Partida Rol por web

Uno de los soldados que se había cuadrado junto a las literas resopló en voz alta cuando el sargento abandonó los barracones.

Vaya mierda. Parece que solo quieren jodernos... Expuso en alto para que todos le escucharan. Me voy a dormir, que Hitler se vaya a tomar por culo...

Cuando el sargento abandonó el barracón, Archie soltó un resoplido de alivio, a modo de respuesta al discurso anterior. Miró a Bob, que se encontraba a su lado, señalando con la cabeza al soldado que había hablado en voz alta y que no conocían. -¿Que te parece? Creo que es ese tal Wayne, parece que no le ha hecho mucha gracia el último cambio de planes. -Esbozó una media sonrisa irónica.

-Bueno, por lo menos ya sabemos lo que pasa, aunque te digo que casi habría preferido salir hoy. Otro día más esperando se me hará eterno.-

Completamente despejado, sabía que tardaría en volver a coger el sueño, así que sentándose en lalitera, comenzó a revisar el petate de manera distraída.

- Sí, yo también pensé eso mismo , otras 24 horas de aburrimiento, y nervios. Es lo peor que hay, porque como te pongas a darle vueltas en la cabeza a lo que nos espera puedes acabar desquiciado. Sin embargo en este caso creo que hemos sacado algo positivo. Antes no sabíamos casi nada, y ahora creo que podemos dar por hecho que dentro de 24 horas, o como muy muy tarde dentro de 48 estaremos en camino hacia territorio enemigo, y eso ya es un punto de referencia. - se removió en la litera sentándose en una posición lo más cómoda posible - y respecto a él, pues que quieres que te diga tío, seguramente la mitad de los hombres del barracón piensa algo parecido, así que no es nada raro lo que ha dicho.

Archie asintió ante lo que decía su compañero, mientras revisaba el cuchillo de combate que portaba el petate, sopesandolo en la mano, y acariciando la empuñadura.  

-Sí, supongo que es lo que pensamos casi todos. Otro día más dandole vueltas al ataque, aunque como dices, por lo menos ya sabemos que el viaje es seguro... -

-En fin, no se si ahora me volvería a dormir, estoy tan despejado que podría irme ahora mismo a dar vueltas al campo de instrucción con todo el equipo - Dijo guardando el cuchillo. A continuación sacó del petate su paquete de cigarros, sacando el último que no había fumado, de algún modo, le hacía desconectar, desde los 20 años, y le ofreció despreocupadamente uno al médico.

- Gracias, pero ya no fumo. Al poco de entrar en medicina lo dejé. Con todos los gases que hay por allí en los laboratorios corres el riesgo de salir por los aires como enciendas una cerilla en el sitio equivocado, y luego cuando hicimos por primera vez la disección de los pulmones de un fumador eso ya fue definitivo. Pero tú fuma tranquilamente, no me molesta en absoluto. Y ahora voy a intentar echar un sueñecito,ahora que puedo, porque una vez hayamos cruzado el canal, vete tu a saber cuántas horas pasarán antes de encontrar un lugar seguro donde poder dormir. - y dicho ésto, Robert se volvió a tumbar sobre la litera y apoyó la cabeza sobre la almohada.

Al día siguiente tocaron diana a las seis y media de la mañana como era constumbre en Upottery. El sargento Singht que había quedado a cargo de la sección les esperaba en la puerta del barracón, sabían que tras el toque de diana tenían apenas diez minutos para dejar la cama lista y estar vestidos correspondientemente para formar frente al barracón.

Así lo hicieron y luego el sargento les llevo a dar una clase ligera de gimnasia, correr un poco y ejercitar algo los músculos para estar en forma y liberar tensiones. Lo hicieron con tranquilidad y sin que esto supusiera un gran esfuerzo, como habían hecho ya el día anterior.

Después llegó la hora de comer, y la comida fue ligera. Estaban en el comedor y según les habían dicho el capitán Lewis pasaría a decirles unas palabras tras la hora de comer.

- Archie, Richard , Robert.- saludó de forma informal a los soldados de primera, mientras se sentaba a su lado para comer.

La comida transcurrió en el más absoluto silencio, en la estancia se podía palpar el nerviosismo producido por el inminente desembarco.

Richard tomaba su sopa en silencio cuando el Sargento Singht entro en el comedor y saludo a la tropa,

- Archie, Richard , Robert.- Richard levantó un poco el mentón saludando al Sargento.

Cuando terminó el primer plato, los cocineros del batallón entraron con una sonrisa de oreja a oreja en el comedor.
En sus manos llevaban bandejas llenas de jarras de cerveza,carne, huevos, salchichas, queso...

-¡Una gran comida para los liberadores de Europa!-dijeron

Todos los soldados rieron y empezaron a comer con gula, menos Richard que miro con cara de indignación la comida y dijo:

-Nos ceban antes de ir al matadero...-agarró una jarra de cerveza y echa un largo trago

El ambiente del comedor cambió radicalmente cuando los cocineros entraron con las enormes bandejas. Ahora se escuchaban risas aquí y allá, pero en la mesa donde se encontraban los tres soldados y su sargento, el clima experimentó cierta tensión con las palabras de Wayne; Lo cierto es que, aunque radicales, reflejaban el pensamiento de la mayoría, en su mayor parte, ya veteranos.

