Partida Rol por web

DEP

Dos años después.

Dos años después de que Tony Stark construyera un pequeño reactor luminoso para mantenerse con vida, de que Bruce Banner tratase de buscar, en vano, una cura en Nueva York, de que Phil Coulson tratase de recabar información de cómo Stark había escapado de su cautiverio, y de que Nick furia se colase en casa del recién desvelado en público Iron Man para hablarle de la iniciativa "Avengers", el proyecto de películas compartidas de Marvel Studios cogía forma con la secuela de su primera película, Iron Man, estrenada en 2010.

Volvía Tony, volvía Pepper, volvían Fury, el agente Coulson, y llegaba la Viuda Negra anticipando lo grande que se iba haciendo esto. Rhodes cambiaba de rostro por el de Don Cheadle y al fin se convertía en Máquina de Guerra. Nuevas armaduras, nuevos enemigos, y nuevos cameos, el de Stan Lee y el del menos conocido por aquel entonces Elon Musk, cuya fábrica de Spacex se utilizó para rodar escenas en la factoría del villano Hammer.

La película mostraba el progreso del personaje de Tony, que empezaba a ver más allá de su ego, y por fin se dejaba llevar por lo que sentía por Pepper.

Y con esa escena post-créditos en la que Coulson localizaba un martillo mítico, nos daban a entender que esto ya estaba en marcha, que una detrás de otra las piezas iban a ir apareciendo y encajando, rumbo hacia una gran reunión.

En 2011 Marvel Studios, en un gesto de valentía, se lanzó a contar la historia del personaje sacado de la mitología nórdica, el Dios del Trueno, Thor. Hasta ahora, con Hulk, Iron Man y su secuela, habíamos visto películas de superhéroes de las que tiraban de ciencia ficción dando un entorno relativamente familiar para que no pareciesen demasiado inverosímiles. Pero ahora tocaba atreverse con la fantasía épica. Y más difícil aún, integrarla con las otras películas. Menos mal que aquí estaban Coulson y SHIELD para conectarlas.

En esta ocasión, vemos cómo aparece de repente en la Tierra un extraño personaje, y a continuación se nos cuenta esa historia olvidada, de cómo en tiempos antiguos, los dioses de Asgard vinieron a ayudar a la humanidad contra los gigantes del hielo.

El director Kenneth Branagh, experto en el drama shakesperiano y, si se me permite mi opinión, un talento increíble para la puesta en escena, va presentándonos el reino de Asgard, a Thor, a su padre Odín (magestuoso Anthony Hopkins) y a su hermano, Loki, personaje que tras su gran debut en esta película no haría más que mejorar, debido en gran parte a esa gran interpretación de Tom Hiddleston. Drama palaciego, incluyendo el aprendizaje del heroísmo del protagonista, el origen secreto de Loki y su transición de personaje engañoso a villano directamente, con Natalie Portman como Jane Foster, que con sus colegas tratarán de dar la perspectiva humana a todo esto. Escenas ya míticas como Thor tratando de coger el martillo en vano, para descubrir después que debe ganárselo, y el breve cameo de Ojo de Halcón, expandiendo más si cabe el repertorio de personajes.

Esta película no es de las más recordadas del estudio, pero opino que es muy reivindicable por ser la primera que se atrevió con la parte mitológica, fundamental para allanar el camino a lo que vendría a continuación.

En Iron Man 2, ya pudo verse en el cuaderno de notas que su padre le dejó a Tony, entre otras cosas, un diagrama de un cubo de cuatro dimensiones o teseracto. Al final de los créditos de Thor, el doctor Selvig es conducido ante Nick Fury, que le enseña que SHIELD está en posesión de dicho cubo, y de paso nos muestran a los espectadores que Loki sobrevive al clímax de la película. A destacar en la secuencia de créditos, el viaje que nos ofrecen a través del mismísimo Yggdrassil, y ese pequeño rótulo justo antes de la escena postcréditos, en el que ya nos avisan de que "Thor volverá en Los Vengadores".

Muy seguido de Thor, en 2011 llegó la penúltima película de lo que hoy se conoce como la "fase 1" de Marvel. La última antes de la gran reunión.

En esta ocasión éramos testigos de cómo unos equipos de exploración encontraban en los gélidos páramos del casquete polar norte restos de un avión, y en un bloque de hielo, un escudo decorado con la bandera de EE.UU... y algo más. Y a continuación, se nos narra como un gigantesco flashback que abarca casi el resto de la cinta, el cómo y porqué. El misterioso cubo que vimos tras los créditos de Thor aquí tomaba protagonismo, como una reliquia de increíble poder explotada por el villano. Hugo Weaving se marcaba un sensacional Cráneo Rojo, Tommy Lee Jones un general estadounidense de manual y bastante carismático, Hayley Atwell a la Agente Carter, que llegó a tener su propia aunque breve serie años después. Y Chris Evans, ex-antorcha humana, se convertía para siempre en Steve Rogers, que en esta película sufría su propia transformación, de muchacho famélico aunque noble, a héroe en toda regla.

Incluso consiguieron dar una excusa convincente para explicar el origen del llamativo y americanísimo unifore del Capitán. Por otra parte, parte de las piezas que faltaban por encajar van haciendo su aparición, como el Sr. Howard Stark, futuro padre de Tony, que es quien finalmente encuentra el cubo, a partir del cual desarrollará el reactor que su hijo perfeccionará. También se dejaba ver una de las anteriores expos, precursora de la de Iron Man 2. Se dejaban puertas abiertas, como el propio cubo en manos de quienes acabarían fundando S.H.I.E.L.D., si Cráneo Rojo estaba realmente muerto tras esa explosión de luz cósmica, o qué fue de Zola.

