegada del ocaso, también estoy atento a otra cosa.
A los guardias del perímetro y sus avisos entre ronda y ronda. Pues parece que de entre todos los presentes, solo yo he visto el negro acero de las cimitarras orcas forjadas en los hornos de la Barad Dur.
Por tanto, puesto que parece que el espectáculo va menguando, alzo mi diestra para indicarle al tabernero que me sirva una segunda ronda de negra cerveza mientras digo.
No quisiera entorpecer vuestra diversión. Pero ha llegado la noche. Y aquí en la frontera en disputa, tenemos por costumbre mostrar cierto grado de alerta. Pues os aviso por si no lo supierais, que el enemigo se muestra particularmente activo por las noches.

Tanto Felgor como Elacar son contaminados de alguna manera y solo la gran resistencia del elfo evita que Felgor enfermice. No le ocurre lo mismo a Elacar que si parece empeorar, y se suma a Soov y Erethor en sus nauseas.