Partida Rol por web

Yuzuke, viendo cómo el puño se acerca hacia su rostro, mueve su cabeza para un lado... Haciendo que el puñetazo impacte en una de sus mejillas. Esto le empuja hacia atrás, cayendo sobre su trasero.

Ryû aprovecha para levantarse, lo cual consigue antes de que lo haga Yuzuke. Un metro y medio apenas les separa, pero Ryunosuke podría continuar su ataque si lo desease.

Me quito el polvo de mis ropa tras el empujón y recupero la compostura.
Miro amenazante a Yuzuke con los puños cerrados.

Si vuelves a tocarme... te mando al hospital.
Necesito esa llave dos minutos y luego puedes metertela por el culo si quieres.

A continuación, si Yuzuke no sigue la pelea, sigo el camino hacia secretaria.
Mientras camino le pregunto...

¿Porque tienes tu tanto interés en cogerla antes que yo?

Una sonrisa maliciosa aparece en mi rostro...

<Pasillo Segundo Piso>

—Nadie me la juega, listillo. Y si vas a mandarme al hospital, demuéstralo.

Has empezado tu... pero yo seré quien termine esto.

Otro super puñetazo a su puta boca.

<En el pasillo>

Cuando Murata escuchó a la subdirectora el color de su piel no podía distinguirse del de su pelo de lo blanco que quedó. ¡¿Qué clase de juego macabro era aquel?! ¡¿Expulsión al segundo fallo?! Aquello era una maldita locura. Como si él no tuviera bastantes problemas con los estudios por su cuenta como para que encima ahora le pusieran aquella losa encima.

Mierda, mierda, mierda...

Aún en estado de shock, se pasó una mano por el pelo y quedó apoyado contra la pared con cara de estupefacción.

En tan poco tiempo todo se había vuelto en su contra, Yusura miraba asustada a sus compañeros mientras sujetaba su móvil con fuerza... Solo estaba jugando con una aplicación, no quería causar todo esto. La subdirectora se comportaba como una total loca y ella solo podia mirarla con grandes asustados ojos.

Luego se une a la queja de Emi: ¡Eso! Por favor no nos castigue así, lamento mucho haber sacado el dispositivo, no pasará más lo juro...! Intentaba disculpase.

¡Vamos, vamos, piensa! -Fumiko se dice a sí misma. Tiene que encontrar la forma de salir de esta con el dado. No sabe bien por qué, pero realmente necesita quedárselo para ella.

Mira a la puerta con preocupación, la cual Miyu tiene trabada desde afuera. Se apoya contra las piletas de lavarse las manos y observa a su alrededor. Nada fuera de lo común en el baño. Lo recorre con la mirada hasta que se encuentra con la mochila de Miyu. Seguro hay algo que pueda ayudarla dentro - algo que se parezca lo suficiente al dado como para dárselo a Miyu y que piense que se trata del mismo dado que ella planea tener escondido.

Antes de disponerse a revisar la mochila de su compañera, Miyu reflexiona que el bolsillo de su camisa no es un lugar suficientemente seguro para guardar el dado robado, de modo que lo envuelve en un poco de papel higiénico (para que no se vea el color y que parezca blanco) y se lo mete dentro del corpiño. Se observa en el espejo y nota que ahora se ve despareja, tiene un lado del corpiño ligeramente más abultado que el otro. Resuelve esto metiéndose una bola de papel higiénico del otro lado del corpiño y vuelve a mirarse. 

Satisfecha de que no es notorio en absoluto, se dispone a ver qué hay dentro de la mochila.

Ambos de pie, se miran fijamente, un poco de sangre empieza a salir de la nariz de Yuzuke.

Tras amenazarse mutuamente, Ryû no se lo piensa dos veces, se lanza hacia adelante dispuesto a terminar lo que comenzó. Cogiendo carrerilla y adelantando su pie, lanza otro puñetazo a Yuzuke, dispuesto a dejar su cara irreconocible.

Yuzuke, que esperaba esta reacción, se prepara para defenderse.