Pero ya habría tiempo para eso. Porque tras quedar congelado al estrellar el avión del villano, Steve se despierta en la Nueva York del 2012, justo a tiempo para la gran reunión... como nos mostraron poniendo tras los créditos el primer avance de ésta.

Y al fin, en el año 2012, culminó esa esperada reunión de superhéroes que Marvel Studios había estado cocinando durante años.

Las piezas nos las habían presentado en las películas previas individuales de cada personaje. Ahora tocaba ponerlas en el mismo tablero.

El Teseracto, eje de la película del Capitán América, se volvía a posicionar como Mc Guffin. Loki volvía como carismático y más desatado villano de primera fila, mientras durante la película se insinuaba que alguien en la sombra era la verdadera amenaza.

S.H.I.E.L.D., con su Nick Fury, Agente Coulson y Ojo de Halcón, ya conocidos por sus anteriores apariciones, son los primeros en movilizarse ante la amenaza en un sensacional prólogo, en el que llega Loki con un misterioso cetro, toma el control de las mentes de varias personas y roba el cubo.

A partir de aquí, el primer acto consiste en la reunión y reclutamiento, de Bruce Banner, ahora con el rostro de Mark Ruffalo, del Capitán América, aún habituándose a esta época, y de Iron Man. Tras enfrentarse a Loki en Alemania, Thor llega a la Tierra, no sin ciertos malentendidos y choques de personalidades, y comienza el segundo acto, en el que el equipo reunido indaga en lo que está ocurriendo, desconfían entre ellos, y son manipulados por el Dios del Engaño.

Sólo hay un momento de pausa tras el enfrentamiento en el Helicarrier de SHIELD, para llorar la pérdida de un amigo común, antes de que la película nos lance a Nueva York y dé comienzo un tercer acto enteramente ocupado por la épica batalla para repeler la invasión de los alienígenas Chi-tauri, al mando de Loki.

Esta película encumbró a Marvel Studios y cambió el género de superhéroes, desatando la fiebre y haciendo que otros estudios tratasen, en vano, de crear proyectos similares intentando sin éxito repetir el éxito. Fue tal la acogida que tuvo, que el recuerdo de este éxito lastró producciones posteriores de la Marvel.

Quedan para la posteridad las frases épicas, diálogos fluidos (gracias, Mr. Whedon), como ese tenso interrogatorio que hace la Viuda Negra a Loki, y la paciencia de ir moviendo las piezas poco a poco, juntándolas, ofreciendo un combate aquí, una rencilla acá, momentos de pausa, tiempo para que todos los personajes tengan su momento de peso, su frase destacada, y su momento de gloria en la gran batalla de Nueva York que cambió el mundo dentro de la pantalla y fuera de ella también.

La Torre Stark, que quedaba lista para ser reconvertida, el Helicarrier, parte más Sci-Fi de S.H.I.E.L.D. que tuvieron el buen juicio de reservar para esta película, y planos secuencia que quedan para la historia de las películas del género. Y, por supuesto, con la revelación final del verdadero villano, aunque aún tardaríamos mucho en verle tomar cartas en el asunto, de forma directa al menos.

En definitiva, una delicia de película qeu marca un antes y un después. En el piloto de la serie Agentes de SHIELD, Maria Hill lo dice muy bien. La batalla de Nueva York fue el fin del mundo. A partir de aquí, es un mundo nuevo, con dioses, monstruos e invasiones extraterrestres, y amenazas que antes no podíamos imaginar.

Tras la insólita reunión de Los Vengadores y su resolución, cada uno se fue por su lado... ¿qué cabía esperar después de algo así?

Pues... las consecuencias.

Estrenando la Fase II de Marvel Studios, la última película en solitario del vengador de la armadura, hablaba de las consecuencias. De las consecuencias de menospreciar a una persona en la nochevieja del nuevo milenio, de las consecuencias, para Maya Hansen, de usar los medios que sean para intentar en vano completar su investigación, y de las consecuencias para Tony de el acto heroico con el que salvó Nueva York un año atrás, contradiciendo la cruda frase del Capitán América de que él no era un héroe.

Después de aquellos sucesos enfrentando y rechazando a los invasores, y casi costándole la vida, Tony se encuentra en un estado de paranoia, sabe que ahí fuera sigue existiendo una amenaza, y se ha pasado meses construyendo más y más armaduras diferentes, sin apenas dormir. Comienza a sufrir incluso ataques de ansiedad.

Los hechos de esta película le harán enfrentarse con la situación, y descubrir que es más que un humano pilotando un supertraje. No es el tripulante de Iron Man. Él, es Iron Man, y al aprender esto, es capaz de desprenderse de todo lo superfluo que pensaba que le daba seguridad, sus armaduras, su mansión, sus inventos. Aprende que el héroe lo lleva dentro, y no necesita nada más para probarlo.

Reconozco que la primera vez que se ve esta película, se tiene una mala sensación por la amarga sopresa que da el villano, desaprovechadísima oportunidad de tener al archienemigo de Iron Man interpretado por Ben Kingsley. Reconozco que en el contexto semi-realista, no estaban preparados para meter magia en estas películas. Pero... lastra con un sabor a decepción una película que por lo demás es brillante, tanto por el viaje interior de Tony, como por las magníficas secuencias de acción, desde el ataque a la mansión Stark, pasando por el inolvidable rescate aéreo, y con ese clímax en el que Tony convoca todas las armaduras que le quedan para la batalla final, cambiando de un traje a otro mientras por control remoto el resto lucha contra los enemigos, y con un par de giros bruscos.

En definitiva, una buena forma de empezar la segunda fase.