Archie cogió a su vez una de las jarras de ceveza, y mirandóla, esbozó una media sonrisa.

- Bien, pues aprovechémoslo. Tan sólo dios sabe cuando volveremos a comer algo decente...- Dijo meneando la cabeza pensativo, y echando un largo trago, antes de volver a dejar la jarra sobre la mesa.

David paso por alto el comentario de Richard. Pero al escuchar a Archie, cambio de idea, y dio su opinión.- Richard, sería mejor que pensarás de forma optimista como el soldado Avner. En caso de encontrarte tras las líneas enemigas, te será de utilidad para mantener la moral.-

- Hola David - Saludó Robert sin mucho entusiasmo. Los comentarios que le llegaban de una y otra parte le impedían relajarse y su cabeza no hacía más que darle vueltas a lo que pasaría al día siguiente, mientras picoteaba distraído algo de comida.

Richard sonrió con con una mueca sarcástica ante el comentario del sargento:

-Como usted diga señor...solo espero que lo tenga que ocurrir ocurra pronto, ya que la espera se esta haciendo insoportable.

Richard sacó un paquete de Lucky y se encendió un pitillo, dejando el paquete encima de la mesa.

-Coged uno, no se vosotros pero esto es de las pocas cosas que me tranquilizan.

- No, gracias, no fumo.- Rechazó la oferta de Richard lo más cortesmente que pudo.

-Bueno, ya está todo decidido, así que, de que sirve machacarse la cabeza..- Archie meneó la cabeza, como dando a entender que no daba mayor importancia a la conversación. Después de todo, sólo les quedaban unas cuantas horas de tranquilidad.

-El gran lucky strike... Yo te haré un gasto- Dijo sonriendo, agradeciendo el gesto y alcanzando uno de los cigarros que les ofrecía Wayne.

-Gracias Richard, recuerda que te debo uno. -Sacó su mechero, y encendió el pitillo.

El sargento condujó a los hombres al barracón, allí esperaron la llegada del capitán que quería decirles unas ultimas palabras antes del desembarco.

Apenas cinco o seis minutos después el capitán hizo acto de presencia. Llevaba un dossier bajo el brazo y comenzó a dibujar en una pizarra lo que leía en una de las páginas del dossier.

Lo que dibujó fue un mapa de la zona donde iban a desembarcar, la playa de Omaha.

Buenos días señores. Dijo mirando a todos los allí presentes. Bueno, el sargento Singht y todos ustedes, vendrán conmigo, viajaremos en el mismo anfibio. Llegaremos en la segunda oleada al sector de Easy Red, en la playa de Omaha. Formaremos parte del decimosexto equipo de combate de regimiento (RCT). Engrosado con 3502 hombres y 295 vehículos sólo para el desembarco en la playa. Caras de orgullo y algún apaluso salieron de los jovenes soldados al escuchar que tal fuerza de combate iba a desplegarse solo en su sector. El capitán pidió calma con las manos y no pudo evitar mostrar una sonrisa ladeada.

La segunda oleada está destinada a aportar refuerzos, armamento de apoyo y elementos de mando a las unidades que se desplieguen en la primera oleada.

Richard miró el mapa con detenimiento, intentando memorizar todos los detalles del mismo. La cabeza se le llenaba de dudas y preguntas para el Capitan. Se levanto poniendose muy tieso:

-Señor-dijo dando una profunda calada a otro cigarro- solo una pregunta señor, ¿saben contra que tipo de tropas nos enfrentamos...-dio otra calada al cigarro- quiero decir, si son bisoños, veteranos, prisioneros rusos...se escuchan rumores de que en Francia hay destinadas unidades de las SS que no dan un paso atrás y muy bien equipadas.

Richard tiró el cigarro al suelo y se volvió a sentar.

La cabeza de David comenzó a memorizar el plano, centrándose especialmente en su sector de ataque, concretamente en los puntos en los que según inteligencia se había hecho fuerte el enemigo; y la rutas adyacentes para el posterior reagrupamiento de las tropas y  el cumplimiento de la siguiente fase de la operación.

El sargento, que había permanecido de pie(al contrario del resto de los soldados) cerca de la pizarra, estuvo atento a la contestación a Richard.

Inteligencia dice que los alemanes se han tragado la operación Fortitude. Ellos creen que desembarcaremos en el paso de Calais. Eso quiere decir que están moviendo sus tropas hacía allí. Asíque esperamos que haya tropas alemanas aunque sin duda el grueso del ejercito estará esperandonos en un sitio equivocado. Si hay franceses o algún tipo de prisioneros. Rezare a Dios para que apunten sus armas contra los alemanes al ver aparecer nuestra fuerza. Contestó el capitán con gesto tranquilo.

De todos modos Hitler ha dejado bien fortificada la zona costera de Normandia. No crean que por que se hayan tragado el engaño esto vaya a ser un paseo hasta Paris. Pese a no estar tan fortificada como la costa de la zona de Calais, Normandía tampoco va a ser un objetivo fácil. Insistió el avezado capitán. Erwin Rommel, uno de los militares más brillantes del ejército nazi, ha ordenado la colocación de millones de minas, complejos bunkers e ingeniosos obstáculos para evitar una posible invasión. Así lo demuestran las fotografias que los aviones han tomado de la zona durante las pasadas horas.