Partida Rol por web

Dragonlance - Reconquistando Silvanesti

La Reconquista de Silvanesti

Cargando editor
09/01/2020, 22:02
Director

Unos y otros, os acabáis retirando a disfrutar de la privacidad de vuestros respectivos refugios. Tareth, Gwyn y Lithiniel lo hacen en el angosto roble de la druida después de que el tuerto comparta cena con Ashe y el monje en su tienda de campaña.

La pareja de enamorados acuerden con Tareth turnarse a lo largo de la noche para vigilar que Gwyn o Lithiniel no traten de llevar a cabo el secuestro por su cuenta.

Y por su parte, el cuarteto enviado a la capital élfica se aseguran de montar la tienda de campaña prestada a una prudencial distancia de todos vosotros y montar guardias con la atención más pendiente de las amenazas internas que de las del bosque.


En el cielo, las lunas Roja y Blanca brillan casi llenas, aunque ambas han entrado ya en una fase temprana de decrecimiento.

Un alarido en mitad de la noche y el resplandor anaranjado de un incendio alerta a los elfos que están de guardia y que no tardan en dar la voz de alarma a los demás. Lormaen regresa corriendo a avisar a sus compañeros mientras que Ashe, encaramada a su atalaya de vigilancia en lo alto de un árbol cercano, comienza a gritar:

—¡Fuego! ¡Fuego! ¡Despertad, el bosque está en llamas!

Somnolientos y sobresaltados, despertáis y salís de vuestros respectivos refugios a tiempo de ver que hay un enorme incendio que se aproxima y la figura de un elfo ardiendo en medio de las llamas. Su carne ennegrecida se desprende de su cuerpo mientras tiende sus manos suplicantes hacia vosotros.

Debería estar muerto, ningún elfo podría sobrevivir al infierno en que está envuelto pero el infeliz se resiste a desplomarse sin vida. Al contrario, continúa avanzando hacia vuestro campamento entre gritos de agonía y teméis que atraiga a todos los peligros del bosque o, peor aún, que termine prendiéndole fuego a todo.

La voz de Elspeth dirigiéndose a sus camaradas os llega claramente, arrastrada por el ardiente viento que viene desde los árboles:

—No os dejéis engañar por vuestros sentidos, eso no es un elfo, es un elemental de fuego. ¡Que Solinari se apiade de nosotros! Tenemos que hallar el modo de detenerlo antes de que arrase el campamento.

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: Elspeth: Saber (los Planos)

Tirada: 1d20

Resultado: 19(+7)=26 [19]

Notas de juego

Las fases lunares actuales proporcionan un bonificador +2 al NL de Elspeth y +2 a la CD para resistir sus conjuros.

Cargando editor
11/01/2020, 15:19
Zeverúth

Las flechas estaban limitadas, y sin duda su compañera era mucho mejor tiradora y más efectiva que él, por lo que no dudó en descartar el arco como arma, y tomó a Caladrithal. Acercarse a ese elemental de fuego era una locura, pudiendo acabar carbonizado en poco tiempo si no se andaba con cuidado, por lo que optó por lo más sensato: buscar agua.

Creo que tengo una idea - le dijo a Ashe - lo único que tenemos a mano y que pueda hacerle daño son tus flechas heladas, pero mientras tú le atacas, tengo que buscar agua - pensó automáticamente en la caja de comida ilimitada, pero le faltaba un lugar donde acumular la suficiente como para lanzársela de manera efectiva - en cuanto se te acaben, creo que lo mejor es que escapes con los diplomáticos y los pongas en lugar seguro contra el fuego, yo buscaré un modo de apagar al elemental, ¿lo ves bien? - la experiencia de su compañera era indispensable para dejar bien atado un plan, por lo que su opinión era necesaria. - creo que empaparé una manta y se la tiraré encima, no se me ocurre otro modo de lanzarle una cantidad de agua considerable de una sola vez.

Notas de juego

Mientras le voy contando mis planes a Ashe, voy haciendo lo que digo, salvo que ella tenga alguna objeción.

