Partida Rol por web

Dragon Age: Las Cenizas de la Ruina

3. Marcado por el Lirio

Cargando editor
07/11/2011, 08:44
Gabrielle

No te preocupes, Lynn —le dijo con dulzura—. No son ejemplares viejos o valiosos. Por lo que me dijo Wynne es una reedición bastante reciente. Si se estropea ya se arreglará, lo importante es que no te hayas hecho daño.

Recalcó la palabra daño mientras tiraba con brusquedad del libro que Dreren le tendía. La joven tenía un gesto hosco, que no cuadraba muy bien con sus dulces facciones.

No, no la necesito. ¡Muchas gracias! Y ahora si nos disculpas...

Gabby no es maga aún, tiene la túnica azul de los aprendices.

Cargando editor
07/11/2011, 08:50
Señor Keefles

El Señor Keefles se sentó sobre sus patas traseras y dedicó una mirada sosegada a la rana. Una mirada sosegada... y hambrienta.

Cargando editor
07/11/2011, 15:09
Dreren

- Está bien.

 Afirmó ante la independencia de Gabrielle, era bueno que supiese apañarselas ella sola y no requiriese la ayuda de nadie, eso la haría fuerte para enfrentar el futuro, para enfrentar la Angustia.

 Dreren sabía que no se debía hablar de eso, tampoco pensaba que ella estuviese dispuesta a escuchar ninguna clase de consejos por su parte, por muy buena intención que contubieran sus palabras. No tardó en dar un paso a su frente, alejandose de Gabrielle.

 Su siniestra descansó sobre el hombro de Lynn, en un contacto delicado pero firme.

 - Gracias por la compañía. ¡Y por la escolta! - exclamó alegre pero sin sonreirle, como si fuese incapaz de hacer algo tan humano, tampoco alzó la voz.

 - Sabré llegar hasta Irving - afirmó con rotundidad, no con mala intención aunque dejaba claro que no la necesitaba en ese momento y seguramente tendría mejores cosas que hacer que acompañarle. - Es tu día libre. Aprovechalo.

 Sería bueno que lo hiciese con su amiga. Dreren no tenía sentimientos al respecto.

 - Continuaré solo, y tranquila, que no trataré de escabullirme. - Lo que sólo le generaría problemas a la hermana si se enteraban de ser una de las últimas que le había visto.

 Asintió como despedida, y cuando les había dado la espalda reflejó que se fijaba más en los detalles de lo que podría parecer. - Hasta pronto Gabrielle, que pases un buen día.

 Afirmó atonal mientras se disponía a seguir su camino.

Cargando editor
07/11/2011, 15:18
Wish

- ¡Croac!

 Se despidió de Lynn recuperando su color verde casi en su totalidad. Sólo asomaba la cabecita pero aprovechando el movimiento de Dreren saltó sobre su hombro y se escondió en la capucha retirada del mago, a su espalda.

 Desde allí contempló con horror las maneras del familiar de Gabrielle. Llevandose las ancas a la cara y agachandose entre la tela para escabullirse.

 ¡que no me vea!

Cargando editor
07/11/2011, 15:39
Lynn

¡Si te dejo ir solo, el Caballero Comandante me mata!—exclamó Lynn levantando los dos brazos y abriendo mucho los ojos como si Dreren acabase de decirle que un Archidemonio acababa de colarse por la puerta principal. No fue un gesto exagerado pero sí bastante expresivo—. Quería mandar a un templario de escolta, la única diferencia es que en vez de un templario he sido yo. Pero la parte de la escolta se mantiene.

Los tres conocíais a Greagoir. El Caballero Comandante del Círculo de Hechiceros de Ferelden no era una persona cruel ni fanática. Había mostrado su sentido de la justicia cuando el incidente de las abominaciones manteniendo su confianza en la palabra de Irving y la Guarda en lugar de anular el Círculo "por si acaso". Simplemente era un poco... seco, marcial, aunque amable a su manera con los magos; nunca os miraba como si fuéseis bichos raros y siempre atendía a quien le requería para lo que fuese.

Precisamente por esto los tres también sabíais que no iba a matar literalmente a Lynn pero del soberano rapapolvo que podía caerle como no cumpliera lo encomendado sí que no había duda. Tal vez incluso la Reverenda Madre se enfadase con ella.

