Partida Rol por web

Mi idea era la siguiente, pero no se si tiene mucho sentido asique me he decidido a preguntar:

 Ir contra el demonio, suponiendo que en su base es como oscuridad, como neblina y que solo tiene consistencia cuando quiere (para pegar, por ejemplo), lo suyo es intentar "abrazar" a Ferin, y crear un campo de fuerza. La teoría es lo que me preocupa, se ve "fácil" adentrarse en el demonio? o parece sólido?

Y por otro lado, ¿hay alguna certeza que me niegue que crear un campo entre Ferin y Schaudaron pueda hacerle desaparecer de ese "velo" particular que tiene montado aquí?

Schaudaron es una sombra. Está hecho de oscuridad y a efectos prácticos es como tocar el humo asi que, no, no es sólido, lo atravesarás siempre. La peculiaridad es que él puede hacer que ese humo no-sólido te haga daño al entrar en contacto contigo (las zarpas)

Antes ya le lanzaste un Campo de Fuerza a Ferin. Al hacer eso solo consigues volverle inmune (al crío) y que Schaudaron no pueda moverse del sitio pero no les "separas". Tambien decir que si lo abrazas estás invadiendo la casilla del boss y te hará un ataque de oportunidad (ya has visto la ostia que le ha cascado a Lynn asi que si quieres mi opinión neutral, tal y como estas ahora, no creo que fuese buena idea hacer eso)

Como consejo, y si quieres usar un Campo de Fuerza, es mejor tirárselo a quien ahora mismo tiene el aggro porque como le calcen otra leche como esa la cosa se puede poner muy fea. O puedes tratar de stunearlo con la Explosión Mental. O apartarte y atacarlo con magia para llamar su atención, etc. En resumen: que tienes unas cuantas opciones. De ti depende si quieres arriesgar, ir a lo seguro, a neutro, etc. Piensa lo que puede ocurrir en cada caso porque la verdad es que tu situación ahora mismo anda un tanto delicada.

- ¿¡Por qué no te metes con alguien de tu tamaño!?

 Espetó con vigor Wish que se había escurrido por la manga del mago y había acabado en el suelo ante sus movimientos. Era evidente que Dreren acudiría en la ayuda de Lynn que acababa de ser derribada de un fuerte golpe.

 Sentía los sentimientos del mago, que le conducían al umbral de lo que alguien puede soportar. Puede que en ese instante Dreren se estuviese preguntando si la mejor opción, era golpear y acabar con la vida de Ferin. Después de todo, ¿no podría ser que habían llegado demasiado tarde?

 Sentía su deseo de ser más poderoso. Y ese deseo, puede conducir a alguien por un mal camino.

 La rana dio uos brincos en el espacio entre Gabrielle y Lynn, encarando a Schaudaron desde una distancia prudencia, no era ninguna clase de rana heroina, pero le bastaba con hacer que el demonio perdiese tiempo jactandose...tal vez le haría gracia ver al familiar preguntandose algo tan básico, como si se tratas de un matón en el círculo, o en la plaza de Lothering.

¡Lynn!

 No necesité correr. Me derrumbé sobre las rodillas y la sostuve. Ambos necesitaban ayuda, Dreren apenas podía ponerse en pie y mantenerse unos segundos. Afortunadamente el bastón le servía como el apoyo de un anciano. Dreren no se sentía joven, aunque sí frustrado, como suele ocurrir con los más inmaduros. A punto estaba de perder la calma.

 ¿Qué tenía que hacer para detener aquellos? Quizás rajarse la muñeca, o aún peor, cometer un asesinato. Una vida por otra. Aquello incluso comenzaba a sonar bien en su mente, casi como un plan.

 Pero se levantó sin asistir por más tiempo a su compañera. Serio, ocultando el puño, cerrado, de su mano izquierda tras la espalda, porque estaba temblando. Aún así nada más estaba fuera de su control. Sólo le hubiese faltado sonreir en su sombría silueta, en la proyección de sombras de su capucha cubriendo su rostro que brillaba levemente con el lirio.

