Partida Rol por web

El sol mortecino empezaba a asomar por encima de las copas de los arboles, disipando, perezoso, los ultimos jirones de  niebla que aun quedaban, vestigios de una noche fresca en las lomas del Mazizo Oriental de Abanasinia. El grupo, que habia disfrutado de un viaje tranquilo durante los ultimos cuatro dias, desde que salieron de Solace aquella mañana, se acercaba a la población de Delembert, con un buen saco de interrogantes en el aire: que había ocurrido en aquella villa los ultimos 100 años?? Que habia hecho que apareciese ahora?? Que relación tenía con los sueños de Tarben?? Que había sido del Hijo del Bronce, como lo llamó Lobo de la Noche, el Chaman Goblin que cogieron prisionero?? Desde que Kartag viese con sus reptilianos ojos el desolador panorama que había dejado en la aldea goblin, no habían vuelto a saber de él... Sería eso buena, o mala señal...???

Durante el viaje, los compañeros pudieron entablar algo mas de confianza entre ellos, aprovechando la camaradería que da el camino, y ahora que el viejo mapa que Palin Majere le dió de la población robada indicaba que esta se encontraba cerca, de nuevo la tensión volvía a asentarse en el ambiente, como si detrás de aquel grupo de robles, o tras las rocas de una pequeña quebrada, pudiese esperar el mayor de los peligros.

El altiplano se había ido nivelando en los ultimos kilómetros, indicando que entraban en la campiña en la que se enclavaba Delembert, al Sur de un viejo bosque de coníferas que le protegía del viento del norte. Mas al norte de aquel bosque, aunque desconocido para todos, descansaba la Torre de Helion, el Grande.

Los potentes caballos que les prestó el Duque de Thelgaard habían aguantado perfectamente el ascenso de los ultimos dos dias, con vaharadas de caliente resoplar elevandose en el fresco ambiente, pese a encontraros en Fiersvira (Julio).

A ambos lados de la campiña se adivinan caminos hacia pequeñas granjas diseminadas por el mar de hierba, mientras, tras salvar un pequeño y antiguo puente de piedra, podeis ver delante de vosotros, como a un kilómetro y medio, la Villa de Delembert, donde parece que el dia empezó hace ya unas cuantas horas, dado el mosaico de rastros de humo dejado por las chimeneas. Pese a no haber encontrado ni a un alma en el tramo recorrido de la campiña, en los alrededores del pueblo ya se veian lugareños dedicandose a sus labores.

Durante todo el viaje, no logras quitarte de encima la sensación de que alguien... o algo, os observa, pero, pese a que te esfuerzas en saber de donde viene, tus esfuerzos, al menos hasta el momento, son en vano.

El tercer día, te despiertas sobresaltado, con tu habitual profunda y lenta respiración agitada, con una imagen agarrada en tu mente, del sueño que se empeña en escaparse a tu memoria consciente, como si de arena fina entre los dedos se tratase...:

"... Zarcillos de Oscuridad, pulsando con mortecina luz morada mancillando el suelo que os rodea, allá en el camino..."

Que demonios podía significar aquello...??

Por fín era la hora. Temida y ansiada a partes iguales.

El viaje había sido largo y tedioso. Mirando siempre la retaguardia y cuidado de que los goblins no hiciesen nada raro. Y aunque fuese simple, el torrente de emociones que sufría el jóven Tarben eran tales que pudo estar algo quisquilloso e introvertido.

Cada rato que podía lo usó para escaparse del grupo e intentar adoctrinar al chamán. Quizás pudo hablar algo más trivial con Desdémona o con Anubis, pere muy a su pesar seguiría chocando con su compañero de la Orden Leviathan pues ambos tenían una visión bien distinta de "hacer el bien"...y ahí echó de menos la mano de algún caballero más experimentado que pudiera guiarlos.

Mientras cabalgaban ya quedando poco tiempo, salió de su ensimismamiento y dijo en voz alta:

- ¿Hemos pensado ya cómo lo haremos para entrar en el pueblo y no levantar muchas sospechas? o ¿cómo daremos con "la pieza"?

 Tras pensarlo detenidamente, propuse:

 - ¿No sería mejor enviar un explorador en primar lugar, que se acercara sigilosamente y sin ser visto, para ver la situación de la aldea y ver si hay algo sospechoso?. Tal vez, dada la situación, podría ser peligroso entrar abiertamente sin saber lo que nos puede esperar, sobre todo si hay magia negra involucrada...

 Yo no era de los que se escondía, pero dadas las circunstancias, la prudencia y la inteligencia eran necesarias en esta caso.

De nuevo se removió inquieta en la carreta, otro poblado más, nunca la veían bien en esos sitios, en realidad nadie la veía bien y no le gustaba que todos a mirasen con miedo, recelo... que era lo que recibía, generalmente.

-¿Para que vamos allí?-

- Para recuperar un objeto de gran poder. Tenemos que evitar que las fuerzas que sirven a los dioses del mal se hagan con ellas antes que nosotros.