Perdona, Gabby—añadió todavía colorada en un tono de disculpa un poco más bajo puesto que la aprendiz no sabía de qué iba el percal y ni se lo habían explicado. Aparte, sabía que no estaba precisamente contenta con Dreren—. Es que el Primer Encantador lo ha hecho llamar y tengo que acompañarlo... ¿Ibas a la biblioteca? No tardaré mucho. Si me esperas podemos almorzar juntas.

Terminó la frase con una sonrisita dulce para su amiga ya más característica en ella.

Cargando editor
07/11/2011, 16:03
Gabrielle

Igualmente —replicó con cortesía. Para una persona tan cariñosa como Gabby, la cortesía era tan gélida como en otras personas la ironía.

El semblante de Gabby se suavizó automáticamente cuando su mirada pasó de Dreren a Lynn.

Claro, te esperaré para comer. Wynne me ha dicho que tenía que ultimar unos detalles así que no creo que retomemos las lecciones hasta por la tarde.

- Tiradas (1)
Cargando editor
07/11/2011, 18:02
Dreren

- Tienes un don.

 Espetó con tranquilidad mientras caminaba, ahora no se molestaba en ir delante o detrás, simplemente a la par. Seguía sin hacer muecas o gestos que relajasen su semblante, aparentemente serio e inflexible, pero sus palabras deseaban resultar agradables.

 - No todos tienen la capacidad de convencer al Caballero Comandante.

 aunque no lo dijo tambiéns abía que eso era una buena señal en el giro de los acontecimientos, si creyesen que era un peligro potencial no hubiesen permitido a Lynn ir sola. Ni Gabrielle se había dado cuenta de algun posible fallo en la conducta de Lynn, eso también venía a decirte que no era una treta orquestada por Terria o el propio Irving.

 Irving sólo me hablará de procedimientos, de como deben hacerse las cosas en el círculo conscientes de que tenemos una correa. Le respeto...en serio, pero...¿realmente se traga ese cuento?

 - Te has tomado muchas molestias.

 ¿Hay algo que pueda hacer por ti? - Dijo en tono cordial, le daba la posibilidad de una recompensa, aunque su intención no era que se sintiese como una "buscona" que sólo le ayudaba para obtener algo a cambio. Sólo era la retribución mínima y justa que podía ofrecerle ahora que tenía algo más claro que saldría indemne de aquella.

Cargando editor
08/11/2011, 15:21
Lynn

Sí, un don para la torpeza—corrigió Lynn que ahora caminaba con la cabeza encogida entre los hombros aparte de con las manos a la espalda. Seguía algo azorada y miraba al suelo como si no quisiera encontrarse más sorpresas que la fueran a hacer tropezar—. Además... yo sólo se lo pedí a Irving. Fue él quien convenció a Greagoir.

Cuando le hiciste la pregunta sin embargo, cogió bastante aire y lo retuvo unos segundos como si pensase en qué palabras emplearlo. Pero finalmente lo soltó.

No—suspiró entornando un poco los párpados con un curioso ribete de resignación—. De momento al menos... creo que no.

Cargando editor
08/11/2011, 15:35
Dreren

- En ese caso de debo una.

 recapacitó.

 - Bueno, unas cuantas.

 dreren no consideraba torpe a Lynn, si no no hubiese dejado que trabajase con el lirio sobre su cuerpo como lo había hecho. No obstante tampoco tenía la necesidad de decirselo, y no creyó oportuno hacerlo para obtener un "es que me miras con buenos ojos" o algo por el estilo. Le gustaba ahorrar palabras de vez en cuando, él pensaba así, y ella debería saberlo...era la creencia de Dreren, creía que todos eran suficientemente empáticos como para saber lo que es una amistad, donde no se necesitan palabras de consuelo para algo que no se es.

 - No lo olvides, quizás en algún momento quieras pedirme algo.

 Sea lo que sea, lo haré. - Le dijo, dejandolo ya como algo que ocurriría en un futuro lejano y no en ese instante pues había dicho que no.