También en 2013, unos meses después de Iron Man 3, y teniendo entre medias el estreno de Agentes de S.H.I.E.L.D., volvía el Dios del Trueno.

Una película que pasó por la taquilla sin demasiadas halaganzas, tuvo un desarrollo convulso, llegando a rodar en el último momento más escenas de Loki debido a la popularidad que había adquirido el personaje. La parte negativa de ello fue que el villano principal de la cinta, el Elfo Oscuro Malekith, perdía protagonismo y relevancia.

En esta ocasión, un acontecimiento celestial acercaba los mundos, desdibujando sus fronteras, y los elfos oscuros regresaban para tratar de convertir el universo en oscuridad usando el Aether. El resto es una historia del héroe salvando el día, los científicos aportando su ayuda, y venciendo al villano.

Como aportaciones interesantes, el hecho de que los sucesos que ocurren en la Tierra, por una vez, no son en Estados Unidos, sino en el Reino Unido, en Londres concretamente. Se le sabe sacar partido al juego de portales casuales que aparecen (a veces abusando de la coincidencia, en mi opinión), y se añade el drama extra con la madre de Thor y esposa de Odín, Frigga, y su relación con sus hijos. Además de las continuas referencias a lo descabellado de la relación entre un asgardiano como Thor y una mortal como Jane Foster.

En la escena postcréditos vemos que Thor vuelve a la Tierra con Jane, apartándose de la oportunidad de reinar en Asgard y dejando el renio en... buenas manos.

Pero antes de ello, vemos también una escena mid-créditos en la que dos de los amigos de Thor, Lady Sif y Volstagg, entregan el Aether al Coleccionista, Taneleer Tivan, a quien volveremos a ver en Guardianes de la Galaxia, bajo el pretexto de que en Asgard ya se custodia el Teseracto, y que es peligroso mantener juntas dos Gemas del Infinito. Ésta, y el murmullo del Coleccionista insinuando que, ahora que tiene una, le faltan cinco, es la primera referencia a las Gemas del Infinito que se convertirán en la trama de fondo de todo este universo hasta el presente.

Y tras las aventuras en solitario de Iron Man y Thor después de la gran confrontación de los Vengadores, le llegaba el turno al Capitán. Después de una primera película que cubría sus orígenes para después dejarle atrapado en una época que no era la suya... ¿qué podría ser el centro de su siguiente capítulo?

Resultó que la respuesta era un imparable thriller de espionaje, con Steve Rogers trabajando para S.HI.E.L.D. junto a Nick Fury y la Viuda Negra, sólo para descubrir una trama de conspiraciones, engaños, traiciones, acción trepidante, y la aparición del inquietante soldado de Invierno, que convulsionaría la vida de Rogers.

Para muchos, una de las mejores si no es que la mejor película, cinematográficamente hablando (Robert Redford incluído), de esta franquicia, supuso la llegada a la silla de dirección de los hermanos Russo, que tras demostrar su valía dirigiendo esta cinta, volverían para triunfar con la siguiente película del capi, y ya se quedarían para alcanzar lo más alto.

El "misterio" del soldado de invierno, la llegada de personajes nuevos como Falcon o la Agente 13, la subtrama de espionaje y encubrimiento, los problemas de Steve para adaptarse a la nueva realidad en la que parece que haya que renunciar a la libertad por la que tanto luchó, a cambio de la sensación de seguridad. Todos estos temas, magistralmente hilados, y decorados con escenas de acción tan tensas como la que ocurre en cierto ascensor de cristal, o como la persecución en plena calle de Nick Fury, combates como el inicial en el barco o el del puente, escenas inquietantes como la del búnker, y un clímax repartido entre el Triskelion, sede de S.H.I.E.L.D., y tras Helitransportes en pleno vuelo. La conclusión de la película supone un cambio de paradigma en el Universo Cinematográfico de Marvel, con secretos revelados que hacen que nada vuelva a ser igual.

Por cierto, la serie Agentes de S.H.I.E.L.D., que se había estrenado poco después de Iron Man 3 y cuya primera temporada discurrió incluyendo los estranos de Thor 2 y de ésta película, dio tras estos hechos un giro de 180 grados que hizo que la serie tomase un ritmo frenético que hasta ahora no se ha detenido.

Como añadido personal, reconozco que además me encanta la escena en la que Steve visita la exposición sobre su vida en el museo Smithsonian, especialmente con el acompañamiento musical que le dan.

Y de postre, dos escenas, una midcréditos, anticipándonos lo que será el inicio de la siguiente reunión de Vengadores, y la post-créditos, mostrándonos a un confundido Bucky, que dará pie a la próxima entrega del Capitán América.

Y entonces, después de la gran seriedad del Capitán, el mismo año 2014, llegó el momento de desmelenarse. Tocaba ira al espacio, pero no al mitológico medievaloide visto con Thor en Asgard, sino a uno con múltiples razas, imperios en inestables tratados de paz, naves espaciales, mercenarios y piratas espaciales, y flotas de guerra. Tocaba explorar la galaxia.

