Partida Rol por web

Viendo a Rapunzel me sorprende el largo de su cabello, que le llega a la cadera. Así no se puede escalar por el, pero por otra parte no está encerrada en una torre.

Extiendo sonriente mi mano hacia ella, y tomo la suya para besarla. Me quedo en el gesto...

- Disculpa... estos guantes... ¿no son algo extraños para una princesa?

Te dejaste puestas las guantillas de escalar.

-¡Oh!- Exclamo al notar los guantes en mis manos. -Lo lamento, olvidé quitármelos con las prisas luego de escalar el pico Fantasía...- Le comento mientras me vuelvo hacia el hadita Primavera y le digo con cariño

-Para mí con un solo terrón y una pizca de canela.- Le guiño un ojo y me siento con toda la gracia de la que soy capaz.

-¿El pico de fantasia?, sin duda mi señora que hubiera gustado estar a su lado, por si hubieseis tenido problemas, aunque creo, que sin duda pareceis poder defenderos- Sonrio con sutileza a mi hermosa prometida- A mi con un poco de miel, gracias- y me siento para explorar los misterios que esconden sus hermosos ojos...

Con el rostro enrojecido, soltando espuma por la boca, y rabia apenas contenida grita:

- ¡¡¡¡Lilith, ¿qué has hecho?!!!!!

Sin perder ni un milímetro de sonrisa se pone de pie y le dice:

- He hecho lo que me has pedido, criar a estas niñas. Es cierto que dejaste bien claro que Blancanieves sería una sirvienta para los enanitos, Cenicienta una criada para su madrastra, Aurora tonta de remate y Rapunzel una llorona encerrada en una torre. A mi me gustan más así.

- Fíjate en Blancanieves: sabe ver todo lo bello, y lo transforma en joyas.

- Cenicienta tenía un carácter maravilloso para los animales y sabía montar desde pequeña, ¿había que dejar que se desperdiciara?

- Aurora, por favor, nacida y criada princesa, ¿iba a ser tan tonta de tocar el huso de una rueda de hilar? ES una maravilla en protocolo y en matemáticas.

- Y la pequeña Rapunzel, tanto tiempo encerrada.... bueno, convertimos la torre en un rocódromo y no tardó en demostrar un gran talento.

- ¿Pero qué va a pasar ahora con las bodas, Lilith? No podías hacer esto.- lloriquea Disney.

Se pone de pie, y se acomoda la ropa, mirando fijamente a Disney:

- No tengo nada en contra del matrimonio. Pero no iba a servir cuatro doncellas maravillosas en bandeja a tus chicos. Que se conozcan, si se gustan, que traten de enamorarlas, y si se enamoran...

Mira a las parejas con cariño

- .... pues que se casen. Pero no porque tú lo mandes, sino porque todos ellos lo decidan.

Se dirije a los jóvenes.

- Teneis todo el día para conocer a las chicas. Os llevarán a sus lugares favoritos. Quizás os gusten, quizás no. Al final del dia Sabio irá a buscaros para venir a cenar. De momento, que comience el baile.

Lilith se ha dirigido a las hadas para que inicien la música, y deja a los jóvenes bailando. Cuando acaben irán a visitar el mundo de Lilith.

Las cuatro parejas se dirigen al centro de la sala, y Lilith sonrie al ver la expresión de susto de las chicas.

Miro a Lilith,luego a Aurora y las chicas;y por último a Nicolas.-Yo....yo no se ba...bailar-digo poniendome más roja a cada palabra luego vuelvo a mirar a Lilith buscando ayuda y luego recuerdo que no soy la unica y que solo Aurora sabe.

Desearía que la tirra me tragase.Pero luego improviso y digo a Nicolas esperando que acepte.-¿Quieres que nos saltemos el bile y  te enseñe mi taller y mi estudio?-cruzo los dedos esperando oir un Sí del principe.

Observo a todos lados atónita ante lo precipitado de la situación. De pronto estoy frente a un príncipe a punto de bailar sin siquiera saber cómo mover los pies.

-E...¡Esperen!- Les digo nerviosa, tampoco quiero quedar mal frente al príncipe y definitivamente bailar... no era precisamente uno de mis fuertes, así que hice lo posible por cambiar de tópico con rapidez esperando que no se notara lo forzado de la situación.

-To... todavía no nos hemos presentado.- Le digo al príncipe con la esperanza de salirnos de la fila de baile y comenzar una conversación aparte.

Sonrio con amabilidad y con una profunda reverencia en el que le cojo la mano y la beso me presento:-Soy Louis, principe y aventurero ocasional, derrotador de bestias y malandrines a su pleno servicio la mia dama- y viendo sus intenciones le cojo la mano y digo:-Si lo deseas podemos apartarnos y salir al balcón, para charlar y conocernos mejor, si lo desea por supuesto...- Mientrás me dirijo a la puerta del balcón y la abro, apartandome diligentemente para que la bella princesa pueda pasar antés que yo.

-Mi nombre es Rapunzel- Respondo a la presentación del príncipe ahora con más calma.

-Gracias por compreder la situación.- Le digo mientras caminamos hacia el  balcón. Una vez allí observo la  tarde soleada y las hermosas flores cultivadas que cubren el jardín principal.

Antes de hablar inspiro aire intentando hallar las palabras adecuadas para no resultar desagradable al príncipe.

