Partida Rol por web

- Parece que al final has sucumbido a los placeres de la torre. No te das cuenta que es mejor dejarlo todo como está. Vuestra lucha es inútil. Es mejor dejaros llevar, descansar y olvidaros de la torre.

¿Quien eres?- pregunta a la extraña aparición. A todas luces, era una convocación mas de la torre. ¿Quizás su representación para comunicarse?- ¿y cual es el motivo de esta torre?

- Soy uno de sus creadores. Soy el representante del frío y nuestro objetivo es extender nuestra magia a toda la región. Vuestros intentos para acabar con nosotros ya no valen de nada, y tú has sucumbido a los encantos de la torre. Ahora estas a nuestra merced, tú formarás un todo con la torre. Ahora tú eres parte de nosotros. ¿Acaso no lo notas?

- Parece que al final has sucumbido a los placeres de la torre. No te das cuenta que es mejor dejarlo todo como está. Vuestra lucha es inútil. Es mejor dejaros llevar, descansar y olvidaros de la torre.

¿Representante del frío? Era la primera vez que oía aquello, así como que había planes de extender la magia por la región.

Francamente, si te refieres a encantos a habernos abierto paso por la torre a golpe y fuego, tenemos un concepto completamente diferente de esa palabra- responde- y no, no noto nada raro, puestos a contestar a tu pregunta. ¿Que se supone que significa que somos parte de la torre?- desde luego, no le gustaba como sonaba aquello.

-Significa que está dentro de nosotros- respondo yo.- ¿Acaso no has sentido que tu poder crecía a medida que nos adentrábamos en esta abominación? Está alimentándose de nosotros y alimentándonos. Es una fruta prohibida, ¿quién sabe qué poder nos ofrecerá cuando hayamos avanzado más?- Me incorporé, ¿dónde narices estábamos?- La cuestión es ¿es esto una trampa? ¿Son todas las criaturas que hay aquí enemigos convertidos en siervos? ¿Qué quieres decir con extender la magia?

Habéis sucumbido a sus encantos, sí. Así es. Esta torre había sido creada para extender nuestro poder alrededor de toda la zona y para llamar a todas las polillas que quisieran adentrarse en ella.

Desde que habéis entrado, ya no sé cuantos habéis muerto por el camino y otros tanto que han abandonado. Apenas quedais unos pocos en pie y otros están tan perdidos que jamás encontrarán el final.

Para colmo vosotros habéis caido en una simple trampa, no podréis hacer absolutamente nada más. ¡Jamás! El sueño en el que habéis caido será eterno y jamás despetaréis. Estas camas estaban hechizadas. Primero fue la comida, para daros confianza. Ahora ha sido la cama, ya estabais confiados y habéis decidido dormir a pesar de que habíais descansado recientemente.

Lo lamento por vosotros. Pero ya no podréis hacer nada nunca más. Bienvenidos al fin de vuestra vida. Bienvenidos al sueño profundo. Aquí estáis, en la parte más profunda de la torre.

Suspira con resignación ante la "trampa" en la que se encontraban. 

Todo tiene una salida, "torre"- dijo, por darle un nombre- nada es eterno, y si bien es cierto que quizás nosotros no demos con la salida de este lugar, nuestros compañeros nos sacarán de aqui. A decir verdad, posiblemente acaben con sus planes.

- Lo lamento mucho, vuestros compañeros están siendo afectados igual que vosotros. La magia de la torre es poderosa, y cuanto más avanzáis por ella lo es más. A medida que suben se enfrentan a mayores peligros y mucho más sutiles. Ahora se están dividiendo y separando.

Divididos no tienen fuerzas, y sin fuerzas, jamás podrán destruirnos.

-Puedes divirnos- intervengo sin más miedo que antes,- y puedes separarnos. Puedes incluso matarnos. Pero hay una razón por la que la torre aún no ha logrado su objetivo. Siempre vendrán más. Y vendrán más porque hay algo que la torre no es capaz de controlar, la voluntad de los hombres.

¿Tan seguro estás de eso? Ahora mismo estoy dentro de vuestros sueños. Vendrán más. Seguro y esos mismos caerán como lo habéis hecho vosotros. Cuanto más tiempo pasa, más poder crece en la torre. Seguro que lo habéis notado y sentido. Como podéis comprobar, cada paso que damos nos hacemos más fuertes y la torre también.

Seguramente todos los que vengan no tendrán oportunidad.

En mis sueños...
-Si estás en mi mente- digo sonriendo,- entonces sabes qué hay aquí. Y aquí está Bahamut, ¡el padre de los dragones!
Y cerrando los ojos supliqué a mi mente que enviara a un siervo escamado, de los que lanzan fuego, quizás un dragón dorado...

Era una idea descabellada, y dudaba de que funcionase -al fin y al cabo, la torre habría previsto esta circunstancia- pero no perdía nada por intentarlo. Así que Kaalim imaginó una puerta que fuera la salida de aquel sueño. 

- No os confundáis, estoy dentro de vuestros pensamientos mientras dormís, en el lugar donde están vuestros sueños, pero por mucho que penséis o deseéis cosas aquí estáis bajo mi merced. Atrapados bajo la magia de la torre y a no ser que logréis despertar, cosa que dudo, jamás saldréis de aquí.

¿Se os ocurre algo para empezar a formar parte de la torre? ¿Tenéis algún interés en convertiros en alguna criatura? Está claro que tú podrías convertirte en un dragón, quizá como el del hielo o algo más fuerte, pero tú? Dijo, por último, refiriéndose a Kaalim.

Encarna una ceja ante la pregunta de la torre. ¿De verdad me estaba pidiendo su opinión al respecto para saber en que me gustaría convertirme? claro que ya uno no podía sorprenderse de nada, dadas las circunstancias.

Preferiría que me dejases libre. Es una opción mucho mas agradable para mi.

A no ser que despertemos... Una idea empieza a cobrar forma en mi mente.
-Lo siento, antes muerto que convertir algo tan bello como un dragón en un esclavo tuyo- digo y desenfundando mi espada la hundo en mi pecho y me dejo caer hacia adelante.

Mal se intentó suicidar pero pudo comprobar como su espada atravesaba su cuerpo sin que le produjese ningún daño. Parecía que no había forma alguna de escapar de allí estaban encerrados bajo algún tipo de poder de la torre.

Después aquel desconocido siguió hablando.

Es inútil que tratéis de escapar de aquí, os lo he dicho. No tenéis forma de escapar, estáis completamente encerrados y en manos de la magia de la torre.

Un dragón me parece una criatura demasiado poderosa para ti, Mal, quizá algo más sencillo como un lagarto o algo parecido. Y en cuanto a ti, Kaalim, creo que dejarte libre no es una opción. ¿Cuántas veces tengo que repetírtelo?

Mal, me temo que eso no es una opción viable, dadas las circunstancias- mira a la "torre- y lo siento, pero es la única opción que mas agradable es para mi. Si quieres convertirme en algo tendrás que intentarlo.