Cargando editor
11/01/2020, 15:49
Gwyndrahir

A Tareth se le había ocurrido buscar leña en un momento de lo más inoportuno, pero el rechoncho elfo no quiso dejarlo solo, probablemente ellos dos fuesen los únicos a los que no les salía el orgullo por las orejas, y que eran tan despreciados como incomprendidos. Ni Nalvius cambió de idea ni Lithiniel agradeció el gesto que tuvo con ella, el monje parecía que usaba mejor la lengua que las manos y pasó a disculparse por la mente retorcida de Gwyn, y a él no le quedaba claro si era para ayudarlo o para ensuciar aún mas su ya bastardeada fama. La maga parecía perspicaz, pero estaba más perdida que el resto y su orgullo le impedía ver la realidad. Nada lo retenía alli, así que la leña resultó una distracción más emocionante, y cuando veía una rama más rígida, la separaba para él - Las ramitas del árbol sagrado no pueden tocarse, nunca lo hagas, o se enojará contigo...- advirtió en voz baja a su compañero.


Los gritos lo despertaron, las voces hablaban de fuego y de detener un elemental antes de que llegase a las tiendas. Gwyn sonrió mientras se desperazaba. Cómo, sus carpas no eran un refugio seguro? acaso no resisten el fuego? Sentía deseos de ver la cara de desesperación de la presumida Túnica Blanca, y de ver a los dos traidores suplicando de rodillas a la druida por un poco de comida y cobijo, Se lo merecen esos desgraciados.

Esa noche había descansado mejor que las otras, había usado una de las habitaciones destinadas a los diplomáticos que ya no tenían la menor utilidad, y tras refregarse los ojos, con total calma, se fue poniendo la armadura que el Túnica Roja le había obsequiado, La maga cabeza dura sigue pensando que no existes... qué tonta es. Para cuando salió del árbol, vio un inmenso resplandor naranja que contrastaba con la oscuridad de la noche. Sintió pena, todos esos árboles estaban enfermos, malditos y envenenados, pero ahora demás estaban carbonizados y agonizaban, lo que era su bosque, su hogar, se estaba extinguiendo.

Escuchó a Zeveruth hablar de empapar al elemental con una manta húmeda y de huir a un lugar seguro. Gwyn volvió a sonreír y negaba con la cabeza - La druida hizo un árbol sagrado y seguro delante vuestro, pero prefirieron protegerse de los peligros de Silvanesti con una carpa endeble que arderá en unos segundos, sí que son sabios ustedes! - dijo a los seis que estaban fuera - También hizo un hueco en el tronco para contener agua en abundancia, si estuvieses aquí, si hubiesen escuchado a la druida, estarían a salvo y el elemental no sería una amenaza para ustedes - dijo desde la entrada, observando la cara de los orgullosos y necios elfos, que en su ceguera se habían condenado a morir carbonizados - Mi mente trastornada, al menos no me lleva al suicidio como la vuestra -

De modo muy tranquilo tomó su ballesta y comenzó a cargar en ella unos virotes - Es sólo fuego, la druida puede con esto, no hay de qué preocuparse - dijo luego, con suma confianza - Lithiniel, cuales son tus órdenes?- 

- Tiradas (1)

Motivo: Iniciativa (para cuando me sume al combate)

Tirada: 1d20

Resultado: 8(+4)=12 [8]

Cargando editor
11/01/2020, 17:52
Ashe

La criatura avanza a toda velocidad, sembrando la ruina a su paso y sospecho que la maga debe estar en lo cierto. Lo que es seguro más allá de toda duda es que eso que tenemos delante no es un elfo.

Me apresuro a bajar de mi plataforma de observación y regresar junto a Zeverúth, que ya se prepara para la batalla. Le estrecho entre mis brazos y le beso fugazmente. Nunca se sabe cuándo será la última vez y él tiene toda la razón, quizá no haya manera de que podamos frenar a esa criatura y debamos escapar.

—Mis flechas de hielo son ilimitadas pero únicamente puedo dispararlas desde una distancia muy corta. Necesitaría que alguien lo mantuviera entretenido mientras le lanzo una ráfaga tras otra y no estoy segura de que nadie pueda enfrentarse a ese ser cuerpo a cuerpo.

»Ya vimos en acción a Pyresanth en numerosas ocasiones, solo que esta vez tenemos a uno de los suyos contra nosotros y no de nuestro lado. No estoy segura de que podamos juntar suficiente agua como para...

Las inoportunas y necias palabras del cobarde Gwyndaewar me interrumpen, aunque algo de lo que dice sí resulta útil aunque no sea más que por pura casualidad.

—Este tipo es un completo idiota... —comento—. Pero es cierto, ¿no dijo Lithiniel que había acumulado una gran cantidad de agua para los baños? Si consiguiéramos atraer al elemental a esa zona, tal vez tendríamos una oportunidad de acabar con él.

