Partida Rol por web

Die Gehassten. Capitulo 1: Normandia

Cambio de planes

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09/04/2010, 16:30
Albert Bennett Lévesque

-Señor. -dijo al capitán en modo de despedida mientras realizaba una pequeña reverencia con la cabeza en muestra de sumo respeto.

Luego se dirigió al teniente Parks, le entrechó la mano -Mi más sincera enhorabuena por el ascenso teniente, será un honor servir bajos sus ordenes. -y avanzó hacia la oficina que les había indicado.

 

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09/04/2010, 23:26
James William Reynolds

James despidió a su oficial de una manera parecida a la de su compañero Albert y esbozó una ligera sonrisa por su broma pensando en su interior: que morro tiene, seguro que no vendrá al frente hasta que todo esté despejado... Aunque el sureño sabía bien que el capitán ya había pasado por suficientes infiernos en su época como suboficial. Siguió tanto a su compañero como a su nuevo oficial al mando, el teniente Parks hacia la oficina.

Lo mismo digo, ahora igual me confundo y le llamo alférez sin querer, espero que me perdone. —añadí esbozando una media sonrisa.—

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10/04/2010, 15:28
Daniel T. Parks

Gracias chicos. Dijo mientras cerraba la puerta del despacho. Como ya os ha dicho el capitán soy el teniente Daniel Parks y seré vuestro superior en esta misión. Daniel calló unos segundos para repasar mentalmente lo que les iba a explicar.- Bien. Nuestra misión consiste en eliminar a un oficial alemán que nos puede poner las cosas dificiles durante el desembarco en las playas. Para ello saltaremos en paracaidas por la noche cerca de la ciudad de Carentan, que es donde está dicho oficial. Una vez estemos en tierra nos agruparemos los tres y nos dirigiremos a un cruce donde esperaremos a una persona que nos ayudará. Cuando llegué dirá "rayo" a lo que nosotros responderemos con "trueno". Una vez estemos los cuatro urdiremos un plan para acabar con nuestro objetivo y escapar del pueblo para reunirnos con nuestras tropas en las playas.Daniel se quedó pensativo recordando si se le olvidaba algo por decir. A las 5:00 tienen que estar listos en el aeródromo de la base con el equipo de salto y el que vean necesario para la misión. ¿Tienen alguna pregunta?

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10/04/2010, 16:44
Albert Bennett Lévesque

Todo claro señor, sólo una pregunta ¿donde podremos descansar esta noche? -formulo mientras intentaba disimular un pequeño bostezo a causa del sueño.

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10/04/2010, 16:36
James William Reynolds

Escuchó la introducción a la misión y se quedó pensando por unos segundos. Si él se tenía que encargar de ese oficial, por la noche, y sin la luna llena era muy difícil acabar con un blanco y mucho más confirmar la baja. Si en verdad estaban confiando en el sureño para aquella misión muy desesperados tendrían que estar por encontrar a un tirador o es que confiaban demasiado en el soldado de primera James. Negó con la cabeza ante su pregunta y esperó a que respondiera a la de Albert.

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11/04/2010, 15:05
Daniel T. Parks

Podremos pasar esta noche en un barracón libre que hay disponible para nosotros. No perdamos tiempo, ya que a las cinco tendremos que estar en el aerodromo.

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11/04/2010, 22:33
Albert Bennett Lévesque

-Muy bien señor, si usted tambien tiene pensado ir, le seguiremos. Pero si aún quiere tratar algo más con el capitán, sólo ha de indicarnos donde se encuentra el barracón, y ya nos dirigiremos nosotros solos.

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12/04/2010, 02:22
James William Reynolds

James agarró el macuto y se puso junto a su compañero esperando a que nos indicara el camino.

Exacto, no perdamos mucho más tiempo que apenas vamos a dormir esta noche... —agregó disimulando un pequeño bostezo.—

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12/04/2010, 15:32
Daniel T. Parks

Todavía no voy a ir al barracón. Tengo que ir a recoger mis cosas. El barracón es el que está junto a la entrada del aerodromo. Estará vacio así que será facil de encontrar. Dicho esto Daniel se levantó y se dirigió hacia la puerta para ir a por su petate y su equipo.

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12/04/2010, 22:36
James William Reynolds

El sureño tras recibir las últimas instrucciones miró a su compañero.

Bueno, pues ya sabemos donde pasaremos la noche —mencionó mientras andaba con paso lento.— Es una pena que nos separen de la unidad ahora que estábamos entablando algo de amistad, les echaré de menos y a ver si con suerte les volvemos a ver allí.

Notas de juego

Dire, por mí mándanos al avión de carga!

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12/04/2010, 23:02
Albert Bennett Lévesque

-Venga, no nos demoremos en irnos a dormir... y sobre Bob y Archie... seguro que los volvemos a ver, son soldados viejos, y ya no los quieren ni en el cielo, ni en el infierno. -dijo mientras esbozaba una pequeña sonrisa.-

Notas de juego

Si, mejor pasar al avión, que ya hay ganas de matar nazis. XD

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12/04/2010, 23:31
James William Reynolds

Hey! Igual a Doc sí que le quieren en el cielo, —corrigió a su compañero con otra sonrisa—, habrá devuelto a la vida a muchos camaradas así que se merecerá un hueco ahí arriba.

Notas de juego

Muerte, muerte! =P

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13/04/2010, 21:48
Director

Poco después se sumergieron en un sueño intranquilo, más llevados por el cansancio que por las ganas de dormir, su cabeza les hacía recordar escenas de batallas pasadas y la incertidumbre por no saber que se encontrarían esta vez en aquella misión extraña para ellos les despertaba en mitad de la noche a cortos intervalos.