Nuestro anfitrión en este viaje, fue Peter Quill, humano que siendo niño, en 1988, fue abducido , criándose y viviendo desde entonces fuera de la Tierra. Tras un prólogo en el que asistimos a la triste despedida de su madre, enferma ed cáncer, y con alguna referencia a su padre, que era "como un ángel", la abducción de Quill nos lleva a un salto en el tiempo en el que, ya de adulto, Starlord, como así intenta hacerse llamar, consigue un misterioso orbe que parecen buscar muchas facciones. No tarda en conocer así a Gamora, una de las "hijas" adoptivas del Titán Loco, Thanos, a quien volvemos a var tras su brevísima aparición en Vengadores, e incluso a escuchar. Conocemos a su inconsistente alidado, Ronan el Acusador, fanático Kree que quiere llevar la destrucción a Xandar, enemigos ancestrales de su pueblo. Es en Xandar donde Peter se enfrenta con Gamora, mientras a la vez, dos pintorescos mercenarios, el mapache Rocket y el arbóreo Groot, tratan de cobrarse la recompensa por la cabeza de Quill. Al ser detenidos los cuatro, en prisión se ven obligados a trabajar juntos para escapar, al tiempo que se les une Drax el Destructor, que desea venganza contra Ronan por su familia.

Con Ronan y sus secuaces como principal villano, como villana especial Nébula, hermanastra desquiciada de Gamora, y la reaparición del Coleccionista, quien también desea adquirir el orbe, la película nos presenta muchísimos personajes en su primer acto y medio. Es el propio Coleccionista el que nos revela que el Orbe contiene una de las Gemas del Infinito, y de paso explica a los Guardianes, y a nosotros, la existencia y origen de las seis gemas.

El tercer acto nos lleva a una espectacular batalla en los cielos de Xandar, con los Guardianes ganándose la ayuda de los Saqueadores, mercenarios con los que Quill se crió, y que culmina con la confrontación final frente a Ronan, a un alto coste.

El ritmo frenético de la película hace que las dos horas que dura se pasen volando. Con escenas de acción tan bien encaucadas como la fuga de la prisión, la escaramuza en la estación Knowhere ("traducida" como Estación Sapiencial en castellano), y la gran batalla final, con sus varias fases, entre el combate aéreo, la infiltración en la nave de Ronan, y el último enfrentamiento ya en la superficie de Xandar.

Al final de la película, los guardianes son perdonados de sus actos delictivos del pasado en agradecimiento, y el único de ellos que llega a dar su vida, Groot, es replantado por Rocket para renacer en una nueva encarnación.

De esta película destacó enormemente el tono ligero y cómico más pronunciado, sin quitar dramatismo a las escenas que lo requieren, y la espectacular banda sonora proporcinada por esa cinta que tiene Quill desde niño, con geniales canciones pop de los años setenta y ochenta.

La trama de cómo unos personajes tan perdidos, solitarios, inestables, e irascibles en algunos casos, consiguen redimirse y unirse para hacer algo bueno por el mundo por una vez, es increíblemente conmovedor. Atentos a la escena en que Rocket se emborracha y deja escapar sus inseguridades y complejos, o la cálida escena antes de la batalla en la que los guardianes, reunidos, deciden hacer frente al enemigo juntos.

Ojalá que, desde los despachos de Disney, hubiesen tenido en cuenta ese mensaje de redención, antes de despedir hace un año a James Gunn, brillante director de esta cinta y de su secuela, por unos Tweets poco sensibles de hacía años, aireados de nuevo por gente en busca de personas a las que desprestigiar. Por suerte siempre tendremos las dos películas que sí llegó a rodar, aunque nos quedaremos sin la conclusión que habría dado a la trilogía.

Como opinión personal, recuerdo que cuando la vi por primera vez, dudaba de si era incluso mejor, para mi gusto, que Los Vengadores. Sencillamente porque me consiguió asombrar de modo similar, pero con personajes que no había visto nunca en ninguna película previa, presentados con gracia y buen tino.

Les habíamos visto convertirse en héroes, reunirse en el momento de mayor necesidad, irse cada uno por su lado y vivir sus aventuras... En 2015 llegó el momento de que volviesen a unir fuerzas. Llegaba la Era de Ultrón.

Después de que, en su serie, los clandestinos agentes de SHIELD descubriesen dónde escondía Hydra el cetro usado por Loki en la invasión Chitauri, los Vengadores se reunían de nuevo para atacar la base del Barón Von Struker en Sokovia. La batalla por tomar esta fortaleza forma un prólogo que desde el primer minuto nos mete de lleno en la acción. Ya tuvimos que esperar en la primera película, y toda la fase 1, para verles trabajar en equipo, y por eso aquí podíamos verlo desde el principio mismo. A la vez, aquellos gemelos a quienes conociésemos junto al Barón en los créditos del Soldado de Invierno, mostraban ya aquí sus poderes de supervelocidad y manipulación mental.

Tony Stark, aún preocupado por la posibilidad de futuros ataques, es manipulado por la Bruja Escarlata para sucumbir a sus peores miedos y dejarse guiar por éstos, tratando de usar el cetro para acelerar el desarrollo de una Inteligencia Artificial que sirva para proteger al mundo: el programa Ultrón. Evidentemente, le sale el tiro por la culata y el resto de la película consiste básicamente en hacer frente a Ultrón.

El Capitán lidera en esta cinta al equipo como el líder que es, y es quien más reprocha a Tony no haber compartido al menos la idea con el resto del equipo. A su vez, gracias a la Bruja, vemos los remordimientos que tiene al estar alejado de su época y de la agente Carter, a quien no ha olvidado.

Thor, oponente formidable, tiene en esta peli una subtrama en la que descubre, de forma algo extraña mediante visiones, la existencia de las Gemas del Inifinito, y cómo no es casual que se hayan ido encontrando con ya tres de ellas (los Guardianes de la Galaxia con otra más), y al final parte de la Tierra con la intención de averiguar quién está detrás de estos planes.

La Viuda Negra y Bruce Banner tienen un acercamiento emocional en esta película, ambos cautos por sus circunstancias, la de monstruo de él, la de asesina de ella, por algunos momentos parece que puede haber algo entre ellos, pero finalmente Hulk se irá con rumbo desconocido tras la batalla final.