 Sostuve el báculo con la diestra, fime, y erguido, no miré hacia arriba, sino que soporté la presencia del demonio ante mi, tan cerca...comprendiendo la gravedad del asunto.

 - Ferin.

 Sé que puedes oírme. Tu alma es sólo tuya. - El optimismo o la ceguera del mago no tenían límite, estaba medio muerto, lleno de sangre y sin embargo, seguía buscando que fuese Ferin el que consiguiese fuerzas para luchar.

 Ellos tenían de sobra a pesar de sus heridas físicas.

 Sus espíritus, eran inquebrantables.

 - Expulsalo. Retrocede. - tosí sangre, y un hilo de vitae recorrió mi mentón como un reguero que amenaza con aumentar su caudal hasta desembocar en un mar que no tendrá un buen final.

 - Piensa en tus padres. Piensa en lo...agradable de su presencia. Tu madre te observa, ¿no quieres sentir sus brazos rodeandote?

 Él único que impide eso es éste ser.

 Lucha por ellos. Lucha con nosotros.... - le fallaban las fuerzas, pero trataba de hablar mostrandose muy entero, mientras, retrocedía para intentar escapar de las garras del demonio.

 No era temor, era la mente fría de alguien que piensa en proteger a todos cuanto esté en su mano, aunque eso, en ocasiones, egoístamente, le incluyese a él.

 No dejaría a Lynn a su cuenta y riesgo. La protegería con las fuerzas que le quedaban.

 Invocó palabras arcanas con sus labios en un susurro ronco con fondo líquido de sangre, como un retumbar en su mente. tomó el bastón delicadamente con ambas manos y lo clavó en el suelo como un estandarte de su persistencia.

 - Te sacaremos, Schaudaron, como se saca el veneno...de la mordedura....

Me muevo a o-11

6 de maná restante - escudo de fuerza en Lynn

Kando continuaba atacando sin cuartel al esqueleto restante. Se abalanzó sobre él mordiéndole el brazo y tratando de derribarlo, no lo consiguió por poco pero sí consiguió arrancar la extremidad y lanzarla por ahí de un cabeceo.

Kando usa Arrollar, muerde al Esqueleto F y le hace 3 puntos de daño pero falla el derribo.

El esqueleto por su parte trató de devolverle la afrenta estúpidamente con la mano que ahora ya no tenía de modo que ni si quiera rozó al animal.

Mientras, el hechizo de Dreren se materializaba en forma de una nueva esfera irisada en torno a Lynn, la cual empezó a hacer esfuerzos por dejar de hiperventilar al darse cuenta (una siempre se siente más segura cuando hay algo entre tú y una abominación de tres metros) Schaudaron gruñó primero por eso y segundo por la proximidad del escudo luminoso de Gabrielle. No obstante, cuando Wish habló, el demonio miró al suelo en un genuino gesto de alguien que se pregunta si acaba de pisar un bicho o algo así. Luego levantó el rostro y miró a Dreren.

—¿Se supone que aún esperáis que os tome en serio?

Si la situación no fuera tan delicada, la indignación del demonio podría haber resultado hasta cómica. Precisamente porque a él no le hacía ni pizca de gracia.

Dreren lanza Campo de Fuerza sobre Lynn.

Esqueleto F ataca a Kando pero falla.

Schaudaron recibe 2 puntos de daño por el escudo de Gabrielle.

Iniciativas

Lynn [Campo de Fuerza 1/3]
Gabrielle
Schaudaron
Dreren
Kando
Esqueleto F
Sion
Derek [Estremecido]

¡Turno de Sion!

Sion no entendía la magia, para él se trataba de un gran don y se lamentaba que a los magos se les mirara y persiguiera en ocasiones como si fueran angeles del fin del mundo. Cualquiera poderoso puede causar un daño sin igual, da igual que sea mago, plebeyo, noble, soldado. Los abusos y caprichos solo traían sufrimiento. Pero para la gente era más sencillo señalar y culpar a lo que no entendían.

Lo único que entendía en este momento era que el dolor casi se había ido, la herida se había cerrado casi en su totalidad a ojos vista. Su mente estaba muy clara y despejada. Tal vez fuera un arrebato de lucidez, locura o mera desesperación, pero en su mente se fue forjando una idea de la que se lamentaría muchos años.