Cuando llegó la hora no hizo falta que el teniente tuviera que esmerarse en despertarles, ya que estaban medio despiertos cuando la hora de la verdad llegó. Recogieron sus respectivos equipos, y los tres salieron hacía el aerodromo.

Allí les esperaba un avión listo para despegar y el piloto y su copiloto charlaban animadamente frente a aquel monstruo del aire. Se trataba de un avión de los utilizados para transportar a las tropas, era bastante grande pese a que solo iban a ir ellos pero al ser un avión para transporte de tropas estaba preparado completamente para el salto en paracaidas.

Los pilotos les saludaron y les señalaron donde debían sentarse y el procedimiento para saltar. también les proporcionaron paracaidas.

¿Han saltado alguna vez? Preguntó el piloto.

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13/04/2010, 22:34
James William Reynolds

Aunque aún el sureño tenía los ojos hinchaos por el poco sueño, conservaba parte de los reflejos para poder responder a una sencilla pregunta.

Sí, un par de veces o tres. —Contestó pasándose las manos por los ojos para esclarecérselos.—

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14/04/2010, 09:06
Albert Bennett Lévesque

Albert apenas había podido conciliar el sueño aquella noche, era extraño, sentía en su interior un nerviosismo que hacía ya mucho tiempo que no le acompañaba; ello le carcomía por dentro... en ésto pasó ensimismado hasta subir al avión. Aún no había amanecido cuando subieron al aparato y el frío tanto fuera como dentro del mismo, helaba los huesos.

-Sólo en las prácticas de salto... -respondió al piloto. -...yo formaba parte de las III división acorazada, a nosotros nos dejaban delicadamente en tierra, así que procure tener un vuelo tranquilo. -dijo entornando una leve sonrisa enmascarada de intranquilidad.

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14/04/2010, 14:34
Daniel T. Parks

Daniel también tenía sueño. Intentaba que no se le notara mucho, pero estaba patente en sus ojos y en su cara. Yo tampoco he saltado mucho, un par de veces como el soldado Bennett. Aunque ya estoy acostumbrado a los viajes movidos. Dijo recordando los desembarcos de Orán y de Gela. ¿Cuanto tardaremos en llegar a la zona de salto?

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14/04/2010, 20:07
Director

Llegaremos sobre el amanecer o quizá un poco antes si hay suerte. Dijo el piloto contestando a la pregunta del teniente. Bien, si ya han saltado conocen como va esto. La luz permanecerá roja hasta llegar a la zona de salto. Unos instantes antes os avisaremos de que estamos llegando y después la luz se pondrá verde y saltareis. Así de sencillo. Dijo con una sonrisa bonachona.

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15/04/2010, 02:28
James William Reynolds

Jim se sentó en uno de los laterales y comenzó a ajustarse los arneses de la mochila junto con los demás mecanismos de emergencia. Apoyó su rifle Springfield -con visor incorporado- a su derecha y reclino el cuerpo apoyando la cabeza en el frío metal del avión. El soldado podía cerrar los ojos ya que todavía podrían pasar muchos minutos antes de que aquella luz verde se encendiera. Ahora miles de imágenes y voces pasaban por su cabeza, desde su primera misión en el norte de África hasta las últimas en la isla de Sicilia. Los pensamientos cambiaron en dirección al piloto, compadeciéndose mentalmente de él ya que tendrá que hacer una maniobra difícil si quiere salir con vida y que ningún antiaéreo le alcance. El soldado finalmiente suspiró echándose hacia adelante. Ahora sus pensamientos iban más enfocados a su vestimenta, en pleno junio, ahora no se notaba porque era por la mañana y temprano pero dentro de unas horas cuando pegara el sol -no tan abrasador como el Alabama al que él estaba acostumbrado- sí que se notaría lo agobiante además de cargante.

¿Os imagináis este traje con todo el peso de la mochila atrás, en el desierto a cincuenta grados, y, además... —hizo un pequeño silencio y amplió la sonrisa.— ...una mujer gorda donde no las haya, de esas que pesan ciento y muchos kilos encima tuya sobándote la cara? —comenzó a reír entre dientes debido a la imagen que se había formado en su cabeza, algo perfecto después del desayuno.—

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17/04/2010, 13:51
Director

Los pilotos terminaron de fumar y subieron al avión que iba a transportar a los tres soldados.

Hijo. Comentó el aviador mirando al teniente. Espero que sean ustedes buenos, porque van a estar jodidos en ese infierno siendo tan poco número. Estoy aconstumbrado a trasladar pelotones enteros y es la primera vez que me veo como chofer de tres señoritas. Bromeó para quitarle hierro al asunto.

Después dió marcha a los motores del avión y las helices comenzaron a girar a toda velocidad. Enfiló el pájaro hacía la pista de aterrizaje y este fue cogiendo velocidad a medida que avanzaba por la recta. Un traqueteo infernal comenzó a sacudir sus cuerpos y empezaron a inclinarse hacía atrás conforme el avión consumaba el despegue. Cuando ya se encontraba en la diagonal perfecta comenzó a ascender y el traqueteo pasó a ser una suave calma rota por el ruido de los motores.

El avión cogía altura y el suelo se alejaba de ellos en la profunda noche inglesa.

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19/04/2010, 22:21
Daniel T. Parks

Daniel se quedó un tiempo en la puerta de la cabina viendo como el avión despegaba y empezaba a coger altura. Después se sentó junto a los otros dos soldados e intentó relajarse un rato mientras durara el "paseito" en el avión.