Partida Rol por web

Con total seriedad y con el cuerpo firme como un militar me dirijo a la subdirectora…

Lamento el retraso subdirectora. Yuzuke se desmayó y unos compañeros lo llevaron a la enfermería. Si no es mucha molestia… ¿alguien me podría decir de qué trata el juego? Aunque no pueda participar, como delegado de la clase, me gustaría estar informado de estas cosas.

Miro a mis compañeros tras mencionar el juego para ver que reacción causa en ellos. Temo que pueda resultar poco ético por lo que había escuchado hasta ahora. Eran mis compañeros y no iba a permitir ningún tipo de trato sospechoso por parte del profesorado.

Haruo se gira como si le hubiesen asustado pero suelta un suspiro de alivio.

-Eh, si, ¿te encuentras bien?, te encontramos tirado en el suelo inconsciente, ¿te acuerdas de lo que ha podido pasar?- Dice Haruo con clara muestra de preocupacion aunque algo pensativo como de costumbre.

-Me pregunto si se habra peleado con Takeshi, lo dudo pero tiene toda la pinta.- Pensaba para si mismo.

Luego te comentamos Ryunosuke, no creo que este sea el momento adecuado, estamos aquí para ver las instalaciones no para cotillear.

Esperaba pedir ayuda después pero no en presencia de la subdirectora podría ser contraproducente.

Yo si tengo una duda subdirectora, cuando hablamos de proyectos, ¿también cuentan lo proyectos personales o extracurriculares?

No me importaba mucho, ni pensaba darme una vuelta por ahí pero intentaba desviar el tema del juego para no hacerlo mas grande.

Levantándose solemne, Yuzuke se dirige hacia Haruo.

Sí, estoy un poco aturdido. Lo cierto es que no recuerdo qué ha pasado. ¿Supongo que debo darte las gracias? En cualquier caso, ¿qué estás haciendo aquí? ¿Te aburrías en clase y te estás escaqueando?

<Enfermería>

-No, no, para nada, estaba preocupado y la enfermera tenia que marcharse durante un momento así que me he quedado yo contigo simplemente, ahora bueno a esperar que vuelva y volver con los demás antes de que Akamine se vuelva loca y mande un escuadrón de exterminio a por nosotros.- Dijo Haruo tranquilamente y finalizando sus palabras con un obvio tono de broma.

<Enfermería>

Je. Suena a algo que la subdirectora haría, sin duda alguna. Bueno, ya no tienes que preocuparte. Volvamos juntos. 

Diciendo esto, Yuzuke se pone en camino.

A Fumiko se le van los ojos cuando la subdirectora les muestra las computadoras. No para de imaginarse la genialidad de red que debe de ser aquella, y se propone, en la primera oportunidad que tenga, venir a explorar ese mundo increíble. 

Sus compañeros hacen varias referencias a una actividad que tuvo lugar mientras ella estuvo ausente pero ninguno explica qué fue lo que sucedió, hablan todos con un gran misterio. Ella resuelve que si desea enterarse de lo que pasó no debe hablar al respecto sino esperar a que alguien lo mencione cerca de ella, ya que sabe que si se acerca a alguno de sus compañeros con una pregunta, se burlarán de ella y se volverán herméticos.

La subdirectora dice que va a mostrarles el parque al que, por ser ahora alumnos de segundo año, tienen acceso. Esto no interesa a Fumiko para nada, pero con su mejor cara de nada sigue al grupo hacia donde van.

Kaede mira la sala con curiosidad, le encanta. Computadoras tan potentes como aquellas, a su alcance... en algún momento tendría que examinarlas con más tiempo.

Antes de marcharse, quería hacer una pregunta, así que alzó la voz tras Takeshi - Subdirectora ¿Qué ocurre si alguien realiza actividades ilegales en estos pcs? No es que yo vaya a hacerlo, pero tengo curiosidad - No quería atraer la atención hacia ella de esa forma, pero si algún compañero hacía algo así, y se enteraba, podría tener ventaja...

Murata contempló la sala de ordenadores  totalmente maravillado, pensando en todo lo que podría llegar a hacer con aquellas máquinas a pesar de sus limitaciones autoritarias. A fin de cuentas aquel era su mundo, una de sus dos especialidades: la tecnología. Curiosamente casaba muy bien con su especialidad número dos: evitar el contacto con la gente.