Cargando editor
11/01/2020, 18:33
Nalviusduil

El clérigo de Astarin sale de la tienda de campaña y observa la desolación ante sus ojos. El bosque está en llamas y el responsable del incendio avanza en dirección a vuestro asentamiento bajo una lluvia de flechas disparadas por la pareja de la Protectoría. Los escasos proyectiles que alcanzan a la criatura ardiente no parecen obstaculizar su avance en modo alguno.

—Puedo proporcionar a uno de vosotros protección contra el fuego —se ofrece Nalvius, alzando la voz para dirigirse a nadie en particular—, si alguno está dispuesto a enfrentarse a ese individuo llameante.

Cargando editor
11/01/2020, 18:45
Ghïlmeril

Lormaen viste su cota de mallas pero Ghïlmeril no lleva más que sus armas y la ropa interior con que ha estado durmiendo hasta hace unos minutos.

Ghïlmeril deja de disparar un segundo para mirarle como si estuviera loco, antes de retomar sus disparos. No parece deseoso de enzarzarse en un combate cuerpo a cuerpo contra un ser así sin más protección que las plegarias del sacerdote.

Lormaen, en cambio, se encoje de hombros con actitud resignada.

—Si nadie más piensa hacerlo, supongo que puedo tratar de ganar algo de tiempo para vosotros —contesta el soldado—. Solo espero que tu dios te escuche cuando le rezas, Hijo Venerable.

Cargando editor
11/01/2020, 19:26
Zeverúth

- ¡No! con la cota de malla que llevas en cuanto se acabe la protección te asarás dentro en segundos - se hace escuchar el monje por encima de los gritos y el crepitar de un bosque entero ardiendo - yo os daré tiempo - se ofreció - vosotros ocupaos de la trampa y de la seguridad de los diplomáticos - el seguidor de Matheri se preparó para recibir la protección necesaria para darles tiempo a sus compañeros de preparar la trampa con agua y para atraer al elemental hacia ella - ¿cuanto tiempo tengo? - le preguntó a Nalvius - aunque supongo que me enteraré cuando termine la protección... - masculló entre dientes imaginando lo que debe doler estar quemado entero. Hizo ondear a Calandrithal con una mano, y el brillo de las llamas se vio reflejado en su hoja dándole un aspecto aún más imponente. La idea de la manta no le parecía tan mala, tal vez le daría tiempo a darle más golpes si el elemental estaba cegado y además sufría las heridas del agua que llevaba empapada. Todo tiempo que ganasen era oro. 

- Tiradas (1)

Motivo: Iniciativa

Tirada: 1d20

Resultado: 7(+7)=14 [7]

Cargando editor
11/01/2020, 20:27
Director

—La protección aguantará una media hora, pero no te ofrecerá completa inmunidad contra el fuego así que ten cuidado —le advierte el clérigo de Astarin al monje, antes de implorar para él la protección de su dios—. Eres un valiente, qué duda cabe, pero nada de heroicidades por favor, no quisiera llevar tu muerte sobre mi conciencia.

—Prefiero que me maten antes que ver el día en que los malditos guardabosques nos den lecciones de valentía a los auténticos campeones de Silvanesti —comenta Ghïlmeril, colgándose el arco a la espalda y desenvainando su espada—. Vamos, Lormaen, reduzcamos a esa cosa a cenizas. Si nuestras flechas no acaban con ella, nuestras lanzas y espadas lo harán.

Notas de juego

Zeverúth se encuentra ahora bajo los efectos de "resistir energía (fuego)" [RE 10 (fuego)]

Cargando editor
11/01/2020, 23:25
Zeverúth

Zeverúth no ignoró el comentario del guardaespaldas, sabía de buena tinta que no podría evitar que se enfrentasen cuerpo a cuerpo, pero al menos intentaría que el elemental cayese rápido en la trampa y que los guardaespaldas conservasen la vida. Por unos momentos se vio tentado a pensar que tal vez la misión de secuestro se cumpliese de manera más eficaz con ambos muertos, esos seres que despreciaban a su amada y los humillaban por ser kirath no despertaban en él ninguna simpatía, y además si murieran de una manera honrosa como es la lucha, mejor que mejor, así ninguno de los de su grupo tendría las manos manchadas de sangre. Pero pronto desechó ese pensamiento, ningún elfo moriría si podía evitarlo, y todas las espadas eran pocas para combatir durante meses a la Pesadilla, por lo que su objetivo estaba claro.

Sin perder ni un segundo, empapó una de las mantas, y con Caladrithal en la mano fue en busca del elfo ardiente.

