Partida Rol por web

Die Gehassten. Capitulo 1: Normandia

Un día radiante

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27/11/2010, 13:04
Daniel T. Parks

Tranquilo. Dijo Daniel. Estate quieto. No pasa nada. Daniel fue hacía David y le sujetó la cabeza y comenzó a ladearsela por la fuerza.

Calma. Decía con palabras suaves. Calma..

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27/11/2010, 15:01
David Singht

- ¿Qué ocurre?- Volvió a repetir. Unos segundos pasaron como si hubieran sido borrados de su mente, y entonces vio que se encontraba todo tendido a lo largo en el suelo, y Daniel sujetándole la cabeza como si quisiera ver algo.- Pero acaso esto es real.-

Cada vez se sentía más liviano como si su cuerpo quisiera evaporarse, pero David intentó combatirlo con todas sus fuerzas físicas y psíquicas. Su intento le valió para tener la oportunidad de que miles imágenes le pasaran a gran velocidad por su mente, todas escenas que tenían que ver con lo que había "estado viviendo durante varias hora" pero que no se correspondían por completo con ello. Por fin se dio cuenta que se encontraba encerrado en su propio sueño, el cual intento combatir para salir de él, reuniendo todas las escenas acaecidas y dándoles la verdadera forma que tenían en el mundo real.
 

Cita:

Hola David. Dijo con timidez su dulce voz. Escucha... ya se que hace tiempo que no nos hablamos pero... tengo un problema y no se a quíen confiarselo...

 
 
Separó las palabras, y omitió el armonioso tono de voz para darse cuenta de que las primeras se correspondían con lo sucedido hace unos años cuando David y Daniel se habían vuelto a juntar, y más tarde hacer amigos en el ejército. Mientras que las segundas no hacía mucho que se habían repetido, expresadas de otra forma, cuando el capitán Frank Lewis le dijo sin entrar en detalles que su próxima misión era secreta.
 

Cita:

No se donde está Daniel... Dijo intentando evitar que las lágrimas volvieran a sus ojos, y sus palabras sonaron semiahogadas por un sollozo involuntario. Ha desaparecido, se ha

Temo... temo que le haya pasado algo... No sé si estará bien... Se llevó el rifle y... y...

 
 
Su siguiente recuerdo  tenía que ver con las explicaciones sobre la misión. En resumidas cuentas, Daniel había desaparecido durante una misión tras las líneas enemigas.- Pero, ¿cuáles enemigos eran estos?- El siguiente pensamiento se lo recordó,  hhabían entrado en la Segunda Guerra Mundial por el ataque japonés a Pearl Harbor.
 

Cita:

unos tipos extranjeros llevaban días rondando por nuestra casa... Un día... fue horrible. Me increparon y Daniel salió de la casa a amedrentarlos, pero solo fue por ese día. Después volvieron y... bueno, Daniel se cansó... esta mañana cuando me desperté él ya no estaba en casa, y se había llevado el rifle...

 
Y ahora ellos estaban destinados en el Viejo Continente, más concretamente en Francia, para combatir  contra la Alemania nazi de Hitler.
 

Cita:

No lo sé. Dijo encogiendose de hombros. Parecían europeos.

Jane apenas sabía nada de los paises extranjeros, y menos sobre acentos y otras cosas semejantes.

 

Cita:

Muchas gracias David, no se como podré agradecerte todo esto que haces por nosotros... Ten cuidado por favor. No quiero perderte a ti también. La mano de la muchacha sujetó suavemente la mano de David y por un instante se produjo un silencio incomodo, donde ninguno de ellos supo como actuar.

 
 
Borró todo de su cabeza salvo la última oración, que le recordó al nuevo miembro de su grupo que había tenido que incorporar para cumplir las órdenes del capitán sobre tener siempre informados al Alto Mando.
 

Cita:

Cuando subía las escalerillas mecánicas, tras haberse despedido de ella con dos besos en las mejillas, él le prometió- Señora, lo traeré de vuelta-
 
 
En aquella ocasión ficticia su forma de dirigirse a Jane más bien se había parecido a la forma de dirigirse a un superior, por ejemplo del ejército, que a una amiga.
 

Cita:

Incomprensiblemente para David, cuando disparó, el europeo desapareció de su vista. Por un momento pensó que le había acertado de lleno y que seguramente estaría tumbado muerto en el suelo, pero cuando se volvió para apuntar a los demás, esperándose encontrar a unos cuantos europeos alarmados, tampoco había nadie.

Tan solo la jaula donde estaba Daniel, con él dentro.