Ojo de Halcón muestra más de su personaje en esta película, donde conocemos a su familia y la granja que tiene como refugio secreto. También es él el que más relación tiene con los gemelos y les alienta a unirse a los Vengadores.

Ultrón, tratando de averiguar cómo exactamente podría traer la paz al mundo, decide en su retorcida lógica que lo mejor es construir un meteorito artificial con el que extinguir a los Vengadores y a toda la vida hasta entonces en la tierra, sustituyéndola por las versiones artificiales y mejoradas que él mismo pretende ofrecer como evolución a la humanidad.

Gracias a este plan tan de villano, vemos cómo intenta agenciarse vibranium, dándonos a conocer la existencia de Wakanda en Africa y de Ulises Klaw, traficante de armas y enemigo de esta nación. También es Ultrón quien, usando a la doctora Cho, trata de construirse un cuerpo definitivo hecho de tejido artificial, vibranium, y la Gema de la Mente que estaba en el Cetro. Este cuerpo será finalmente ocupado por una IA derivada de Jarvis y se convertirá en un nuevo Vengador, Visión.

La película tiene acción a raudales, como se esperaría de ella, con pausas para desarrollar a los eprsonajes. Desde la batalla del prólogo, los héroes se retiran a la Torre, donde festejan mientras Ultrón despierta, llevando al primer enfrentamiento con los legionarios de hierro controlados por éste. De ahí, a la costa de África, donde la batalla es contra Ultrón, subultrones diseñados por hydra, los gemelos, y los mercenarios de Klaw. Y seguido el enfrentamiento entre un Hulk desatado por la Bruja Escarlata y Iron Man con su armadura Hulkbuster.

De aquí, los héroes se reagrupan en la granja de Ojo de Halcón, viajan a Seúl, donde vuelven a enfrentarse a Ultrón y recuperan el futuro cuerpo de Visión, y con éste ya de su lado, se enfrentan en el épico clímax de la Batalla de Sokovia, donde Ultrón hace volar la ciudad para convertirla en su meteorito, Nik Fury y Shield rescatan a los civiles, y los vengadores tienen que hacer frente a todo el ejército de robots mientras intentan evitar el evento de extinción masiva.

Esta batalla final tendrá consecuencias, al igual que la de Nueva York cambió el mundo.

Al final, se nos muestra un nuevo equipo de Vengadores dispuestos a ser entrenados por el Capitán América y Viuda Negra, en unas nuevas instalaciones con más personal apoyando las misiones del equipo.

Y en escena post-créditos, vemos a Thanos enfundarse el Guantelete del Infinito, aunque aún se tomaría su tiempo para entrar en acción de lleno.

Y, después de tanta epicidad, tanta batalla colosal, ¿qué más podría traer MARVEL para terminar su fase 2?

Pues la clave esta vez, fue hacer las cosas en una escala mucho más pequeña...

Pasando por una campaña de promoción tan cachonda como para poner mini-vallas publicitarias tamaño hormiga por las calles de varias ciudades de EE.UU., no exenta de controversia por el cambio de director debido a "diferencias creativas", la película que resultó ser Ant-Man supuso un soplo de aire fresco para este MCU, con una trama que expandía trasfondos, presentándonos a Hank Pym, colaborador de SHIELD y colega de la Agente Carter, de Howard Stark y compañía, y su secreta investigación para reducir la materia, algo de ciencia ficción de cómic (de la más loca y absurda, pero no por ello menos entretenida), y con muchas escenas de acción, reducciones, vueltas a crecer, hormigas compañeras de varios tipos, y varias secuencias que hacen inevitable que estábamos ante la versión Marvel de "Misión Imposible".

Destacables los tres protagonistas, con Paul Rudd como héroe titular, Evangeline Lilly como Hope Van-Dyne, y el mismísimo Michael Douglas como Hank Pym, el primer Ant-Man.

Grandes efectos especiales, villano estereotípico que cumple, y escenas postcréditos para dejarnos claro que Hope seguirá los pasos de su madre para convertirse en la Avispa, y que la próxima película Marvel supondrá el regreso del capi, de Falcon, y del Soldado de Invierno. Se acercaba la Guerra Civil.

Y llegó en 2016 la película con la cual comenzó la actual fase 3 de Marvel. Capitán América: Civil War

Una película que completaba la trilogía centrada en Steve Rogers, pero ampliando las miras a prácticamente todo el elenco de Vengadores (salvo los desaparecidos Thor y Hulk) y enfrentaba ideológicamente, primero, y físicamente, después, a los héroes más poderosos de la Tierra.

Después de lo ocurrido en Sokovia al final de La Era de Ultón, el mundo está algo inquieto con las continuas batallas apoteósicas de los Vengadores. La gota que colma el vaso es una misión en Lagos y qeu causa varias bajas civiles, entre ellas varios ciudadanos de Wakanda en misión de paz. Debido a ello, 117 países deciden firmar los Acuerdos de Sokovia, para poner a los Vengadores bajo las órdenes de las Naciones Unidas. Iron Man lidera el grupo a favor de esta forma de rendir cuentas, mientras que el Capitán América encabeza a los que piensan que los Vengadores deberían seguir estando libres del control de los gobiernos.

Ambos bandos, con argumentos razonables, se enfrentan en una lucha en la que no hay un solo punto de vista correcto, y por tanto los fans de Marvel también se vieron divididos al apoyar un bando o al otro.

Pero mientras tanto, en las sombras, el siniestro Zemo trama un plan para utilizar al Soldado de Invierno y, según sus palabras, "ver cómo cae un Imperio".

