Partida Rol por web

Sí, son buenos tíos, espero que no les haya pasado nada grave. - corroboró Robert mientras caminaba.

Richard asiente  a las palabras de Robert y dice.

Lo más seguro es que si calleron cerca del avión, se colocarancerca del bosque circundante, para intentar tender una emboscada a los nazis que pudieran investigar dicha zona. Asi que deberimos tener cuidado no sea que recibieramos fuego amigo por error.

El tiempo va pasando lentamente mientras avanzan por un terreno sin grandes cambios. Sin pararse, Robert agarra su cantimplora, toma un trago de agua y tras cerrar el tapón la deja donde estaba.

Caminaban hablando despreocupados cuando de pronto el sargento hizo un brusco movimiento con el brazo para que guardaran silencio y se quedaran quietos y agachados. Señaló, usando los gestos, a un punto del camino más adelante y les dijo utilizando aquel lenguaje de signos del ejercito que delante de ellos había una MG.

Todos pudieron ver el cañón del arma camuflada entre unos arbustos, algo más adelante, en el lado contrario del camino en el que ellos estaban.

- Continuemos...- Pronunció susurros de forma casi inaudible, a la vez que los acompañaba con gestos de la mano que indicaban el mismo mensaje. Y prosiguió en el mismo tono de voz-...No hemos venido para plantar combate al enemigo.-

El sargento intentó proseguir de la forma más sigilosa y meticulosa que pudo. Intentando no pisar ramas secas o piedras que se desprendieran del suelo, y mover arbustos.

Robert siguió las instrucciones intentando ocultarse lo mejor posible.

Robert pensaba que estaba bien oculto cuando realmente no era así, pues si bien había tapado su presencia hacía el camino no se había camuflado correctamente y era bastante visible. Sin embargo no era ese un problema grave, puesto que nadie se habría fijado en él ya que no llamaba la atención. Lo peor fue que Wayne al intentar ocultarse como sus compañeros para seguir avanzando desapercibido se tropezó con una rama que había en el suelo y cayó rodando al suelo por una ligera pendiente hacía la cuneta de la carretera haciendo que todos los arbustos que había allí se agitaran y sus ramas crujiera estrepitosamente. El escandalo fue tal que incluso alguien que estuviera mirando en dirección opuesta se hubiera percatado. Y los alemanes no fueron menos. 

La MG alarmada por tal estruendo comenzó a disparar en su dirección aunque con la fortuna de no alcanzar a nadie, ya que más bien disparaban a ciegas alarmados por el agitamiento de las ramas y la tensión vivida durante la mañana.

Después de varias rafagas la MG dejó de disparar y se hizo un silencio sepulcral.

David se agachó instintivamente ante la ráfaga de disparos de la MG, una vez el percutor de la ametralladora hubo parado miró atrás para ver que había provocado que les dispararán, entonces pudo observar que Richard no se encontraba en la columna, y que unos arbustos estaban chafados.

En cuanto oyó la primera ráfaga de disparos Robert echó cuerpo a tierra y se arrastró buscando un lugar oculto desde donde poder observar al enemigo, pero la vegetación era espesa y finalmente desistió. De todas formas las balas que silbaban sobre sus cabezas dejaban poco espacio a las dudas. les habían descubierto aunque no imaginaba cómo.

Ted caminaba cerrando la marcha cuando vio como el soldado Wayne tropezaba y se desmoronaba por la cuneta inclinada. Pensó en reirse por su torpeza, pero en cuanto escuchó los disparos de la MG su instinto hizo que se lanzara rápidamente al suelo para proteger su vida, mucho antes de que el sargento ordenase que lo hiciera, y rezó para que ninguna bala hubiese alcanzado a Wayne.

En cuanto caí en la cuneta, oigo una rafaga de disparos de una MG alemana, pero al estar en la cuneta, no me llega ninguna bala, tambien pienso en lo cerca que ha estado y que todo a sido por mi culpa.

Si lo llego a saber, hoy no me levanto, espero que esten todos bien.

Avner también se lanzó al suelo al escuchar los disparos. Miró al sargento preocupado, ¿cómo iban a hacer ahora para recuperar a Wayne y salir de aquella?

Los hombres se echaron al suelo pero no ocurrió nada más. La MG se quedó en silencio y no escucharon a ningún alemán hablar ni ninguna voz ni mucho menos ningún movimiento. Todo estaba en calma. Como si la MG no estuviera.

Al ver que ningún alemán más estaba en las cercanías, David optó por no ir en ayuda de Richard, a no ser que pudiera volver por su propio pie a la formación.

Robert no estaba muy seguro de haber interpretado bien las órdenes, pero lo del silencio era obvio, si el que disparaba con la ametralladora podía ubicar a alguno de ellos comenzaría de nuevo la lluvia de balas.
Poniendo el máximo cuidado en no hacer ruido y en no salir de la cobertura de los matorrales Robert comenzó a avanzar arrastrándose en dirección hacia Richard. Paso a paso fue avanzando y cuando estuvo suficientemente cerca para que él le oyera sin ponerse en peligro, le susurró. Richard, dice el sargento que vuelvas, que te cubrimos

Ted preparó su fúsil y apuntó hacía el objetivo como había hecho el sargento. Aunque no estaba seguro de poder darle ya que, oculto en el suelo no veía nada, y no se atrevía a levantar la cabeza en aquella situación.

Por los clavos de Cristo... Murmuraba preocupado.