Partida Rol por web

Kevin estaba en una casa que había encontrado, era bastante seguro y estaba alejada del centro, así que era ideal, con el auto que había robado le alcanzaba para moverse a la ciudad y conseguir lo que quería para alimentarse.
Era de noche y era hora de cerrar todo, el lugar estaba tranquilo, demasiado tranquilo.

Las sombras son el primer aviso, menos largas, pero de una anchura considerable, cada vez menos nítidas, fundiéndose con la escasa y anaranjada luz del atardecer. La casa estaba prácticamente vacía, tapiadas las ventanas, a base de partir muebles para contar con la madera suficiente, el entrar por una ocasionaría un escándalo del que sin duda alguna me percataría. De los tres accesos a la misma, la puerta principal y la trasera, contaban con una barricada y cerraduras que cumplían su función de retardante en el avance de aquellas cosas, o lo que mas temía muy en el fondo: A otras personas, en cualquier caso, no caerían sin que el estruendo me avisara de la intrusión. El tercer acceso, estaba en el garaje, donde esperaba el coche con el deposito lleno, y el maletero lleno de latas de conservas y garrafas de agua que había afanado en las casas circundantes, amén de una lata de gasolina para prolongar el viaje si fuera necesario salir corriendo, la puerta del garaje era electrónica, y siempre llevaba el interruptor conmigo.

La casa era como aquella que nunca habíamos tenido en mi familia, a las afueras, un barrio residencial, dos pisos, y una guardilla, que era en realidad el lugar donde vivia: Ningún muerto sería capaz de alcanzar el pestillo para que bajara la escalera sin ayudarse de un gancho que tenia colocado justo al lado, cuando llegué, tenia una cadena, pero probablemente aquella fue mi mejor idea, la guardilla era oscura, pero seca, y tenia una ventana circular de cristal, imposible de abrir, pero si de romper, en caso de que fuera necesaria una huida de emergencia, podía saltar desde un tejado a otro. Tenia toda la seguridad, pero en realidad, me había decantado por ella entre tantas otras, por representar una infancia de la que había carecido. Lancé un largo suspiro mientras usaba el garfio para bajar la escalerilla, aquello era como poco provisional, un hogar excelente y bien protegido, pero no lo bastante solido como para perdurar si una horda de "ellos" se abalanzaba sobre la casa, por mucho que pudiera escapar de mil maneras. Pero estaba solo, y los días comenzaban a pesar...

Subí las escaleras recién desplegadas ante mi, una vez arriba, con el mismo, elevé las escaleras para encerrarme en mi nuevo dormitorio, con un colchón en un rincón, y poco mas que atestiguara la presencia de alguien, dejé el garfio a un lado y me asomé por la ventana, un par de ellos estaban hay fuera, los observaba, tratando de averiguar si eran torpes, rápidos o mas fuertes de lo normal, si se comunicaban, cualquier cosa que me fuera útil contra ellos. Pero no duraría allí... tenia planeado marcharme a la ciudad, despejar un bloque de edificios, sellar las entradas y dejar como única salida las azoteas, y tras ello, empezar a buscar a gente, afianzar la posición, y cuando contáramos con las suficientes manos, convencerles de irnos a campo abierto, levantar una muralla alrededor de una localización, y cultivar la tierra... si... sería un buen comienzo, para muchos, menos de lo que tenían antes de que todo se fuera a la mierda... para mi... para mi, el simple hecho de pensar en el futuro con optimismo, era más de lo que había tenido nunca...

Pasa le dia, duermes algo intranquilo pero aun asi puedes descansar bien, te levantas a la mañana escuchando ruidos en la puerta de la entrada.