La trama aprovecha para cerrar tramas que quedaban pendientes, como Crossbones, el villano que quedó como cabo suelto en la anterior película del capi, la Agente Carter, o la del Soldado de Invierno que también quedó en paréntesis. Además da continuidad a otras historias, como la Agente 13 y su parentesco con Carter, volvemos a ver a Ant-Man tras su primera película y vemos a casi todos los Vengadores tomar parte de un lado u otro del conflicto.

Además de todo esto, se nos presenta a dos nuevos héroes. Uno es Black Panther, que al fin aparece tras las menciones al Vibranium y a Wakanda en anteriores filmes, y su presentación en esta cinta es muy satisfactoria, allanando el camino para su propia película. La otra "presentación", es la del nuevo y actual Peter Parker, el Spiderman de este MCU, cuya incorporación fue posible gracias a un acuerdo entre Marvel Studios y Sony, propietaria de los derechos cinematográficos del trepamuros.

Con escenas para el recuerdo como la trepidante batalla del aeropuerto o la desgarradora revelación y posterior combate al final de la película, las cartas estaban echadas, toda una serie de subtramas del MCU desembocaban y colisionaban en el conflicto de esta película, dejando a los héroes más poderosos de la Tierra divididos y en la situación más vulnerable en la que se habían encontrado desde que se formó el equipo.

Al igual que Ant-Man había adelantado, con dos escenas postcréditos, tanto esta peli como su secuela con la Avispa, Civil War nos dejaba dos escenas extra para ir abriendo el apetito ante las películas en solitario de las nuevas incorporaciones, Spiderman y Black Panther.

Habíamos conocido a los Héroes de la Tierra, del presente y traídos del pasado, habíamos viajado a la mitológica Asgard, al resto de la galaxia, y al universo microscópico. Habíamos conocido a alienígenas, cyborgs, robots homicidas, mutantes ehem, mejorados, espías y árboles antropomorfos.

Al fin, llegaba el momento de dar paso a la magia.

En 2016 conocimos al Doctor Steven Strange, neurocirujano reputado que ve cómo su vida cambia irreversiblemente tras un accidente de coche causado por su propia imprudencia.

Buscando una forma de curarse, de volver atrás, acabará encontrándose con los Hechiceros de Kamar-Taj y la lucha que éstos mantienen con seres de otras dimensiones y universos para proteger nuestra realidad.

Strange descubrirá no sólo los misterios de la brujería, sino su capacidad para dominar las artes místicas como sólo muy pocos pueden, teniendo finalmente ante sí la difícil decisión de poder volver a su vida como si nada de lo que hubiese descubierto fuese real, o vivir al servicio de algo más grande que él mismo.

Con un despliegue audiovisual de efectos especiales absolutamente deslumbrante, incluso para los estándares a los que nos tenían acostumbrados, la película nos sumerge en un mundo de infinitas posibilidades.

Como ya pasara con Guardianes de la galaxia y con Ant-Man, la película supone un soplo de aire fresco presentándonos nuevos personajes y entornos alejados de los personajes más veteranos del estudio.

Una única referencia a la existencia de los Vengadores, y la revelación final de otra de las Gemas del Inifito, son los nexos que de momento conectan esta cinta con el resto del UCM.

Como es habitual en el estudio, dos escenas postcréditos nos ofrecen, primero, un avance del futuro encuentro entre el Doctor y Thor, y después una revelación del próximo enemigo del Doctor.

En 2017 se estrenaron tres películas del Universo Cinematográfico de Marvel (MCU). La primera de ellas, fue el muy esperado regreso de los héroes más gamberros del estudio, los Guardianes de la Galaxia que conocimos tres años antes.

Volvían Star-Lord, Gamora, Drax, Rocket, y el reencarnado y carsimático Baby Groot que ya se ha convertido prácticamente en parte de la cultura popular de esta década. Retomando como punto de partida las tramas que habían quedado abiertas en la anterior película, y dejando de lado la trama de las Gemas del Infinito por el momento, Yondu y su banda de saqueadores volvían a perseguir-pero-no a los guardianes. Con motines, antiguas amistades perdidas y ajustes de cuentas de por medio. La intervención de los altivos Soberanos, y, sirviendo como trama principal, la aparición del misterioso padre de StarLord.

La palícula una vez más revesa efectos especiales, escenas de acción psicodélica delirantes, humor por los cuatro costados, nuevas incorporaciones como Mantis, pero por encima de todo, rebosa un profundo mensaje. Esta película, en realidad, va sobre la familia, como se va intuyendo y finalmente queda totalmente claro en un magistral final y epílogo.

Como guinda del pastel, esta vez la película incluía no una ni dos sino 5 escenas postcréditos, desde las más irrelevantes, a algunas preparando el terreno a futuras tramas, al que para mí es el mejor cameo de todos los realizados por el ahora fallecido Stan Lee (el mejor por ser un guiño a una broma que él mismo hacía precisamente sobre sus múltiples cameos).

Y como dato de actualidad, mientras la reseña de la primera Guardianes la escribí añadiendo el dato del despido de James Gunn por parte de Disney, me alegra mucho confirmar que, para el momento de escribir ésta, al bueno de Gunn le han vuelto a contratar para dirigir la tercera película y poder así cerrar la historia que tenía pensada para nuestros Guardianes. Ha hecho falta un año de quejas por parte de los actores, disculpas por parte del director, competencia por parte de DC (que le contrató para rehacer un nuevo Escuadrón Suicida), apoyo de otros directores, y en general, entrar en razón por parte de Disney, para corregir este error. Más vale tarde que nunca, al fin y al cabo, rectificar es de sabios.

