Partida Rol por web

Robert observaba silencioso el mapa plasmado en la pizarra intentando memorizar hasta el más mínimo detalle. Sabía que una vez salieran de aquella sala sería poco probable tener la ocasión de repasarlo, y no le gustaba nada la posibilidad de perderse cuando estuvieran en cambo enemigo. Escuchó la interesante pregunta del soldado con el que habían compartido mesa, y pensó que parecía tener bastante experiencia en estos temas.
Siguió mirando el mapa, pero su atención se volvió por completo a las explicaciones que daba el capitán. Sí,le esperaba un trabajo árduo, no cabía duda. Había oído hablar de algunos ingenios defensivos que podían causar una muerte prácticamente segura si daban en el blanco, y las minas no eran algo que se pudiera despreciar. En fin, parece que ha llegado la hora de la verdad. caviló mientras su gesto se volvía aún más serio.

Archie se encendió un pitillo, uno de los muchos, como siempre había hecho desde los 18 años, mientras escuchaba las palabras del capitán, respondiendo a Wayne, y memorizaba los detalles principales del mapa de la operación. Se alegró de que contaran con un oficial al mando altamente cualificado como lo era Lewis. Conocía la diferencia que suponía encontrarse bajo un auténtico estratega militar que bajo el mando de un pijo de Yale sin experiencia en combate y puesto en la linea por recomendación. Sin embargo, aún a pesar de las claras explicaciones, era consciente de lo iban a encontrarse en esa playa...Minas, tropas alemanas apostadas, bunkers armados con fuegos de artillería, tal vez panzers tigre... No iban a ponerselo tan sencillo...Se rascó la barbilla pensativo, atento a las últimas aclaraciones..La hora estaba próxima, la misión ya era innegable.

Richard quedó contento con las explicaciones. Se rasco debajo de la gorra, y observó a sus compañeros, que no dejaban de mirar el mapa con concetración, apurando hasta el último minuto de exposición para quedarse con los detalles de la operación. Era soldados veteranos, de eso no había duda, y a Richard eso le tranquilizaba.  

- Erwin Rommell.- Era un viejo conocido, aunque fuera indirectamente, al combatir varias veces contra las tropas que él dirigía, el Afrika Korps; también contra su comandante Gerd von Rundstedt  Esperaba que esa circunstancia, unida a su gran experiencia en desembarcos, le valiera para prever las estrategias del enemigo en la refriega y así salvar a un gran número de los soldados a su cargo, aunque iba a ser difícil.

Asintió, y luego educadamente pidió la palabra al capitán. Una vez que este se la concedió, comenzó a hablar sobre los obstáculos que seguramente se encontrarían en la playa antes de contactar con los nazis .- Esto son sólo conjeturas, pero según mi conocimiento sobre Rommell. La colocación más común que hará de sus elementos defensivos será la siguiente. En el interior del mar, pero sobresaliendo, se encontrarán algunos obstáculos habituales para que nuestros vehículos anfibios no puedan acercarse a las primeras líneas de playa, donde habrá puertas belgas, seguidas de minas trampas ó rampas con minas.-

- Después irán las defensas checas ó algún muro anti-carro...Y en el último tramo la defensa ante las tropas, con una amplia zona de minas, como bien ha dicho el capitán Lewis; y esperándonos en los puntos altos, como todos os esperais, estarán apostadas sus tropas en trincheras, nidos de ametralladoras, y quizás alguna casamata artillada.-

Durante su explicación, David había estado completando con mayor o menor precisión el dibujo de la pizarra, sólo modificando la playa, con unas simples rayas para tener cierta representación de lo que iba explicando.

- Por último y como conclusión, esto quiere decir que no podremos confiar en aprovecharnos del apoyo de los vehículos en la ofensiva.- Miró al capitán, esperando si sus suposiciones, sobre todo la última, eran correctas.

El capitán asintió a las palabras del sargento mientras este hablaba para darles así más categoria y que los hombres le hicieran caso y le prestaran atención.

Así es. Dijo a la conclusión. Como bien dice el sargento debeis estar preparados para casi cualquier cosa. Confio en que la primera oleada salga bien parada y logre facilitarnos las cosas. Pero tened los ojos bien abiertos una vez que lleguemos a las playas.

El silencio se hizo durante un rato en la sala hasta que David lo rompió con la formulación de una pregunta.- Capitan Lewis, ¿contaremos con apoyo aereo para tomar los puntos en los que el enemigo se haga fuerte?-

No conteis con ello. El grueso de los aviones será utilizado para transporte de tropas y para bombardear la zona horas antes de nuestra llegada, al igual que lo haran los barcos. Además, una vez que tomemos las playas sería fácil que nos dieran a nosotros.

El capitán miró alrededor de la sala mientras comenzaba a recoger sus papeles.

¿Alguna pregunta más?

Richard se levanto de la silla y dijo:

-No señor, creo que esta todo jodidamente claro, tenemos que darle duro a esos boches, sino queremos acabar flotando en el Canal. 

Richard se sentó y encendioó compulsivamente otro cigarro. Estaba claro que iba a saber de golpe y en primera persona lo que era pertenecer a la infantería.