 Wish no perdió el miedo en todo el trayecto aunque se despediría de Lynn muy cariñosamente, casi como si estuviese pensando en asociarse con ella ya que a Dreren lo iban a matar, o...algo peor.

Cargando editor
08/11/2011, 15:46
Narrador

Lynn sonrió y te pellizcó suavemente un moflete ante la respuesta positiva, luego se despidió con la mano y se marchó con Dreren en dirección a las escaleras del segundo piso.

Pudiste  continuar sin percances hasta la biblioteca. El mismo templario de antes te volvió a saludar con la cabeza y luego devolvió su atención al interior de la estancia.

Nunca mejor dicho lo de que continuó sin percances hasta la biblioteca... porque en cuanto fuiste a cruzar el umbral, y siguiendo ese refrán que dice que "no hay dos sin tres", un pie salió espontáneamente de detrás del marco y te puso la zancadilla antes de que pudieras reaccionar lo suficientemente rápido como para evitar irte de narices al suelo.

¡Chica!—se sobresaltó el templario dando un bote en el sitio y girándose rápidamente hacia ti, lo último que se había esperado era que te dieras un trompazo nada más entrar—. ¿Estás bien?

Cargando editor
08/11/2011, 15:48
Cassidy

Mientras el templario se agachaba con un suave tintineo metálico para ver si te habías hecho daño, escuchaste una risita muy apagada a tu derecha, de donde había salido la misteriosa zancadilla. Cuando miraste sólo te encontraste con un mago que estaba de pie frente a una estantería que se encontraba junto al arco de entrada y sostenía un libro que al parecer había sacado de ella para ojear en sus manos.

Conocías a ese mago, por desgracia, y de hecho éste ta miraba con una disimulada y petulante sonrisa en el rostro.

Tsk, tsk... —negó con la cabeza y soltó un suspiro de falsa resignación—. Estos aprendices de hoy en día no conocen el valor de las cosas ni las tratan con cuidado. ¿Cuándo prestarán atención a lo que deben?

Y continuó ojeando el libro mientras reparabas en la puntera de la bota que se terminaba de esconder bajo su túnica justo en aquel momento.

Cargando editor
08/11/2011, 16:18
Gabrielle

Gabby volvió a caerse y, por tercera vez en lo que iba de día, vio desparramarse los libros por el suelo. Le entraron ganas de llorar, pero la frustración se convirtió en furia cuando se dio cuenta de que había sido Cassidy quien le había puesto la zancadilla. Pero ¿qué podía hacer? Quejarse amargamente de que él le había puesto la zancadilla no le iba a servir más que para que se riera aún más de ella. Gabby tomó la mano que le ofrecían.

Gracias. Estoy bien —le contestó al templario con una sonrisa.

Se sacudió la túnica reuniendo toda la dignidad de la que fue capaz. Después, se dirigió a Cassidy.

¿Por qué te divierte burlarte de mi delante de todo el mundo? —preguntó, con genuina curiosidad.

Cargando editor
08/11/2011, 21:49
Cassidy

Cassidy se tomó unos segundos más con las páginas del libro antes de prestarte atención. Ccuando lo hizo fue mirando "por encima de las gafas" (o lo que se denominaría así si tuviese gafas)

¿Burlarme de ti?—respondió con hastío—. Muy típico de los novatos echare las culpas de su torpeza a otros.

Hizo un gesto de desestimación con la mano y volvió a centrar su atención en el libro.

Si actúas de forma irresponsable luego no la pagues conmigo por hacértelo verañadió—. Y ahora, por favor, no me molestes. La biblioteca no está para andar de cháchara.

Cargando editor
08/11/2011, 22:21
Lynn

Lynn se limitó a esbozar una sonrisilla encantada mientras seguía mirando al suelo y asintió.

Quizá—dijo con el tono de alguien que estuviera pensando en lo mucho que anhela unas fabulosas vacaciones en una idílica playa. Aunque en realidad las pretensiones de la clériga distaban mucho de encontrarse en algo como aquello—. Lo tendré en cuenta, gracias.