-¿Ha venido usted desde tan lejanas tierras a conocerme y a pedir mi mano?- Le pregunto mirándole directamente a los ojos.

yo respondo ante la pregunta de Rapunzel-Señora, creo que el viaje ha merecido la pena y aunque fuera aún mas largo y tuviera que sufrir mil calamidades, ¿Cuantos no envidiarian estar en mi misma situacion? pues estar en su presencia ya para mi es un gran privilegio...- Entonces veo con horror como un niño pisa el cesped del castillo, pero como se atreven a no seguir las ordenazas, mi sangre se me agolpa en la cara y mi furia es apenas disimulada:- Ahhhh malandrin, como osas acercar tus pies a las cercanias del castillo en el que esta graciosa dama...- Sigo con mi  veborrea por los pasillos, mientrás salgo a todo correr, bajo las escaleras y echo a correr detrás del asustado niño, que bien se merece una gran azotaina...
 

Minutos después...

Ese maldito niño se me ha escapado, cuando le pillen le hare que me sangren los nudillos con tanto azote que le voy a dar...Entro un poco sudoroso, con el pelo alborotado y me disculpo con Rapunzel:- Lo siento mi señora, pero estas cosas no las puedo ni ver, es que no comprenden que las leyes hay que seguirlas... ains... Bueno le he escrito un poema espero que le guste- Y aclarandomr la voz declamo el poema ante la estupefacta mirada de Rapunzel:-

Mil noches y mil dias nos separan,

pero de poco sirve cuando mi amor me abrasa,

cuando tu belleza sublime mi vista alcanza,

más peligros no me importaria pasar,

 si usted los reclama.

soy totalmente suyo,

pues mi alma no espera,

a vivir un dia lejos de la belleza de sus ojos

ni alejarme de ti bella damisela

Me aclaro la garganta:-Espero que te guste...-

Escucho atenta las palabras del príncipe y me quedo un tanto pensativa intentando adivinar sus intenciones. Pero enseguida resulto sorprendida al ver cómo sale corriendo tras un pequeñín que se había asomado a curiosear por los alrededores del castillo, al parecer su motivo es el castigo.

Cuando regresa el príncipe ha perdido parte de su elegancia y porte al verse agotado, despeinado y sudoroso por la carrera

-¡Es un niño! ¿En qué diablos piensa este personaje?- Me pregunto molesta mientras éste saca un papel del bolsillo y comienza a recitar un ridículo poema.

Cuando termina y levanta la vista le espera un gélida sonrisa que enseguida se esfuma de mis labios para comunicarle fríamente:

-Odio los poemas.- Digo haciendo especial énfasis en la primera palabra. Acto seguido me doy la vuelta y desaparezco por el salón en dirección a Lilith.

¿Cuál es su nombre? - pregunta Aurora a su príncipe.

Si tenía que bailar con él debería de conocer al menos su nombre, no podía tratar conun extraño.

Mientras espera siente algo encima de su oreja y su mano se dirije rápidamente a ella. Ay! se me había quedado el lápiz... Muy deprisa toma el lápiz y lo coloca encima de una mesa y regresa frente al príncipe.

Disculpa, por favor - le dice. Que vergüenza...

-No ocurre nada bella dama.Cualquier pecado es una simple minucia si es comparado con su belleza. Mi nombre es Felipe.

Aunque mantenía una elegancia envidiable,no podía evitar perderse por segundos en la inmensidad de los ojos de su princesa.Ciertamente era más bella de lo que jamás había imaginado.

Cuando el principe me saca la paja del pelo, no puedo evitar sonrojarme.

Su belleza es grande, y su cordialidad de oro. Sin embargo, no es suficiente para enamorarme.

Su gesto fue delicado, no pude evitar bajar la cabeza de la verguenza.

Gracias amable caballero, puedo saber tu nombre?

Las conversaciones de las demas me importaban poco en el momento, estaba encimismada con un "No se que" del muchacho al frente mio.

Mis ojos se quedan como platos, al ver como desaparece por la puerta mi princesa, ¿Que habre hecho mal? mi lucha por la justicia es incontestable, ¿Seria el poema?... Miro un poco la lontananza y veo al mismo niño que se rie de mi, dandose palmadas en el trasero. Ahhhh mi enmigo pronto te pillare... . Me adentro en la sala para pedir disculpas, por lo que haya cometido mal. Aunque la verdad que no se a que se refiere la bella dama:- Por favor, mi señora, disculpadme y darme otra oportunidad, decidme en lo que tengo que cambiar y lo hare- Mientrás hago una reverencia pues no puedo mirar sus ojos aireados, son demasiado hermosos y me duelen en el corazón...

-Claro, mi nombre es Alexander, pero vos puede llamarme Alex.

No me doy cuenta de nada de lo que pasa a mi alrededor. Ni siquiera oigo cuando me ofrecen té. Solo ver su hermosa cara, solo ver su preciosos ojos azules y todo lo que hay a mi alrededor desaparece. Aparto mi mirada de sus ojos; no es correcto mirar fijamente a los ojos a una princesa.

Le cojo su mano con delicadeza, sin evitar sonrojarme un poco, y lentamente, me aparto con ella un poco, donde ninguna de las conversaciones de mis compañeros nos moleste; pero por supuesto, no tan lejos como para que dejen de vernos. Al igual que no sería cortés mirarla a los ojos, tampoco estaba permitido para una princesa desaparecer con un hombre al que acababa de conocer.

- Quería preguntarle una cosa... si vos me lo permite... ¿Qué clase de actividades le gustan?