Cuando se ponía delante de una pantalla Murata era capaz de pasar horas y horas entretenido sin echar nada y mucho menos nadie de menos, y mejor aún, olvidándose de todo el mundo que le rodeaba. Sentía lástima por tener que dejar aquel lugar pero sabía que no tardaría mucho en volver allí.

Estaba mirando distraída la clase, cuando Emi oyó la palabra "parque" se emocionó. Adoraba la naturaleza, las plantas y los animales.

Yo no tengo ninguna pregunta - Dijo Emi feliz, cuando quiera nos podemos marchar subdirectora! No podía esperar para llegar al parque.

Tampoco esperaba que el parque en sí fuese gran cosa, pero supuso que para ser un gran instituto deberia ser bonito al menos. Desde pequeña le encantaba todo lo que fuese exteriores y naturaleza, quería tirarse en la hierba y mirar al cielo, para sentirse libre como un pájaro al menos por una vez.

Haruo asintió con la cabeza y siguió a Urahada.

-Me pregunto que sera.- Es lo único que se le pasaba por la cabeza mientras caminaba.

Salís de la enfermería, que estaba localizada al final de la primera planta. Vais a utilizar las escaleras, cuando una muchacha de pelo morado casi choca con vosotros.

- Ah, ¡tened más cuidado, imbéciles!

Al principio no la reconocéis, porque la acabáis de conocer, casi. Pero es Miyu, la chica extranjera que recientemente se unió a vuestra clase. Cuando se da cuenta de quiénes sois, abre mucho los ojos, y su expresión cambia a una de una chica dulce y triste.

- Lo siento, qué maleducada... simplemente es que no me encuentro bien... Voy a la enfermería, eso, la enfermería. Akamine ya les ha enseñado el laboratorio a nuestros compañeros, estoy segura. Deberíais daros prisa si queréis alcanzarlos.

Tras esto mueve su cuerpo de un lado a otro, como con impaciencia por encontrar un hueco para marcharse.

La señorita Akamine inhala con paciencia. Al fin y al cabo su trabajo era ser útil para la educación de los alumnos.

- En primer lugar, calma, estudiante Kishi. Iremos enseguida. Luego, los PCs pueden utilizarse para ambos proyectos, personales o no, algunos alumnos incluso lo usan para entretenerse, aunque desanimo totalmente a realizar esa clase de uso con las computadoras, el instituto es un lugar de enseñanza, no de recreo. - Durante estas últimas palabras frunce el ceño, es bastante obstinada con ese tipo de asuntos, como si ella nunca hubiera sido una adolescente. - Y cualquier uso de los ordenadores que conlleve actos ilegales tales como el modificar software sin consentimiento del dueño o comportamientos indeseables recogidos en la ley desenlazarán en expulsión inmediata del alumno y su entrega a las autoridades locales o nacionales, dependiendo del peso del delito cometido.

Si no hay más dudas, marchemos.

La subdirectora os saca del laboratorio, y tras cerrar la clase, se pone en marcha. Llegáis al final oeste del pasillo y bajáis por las escaleras. Una vez en el primer piso, le da la llave maestra a Ryu:

- Una vez más, te encargo que devuelvas esto a secretaría. Cinco minutos, tienes cinco minutos. Estaremos en el parque dentro del instituto. No quiero más tardanzas. Irás solo.

Al resto os conduce por un pasillo que termina en un pequeño edificio con taquillas en las que se suelen guardar los zapatos. Veis que todos tienen nombres asignados, pero no conocéis ninguno. Salís por las puertas y dislumbráis un campo de fútbol a la derecha, y a la izquierda, varias mesas de picnic encima de un campo de hierba. Alrededor de estas veis árboles, que van aumentando en número a medida que se aleja de vosotros. 

Os acercáis a las mesas, la profesora se sienta en uno de los bancos, cruza las piernas y se dirige a vosotros mientras sostiene la lista de alumnos.

