Partida Rol por web

Se levanta como un resorte, rodando por los suelos con una daga en la mano que ha sacado de a saber donde, y observa que diantres ha pasado. Su cara de asombro pasa a la ira cuando ve que Vindus ha sido el causante -seguramente- de todo el destrozo en el campamento y le señala:- Tuuu....condenado chispitas....¡Tú!....¿Se puede saber que haces? ¿has usado un truco con la invitada para que se abra de piernas o qué?.

Se incorpora hasta quedar sentado y se frota los ojos, mirando con cara de haber regresado de entre los muertos en este mismo instante. Sus ojos siguen la escena hasta dar con Vindus, con la cabeza entre las piernas de Iria, mirando al cielo aturdido y sus pies manchados de venado.

-...¡JAJAJAJAAJAJA! la que has liao pollito. ¡JAJAJAJAJAJA!

Se rie a pleno pulmón y le hace gestos a la encapuchada para que baje el arma.

-Relaja relaja, creo que Vindus ha ligao...Mira el lado bueno, dejará de tocarse pensando en ti por las noches. JAJAJAJA.

En este momento Iria tiene la oportunidad de ver el rostro de Mitch, un rubiales bien afeitado y bien parecido con una grandisima cicatriz que en su momento se cobró vida de uno de sus ojos.

La torpeza de Vindus es tan repentina y tan extrema que no tengo tiempo de reaccionar mientras todo el mundo se pone en pie y nos descubre en tan comprometida posición

-¿que paso con tu primer libro de hechizos?¿lo arrojaste tu mismo a las llamas?- digo apartando enfadada al aprendiz y cubriendome lo mejor que puedo

Esto al menos me ha servido para ver la cara de Mitch y saber por donde van las habilidades de la encapuchada. Ahora comprendo mejor porque Mitch siempre va con la cara oculta, aunque no es agradable de ver no es algo que me cause problemas

-Disculpad por haberos despertado, yo y Vindus arreglaremos este desastre-

Entre las risas y demás en el campamento al final todo el mundo colabora para desmontarlo, incluido Vindus que al final se queda en un rincón esperando a que todo el mundo lo recoja todo. Se desayuna lo que se puede rescatar de entre la comida derramada y como sobraba venado, al final tampoco es mal desayuno.

El trio parece reunirse a parte de Iria y discutir algunas cosas.

Se separa del grupo y se planta el yelmo, acercandose a Iria.

-¿Entonces hacia donde te diriges?. Nosotros seguiremos hacia el este, ya no tiene mucho sentido pasar por la torre de Balazar y la señorita.-Señala con el pulgar a la encapuchada.- No queria pasar por alli igualmente...

La verdad que para mi investigación cualquier dirección es buena, supongo que tendré mas fácil encontrar hermafroditas en lugares con mucha gente, por una simple cuestión de estadística. A no ser que para adquirir esa caracteristica sea necesario aislamiento o algo que aun no conozca, pero de momento ire a zonas pobladas.

-me dirigía hacia el norte, pero lo cierto es que no conozco estas tierras. ¿Hay alguna ciudad importante en esa dirección?¿o en la dirección hacia la que os dirigis vosotros?-

Hurgándose las uñas con una daga pasa cerca de Iria, echando a andar dirección al Este.

-Si. Hablamos con un mercader y dijo que venia de allí, así que vamos dirección este a ver si hay suerte y damos con una maldita ciudad...Tengo ganas de dormir en una cama caliente, y lo mas importante, que nos den un trabajo decente; en esta condenada tierra los caminos desaparecen de una estación a otra y la gente apenas recuerda como ir a una ciudad...No se que pasa exactamente, eso y que todo el mundo parece estar mas salido de lo normal, ¿eh?.- Sonrie y mira de soslayo a Vindus, antes de volver a mirar a Iria.

El grupo al final emprende el camino hacia el este, con algunas provisiones a cuestas y discutiendo cosas como el clima y que mas tarde les tocará bordear algunas montañas que despuntan en el horizonte.