Vamos a ver como pelea este hijo de puta... - masculló entre dientes, mientras se preparaba. En cuanto estuvo lo suficientemente cerca, le lanzó la manta empapada a la cabeza, y se preparó para atacar.

Notas de juego

No sé si tengo que tirar algo para lanzarle la manta, e imagino que eso me consume la acción y tengo que esperar otro turno para atacar. Ahora vienen las apuestas, ¿quien se quemará antes, el elfo en ropa interior o el de la cota de mallas? xD

Cargando editor
11/01/2020, 23:55
Lithiniel

La druida salió del árbol por el alboroto, el cual sin duda estaba más que justificado pues como no podía ser de otra forma, eran víctimas del ataque de otra criatura maléfica de la Pesadilla, nada fuera de lo normal...

Así pues, y alegrándose de la buena preparación que había tenido al almacenar agua se dispuso a responder a Gwyn, que parecía recobrar parte de su buen hacer:

-Hay que llevar al elemental debajo del barreño, una vez allí deformaré la madera para que le caiga todo encima -aclaró esperando que todos estuvieran de acuerdo para acto seguido mirar a los ineptos guardaespaldas diciendo- si valoráis en algo vuestra vida manteneos al margen, esto es cosa de mayores... -dijo sin poder evitar el regocijo que eso le provocaba.

Acto seguido y sin tener muy claro si el ser ígneo caería en la trampa, alzó los brazos al cielo para luego irlos bajando al mismo tiempo que se transformaban en plumas, plumas blancas de un característico ave, un pelícano... Al momento alzó el vuelo y fue a cargar su pico a rebosar en el bidón natural para luego vaciarlo por completo, desde una altura prudencial, sobre el ser de fuego. Sin duda, para una druida como ella con el conocimiento adecuado de la naturaleza, podía reaccionar a la gran mayoría de las situaciones...

- Tiradas (1)

Motivo: Iniciativa

Tirada: 1d20

Resultado: 10(+3)=13 [10]

Notas de juego

Pues eso, no sé si ando con tiempo de lanzar algún hechizo antes como orientación divina o cosas así, pero por si acaso me transformo y empiezo a tirar agua encima del elemental, ya que al ser un pelícano supongo que no hay problema, esto de poder transformarse es un chollo xD.

Cuando coloquen al elemental debajo del bidón, estaré al lado en forma élfica para tocarlo y abrirle un agujero abajo con deformar madera y que le caiga todo.

Cargando editor
12/01/2020, 00:08
Elspeth

Hago un rápido repaso mental de los conjuros que tengo preparados para la jornada venidera y soy dolorosamente consciente de que no estoy preparada para enfrenter esta situación por mí misma. Puedo escapar de ella, eso sí, pero supondría abandonar a mis compañeros de viaje y sin ellos jamás seré capaz de llegar a Silvanost.

Algunos de los kirath que nos acompañan reaccionan con presteza y también lo hace Nalvius, pero temo que nuestra misión fracase cuando apenas está empezando. Sin embargo, nuestros anfitriones parecen que saben lo que se hacen y están muy seguros de sí mismos y eso me da cierta tranquilidad.

Por el momento, opto por hacer caso a Lithiniel y permanecer el margen, dejando que aquellos que son más competentes que yo se hagan cargo.

- Tiradas (1)

Motivo: Iniciativa

Tirada: 1d20

Resultado: 18(+3)=21 [18]

Cargando editor
12/01/2020, 06:16
Tareth el Tuerto

Iré con vosotros, si... iré... - Dijo entonces el Tuerto. 

Tareth se vio sorprendido por aquel ser ígneo al igual que el resto de elfos. Nunca había presenciado algo igual. Era la primera vez que veía un elemental de fuego y lo cierto era que la destrucción que estaba causando era digna de su leyenda. Sin duda se veía que aquel ser era realmente peligroso y enzarzarse en combate con éste podía resultar mortal. ¿Pero que no lo era en aquella región maldita afectada por la pesadilla?

Por otra parte, no estaba convencido de que tirándole agua encima se arreglara el problema. Podía ser que el agua afectase a aquel ser, pero se le veía poderoso y Tareth no creía que un poco de agua apagara sus llamas. Podía ser que le debilitase, pero no tenía claro que fuera realmente a destruirlo. No obstante, sus compañeros kiriath estaban convencidos de que esa era la manera de proceder y no iba a ser él, un novato en la materia elemental, quien les contradijera.

