Partida Rol por web

Ha pasado poco más de una semana desde que te fuíste del Lunaestrella.

Estás viviendo en la casa donde vivías con Akira, aunque ahora estéis completamente solo.
Con el dinero que hay en la casa te da para poder comprar comida durante unos días más, mantienes la casa medianamente limpia, pues tienes demasiado tiempo libre, hasta te empiezas a aburrir bastante de lasituación.
Ningún Sheene, ningún Haze, sólo personas normales haciendo sus vidas cuando sales a las afueras de Nagano a comprar, cosa que no te resulta nada costosa ahroa que has recuperado la vista.
Ese tema te ha ocupado bastante tiempo de entretenimiento, observando durante horas las cosas de tu alrededor, acostumbrándote al sentido que se te ha dado y del que siempre careiste...

Aun así, aunque sea en el fondo, no puedes evitar sentirte algo solo y aburrido...

Un día, por la mañana, te levantas temprano. Ibas a prepararte el desayuno cuando posando tu vista y oído por la ventana detectas con este último a lo que parecen dos cuerpos grandes, quizás personas, paseando por el sendero que hay cerca de tu casa, por el que casi nunca pasa nadie ni nada...

Córen se despertó casi de mala gana. Últimamente sólo entrenaba, hacía las cosas de la casa y poco más.
Los días eran monótonos y sentía que necesitaba más acción, pero los sheenes no aparecen así como así, o al menos no es tan fácil localizarlos. Además estaba algo frustrado porque llevaba tiempo "entrenándose" e intentando conseguir desatar el poder de su broche sin ninguna consecuencia. Algo hacía mal porque no conseguía avanzar lo más mínimo en ese aspecto. Tal vez fuera el orgullo...
Se estaba acostumbrando a su nuevo sentido. A veces se quedaba un rato observando una imágen o algo en concreto, como si intentase reternerlo en la memoria. Pero también notaba que a veces cuando oía algo instintivamente giraba la cabeza para "ver", cuando antes lo "sentía"...
Estába preparandose el desayuno cuando escucha y localiza unos pasos por los alrededores de su casa.
Uhm...No es normal que haya nadie por aqui, y si Akira tuviera pensado volver me habría avisado...Sólo pueden ser intrusos...
Rápidamente coge su katana y agarrándola con fuera sale sólo con el pantalón del pijama al encuentro de los intrusos. El sonido le guía hasta su posición...

Mientras vas saliendo de casa, camino al sendero, puedes percibir a la vez que otras figuras, al parecer humanas, se van acercando por el lado opuesto por el que tú te acercas a los dos primeros.

Al llegar a tener el sendero a la vista, divisas a las dos personas que percibiste antes. Una es una chica jóven y guapa, pelirroja, mientras que el otro es un chico jóven también, de ojos azules y pelo castaño:

Parecen caminar tranquilos, aunque a paso algo ligero, mientras puedes sentir que desde el interior de los árboles, al otro lado del sendero desde el que te encuentras, 3 cuerpos de tamaño humano se acercan a ellos.

Córen intenta moverse lo más sigiloso que puede. Las dos figuras, hasta que no se demuestre lo contrario, son una amenaza. Además están en un terreno privado. Cuando los consigue divisar se queda un rato a la espera para estudiarlos.
No parecen gran cosa, y aunque sean dos, si sólo son humanos no habrá problemas.
Está a punto de dejarse ver por la pareja cuando su oído detecta a otro grupo. Esta vez son 3 y se mueven desde el otro lado del sendero.
Tsk...¿más gente? ¿Esque en este país nadie sabe que significa la palabra Privado? Un momento...podría se una emboscada...ciertamente estoy en el centro de las dos trayectorias. Puede que me estuvieran observando y los dos primeros sean el cebo...Pero...¿Quién podría estar buscándome?...Tsk...lo mejor será averigurlo ya.
Sale de su "escondrijo" y se coloca delante de los recién llegados, con la katana todavía enfundada pero a la vista.
-¡Eh vosotros! ¿Quienes soys? ¿Que estáis haciendo aqui?-dice en tono autoritario y chulesco, bastante típico en él.

La pareja se detiene en seco al verte salir de la nada y portando una katana además.
La chica pelirroja parece aferrarse al brazo del chico castaño, con expresión preocupada. Sin embargo, el chico se mantiene firme ante ti con expresión segura y alerta con los músculos tensos.
Eh... Mmmh... - Se dedica a emitir, sin saber bien qué palabra soltar. Sin embargo su expresión no denota desconcierto alguno, sino firmeza y valentía, con el entrecejo ligeramente fruncido.

Mientras tanto, las otras tres figuras ya casi han llegado al sendero y saldrán de los árboles, y ahora que hay menos obstáculos alterando las ondas de sonido, percibes mejor que tienen forma humana.

Y en ese momento, mientras el chico no parece saber muy bien lo que contestar, las tres figuras aparecen en el sendero.

Uno de ellos en un tío bastante corpulento y alto, con cara de pocos amigos, que aparece con una sonrisa.
Vaya vaya, al fin os cogemos, jejeje. - Dice con voz grave, mientras mira a la pareja. - Y una mierda si creeis que vais a iros otra vez.