Archie fumaba el cigarro como si fuera el último, retiendo los principales detalles, mientras escuchaba las palabras finales del capitán Lewis, respondiendo a las hábiles preguntas del sargento. La intervención espontánea de Wayne fue coreada por la mayoría de los soldados allí presentes, algunos, hasta aplaudieron.

Las informaciones eran concisas y claras, sin margen de duda. Ya conocían el terreno,lo que iban a encontrar, y aunque para Archie no era su primera operación, sabía que esta misión era decisiva.. Asintió, dando a entender que estaba de acuerdo con esas afirmaciones. Ya estaba todo dicho, las piezas colocadas sobre el tablero..sólo quedaba comenzar. Pues no se hable más. A machacar a esos jodidos cabezas cuadradas...

La contestación de Lewis le pareció razonable, y obvia, pues el sargento sólo había hecho tal pregunta para romper el silencio, que parecía que hubiera continuado para largo y le había hecho sentir incomodo pues de esa forma se perdía el tiempo.Por lo menos ahora, con las palabras del soldado Richard, el barracón rebosaba vida

- Una última pregunta, señor. ¿A qué hora y en que lugar deberemos estar listos para partir?- Esta si que era totalmente necesaria y nada obvia.

Espero que así lo haga soldado Wayne. Contestó el capitán a las palabras del soldado.

Recogio sus cosas y lanzó una ultima mirada al grupo y al sargento. A las 7 de la tarde en el aerodromo, iremos en camión hasta el puerto.

El médico asintió ante la mención de la hora de la cita. Bien, parece que todo está dicho, espero que Dios reparta suerte, porque no va a ser un paseo militar.

-Ahí estaremos sin retraso, señor.- Luego, espero a que el capitán saliera del barracón para dar unas ordenes a los soldados a su cargo.

Una vez que el capitán Lewis salió del barracón, el ambiente rebosaba nerviosismo, pero todos los soldados aguardaron las palabras del sargento. Levantándose, Archie se dirigió a Singht con todo el respeto que podía inferir un soldado a su superior.

-Señor, ¿sus órdenes?- Aunque todo estaba dicho, debían darse las últimas instrucciones. Era el sargento al mando de todos ellos, sólo restaba confirmar cuándo estar preparados

 Mientras esperaba las últimas instrucciones, Richard comenzó a revisar su mochila: botiquín, munición, raciones K, cuchillo, granadas, dobló bien el capote...y se puso a desmontar el fusil y a limpiarlo.  No le gustaría tener sorpresas con una MG42 delante. Los soldados mas jóvenes miraron a Richard y comenzaron a hacer lo mismo, este rió de medio lado. 

-Novatos, jodidos novatos, debéis cuidar vuestro fusil mejor que a vuestras novias!

Richard intentó esconder su profundo nerviosismo con su broma.

David vio como el soldado Richard adelantándose a la siguiente orden revisaba(preparaba) su mochila.- Bueno, parece que se me han adelantado....- y entonces la pregunta de Archie llego en un mal momento, las ordenes que iba a impartir ya se estaban llevando a cabo, por lo que por no quedarse callado le respondió y alzo la voz para que el resto de soldados también lo escuchará.- Treinta minutos antes de la hora establecida por el capitán para el punto de  encuentro procederé a una inspección de vuestro equipo, así que ser meticulosos y sobretodo no os olvideis nada.-

Luego, el sargento fue a realizar la misma tarea que ya estaban desempañando con eficacia sus soldados.

Archie cayó en la cuenta inmediatamente de que ya se habían adelantado, así que asintió a las órdenes del sargento, y procedió a revisar su propio equipo de nuevo.

-Ya habeís oído novatos, más vale que hagaís caso.-Dijo sonriendo para sus adentros, pues había escuchado las palabras de Wayne. Mientras, desenvolvió su petate, y procedió a repasar el cuchillo, equipo básico, botiquín...Su fusil, comprobó el mecanismo de expulsión, lo desmontó, lo revisó meticulosamente y volvió a montarlo, para comprobar de nuevo. No le gustaba dejar nada sin revisar

De pronto no se oía una palabra en el barracón, aunque tampoco había silencio.el ruido de los objetos que salían y entraban en las bolsas y de las armas al ser desmontadas y vueltas a montar llenaba el ambiente en el que casi podía respirarse un olor de tensión controlada. Mientras Robert revisaba meticulosamente todos y cada uno de los elementos de su equipaje dedicó un momento para levantar la cabeza y echar un vistazo alrededor y en seguida identificó al tal Richard que habían conocido en el desayuno y que se expresaba de forma tan desenfadada. - y quién sabe realmente cómo es ese tío por dentro? Yo desde luego que no. Pero la guerra a veces hace extraños compañeros, quizá tenga ocasión de conocerle mejor... - Caviló mientras volvía a hundir la cabeza entre sus cosas y las iba revisando y rememorando ocasiones en las que tal o cual objeto había tenido importancia para él.

Todos los soldados comenzaron a revisar y preparar el equipo. Varios minutos después el ruido de fusiles desmontandose y montandose de nuevo, y el tintineo de las balas comenzó a cesar y entonces se hizo el silencio de nuevo, todos esperaban que les dieran el resto del día libre para poder relajarse, instintivamente miraron al sargento esperando la orden de romper filas, pero adivinaron en sus ojos que les tenía guardadas unas palabras antes de la hora decisiva.