Parece que finalmente si voy a viajar con ellos, es bastante mas seguro que viajar sola así que me vale.

Yo siempre he sido una habladora animada y sigo siendolo, a pesar de los años en la torre de mi padre, así que me uno a las conversaciones de buena gana, intentando entre otras cosas enterarme del nombre de la encapuchada, como siga sin decirmelo voy a empezar a usar el que propuso Mitch, Lady Fellatio

"y debería enterarme de si es una hermafrodita, es mi misión después de todo. Supongo que en algún momento nos pararemos a asearnos y podre hechar una miradita, si, eso haré"

Con mis planes mas o menos trazado viajo animada y optimista

Caminando por las áridas llanuras el grupo se dirige hacia el Este, Mitch parece ser el que mas conversación le da a Iria, siempre con sus comentarios jocosos, y Vindus parece peculiarmente nervioso durante todo el camino, intercambiando algunas palabras con la encapuchada que parece adelantarse al grupo en varias ocasiones, siempre con un ojo puesto en la colina de mas allá, o en el terraplen que van a bajar. Sin duda alguna hace las veces de exploradora para el grupo.

"Qué culo tiene, ¿has visto como lo menea cada vez que se adelanta?, yo creo que lo hace aposta para que Vindus pierda la cabeza".-Comenta Mitch a Iria cuando la encapuchada no está presente.

Al rato la susodicha vuelve, sacudiendose el polvo de las ropas:- Tres figuras, acampadas en un lugar alto...Con la caminata que llevamos encima no se si seria buena idea enfrentarlas, pero me apuesto lo que querais que son bandidos o algo así, llevan pieles y juraria que uno o una es medio orco.

Mitch resopla: -Yo estoy molido de caminar con la armadura.

Vindus se mordisquea nervioso la manga de la túnica y mira a los lados:-Yo...preparé conjuros, pero no ...no me gusta esto.

Desde luego menos mal que está Mitch o este viaje sería aburridisimo, entre la seria encapuchada y el inseguro Vindus, al menos me las arreglo para reir.

Al menos hasta que la exploradora localiza a tres personas en el camino, piensan que son bandidos, pero aun estamos cerca de la torre de mi padre y podría ser uno de sus grupos de caza, y tras estos días ya sabrán que me he escapado

-¿podemos evitarlos?- pregunto a la encapuchada -parece que aun no nos han visto-

-Desde su posición controlan gran parte de la planicie, va a ser dificil, y tienen algunos caballos. ¿Esta gente trabaja para Balazar o qué?...Yo creo que sí.-Se frota las manos nerviosa:- No quiero meterme con los magos.-Dirige una mirada a Vindus.- Con los magos hechos y derechos, quiero decir...

Se lleva una mano bajo la capucha, rascandose la melena que tiene bajo esta:- ¿Tienes alguna idea o piensas desnudarte delante de ellos como hiciste con el aprendiz?

-seguramente si trabajan para Balazar, creo que secuestra viajeros para sus experimentos- murmuro disgustada, no debi dejar que pasaramos tan cerca de la torre, debimos rodear un poco mas

Las palabras de la encapuchada me provocan mal humor, si el inutil de Vindus no lo hubiera estropeado todo

-no podemos salir corriendo, nos verían y si tienen caballos nos alcanzarían. Atacarles es demasiado incierto- solo se me ocurre un hechizo para librarnos de esta y yo no lo tengo preparado -Vindus, ¿has preparado el conjuro de sueño?-

Sacude la cabeza y estruja el frontal de su sombrero de mago, casi tapandose la cara:-No, solo me dio tiempo a escribir el de proyectil magico, esperaba ampliar el libro la proxima vez que acampasemos. Pero tengo varios proyectiles memorizados...¿eso ayudará no?

