Partida Rol por web

Yusura, dudidativa, baja las escaleras sin saber muy bien que hacer, tras eso, busca a Takeshi para hablar con él a solas. Antes se había acercado a ella y quizás podría ayudarla...

Sale al patio y comienza a buscarle con la mirada.

Mierda...

Sinichi había estado esperando a que Kaede llegase a clase, y justo cuando iba a hablar con ella, la secretaria se la llevó...

No tengo mucho que hacer entonces.

Susuró entre dientes. Tras esto, andó hsata la patio para buscar a Masaru.

<En el patio trasero>

Murata se dejó llevar por Fumiko sin oponer resistencia, con el tiempo justo de recoger su maletín con todas sus pertenencias dentro, y escuchó las ideas de su compañera con cierto nerviosismo y atención. Asintió con la cabeza cuando ella terminó de hablar, pero en su cabeza solo había retenido una cosa.

¿Presidente?...¿Yo? Yo sería el presidente...La autoridad...Sí...Sí, eso puede estar muy bien...

-De...De acuerdo. Me parece bien.

Con pulso tembloroso alargó la mano derecha en dirección a Fumiko, haciendo un esfuerzo sobrehumano para mirarla a los ojos.

-S-supongo que esto nos convierte en...En amigos, ¿verdad? ¿Señora secretaria?

<En el patio trasero>

Sonrío a Murata, con un leve sonrojo en mis mejillas. Supongo que sí. Por cierto, dicen que eres bueno con la informática. ¿Tú que prefieres, potencia de equipo o velocidad en internet? Yo, por ejemplo, tengo un equipo bueno pero no es nada del otro mundo, pero a cambio tengo una conexión de banda ancha que he tuneado para reducir un poco al velocidad de bajada y subir bastante la de subida. De hecho, tengo 8Mb de velocidad de subida.

Dios, estoy deseando probar estos ordenadores. ¿Qué velocidad de subida tendrán? Miro a Murata. ¿Tú qué equipo tienes en tu casa? Quizá algún día podría ir a verlo añado, con una risilla nerviosa.

<En el patio trasero>

Terminando las clases del exhaustivo primer periodo de clases me dirigí a la parte trasera del edificio, pues estaba algo entumido y quería correr un poco antes de que nos pidan regresar a la aburrida aula, llegando ahí empecé a analizar el patio y los grupos de alumnos para un buen recorrido de alta velocidad.

Te quedas observando durante un momento, hasta que Karin te mira de vuelta. Tras unos instantes, ves que les dice algo al resto de las chicas, y se levantan todas de la mesa. Dos de ellas se dirigen lejos del parque, hacia la pista de fútbol, mientras que la líder y Junko se acercan a ti.

Antes de que puedas decir nada, Karin se adelanta:

- Sé que quieres hablar a solas, pero lo que tengas que decirme lo puedes decir delante de ella. - Mira hacia Junko, que desvía sus ojos hacia el suelo, tímida. - Simplemente haz como si no estuviera. Pero antes...

Te hace señas para que la sigas, se adentra en el parque junto a su amiga. Aunque más bien parece un bosque. De todas formas no se aleja mucho, pero se coloca en un sitio donde es difícil veros desde fuera. Muy posiblemente para evitar rumores. Tras llegar, se apoya en un árbol y te mira fijamente, esperando a que hables.

En tu búsqueda, llegas hasta el patio. Lo que ves allí no te deja indiferente.

Estáis todos en el patio, cuando os fijáis en algo extraño: Hay alguien que parece un poco más joven que vosotros. Es solo un año, por supuesto, pero al ser adolescentes es más notable.

Al parecer uno de los del primer año se ha colado dónde no debía, pero antes de que podáis acercaros a regañarle, parece que se os han adelantado.

Tora (Toranosuke), el chico de vuestra clase, y otros dos muchachos de estatura y complexión fuerte ya se han acercado al pobre muchacho. Al principio solo le gritan, pero el junior no se lo toma bien y les grita de vuelta. En un abrir y cerrar de ojos, el chaval está cayendo al suelo por un puñetazo en la cara que Tora ha lanzado. Pocos segundos después uno de los otros chicos, posiblemente de otra clase, agarra al susodicho y lo clava en el suelo, mientras el segundo desconocido levanta la pierna cerca de la cara del novato, todo mientras sonríe malévolamente.