Dijo mientras inchaba el pecho pues en parte se sentía orgulloso de su tarea, por muchos problemas que le haya podido acarrear. Era todo un honor ser enviado para tal fin.

Baigron estaba alerta, tenso y eso era algo no tan habitual en el draconiano, ¿estar preparado para el combate?, por supuesto, pero esto era diferente.

Realmente no tenia mucho mas que decir frente a sus "compañeros", una vez mas se deseaba volver a tener la confianza de la que hacia gala cuando aun tenia un dios al que adorar, ahora mas que nunca necesitaba era confianza indestructible...
Malditos fueran todos.

Sin hacer comentarios, Baigron se movió cerca de la figura del poderoso minotauro y pareció comentarle algo, mientras el resto del grupo se preparaba para lo que fuera a hacerse en el pueblo enfrente de ellos.

¿También lo ha notado? siseo Baigron al guerrero esa sensacion de que algo nos acecha, no he podido quitarme la sensacion desde Solace...hay algo en este lugar que me causa profunda desazon..

El Escudero de Solamnia, serio como siempre, miraba tanto a los goblins como a sus nuevos compañeros. Son tan diferentes de nosotros, sus costumbres, su forma de comer o caminar, y esa insidiosa medio-demonio, con sus continuos y descaradas insinuaciones. El las acepta, como acepta casi todo con un talante asombroso.

En cuanto hablan de pasar a hurtadillas o mandar exploradores, apunto mi punto de vista.

- Tenemos un documento como embajadores de Solace, simplemente venimos a presentarnos a la máxima autoridad y a pasar unos días en su maravilloso pueblo- saco el documento y lo agito en el aire- que seamos de diferentes razas, sólo hace verificar que cubrimos varios campos de protocolo. Hay que tener en cuenta que pueden que no sean humanos.

 - Solo hay un problema acerca de lo de las razas... - Interrumpí. - ... Se supone que el pueblo desapareció antes de la guerra de la lanza, así que se supone que esas gentes no han visto nunca un draconiano.

 Miré significativamente a nuestros compañeros reptilianos. Desde luego, entre ellos, los prisioneros y la chica diablo, formábamos un grupo variopinto, por decirlo suave.

Kartag aprovecho el comentario de Anubis, para romper su estado meditativo. Exclamando:

Ese desconocimiento sería motivo suficiente para no crear recelo y desconfianza, unido a que somos embajadores de Solace, como bien ha dicho el Caballero Leviathan. Por ende, sería lógico que nos presentemos a la autoridad del lugar y le expliquemos el motivo de nuestra visita.

Además es de hecho conocido, la antiguedad de las Ordenes de Caballería, así como el culto a Majere.

Llenándose de orgullo al exclamar el nombre de su dios, alza la vista a los cielos, dando gracias por su gran participación en la creación de Krynn.

Nada hemos de temer hermanos!

Alzo una ceja escuchando -Seguramente no hayan visto un draconiano, bien ¿¿pero un demonio?? aunque no hayan visto ninguno, historias se cuentan y no muy agradables sobre algunos de los de más arriba, digo más arriba porque mi raza suele ir a lo suyo, pero los de más arriba no y os guste o no mi parecido es más que razonable- miro a los demás -Si se pudiese evitar, yo evitaría entrar, podéis ir vosotros como antes, yo me quedaré felizmente fuera- sonrió infantilmente.

- Leviathan, y si.... esas personas siguen ancladas a esa época? quizás si el tiempo no ha pasado para ellos siguan culpando a los solamnicos del cataclismo?

Luego escuchó a la mujer y se planteo cosas

- Se supone que esto es una carrera contras los agentes del mal por esa pieza. Agentes que también te necesitan para algo.... no deberías exponerte de esa manera sin que nadie pueda cubrirte.

Dijo en tono paternalista.

Miro a Tarben tiernamente, realmente no llegaba a acostumbrarse a que alguien se preocupase por ella, incluso estando su vida de seguro en peligro.

-Hemmm... creo que no soy tan indefensa, lo he demostrado- ladeo la cabeza -¿no? aunque he de decir que me encanta que te preocupes por mi, te pones tan mono- ronroneo

Indiferente se encogió de hombros Baigron, si son hostiles, lo serán nos vean o no, de todos modos los draconianos nunca hemos sido precisamente bienvenidos en ningún lado.

Un ligero siseo escapo de sus labios cuando vio las interacciones de Desdemona con el humano, a esta chica siempre le había gustado jugar con la comida por lo que se pero si eso la hacia feliz pues bendita sea.

El pelo de la nuca del minotauro estaba erizado, eso nunca era buena señal. 

Con una mirada asintió a las palabras del draconiano.

Creo que deberíamos avanzar todos juntos, con toda naturalidad. Buscar una posada y tomarnos una cerveza. Cuanto más importancia le demos al aspecto y al como actuar más se lo darán los demás.

El minotauro echó un vistazo disimuladamente a los alrededores desde su silla.