Suspiro por la respuesta de Vindus, parece que no hay ninguna solución fácil

-ayudará si luchamos, pero creo que estamos de acuerdo en que no es la mejor opción ¿no?- miro a Mitch y la encapuchada por si han cambiado de idea con lo cansados que estamos, no se como parece que he acabado liderando este grupo

-en ese caso creo que lo mejor que podemos hacer es escondernos y descansar esperando la noche. Si lo logramos podremos rodear la colina por la noche y alejarnos hacia el este. Y si no, bueno, espero que estemos mas descansados-

-No sé, yo iria, les partiria la cabeza y seguiria mi camino, me estoy cansando de tanto viaje y tanta tonteria la verdad.- El hombre aferra con fuerza la empuñadura de su espada. Mirando al horizonte por entre las rendijas de su yelmo.

-creia que habías dicho que estabas cansado de ir todo el día con la armadura- suspiro algo molesta por la indecisión

-bien encapuchada, tu les has visto y sabes en que condición estamos nosotros, lo que tu decidas me parecerá bien-

Espero que ella tome una decisión y no lo deje en manos de la nueva

-Vamos a por esas ratas.-La mujer encapuchada saca una de sus espadas y busca a su alrededor, encontrando una ruta hacia el campamento que parece mas o menos escondida, y hace gesto al grupo de que avance directamente:- Intentare darle donde mas les duela, vosotros haced lo que podais.

Por su parte Vindus, nervioso, se situa tras Mitch y este empieza a caminar, llevando el escudo y la espada en la mano:-Lo mismo podemos salir airosos pagando un peaje. 

Los tres se encaminan hasta la zona, aunque a la encapuchada se la pierde de vista a ratos. En el campamento hay un gesto por parte de una de las figuras, y junto a las tres que parecen formar guardia, aparecen otras dos mas, armadas igual que todas las demás. Iria puede reconocer a la semiorca que se encontró unos dias atrás entre todo el grupo, aún asi aun estan a una hora de distancia, suficiente como para prepararse o cambiar de idea, aunque la vision de un par de caballos atados a unos arboles bajos parece indicar que estas personas no se rinden facilmente.

-Pues a pelear- que remedio, compruebo que mi daga esté en su sitio y me mentalizo, siempre prefiero las soluciones parlamentadas, pero ya sabrán que me he escapado y la verdad que no se como habrá reaccionado mi padre, igual no le importa que se ha puesto furioso, últimamente es muy voluble, pero como peaje es probable que me pidan a mi, y tal vez a la encapuchada, así que niego con la cabeza a la idea de Vindus

En un momento en que nos reunimos trazo un esbozo de plan -dejadme la semiorca para mi, Vindus, quedate atrás y vigila por si alguno intenta escapar con los caballos, no queremos que avisen a mas gente- Mitch parece mas de cargar de frente gritando, y la encapuchada seguro que sabe que hacer sin que yo se lo diga, así que eso valdrá como plan

El grupo entero se acerca al trio, efectivamente la semiorca esboza una sornisa cargada de dientes al ver a Iria volver, empuñando su hacha y un escudo cubierto de pieles. Los dos que la acompañan son tambien criaturas que comparten su sangre, dos semiorcos abultados de musculos que aguardan a una distancia prudencial. Se oye el ruido que otra persona mas le espeta a un corcel y por entre las colinas un corcel sale al galope, llevando a un jinete que no parece ser semiorco, pero si bastante ágil en su tarea por la manera en que se apoya en los estribos y cabalga veloz, casi amenazando con o ponerse de pie sobre el lomo del caballo o salir despedido hacia atrás en uno de los movimientos de este.

En ese momento Vindus saca una varita de debajo de un pliegue en su manga, y empuñandola cual mago experto comienza a recitar las palabras de un conjuro de proyectil magico; un destello magico cruza el campo de batalla, impactando al caballo en la quijada, haciendo que este se encabrite y el jinete caiga de espaldas, catapultado sobre la tierra y sin intenciones de moverse por lo que parece. El corcel relincha tras eso y corre en circulos, sacudiendo la cabeza confundido, preguntandose que acaba de suceder, pero el mero hecho de librarse del hombre que lo montaba parece una notable mejoria para este.