Claro que le gustaría salvar a ese chiquillo. Es solo que a cada segundo de combate le parecía más evidente que Ferin se había marchado para siempre. Solo era un crío y por muy fuerte que su voluntad fuera no podría haber resistido tantísimo tiempo un poder como el que tenía esa criatura, capaz de alterar la realidad a su mero capricho.

En todo momento había sido Schaudaron utilizando el cuerpo de Ferin como carcasa, no había nada, ni un gesto ni un tic,  nada que delatase que aun quedaba algún rastro del muchacho. Incluso el perro, dotado de una percepción muy superior e instintos más desarrollados había dudado al verlo.

Ferin se había marchado, y solo le quedaba el consuelo de que su alma en realidad estaba con el Hacedor, al lado de sus seres queridos y no en el buche de esa maldita cosa, mal rayo partiera esa sombra y la hiciera sufrir por toda la eternidad.

Pero el cuerpo... el cuerpo seguía allí, ¿por qué? tal vez para engañar a más víctimas como ellos. O puede que realmente Schaudaron necesitara esa marioneta vacía para poder hacer lo que en ese preciso momento estaba haciendo. Quizás la cáscara vacía de Ferin fuera lo único que vinculaba a esa pesadilla con ese lugar y realmente fuera lo único que podían realmente destruir para debilitarlo o mejor deshacerse de él.

Si lo pensaba con frialdad. Schaudaron era una criatura de inquina y engaño, pero orgullosa y soberbia, había quedado claro. Se había jactado con vehemencia de que el alma de Ferin ya no estaba. Y las insistencias de sus compañeros por rescatar al muchacho solo traían burlas y recochineo de esa criatura. Esperaba que fuera verdad, no... deseaba que fuera verdad.

No estaban ganando, lo estaba matando, lenta pero inexorablemente. Si ese hechizo fallaba Lynn moriría de otro zarpazo, solo quedaba un esqueleto pero tal vez fuera capaz de llamar a más. Dreren tosía sangre y sus piernas luchaban por sostenerlo en pie. Estaba bien claro quien era el cazador y quien era la presa.

Schaudaron se había equivocado en algo, en un detalle importante. Algo que para esa criatura era imposible de atisbar, podía atormentar a todos con sus buenos deseos, con sus virtudes y su altruismo. A todos menos uno.

No era un hombre piadoso, no era un hombre valiente, solo era un hombre sencillo arrastrado y abrumado por las circunstancias. Alguien al que el dolor le había enseñado lo dolorosas que son ciertas decisiones, alguien al que el dolor le había enseñado el sufrimiento entre lo que deseas hacer y lo que debes hacer.

Se había manchado las manos de sangre, tenía que mancharlas otra vez para que gente buena no arrastrará la carga de los remordimientos.

Era la primera vez que no haría caso a esas palabras "No puedes matar a alguien sin estar totalmente seguro". Claro que no lo estaba, jamás había pensado que tendría que apuñalar a un niño. Ni se le había pasado por la cabeza, hasta ese preciso momento.

Ni se molestó en defenderse del esqueleto mientras se acercaba a Schaudaron. Todo se había vuelto muy oscuro, muchísimo. Lo único que veía era un muchacho inocente envuelto en una luz blanca. Una luz que estaba a punto de extinguir. Todo su ser sentía repugnancia por lo que iba a a hacer.

- Yo no soy un hombre virtuoso Schaudaron, soy un preso de mis remordimientos. Ahora debo cargar con otro. Ferin está con el Hacerdor nunca ha sido tuyo ni sera tuyo. -

La batalla le había enseñado algo lúgrube, sabía muy bien como dar un golpe de gracia, despachar a un moribundo ya sea un enemigo o un acto de piedad. Esta ocasión no era muy distinta, Ferin no podía defenderse de esto.

- Que el Hacedor se apiade de mi alma. -

Varios centímetros de acero se incrustaron en la espalda del muchacho a la altura del corazón. No hubo ni un solo quejido de dolor y sorpresa ante tal golpe. Había sido preciso, increíblemente preciso. Había que saber muy buen donde golpear para provocar semejante herida.