En el verano de 2017, llegaba el regreso a casa de uno de los personajes más famosos de Marvel. No era la primera película sobre éste personaje, pero sí la primera película con el trepamuros de protagonista dentro de este universo compartido. Después de la trilogía dirigida por Sam Raimi entre 2002 y 2007, y dos entregas de una nueva versión del personaje en 2012 y 2014, Sony, propietaria de los derechos para el cine del superhéroe más arácnido, decidió en 2016 llegar a un acuerdo con Marvel Studios y Disney para compartir los derechos. Así fue como pudimos ver a Spider-Man, en su tercera versión en lo que llevamos de siglo, unirse a la contienda de los Vengadores durante Civil War. Y sólo un año después, al fin le tocaba tener su propia película.

Con Tony Stark ejerciendo como mentor y mecenas en un par de ocasiones, conocimos cómo le va a Peter Parker en el insituto, sus amigos, sus rivales, sus amores adolescentes. Ya habíamos visto dos versiones distintas y similares del origen del superhéroe, de modo que por suerte decidieron ahorrarnos ver una tercera y simplemente se hacen algunas referencias.

El villano de la cinta es Adrian Toomes, alias el Buitre (the Vulture), con un trasfondo integrado también en los sucesos que han ido pasando a lo largo del MCU en los últimos años, y que es uno de los mejores villanos del estudio, interpretado por el inigualable Michael Keaton (Batman, Beetlejuice, Birdman...).

Personalmente opino que es, de todas las versiones que se han hecho para el cine de Spiderman, la única en la que realmente me creo que sea un adolescente, gracias en parte a la edad (20 años en el momento el estreno) y en parte a la interpretación sublime por parte de Tom Holland, magnífica elección de casting, a quien muchos conocimos en Lo Imposible, donde ya vimos que en lo de la actuación el muchacho no se quedaba corto.

Para esta película, además, Holland se metió de lleno en el papel, llegando a visitar y estar en clase en un instituto para genios como el de la película, y a entrenar muy, muy duro para se capaz de hacer muchas de las acrobacias requeridas para el personaje.

Una nueva incorporación y una gran película, donde el héroe aprende a ser consecuente con sus acciones, a asumir responsabilidades (todos conocemos la frase, ¿no?) y a mantenerse firme cuando debe, pese a los sacrificios personales que conlleve.

Con un abrupto e inesperado final, unos créditos haciendo honor a una gran banda sonora, y un par de escenas postcréditos, una para asentar futuros villanos, y otra, por las risas (muy bien traídas, debo reconocer), nos despedíamos de Spider-Man hasta la siguiente cinta en la que volveríamos a verle.

Para terminar 2017, llegó el cierre de la trilogía de Thor, con el mismísimo Ragnarok, el fin del mundo.

Con la llegada de Hela, la Diosa de la Muerte (y magnífica Cate Blanchett), el fin de Asgard se cierne sobre la película, en la que decimos adiós a varios personajes que habían acompañado a Thor en sus aventuras. Mientras, el Dios del Trueno se ve perdido en un planeta extraño donde encontrará viejos amigos y nuevos aliados, mientras intenta aprender a sobrevivir sin depender de su martillo.

Pese a lo dramático que pudiese resultar esta premisa, resulta una de las más delirantes de Marvel, con humor derrochando por todas partes (a veces casi demasiado), mezclando a la vez la trama de la destrucción de Asgard con la de Planeta Hulk. Una película muy divertida y que supone cambios importantes en la vida de Thor.

Hay escenas de acción a raudales, la pelea en el coliseo, la persecución de naves espaciales, y la batalla final sobre el Bifrost. Hay Hulk, el demonio de fuego Surtur, la Valkyria de Thessa Thomson, el Gran Maestre de Jeff Goldblum, y el curioso personaje de Karl Urban, y personajes importados de Planet Hulk, Korg y Miek.

Con una escena mid-créditos que nos va situando en lo que será la gran confrontación en la volveremos a ver a los Vengadores, y una post créditos que nos adelanta que probablemente volveremos a ver al Gran Maestro interpretado por un Jeff Goldblum al que le han quitado la correa, la película promete que Thor volverá, en Avengers: Infinity War.

Pero antes tendremos que hacer una parada en África...

Y después de visitar Sakaar y decir adiós a Asgard...

Era hora de volver a la Tierra, a descubrir esa nación misteriosa de África llamada Wakanda.

La primera película de las tres estrenadas en 2018 por Marvel Studios, nos descubrió Wakanda en todo su esplendor, y también con sus sombras. T'challa, a quien conocimos en Civil War, vuelve a casa para ser coronado rey tras la muerte de su padre, permitiéndonos ver no sólo la ciudad oculta, sino cómo en ella coexisten tradiciones milenarias de las tribus que componen Wakanda, junto con tecnología más avanzada que la del resto de la humanidad, gracias al hecho de que poseen la única fuente en el planeta de Vibranium. Tras asistir a un combate ritual y reencontrarse con su padre en el plano espiritual, T'challa ya es oficialmente el rey de Wakanda y Black Panther. No tardarán en surgir complicaciones cuando un viejo eneimgo, Ulises Klaw a quien conocimos en La Era de Ultrón traficando con Vibranium, reaparezca con un aliado Killmonger, que tiene sus propios planes ocultos para con Wakanda y la familia real.

Como ya es habitual, la película tiene unos muy cuidados efectos especiales, pero cabe destacar especialmente el gran trabajo realizado en el apartado artístico para dotar de verosimilitud al vestuario, atrezzo, naves, edificios y tecnología wakandianos, tomado inspiración de elementos de varias culturas de áfrica.