Id con mucho cuidad, ¿bien? - Les dijo a todos mientras desenfundaba su espadón listo para usarlo sobre aquel ser.

Cargando editor
12/01/2020, 13:17
Director

Tras los primeros instantes de desconcierto, titubeos y conversaciones, la mayoría de vosotros os ponéis en marcha para intentar defender el campamento con una idea más o menos clara de lo que debéis hacer aunque con la coordinación que en vosotros es habitual.

Lormaen dispara una última e inofensiva flecha contra el elfo ardiente antes de que su compañero le incite a abandonar su arco para combatir cuerpo a cuerpo a la criatura que avanza de manera imparable hacia vosotros.

Lo cierto es que la agonizante criatura se mueve con sobrenatural velocidad en dirección a vuestro campamento dejando tras de sí un rastro de hierba calcinada y vegetación en llamas.

Decidida a no obstaculizar el trabajo de sus compañeros, Elspeth recoge sus pertenencias de más valor de la tienda de campaña para después alejarse de ella antes de que sea pasto del fuego.

Entretanto, el clérigo de Astarin se ha puesto a rezar para imponer sobre Zeverúth la protección de su dios. Haciendo caso omiso de Nalvius, el monje trabaja a marchas forzadas para empapar el petate desenrollado de Ashe con una interminable sucesión de odres de agua que extrae de su encantada caja de provisiones.

Viendo que los soldados de la Protectoría se lanzan a la batalla para impedir que el elfo en llamas siga avanzando, la exploradora semihumana corre tras ellos con su arco preparado, deteniéndose a escasamente 10 metros de su objetivo.

Temiendo por la suerte de su amada, Zeverúth se carga el mojado petate al hombro y echa a correr hacia el lugar donde Lormaen y Ghïlmeril ya combaten al ser de fuego con más entusiasmo que efectividad, pues no parece que sus estocadas le causen daño alguno.

Esperando sofocar el fuego, el monje arroja la manta sobre el elfo en llamas. La improvisada red cae sobre la criatura y durante un momento se escuchan siseos y se ve vaho allí donde la tela mojada entra en contacto con el fuego. Bajo el petate se oye un gemido de dolor y Ashe aprovecha la ocasión para dispararle una batería de flechas de hielo.

Para entonces la manta ha quedado ya reducida a cenizas por completo y es en ese momento cuando el elemental abandona su ilusoria apariencia de elfo para adoptar su verdedero aspecto, transformándose en una columna fluctuante y chisporroteante de fuego con forma vagamente humanoide, de unos diez metros de altura.

Más furioso que malherido, el enorme ser de fuego descarga su ira contra el elfo que tiene más a mano. Un ardiente tentáculo brota de la columna de llamas y golpea a Lormaen, prendiéndole fuego. Entre angustiosos gritos, el soldado rueda por el suelo en un intento de apagar las lenguas de fuego que intentan devorar sus ropas y su cuerpo.

Es en ese instante cuando Lithiniel, bajo la apariencia de un gran pelícano, abre su enorme pico para descargar su contenido sobre la cabeza del elemental. Diez litros de agua clara se precipitan sobre el cuerpo de la criatura, siseando ruidosamente allí donde agua y fuego se unen, aunque buena parte de su contenido se evapora incluso antes de llegar a tocar al elemental. Sin esperar a comprobar el resultado, la druida da media vuelta para volar pesadamente de regreso a su roble con el fin de reabastecerse con una nueva carga.

Encaramado al árbol de Lithiniel y sin la menor prisa por sumarse a la refriega, Gwyn carga su ballesta, apunta con parsimonia y dispara al coloso ardiente. El virote estalla en llamas tan pronto como se acerca a su objetivo y desaparece en el interior de su cuerpo ígneo.

Sin tiempo para ponerse su coraza, Tareth se une también a la refriega lanzándose a la carga con su temible espadón en ristre como si fuera una lanza de caballería. La hoja de acero encantada se abre camino entre las llamas para alcanzar el núcleo radiante del elemental, quien parece retorcerse de dolor.

Sin embargo, el contraataque de la criatura no se hace esperar. Dos nuevos tentáculos ardientes brotan de su cuerpo para azotar a Zeverúth y a su tuerto camarada. En un acto reflejo, Tareth se arroja al suelo justo a tiempo de evitar ser arrollado por el apéndice llameante; el monje en cambio no tiene tanta fortuna y es duramente golpeado. Para su fortuna, la bendición de Astarin le protege de convertirse en una hoguera viviente.