Ferin se derrumbó inerte a la par que Sion soltaba el arma. No podía sostenerla tras haber hecho eso.

«¡¡NO!!»

Sentiste una mezcla de sorpresa y espanto tan sobrecogedoramente intensa que no parecía de este mundo (de hecho, no lo era) Por un momento tuviste la sensación de que aun bloque de hielo  se hubiese formado en tu estómago.

Cuando Sion había salido disparado, el esqueleto había aprovechado para intentar atacarlo y la cuchilla herrumbrosa de su espada había rasgado la manga y hecho un fino corte en el antebrazo del pícaro pero a éste le había dado igual.  A la par que la figura envuelta en sombras caía al suelo sin emitir sonido alguno, como un objeto inanimado, Schaudaron soltó un bramido híbrido de sorpresa y cólera que casi hizo temblar las paredes del muro que rodeaba el patio. El efecto teatral fue la mar de extraño pues dio la sensación de que menguara un poco y las sombras que lo componían se volvieran un poco menos densas. Menos negras y más grises.

El demonio pareció "perder el equilibrio" y se derrumbó hacia adelante teniendo que apoyar las zarpas en el suelo para no irse de bruces.

—¡¡TÚ!!—escupió volviéndose como una cobra a punto de morder—. ¡¡Despreciable criatur ainferior!! ¡¿CÓMO TE ATREVES?!

Estaba realmente furioso pero podíais asegurar que era una furia nacida de la sorpresa de alguien que no esperaba algo así. Alguien que se siente brutalmente humillado y sediento de venganza.

—¡¿QUIÉN TE CREES QUE ERES, RATA INSIGNIFICANTE?!—voceó—. ¡TE ENSEÑARÉ TU LUGAR, TE ARRASTRARÉ AL OLVIDO!

Schaudaron se encuentra en el Mundo Material "a pelo", cosa que un demonio no puede permitirse así como así. Sufre un penalizador de -4 a todo y pierde 1d8 puntos de salud por turno.

Esquleto F ataca a Sion y le hace 3 puntos de daño

Sion se mueve a o7

Schaudaron sufre 2 puntos de daño.

Iniciativas

Lynn [Campo de Fuerza 1/3]
Gabrielle
Schaudaron [Debilitado]
Dreren
Kando
Esqueleto F
Sion
Derek [Estremecido]

¡Turno de Derek!

Derek sintió un gran alivio cuando vio que Sion hacía lo que le había cruzado la mente no hacía mucho pero Gabby se había ocupado de sacar. Con Schaudaron protegido por la magia de la posesión era cuestión de tiempo que alguno de ellos muriese. Y Derek daba gracias al Hacedor por que alguno hubiese tenido el valor necesario para sacrificar su integridad moral por el grupo.

¿Se le nublaban los ojos por un desconocido? No dejaba de ser un niño después de todo. Pero era algo más. Quizá en un segundo estaba imaginando el rechazo en los ojos de Gabrielle de haber empuñado él el alma como había llegado a plantearse. O era empatía por Sion y la comprensión de sus motivos, y la certeza de que nada volvería a ser igual.

De un modo u otro, había un demonio iracundo suelto y él no podía pararse a tener discusiones sobre moralidad o sentimientos. Siguió a Schaudaron con el objetivo de acabar con él de una vez por todas. No obstante, fue incapaz de hacerle daño alguno. Tras un grito de frustración, Derek se mordió el labio.

Me muevo a o8.

Lynn se esforzaba por coger aire entre jadeos, encogida en el suelo mientras aferraba el zarpazo que había teñido de rojo su túnica de clavícula a clavícula. Soltó un gemido pero no quedó muy claro si fué por lo mucho que le dolía aquello o por lo que acababa de pasar con Ferin.

Gracias al Campo de Fuerza estaba a salvo pero tampoco podía moverse de allí de modo que se enderezó como pudo entre quejidos hasta lograr sentarse en el suelo, parpadeó para aclararse la vista y golpeó con una palma la superficie irisada, indicándole a Dreren que necesitaba que la disipase para hacer algo. A fin de cuentas, Schaudaron ya se había olvidado por completo de ella.