Otro no es tan corpulento como el primero, pero aparece secundándolo y portando una cadena entre sus manos.

Mientras que el otro llega con más porte de superioridad. Tampoco es tan corpulento como el primero y lleva un puño americano que lo estrella contra su otra mano constantemente en gesto chulesco.
Ahora sí que no os escapáis.

Los tres parecen ignorarte.

El plan no sale como lo tenía pensado. El chico de la pareja no llega a decir nada, y la muchacha parece más asustada que otra cosa. Antes de poder actuar los otros 3 intrusos están encima suya. Al parecer no forman parte del mismo grupo, y no es una emboscada, sino una persecución. Ignorándolo por completo los tres macarras se dirigen directamente a la pareja. A Córen eso le fastidia bastante y sólo por eso decide cuales son sus enemigos, además, de momento, son los que representan una amenaza. Se gira en redondo encarando a los 3 maleantes y bloqueando el paso hacia la pareja. Si no fuera por que es Córen parecería que los está protegiendo.
-¡Eh!-dice casi gritando para captar la atención.-¿Qué narices está pasando? ¿Sabéis que esto es una propiedad privada?. Venga ¡largaos ahora mismo de aqui!, ¿o tendré que echaros por la fuerza?-el tono es bastante autoritario y amenazador.
Luego a arreglaré cuentas con los otros dos.

¡¿Pero qué dice este canijo?! - Suelta el más corpulento. - ¡Y a mi qué coño me importa!

Mira gilipollas, como no te quites de enmedio te vamos a reventar. - Dice con tono altamente amenazador el del puño americano mientras se acerca peligrosamente a ti.

Coren suspira cada vez más cabreado. No sólo son imbéciles, sino que además son masocas. Cansado de tanta estupidez se acerca amenazadoramente al capullo de las gafas. Cuando está justo delante suya se queda quieto un momento.
Y de repente coge al tio por el cuello de la camisa y sin apenas hacer esfuerzo lo lanza de un empujón, haciéndole volar unos cuantos metros.
Cuando aterriza encara a los otros dos apretando con más fuerza la empuñadura de su katana y mirándolos amenazadoramente
-No pienso repetirlo. Largaos de aqui u os partiré en dos.-dice con un tono totalmente frío y lleno de desprecio.
Más os vale desaparecer, no me importaría mataros, pero sería acarrearse más problemas

Todos miran sorprendidos cómo levantas sin problemas al tipo del suelo con una sola mano y lo tiras unos 3m aprox. hacia atrás y con violencia.

El de la cadena abre los ojos como platos y entreabre la boca, completamente desconcertado ante el hecho y el que tengas una katana dispuesta a usarla.
Jo... der... - Balbucea mientras va dando unos pasos hacia atrás.

El más corpulento de ellos también queda algo sorprendido, pero no le afecta tanto como a sus compañeros, de forma que de la parte de atrás de su cinturón saca un pequeño cuchillo, aunque bastante largo, y se acerca a ti con pose amenazadora y el ceño fruncido.
Gilipollas, ahora sí que te la has cargado. - Dice con prominente voz amenazadora mientras se te acerca empuñando el cuchillo.

Córen observa con resignación como uno de los maleantes saca una navaja y sigue teniendo intención de luchar.
Hasta la estupidez tiene un límite.
-Imbécil. No sabes a qué te enfrentas-suelta con desprecio, antes de lanzarse sobre él. Esta vez lanza un puñetazo con bastante más potencia que el anterior empujón.
Tsk...no tengo tiempo para juegos. La aparición de esta parejita no es normal, y tampoco que los persigan...

Antes de que tu puñetazo, extremadamente violento, impacte en plena cara del hombre corpulento, ves cómo velozmente el chico de la pareja pasa por tu lado y golpea en pleno estómago al grandullón, haciéndole retrasarse unos 2m hacia atrás.

Lo suficiente como para hacer que no llegues a darle el puñetazo que le habría matado de seguro, y quedar sorprendido de que un chico de medio cuerpo menos que el matón haya conseguido con un solo puñetazo no solo detener al grandullón en seco sino además echarlo hacia atrás.

Algo curioso es que ves durante un pequeño instante cómo sus guantes brillaban, aunque quizás te lo ha parecido.
¿No le habéis oído? largáos de una vez. - Dice secundándote, mientras permanece a tu lado.

El grandullón se lleva las manos al estómago, doblado y resentido. Parece que el puñetazo del chico le ha hecho muchísimo daño.
Hijo... de puta... - Murmura.

Venga Hiro, vámonos tío. - Dice el otro maleante, que coge a su otro compañero por un hombro. - Después ajustaremos cuentas, tío, joder.

El corpulento, al parecer llamado Hiro, se lo piensa con expresión ceñuda y cabreada, pero al final parece volver el cuerpo y daros la espalda.
Os vais a acordar de esta. Y tú también blanquito de mierda. Estáis muertos. - Dice por último mientras emprende una huída, él resentido por el dolor del estómago y el otro llevando al de gafas como puede, sendero abajo, hacia las afueras Nagano. Quedando solamente tú y la pareja...