Lo que le está por venir no es bonito.

Mientras charláis, no os dais cuenta de que dos personas andan cerca de vosotros. No es hasta que no escucháis unas risitas que notáis la presencia de dos de las diablesas, pero no son la líder ni Junko. Las susodichas os miran mientras se tapan la boca y señalan. Cuando ven que las miráis, una de ellas se pone la mano cerca de la boca y os grita:

- ¡Menuda pareja de perdedores! ¿Os habéis dado cuenta de lo poco que valéis los dos y os ha dado por juntaros no? - Mientras dice esto, la otra estalla en carcajadas - Si es lo que dicen, Dios los cría... ¡pero está claro que estáis hecho el uno para el otro! ¡La escoria tiene que estar con la escoria! - Tras parar de reír, la que no habla ha sacado el móvil para haceros fotos mientras contiene la risa.

A pesar de los berridos de la chica, podéis oír algo de alboroto en el patio, pero es un sonido lejano y no lo escucháis bien.

<En el patio>

Yuzuke corre rápidamente y proporciona una patada al que está a punto de pegar al chico.

Por un momento Fumiko nota como el rubor quiere aparecer en sus mejillas. No seas tonta, es lo que quieren. Hazles frente de una puta vez. Sonríe mientras saca el móvil y también les hace una foto. Luego, empieza a teclear en el móvil, llegándoles a ambas sendos pitidos de una actualización de facebook. Tras un rato, se acerca a susurrarlas algo antes de ofrecer a Murata que se alejen de esa zona mientras contesta a sus palabras.

< en el móvil de Fumiko >

Lo primero que hace es publicar en el muro de cada una de sus compañeras la foto que les ha hecho con el siguiente comentario:

"Aquí tenéis a dos auténticas perdedoras, que se creen algo por ir con la chica más popular del instituto. Lo que no se dan cuenta es que nadie las va a querer, sólo las usarán para acercarse a su amiga. ¿Qué creeis que pasará cuando en unos años, su amiga se separe de ellas para vivir su vida? ¿Creeis que alguien se querrá acercar a estás segundonas?".

Supongo que intentarán borrar el comentario, pero antes de que lo hagan bloqueo sus cuentas de facebook. Nada grave, solo para que de tiempo a que la gente vea lo que puso y respondan.

< en susurros a las diablesas >

Tened cuidado, ahora me he dado cuenta de lo mucho que puedo dañar a quien se mete conmigo usando la red. Ahora me he limitado a bloquearos la cuenta, la próxima quizá os la borre directamente, con todos los contactos e imágenes que tengais. O quizá haga que os expulsen del instituto. Ya no soy la del año pasado, no voy a consentir que os metais conmigo, y menos aún con mis amigos.

Desconocía que tuvieses tanta confianza con Junko aunque, por desgracia, lo que quiero ofrecerte es solo para ti… salvo que también quieras compartir eso con tu amiga…

Pensaba en cuanto me gusta nadar por la noche y lo emocionante que sería hacerlo en la piscina del instituto. Conozco a alguien que nos podría abrir la puerta.

Por supuesto… esto quedaría entre tú y yo. Nuestra pequeña aventura y nuestro pequeño secreto. – le guiño un ojo y sonrío con picardía

Al ver y escuchar a las Diablesas el primer instinto de Murata es salir corriendo, meter la cabeza bajo tierra o simplemente desaparecer del mundo. Aprieta los puños y los labios con fuerza sin saber qué decir o hacer, guardando silencio cuando Fumiko les devuelve la jugada. Murata la mira con la boca entreabierta, y como si eso lo hubiera armado de valor da un par de pasos hacia las Diablesas y las apunta con el dedo, tratando de controlar el temblor de su pulso.

-Entonces...Entonces ahora entiendo por qué vosotras pasáis tanto tiempo juntas. Porque...Porque sois escoria. Y si vais solas nadie os querría ni os haría caso. Vosotras...¡Vosotras sois las auténticas perdedoras!

Al ver como le daban tal tunda al pobre muchacho, fue rápidamente a parar a Tora, al menos intentando sujetarle el brazo.

- ¡Eh Tora espera! ¿Qué estás haciendo, es un alumno!? Es verdad que no debería estar aquí pero no se merece esto - Gritaba con desesperación, no era muy fuerte y temía meterse en una pelea...