En cuanto el mago quitó el escudo, Lynn agarró un saquillo que llevaba colgando del cinturon, cogió aire y se lo lanzó con todas sus fuerzas a Derek. El gesto la hizo gritar de dolor y toser con lo que un hilillo de sangre le escurrió por la comisura del labio.

—¡Se adhiere al metal por naturaleza!—alzó la voz todo lo que pudo para que la oyese en medio de los rugidos del demonio, y al hacerlo le salió algo rasposa por el esfuerzo.

Esfuerzo que le volvió a costar otra tanda de espasmos de tos.

Schaudaron sufre 2 puntos de daño.

Iniciativas

Lynn
Gabrielle
Schaudaron [Debilitado]
Dreren
Kando
Esqueleto F
Sion
Derek [Estremecido]

¡Turno de Gabrielle!

Recibiste el saquito manoteando el aire torpemente pero no se te cayó. Al abrirlo pudiste ver que contenía un polvo azul brillante que de algún modo te inspiraba estar cargado de energía. ¡Lirio!

¿Lynn se refería a que  aquello debía de tener alguna especie de cualidad medio magnética por naturaleza o algo así? O al menos estando en polvo. No tenías ni idea. El caso es que, pese a que no fuera un encantamiento en toda regla, era "recubrirla de magia" así que el embadurnar la hoja de tu arma en aquello debía bastar para que tus golpes pudieran hacerle daño a Schaudaron en lugar de atravesarlo como quien trata de cortar humo.

—¡NO! —chilló Gabby al unísono con Schaudaron—. ¡Esto no tenía que acabar así!

Gabby retrocedió, y sin darse cuenta sus ojos ya se habían anegado en lágrimas. Algo había muerto dentro de ella cuando vio la atrocidad que Sion había perpetrado. ¿Cómo era posible que tuviera la sangre fría de matar a un niño cuyo único pecado había sido tener miedo? ¿Quién era el auténtico monstruo, Schaudaron o él?

La sola idea de que podía haberlo evitado, que podía haber hecho que las cosas fueran distintas lo hacía aún peor.

Casi mecánicamente, como un antiguo golem enano, Gabby canalizó sus energías curativas hacia su amiga.

Retrocedo a q11

«¡MALDITO SEA!» protestó Astucia repentinamente furioso, y de nuevo sentiste aquella sensación ardiente de rabia interior que no era tuya. El espíritu estaba molesto de verdad «¡Maldito sea! ¿Cómo ha... ? ¡Grh!»

No te quedó muy claro si el gruñido entre dientes se debió a que estaba haciendo un esfuerzo de nuevo por doblegar aquella emoción tan humana y tan desconocida como poco recomendable para él o porque el escudo que habíais creado de nuevo había llegado al límite. La luminosidad que te rodeaba se disipó y la presencia del espíritu se volvió muchísimo más tenue, como si aquello hubiera extenuado el número de veces que podíais hacer aquello al día.

Si fuese una persona normal, lo más seguro es que estuviese de rodillas por el suelo, sudando la gota gorda.

Lynn cogió muchísimo aire cuando Gabrielle la curó, como si le hubiera estado faltando todo el rato. El terrorífico zarpazo de Schaudaron desapareció dejando sólo el desgarrón y la mancha de sangre en la túnica pero nada más. Aun estaba algo magullada pero se pudo poner en pié rápidamente. En ese momento, también el escudo de Gabrielle volvió a llegar al fin de su duración.

Pero a Schaudaron ya no le importaba ni una cosa ni la otra. Toda su cólera estaba centrada en Sion, y el demonio levantó una zarpa para partirlo por la mitad pero de nuevo la clériga fue más rápida y le atinó en la cabeza con otra de las flechas embadurnadas en lirio. Luego otra, y otra más. Disparaba seguido todo lo rápido que podía, sin descanso, soltando algún quejido que otro con los dientes apretados en un gesto de dolor y frustración. Sobre todo de frustración.