Tras las protestas de los estudiantes, Akamine levanta la mano a modo de petición de silencio. En su mente, ellos se habían buscado tal cosa por faltarle al respeto de tamaña forma. Sin embargo, las palabras de Takeshi llamaron su atención, por lo que fijó su mirada en él:

Tu propuesta para hacer del juego una competición justa me parece adecuada... Sin embargo, me temo que no soy capaz de cumplir esas promesas. Las notas están a cargo de los profesores que tenéis asignados, cambiar vuestras puntuaciones sería entrar en su territorio y desestabilizaría el orden entre profesorado y dirección. 

No obstante - Algunos no podéis evitar pensar en cierto profesor con túnica negra de una película - A los que salgan ilesos de nuestro pequeño entrentenimiento puedo darles acceso a unas becas para estudiar en las universidades más prestigiosas del país. No solo eso, si todos conseguís llegar hasta el final, prometo costear sus vacaciones de verano yo misma, siempre que hagáis esas actividades como ahora, en un grupo de amigos. - Sonríe con malicia, si conseguís llegar al final, piensa.

El resto de compañeros de vuestra clase se quedaba en un silencio mortal. Los dos muchachos que habían hablado segundos antes con Murata se alejaban de él, con miedo por ser los siguientes en entrar en las profundades del infierno. Tras esto gira la cabeza y ve llegar a Kaede y Sinichi, ella porta un maletín, él, una carpeta. 

- Ah, ya habéis vuelto. Por favor, entregadme la lista y volved a la fila.

Te acercas a la mochila con cautela, en su interior encuentras lo típico: Libros, carpetas, lápices... También ves el móvil de Miyu (recuerdas que lleva falda, por lo que no puede guardarlo en su bolsillo). Cuando metes la mano en el bolsillo pequeño de nuevo, te das cuenta de que hay un bulto. 

Al sacarlo te fijas en que es un pequeño saquito cerrado con un lazo. Abres una mano y con la otra, lo sacudes para que lo que hubiese en su interior caiga en esta.

Una lluvia de dados azules y rojos cae como si fuese una cascada con brillos multicolor. Levantas la bolsa con rapidez para que no se caigan, pero puedes contar al menos un dado azul y 4 rojos en tu mano, todos brillando con la misma intensidad que el que viste antes. No solo eso, también parece que los deseas, pero esta vez estás en peligro y no quieres cometer errores tontos.

Está claro que podrías meter los dados rojos en la bolsa y engañar a Miyu con el nuevo dado azul conseguido, pero ¿Cuántos dados más hay en la bolsa? ¿Podrías llevarte más de uno? ¿Y por qué no coger los rojos también? ¿Se dará cuenta antes de que puedas huir?

Todos estos pensamientos pasan por tu cabeza, en tu interior, sabes que tener más dados es algo bueno ¿Pero te arriesgarás a que te descubra?

¿Qué haces?

Con destreza, Yuzuke se aparta del camino de Ryû, esquivando su puñetazo y dejándole desequilibrado. En ese momento Yuzuke aprovecha y se coloca cerca de las escaleras al siguiente piso. Cualquiera diría que simplemente han cambiado posiciones, pero siguen estando relativamente pegados el uno al otro y en un rango lo suficientemente cerrado como para seguir peleando.

Intento hacerle un ataque de fuerza, o un barrido de piernas para tirarlo al suelo, si se puede.

Si quieres tirarlo al suelo, tendrías que darle en las piernas. Como es un ataque, te costaría más que simplemente atacar a una parte cualquiera de su cuerpo (Golpear te resultará más difícil).

Puedes intentar placarle, eso no causa daño pero puedes usar tu modificador, pero lo contaré como un ataque porque estáis luchando y él puede intentar defenderse como si estuviese en combate.

El chaval se te lanza para atacarte, ahora mismo estás lejos de las escaleras.

La mirada de Haruo que parecía haber estado contemplando el vacío mas absoluto cambio en menos de un segundo al oír la propuesta cambiada por la directora, una posibilidad de ir a la universidad que el quiera y vacaciones pagadas, si lo conseguía era como un sueño hecho realidad, sus ojos ahora estaban iluminados y llenos de posibilidades, ahora solo le faltaba pensar con quien iba a formar grupo, volvía a su estado serio mientras pensaba en quienes podrían ser los compañeros ideales para conseguir ganar esta "apuesta".