- Las reglas del parque son sencillas: Se recoge lo que se ensucia, nada de maltratar animales o plantas, no se daña el material del instituto - Dice mientras golpea con el puño la mesa de madera - Respecto al "bosque" que tenemos detrás, se trata de un lugar de meditación y tranquilidad. Mientras que no es muy profundo, les recomiendo que sepan por dónde han venido, ya que tendrán que andar un poco hasta que lleguen a alguna de las vallas que lo contienen, y los gritos desde el interior del bosque no se escuchan ya que los árboles ahogan bien el sonido. Totalmente prohibido entrar de noche, como al resto de la escuela, y aún más prohibido realizar... actividades escandalosas en él. No seremos discretos respecto a ellos. - De nuevo, una mirada tenaz ¿Es que nunca ha sido joven? Tras suspirar, coge un bolígrafo y se dirige al resto de la clase.

Muy bien, ahora, pónganse en fila. Si tienen alguna duda pueden preguntar, pero lo que más me interesa saber es si alguno está interesado en apuntarse a algún club deportivo o no deportivo. No importa si no los tenemos, en estos momentos hay aulas vacías y tenemos dinero para sostener algún que otro club más. Esto quiere decir que si se unen, es posible que nazca uno nuevo. También contaremos con otras clases para esto, obviamente. 

Tras oír esto, las cuatro diablesas de la clase gritan al unísono que quieren un club de baile J-Pop, o de idols. Uno de los chicos apoya la decisión, aunque dice que él no tiene intención de unirse. Haruna y Takara no están interesadas, el club de Judo al que acuden es todo lo que les interesa. Akemi permanece callada, como siempre.

¿Y ustedes? - Os mira con curiosidad.

Llegas a secretaría. Esta vez, tras tocar en la puerta, nadie contesta. Intentas abrir pero la puerta está cerrada.

Obviamente, no eres tonto, usas la llave maestra y entras. Como esperabas, la oficina está vacía, cierras la puerta tras de ti. Observas esta, pero lo que más te llama la atención es un dado de color azul, colocado en la esquina del escritorio gris cemento donde la secretaria estaba trabajando antes. No sabes de dónde ha salido, pero llama mucho tu atención, y sus colores azulados brillan a pesar de la ausencia de luz directa. Quieres poseerlo, te llama.

Oyes unos pasos al otro lado de la puerta, y luego unas voces. La secretaria está de camino, pero se ha distraído hablando con otra profesora. Tienes alrededor de dos minutos en la oficina para hacer algo antes de que entre por la puerta.

Bah. Solo es un puñetero dado. No va a notar su ausencia. Y mola demasiado para que lo tenga la perra esta.

Cojo el dado sin pensarlo y salgo de secretaria. Cierro con llave nuevamente y me voy a otro pasillo. Esperare a que la secretaria vuelva y entonces llegare yo a devolver la llave.

De otro modo podrían atar cabos. Si yo he sido el único enviado a devolver la llave y desaparece un objeto con la puerta cerrada…

Escondo el dado donde nunca se atreverían a mirar. No sea que sospechen. Entre mis partes estará seguro y calentito.

<Pasillo frente a la enfermería>

Yuzuke pasa su brazo sobre los hombros de Miyu, reconduciéndola de vuelta a la subdirectora.

- Hola, Miyu, ¿te encuentras mal? Por desgracia la enfermera ha salido, pero no te preocupes. Estaremos pendientes de ti, no dejaremos que te pase nada, ¿vale?

-Que escena más extravagante.- Pensaba Haruo mientras su cara reflejaba una leve sonrisa.

-En realidad la enfermera va a volver dentro de pocos minutos así que, bueno no se, ya sabes.- Dijo Haruo mientras caminaba intentando disimular su incomodidad.

El participar de un club deportivo me parecía interesante, sin embargo no podía descuidar el celular durante las actividades del club por lo que estaban descartados, todavía había otros en los que podría participar y podrían ser interesantes.

No tengo las ganas de hacer un club desde cero, ¿habrá uno de periodismo o de fotografía?  Con esos dos clubs podría tener cierta libertad de moverme por la escuela, espiar un poco tanto a alumnos como profesores y será divertido, no se me podría haber ocurrido algo mejor.

Eso, a mí también me interesaría un club así! Afirmó Yusura. Era una buena forma de tener una excusa para llevar una cámara y entrar en sitios sin que le hicieran muchas preguntas, por tanto ya tenía decidido que quería entrar a un club así.

Deportes no sé muchos además, soy bastante torpe... confesó, no quería nada que ver con ellos, se les daba fatal y sería el hazmereír de nuevo...