Derek, que había esparcido el brillabte contenido del saquillo sobre la hoja de su espada (¡lirio en polvo!) esta vez sí pudo hundir el acero en la masa de sombras. Aquello hizo volver a rugir al demonio que cada vez que intentaba atacar a alguien, recibía un golpe de otro miembro del grupo; si no eran los flechazos de Lynn, eran eran los carámbanos de escarcha del bastón de Dreren, las pequeñas explosiones de energía espiritual del de Gabrielle o los espadazos de Derek.

Llegó un punto en que el demonio quedó encorvado sobre el suelo más formado por una niebla grisácea que ya por sombras.

He decidido resumir primero porque estoy hasta las narices de llevar 3 meses con esto y segundo porque el boss ya está "ganado" como quien dice. Para teneros durante turnos y turnos pegándole y curándoos lo que os pega sin nada más pos paso.

Todos: 300 PX y 1 PH

Derek: Subes de nivel. Actualiza tu ficha.

Schaudaron emitía un prolongado gruñido reverberante y ronco... que poco a poco se fue tornando en una cruel risa, como si se hubiese percatado de algo.

—Hasta ahí llegaron vuestras virtudes... —masculló—. No habéis conseguido nada. No habéis ganado. ¡Es una victoria VACÍA!

Le dio un errático zarpazo al "aire" y de pronto empezaron a aparecer lúcilos por toda la estancia. ¿Había rasgado el Velo? El gruñido se convirtió en una especie de risa exhausta y rasposa entre dientes.

—¿Dónde está vuestro Hacedor ahora... ?—añadió con regocijo malévolo, seguramente refiriéndose a Ferin. Pero aquello lo atragantó y volvió a caer sobre el suelo jadeante. Soltó un chispazo sombrío y se encogió sobre si mismo aunque intentó volverse a enderezar. Era como si literalmente se estuviera disipando—. Así de miserables e hipócritas sois los humanos... Vosotros nos creáis con vuestros pecados. Somos tan parte de vosotros como esas virtudes de las que tanto os vanagloriáis. ¡Pero preferís haceros los ciegos! Lo único que encontraréis al aferraros a todas ellas será debilidad y decepción... cuando os estrelléis contra la fea y cruda realidad y se hagan pedazos... ¡Como ahora!

El demonio gruñó y se "agarró al agujero" que había hecho en medio del aire. Se abalanzó dentro al mismo tiempo que desprendía  una explosión impresionante de pura oscuridad. Vuestro campo de vision se tornó totalmente negro, no visteis nada pero sentisteis una oleada de viento y polvo del suelo tan fuerte que os tiró de espaldas. Al segundo siguiente, todo había terminado.

La niebla parecía haberse levantado un poco del patio, a Schaudaron no se lo veía por ninguna parte. Sólo el silencio y algún que otro lúcilo flotaban perezosamente por el lugar.

En cuyo centro yacía la figura inerte de un niño.

Incluso los monstruos pueden morir. El Archidemonio había sido un ejemplo reciente, por suerte Schaudaron no había sido la excepción. Aunque el precio a pagar había sido muy alto. Una vida nunca justifica otras, solo esperaba haber matado a un cuerpo vacío pero jamás podría saberlo hasta que tuviera que responder por sus pecados ante el Hacedor.

Solo quedaba la calma, el maldito silencio que siempre viene después de las tempestades. Tenía aun la duda de si en ese momento despertaría sudoroso y todo quedase en un mal sueño, el peor de su vida. Pero el dolor en las heridas y el cansancio eran cruelmente reales. Todo había ocurrido como había ocurrido y no se podía cambiar.

Recuperó el arma, era consciente de que no importa cuanto limpiase el acero. Siempre portaría esa mancha.

Por una vez, Gabby no replicó al demonio. En realidad estaba en parte de acuerdo con él. Con Ferin muerto la victoria se le antojaba vacía, amarga y pírrica, aunque desconociera este término.

—Lo siento Johana —le dijo a nadie en particular.

Al hablar en voz alta se dio cuenta de que estaba sollozando entrecortadamente. Se enjugó las lágrimas.