 
 
Estos eran sus últimos recuerdos. Habían entablado combate con unos alemanes, y tras un disparo que el sargento sabía que había dado a su objetivo, la oscuridad lo había envuelto en su frío manto.
 
Daniel era la luz a la que debía aferrarse en aquellos momentos oscuros. Recordó los momentos felices que había vivido con él, y que no podía dejarlo a su suerte, debía dar con él y llevarlo sano y salvo a casa.
 
 
La luz comenzó a devorar aquella oscuridad hasta que por fin vio la realidad.

Notas de juego

Me guardo el mensaje, por si borras algo porque pienses que no es el momento adecuado o que esto jamás ocurrirá.

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27/11/2010, 17:01
Director

Un rayo de luz que se colaba a través de las rendijas de una persiana fue lo primero que vió David puesto que la luz golpeaba en sus ojos. Veía todo borroso, sin conseguir enfocar algo en sus retinas. Todas las imagenes se multiplicaban. Dos siluetas sobre él trataban de sujetarle y calmarle mientras él incoscientemente luchaba pro liberarse. Una voz dulce y tranquila trataba de calmarle.

Calma... calma.. Repetía una y otra vez. Solo un poco más. Un escozor terrible en la cabeza, un mareo agudo y un tremendo zumbido que no parecía querer cesar nunca. Era lo que David sentía. Notaba como si estuvieran perforando dentro de su cabeza con un taladro.

Las dos siluetas comenzaron a coger forma en los llorosos ojos del sargento. Eran dos enfermeras. Sus ojos lograron enfocarlas a duras penas, miró hacía los lados. Era una sala blanca, aún le costaba enfocar las imagenes. Trato de hablar pero no pudo.

Una mujer sujetaba la cabeza y el cuerpo de David mientras la otra hacía algo que él no podía ver. También había un médico junto a ellas pero la imagen era confusa. Tenia una jeringuilla. David pestañeó.

Se despertó rato después, aunque él ignoraba cuanto. Seguía sintiendo nauseas y ganas de echar la papilla. Pero logró contenerlas. Aún no lograba enfocar con claridad. Trato de moverse pero no pudo.

Giro la cabeza y vió una sala de hospital, a su derecha había otro hombre, parecían faltarle brazos y piernas. David miró horrorizado su propio cuerpo y se sintió aliviado de encontrarlo intacto. No tenía ningún rasguño, ninguna venda, o al menos aparentemente a simple vista. Sin embargo no podía moverse un apice.

Notas de juego

Borré el final de tu post. Tal vez tarde un poco en volver a postear.

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29/11/2010, 18:50
David Singht

David intentaba moverse pero por alguna razón no podía. Tras rezar para sí mismo para que no fuera porque se hubiera quedado paralítico, y tras haberse calmado, el sargento pensó en que quizás había otra explicación, como por ejemplo que había permanecido en coma durante bastante tiempo, lo suficiente para que sus extremidades hubieran visto sus capacidades motrices casi mermadas por completo.

Tenía que descubrir de que se trataba realmente, así que cuando una preciosa enfermera, cuya complexión y rasgos físicos eran muy parecidos a los de Jane, paso por el pasillo a la altura de los pies de su cama, la llamó.- Enfermera, por favor.-

Notas de juego

Si hay otra explicación para que no pueda moverme, como o parecida a que estoy atado con correas a la cama, te rogaría que me lo dijeras en tu siguiente mensaje.

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06/12/2010, 14:14
Director

La enfermera se sobresaltó al escuchar la voz de Singht.

-¡Doctor Harrison, doctor Harrison! Comenzó a llamar a gritos. Echó a correr hacía él y con voz dulce trató de calmarle. No hables, muchacho. Le dijo la dulce voz de la enfermera. El doctor ahora viene.

Un hombre de pelo y barba canosos apareció por la puerta, era tan alto que casí chocaba con el marco. El color de su pelo y su barba hacía juego con su bata completamente blanca.

-Tranquilo joven. No te resistas, todavía tienes que descansar. Enfermera, inyectele un sedante. Dijo con voz experta.

La enfermera hizo caso y comenzó a hablarle dulcemente, para que David no se resistiera al medicamento. Tranquilo, tranquilo... Poco a poco los ojos del sargento se fueron cerrando y se sumergio en el mundo de los sueños nuevamente.

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07/12/2010, 14:46
David Singht

David no se resistió ante la jeringuilla que se le acercaba, o mejor dicho no pudo, puesto que seguía sin poder mover su cuerpo por una razón que siguió siéndole desconocida puesto que antes de que se diera cuenta ya estaba volviendo a ser transportado al mundo onírico.