Mientras terminaba de planear mi ruta una trifulca se armó, el pobre de primero  se había metido con los equivocados, no tenía intención de intervenir, un regaño fuerte sería suficiente, ero cuando Toranosuke y compañía empezaron a ponerse violentos y Yuzuke corrió con intenciones claramente agresivas fui a hacer lo mismo, esto no debía crecer más de lo que era.

Usando unas secciones de la ruta planeada corrí y salte por obstáculos para llegar hasta Yusuke justo cuando lanzara la patada para cortarla con un pequeño empujón que a lo mucho le tiraría.

Vete… le dije el muchacho tirado, antes de que se pusiera peor después me dirija al grupo de Tora y compañía.

Las chicas, mientras rién, escuchan como Murata les responde desde lejos. Tras esto abren sus bocas para contestar de vuelta cuando reciben notificaciones en sus teléfonos. Tras sacarlos y mirar el contenido, se les cambia la cara. Se les ve frustradas, tecleando tanto como pueden, pero esto solo les pone más nerviosas.

Al final, levantan la mirada y ven a Fumiko a su lado, que les susurra algo antes de apartarse y volver junto a Murata. Sus rostros reflejan una mezcla de rabia y frustración, por lo que se turnan para gritaros:

- ¡Esto no quedará así, malditos bastardos!

- ¡Eso es, quién os habéis creído?! Esto es ilegal, que lo sepáis. Ya veréis cuando se entere Karin.

- ¡Vamos a convertir vuestra vida en un infierno, malditos "losers"!

Tras esto se miran entre ellas y se susurran algo:

- Vamos a la sala de informática, tenemos que desbloquer nuestras cuentas.

Una de ellas os levanta el dedo del amor mientras se marcha, mientras la otra os lanza una mirada llena de odio. Tras esto os quedáis solos dónde estábais, y unos gritos se hacen un poco más evidentes desde la parte central del patio.

En unos segundos, el patio se había convertido en el centro de un pequeño caos.

Sinichi llegó hasta Tora y le sujetó el brazo, esto sirvió para que se diese la vuelta con una cara molesta, pero no parecía muy dispuesto a luchar, por lo que simplemente se sacudió del agarre de este y se echó a un lado.

Por otro lado, Yuzuke estaba a centímetros de romper unas cuantas costillas del alumno que iba a patear al joven chico, cuando Takeshi desvió esta con la palma de su mano, dejando a Yuzuke algo desequilibrado. Sin embargo tras pegar un pequeño salto hacia atrás, recuperó el equilibro.

Takeshi le dió la espalda para dirigirse al muchacho, que estaba a cuatro patas en el suelo. Mientras tanto, el alumno que iba a recibir el ataque de Yusuke se había acobardado y cedió en su intento de patear a este,  a la vez que el otro alumno de segundo año os miraba a todos con incredulidad. Tras esto se posicionó junto a su compañero, listos para defenderse.

Tora fue el primero en romper el silencio:

- ¡Qué cojones estáis haciendo! Este imbécil no debería estar aquí ¿Por qué lo defendéis? ¿Acaso sois retrasados? ¿Estáis buscando pelea?

Ves que Karin duda durante un momento. Mira a su amiga, ella le devuelve la mirada fijamente, y de nuevo te mira a ti. Pasa un minuto y estáis todos en silencio, lo cual queda algo extraño, pero notas que la chica está pensando y no quieres interrumpirla.

Tras esto, te dice con calma:

- No pretenderás que acepte sin más, apenas nos conocemos, incluso habiendo estado en la misma clase. Creo que si me invitas a cenar esta noche en un sitio bonito, podría acceder a tu propuesta.

Ah, y no intentes nada raro. Es la razón por la que he traído a Junko conmigo. Ella ya conoce tus planes. ¿Qué dices entonces?

Te das cuenta de que no le desagrada la idea, simplemente está indecisa porque apenas sabe de ti y le parece algo atrevido.

Como si no lo hubierais hecho ya susurra ante la última amenaza de las diablesas. Cuando se marchan, vuelve a mirar a Murata, con una sonrisa, mientras espera una respuesta a lo que dijo antes de la interrupción. El ruido en el patio llama su atención, y se gira hacia allí, pero le es más importante la respuesta de su interlocutor que una casi segura riña de instituto.