—He fracasado. No he podido proteger a tu pequeño —añadió, y expresarlo en voz alta le provocó un terrible nudo en el estómago.

"No de mis propios compañeros" pensó para si, pero no podía evitar pensar en si Sion habría hecho eso de no haberle curado. Las ganas de volver a llorar aumentaron, pero no miró a Sion. Simplemente se dirigió al cuerpo inerte de Ferin y se acuclilló junto a él.

—Ojala fuera más poderosa —dijo acariciando la mejilla aún caliente del niño—. Y mis poderes pudieran traerle de nuevo a la vida. Era... era demasiado joven para morir.

No sabía qué más decir. No había palabras para definir como sentía, pero necesitaba llenar ese horroroso silencio que se había formado.

- No.

 Le negó descanso a Gabrielle si esque pudiese encontrarlo después de lo acaecido, de lo visto, de su culpabilidad expresada en ruego.

 Ser más poderoso era la solución más sencilla, era la excusa perfecta, era abandonarse a otra de nuestras muchas debilidades humanas. Concederle a aquel demonio la victoria y la razón. Sion no era un hombre débil, era un hombre que pretendía salvarles a todos, pero rara vez es sencillo discernir entre lo correcto y lo conveniente.

  Dreren dio un paso como si no estuviese herido en absoluto, con la misma fuerza con la que había expresado en una palabra su negativa. Luego, con naturalidad, pero apoyado en el bastón, se agachó inclinandose hacia adelante para recoger a Wish. Le agradecía su arrojo y don de justicia. Pero Dreren no parecía satisfecho. Sangraba en abundancia y el rojo, aunque no le quedaría mal, era un rojo demasiado oscuro y vivo como para no alertarse. Quizás pensase en vestir de rojo en algún otro momento. No era el lugar ni el instante para cuestiones estéticas, sólo para dejarse caer y morir por las profundas heridas de los esqueletos y la herida espiritual de perder algo que aunque desconocido se ha apreciado, la vida es preciosa...o luchar a pesar de todo.

 - Quizás no podamos salvar su cuerpo.

 Pero debemos salvar su alma. - inquirió con los ojos cerrados, sosegado. Quizás su mente no estuviese muy vívida en ese instante, muy sagaz, tal vez perder sangre le afectaba.

 - Tenemos que guiarle hasta un lugar adecuado o vagará condenado por el velo...o algo peor.

 Abrió los ojos lentamente, tempestuosos observó a Gabrielle y luego alzó la vista alrededor.

 - ¡Johana! ¡Ferin!

 ¡Esto aún no ha acabado!

 Se arrastró hasta ponerse en pie y avanzó hasta el cuerpo del chico.

 - Tenemos que desligar su alma de este cuerpo corrupto. Tenemos que hacer que trascienda.

 ¿Cómo sino acabarían con aquella ruptura? Otros, como Schaudaron podrían volver a través de otros vehiculadores...quizás a través de ellos mismos en aquel instante.

 Debían apresurarse.

 ¿Lynn?

 Siempre tenía la sensación de que todos pensarían que la exigía demasiado. Pero era un miembro de la capilla, ella y Gabrielle tenían que tener una forma de dejar su alma en paz, con el hacedor o con quien fuera...

Lynn se levantó como buenamente pudo, soltando algún gruñido que otro. Ya era el segundo costalazo que se llevaba en menos de dos minutos y le costaba respirar sin que le doliese todo.

Cuando Dreren recuperó a Wish, se apresuró a acercarse, lo agarro y metió un hombro bajo su brazo como quien trata de servirle de punto de punto de apoyo a alguien. Ella estaba algo magullada tras la curación pero el mago aún no había recibido ninguna y andaba mucho peor desde luego.

De hecho, le dirigió una ligera mirada de reprimenda por no parar quieto y esperarse a que lo ayudara a caminar pero apenas fué un instante antes de desviarla al suelo; parpadeaba molesta porque se le debía haber metido polvo de la explosión en los ojos pero no dijo nada. Tal vez porque pensaba que preguntarle "¿Estás bien?" iba a ser una tontería la mar de retórica.

—.......