Por ello, y por una moraleja final muy interesante y de actualidad, la película fue nominada a varios premios, incluyendo siente Oscars, siendo la primera película de superhéroes en conseguir ser nominada a Mejor Película en los premiso de la Academia. Finalmente se llevó las estatuillas de mejor banda sonora, mejor diseño de vestuario, y mejor diseño de producción.

Finalmente, con dos escenas postcréditos, en una se da resolución al conflicto moral que T'challa tiene e incluso aprende gracias al villano, y en otra se nos presenta que Bucky, el Soldado de Invierno, ha sido descongelado ya, pues fue en Wakanda donde le vimos por última vez en Civil War.

Tras esta película, todas las piezas estaban preparadas para la gran confrontación en el Universo Marvel.

Y por fin, llegó el comienzo del final. Tantas aventuras, tantos personajes, tantas pistas sobre las Gemas del Infinito. El gran conflicto llegó a los cines en 2018 con Infinity War.

¿Cómo describir esta película? Es una historia que va al grano, los personajes estaban ya más que presentados y desarrollados en las anteriores 18 películas del MCU. De modo que, nada más empezar, ya nos encontramos con el resultado del encuentro entre los refugiados de Asgard, y las huestes de Thanos, el Titán Loco, que al fin ha pasado a la acción. Su plan, hacerse con las seis gemas del infinito para hacer desaparecer de la existencia a la mitad de todos los seres vivos del universo, de una sola vez, para, según él, mantener el equilibrio en un universo con recursos limitados en el que no hay sitio para todos.

Las escenas de acción aquí son directamente de combates desesperados en su mayoría, tratando de frenar a Thanos, de arrancarle el Guantelete con las gemas de la mano, de dar tiempo a los otros héroes...

Y, aunque por primera vez vemos en la misma película a casi todos los vengadores y a los guardianes de la galaxia, hay varios frentes separados y no llegamos a ver a todos los héroes juntos. Por un lado, en la Tierra, el primer conflicto en Nueva York por la gema del Tiempo, y por la gema de la Mente, una escaramuza en Escocia, y una verdadera batalla masiva en Wakanda, casi recordando al estilo del Señor de los Anillos. En el espacio, el gran conflicto sucede en Titán, el mundo desolado que una vez fuese hogar de Thanos.

Hay combates, escenas épicas, y sacrificios personales, malas decisiones tomadas por la ira, y sentimientos de pérdida, a lo largo de esta Guerra.

Con un final que queda marcado en la cultura popular para la historia del cine, la única escena post créditos nos da una pista sobre un personaje que puede ser la aliada que incline la balanza definitivamente hacia el lado de los héroes...

Después de dejarnos hechos... polvo... con el final de Infinity War, la última película que Marvel Studios estrenó en 2018 fue el regreso de Scott Lang como Ant-Man, esta vez acompañado por la Avispa, Hope Van-Dyne.

Tan delirante y divertida como la primera Ant-Man, en esta película vemos a Lang sufir arresto domiciliario como consecuencia de los hechos ocurridos en Civil War. Y también vemos cómo se ve forzado a saltárselo cuando Hank Pym y Hope Van Dyne, fugituvos por su culpa, descubren que tras su visita al mundo cuántico, Scott puede ser la clave para dar con la desaparecida Janet Van-Dyne. Todo esto, mientras afrontan la persecución del FBI, un enfrentamiento con un proveedor criminal, y se enfrentan a la inquietante Fantasma.

Llena de efectos especiales, de patadas a la ciencia, de comedia, y de un uso soberbio y desternillante y muy ingenioso de las capacidades de la tecnología de reducción, la película resulta perfecta para dar un toque de alegría tras la anterior cinta de Vengadores...

...hasta que vemos la primera escena post-créditos.

La primera película de Marvel Studios estranada en 2019, que se estrenó hace hace prácticamente dos meses. 

También  ha sido la primera en estrenarse tras la muerte, en 2018, de Stan Lee, y por ello se le hace un bonito homenaje a él y a todos sus famosos cameos ya en el logo del estudio.

En esta ocasión nos toca remontarnos a los años 90, cuando Vers, una guerrera Kree que no recuerda su pasado, acaba varada en Terra (planeta Tierra) durante una escaramuza contra los mortales enemigos de los Kree, los metamorfos Skrull.

Aquí, conocerá a Nick Fury, Phil Coulson y la agencia SHIELD a la que pertenecen, y poco a poco irá descubriendo que su apsado, del que no recuerda nada, parece estar íntimamente vinculado con este mundo. No será la única revelación a lo largo de la película.

Estrenada el mismísimo Día Internacional de la Mujer, el hecho de que por fin traigan al personaje que lleva el msimísimo nombre de la editorial, en su versión actual y femenina en los cómics, fue todo un golpe de efecto. Por fin podemos ver a los Skrulls, raza extraterrestre icónica en los cómics Marvel, y conocer de dónde le vino a Fury la idea para cierta Iniciativa...

Como siempre con deslumbrantes efectos especiales, y un par de giros sorpresa de la trama, la película nos termina contando los orígenes de esta heroína y sus aventuras hace casi tres décadas, para finalmente despedirnos de ella justificando, más o menos, su completa ausencia hasta ahora en las películas de Marvel Studios. Alguna decisión de los guionistas, sin embargo, puede resultar controvertida o decepcionante, especialmente en lo concerniente a Fury y cierto "gato".

Sin embargo, la película en general resulta muy épica y satisfactoria. Especial mención merece la secuencia en la que la Capitana se convierte en Binary, desatando casi todo su poder.

Con su escena postréditos mostrándonos cómo SHIELD recupera cierto objeto de forma poco ortodoxa, y con una escena midcréditos que es continuación directa de la de Infinity War, al fin estamos preparados para el gran final.... el gran Juego Final.