Cargando editor
08/11/2011, 23:13
Narrador

Subísteis las escaleras del segundo piso las cuales conducían a una sala circular que en su día había sido el anterior almacén del Círculo y desde el cual se abrían dos arcadas ojivales hacia el pasillo que circundaba el diámetro entero de la torre. En aquel pasillo estaban las dependencias de los magos. Sabías que debían asignarte tarde o temprano una habitación de aquellas puesto que todo el tinglado de la huida de Ayla y el asunto de los tatuajes te había pillado mientras se terminaban de archivar los resultados de tu Angustia y todavía te hallabas en los aposentos de los aprendices.

Ambos recorrísteis el larguísimo pasillo circular y por el camino encontrásteis primero un mago que iba hacia alguna parte cargado de pergaminos y luego una Encantadora Superior que os miró con una sorprendida ceja enarcada (o más bien te miró a ti con una sorprendida ceja enarcada) Finalmente, llegásteis a las escaleras que conducían al tercer piso y frente a las cuales se hallaba el despacho del Primer Encantador.

Asomásteis por la puerta abierta y Lynn la tocó suavemente con los nudillos para anunciar vuestra llegada. Aunque en realidad no hizo falta por lo que pudiste ver al entrar tras el "adelante" que se escuchó como respuesta.

Irving estaba sentado en su escritorio con las manos ociosamente entrelazadas sobre la mesa, como si os hubiera estado esperando todo el rato. A su diestra se encontraba Greagoir, en pie con los brazos cruzados sobre el pecho en una regia figura guardiana, observando de soslayo la puerta con su gesto serio de siempre.

Y en el apropiado lado siniestro, estaba Terria.

Aquella arpía tenía posadas las manos huesudas en el extremo de un bastón corto y nudoso, dándole el aspecto de un cuervo posado en una rama. Un cuervo que te miraba fijamente.

Cargando editor
08/11/2011, 23:44
Primer Encantador Irving

Aaah... al fin habéis llegado—dijo el Primer Encantador con un gesto indescifrable en su rostro cubierto por una espesa pero cuidada barba gris—. Pasad, pasad.

La voz de Irving siempre era pausada y serena por lo que resultaba imposible adivinar su estado de humor a menos que se dedicara a gritar abiertamente para expresar furia o a rodar por el suelo para expresar jocosidad. Se mantuvo unos interminables segundos escrutándote con la vista.

Dime, hijo—habló finalmente—. ¿Sabes por qué estás aquí?

Cargando editor
09/11/2011, 19:01
Gabrielle

¡Como si tú llevaras veinte años con la túnica amarilla! —bufó Gabby.

La joven giró sobre sus talones mientras el Señor Keefles observaba la escena con sosiego gatuno.

Le huele la túnica como si la hubiera llevado veinte años puesta, desde luego —resopló el felino, antes de echarse a andar perezosamente.

Gabby ahogó una risotada mientras se dirigía a colocar los libros.

Cargando editor
10/11/2011, 18:25
Narrador

¡Shhh!

Para darle algo más de surrealismo a la escena, el mago que habías visto por la mañana y que te había recordado a un huevo con gafas seguía en el mismo sitio. Lo único que había cambiado era el libro en el que tenía metidas las narices porque lo quisquilloso en lo referente a los sonidos por lo visto seguía igual.

Cargando editor
10/11/2011, 18:33
Cassidy

Ah, qué mala es la envidia... —murmuró Cassidy con una disimulada sonrisa ladina—. Típico de la inmadurez. Nos quedamos sin argumentos y recurrimos a las descalificaciones.

Negó con la cabeza comprensivamente ("comprensión" que a ti te resultó más falsa que un soberano de madera) y cerró cuidadosamente el libro para volver a depositarlo en su estantería.

Cargando editor
10/11/2011, 18:48
Zeadrel

Pues tú hueles deliciosamente, pequeñín.

La voz meliflua provenía de la parte superior de la estantería. Meliflua pero con cierto ribete ominoso que invitaba a la desconfianza. Pertenecía a Zeadrel, el Familiar de Cassidy, un gato persa adulto de color blanco con unos arrogantes y traicioneros ojos amarillos que parecían siempre estar esperando a que uno se diese la vuelta para hacer algo.

Movía la altanera cola con lentitud mientras observaba a tu Familiar desde las alturas como lo haría un depredador.