Tosiendo y con la piel ampollada, el vapuleado Lormaen se incorpora del suelo una vez apagadas las llamas que envolvían su cuerpo y retrocede hacia el árbol con pasos cojeantes sin atreverse a dar la espalda al elemental.

—¡Ánimo, no desfallezcáis, ya es vuestro! —grita Nalvius en un intento de infundiros coraje— ¡Los dioses de la Luz están de nuestro lado!

—¡Acosadle y atraedle hacia el roble! —os insta la Túnica Blanca, haciendo suya también la propuesta que tanto Ashe con Lithiniel han expresado con anterioridad—. Está claro que el agua le daña más que las armas. Atacadle y retroceded. Haced que os siga y nos salvaremos.

Ghïlmeril ataca entonces la retaguardia de la criatura, haciendo que salten chispas bajo el golpe de su espada antes de echar a correr hacia el árbol de Lithiniel.

—¡Estoy aquí, bruto estúpido, aquí! ¡Ven a por mí!

Una vez más, Ashe aprovecha la distracción creada para disparar una nueva andanada de flechas de hielo con la que atraer la atención del gigante de fuego.

- Tiradas (8)

Tirada oculta

Motivo: Elemental: objetivo

Tirada: 2d6

Resultado: 3, 4 (Suma: 7)

Tirada oculta

Motivo: Elemental: ataques

Tirada: 2d20

Resultado: 10(+17)=27, 1(+17)=18 (Suma: 45)

Tirada oculta

Motivo: Elemental: daño

Tirada: 2d8

Resultado: 6(+4)=10, 3(+4)=7 (Suma: 17)

Tirada oculta

Motivo: Elemental: daño fuego

Tirada: 2d8

Resultado: 7 [2, 5]

Tirada oculta

Motivo: Ghïlmeril: ataque

Tirada: 1d20

Resultado: 18(+6)=24 [18]

Tirada oculta

Motivo: Ghïlmeril: daño

Tirada: 1d8

Resultado: 1(+1)=2 [1]

Tirada oculta

Motivo: Ashe: ataques de toque a distancia

Tirada: 4d20

Resultado: 2, 6, 20, 15 (Suma: 43)

Tirada oculta

Motivo: Ashe: daño

Tirada: 3d3

Resultado: 1, 2, 3 (Suma: 6)

Notas de juego

Lormaen (27) → 13/30
Elemental (23) → herido leve
Nalvius (22) → 19/19 [conjuros gastados: "resistir energía"; infundir valor (mientras os siga animando, todos os beneficiais de un +1 de moral a las tiradas de ataque, daño y TS vs hechizos y miedo)]
Elspeth (21) → 16/16
Ghïlmeril (20) → 40/40 [sin armadura]
Ashe (20) → 26/26
Zeverúth (14) → 14/27 [RE 10 (fuego)] <== VUESTRO TURNO
Lithiniel (13) → 26/26 [sin armadura; forma salvaje usada (pelícano)]
Gwyn (12) → 24/24
Tareth (8) → 43/43 [sin armadura]

Cargando editor
13/01/2020, 00:50
Zeverúth

A decir verdad, con aquello no había contado. No solo había enfurecido al elemental, sino que su fuerza y altura se habían multiplicado. Ahora ya no estaba tan seguro de que con el agua del barril de Lithiniel tuvieran suficiente como para apagarlo. Algo tendrían que hacer... 

Con Caladrithal en la mano, el monje se armó de valor y se lanzó al ataque, aunque dolorido por lo recibido anteriormente. Con golpes certeros fue golpeando al enorme gigante llameante para reconducirlo hacia el barril. Uno de los guardaespaldas estaba hecho polvo, pero el otro se mantenía intacto, al igual que Tareth. Confiaba en que si él fallaba, al menos los demás pudieran acabar el trabajo. 

- Tiradas (4)

Motivo: rafaga de golpes Caladrithal

Tirada: 1d20

Resultado: 11(+6)=17 [11]

Motivo: rafaga de golpes Caladrithal

Tirada: 1d20

Resultado: 16(+6)=22 [16]

Motivo: daño 1

Tirada: 1d8

Resultado: 1(+4)=5 [1]

Motivo: daño 2

Tirada: 1d8

Resultado: 1(+4)=5 [1]

Cargando editor
13/01/2020, 11:00
Tareth el Tuerto

Tareth vio muy de cerca aquella imponente lengua de fuego abalanzarse sobre él. Al rodar por el suelo pudo evitar su impacto y sin duda el empezar a arder de inmediato. Había tenido suerte, pero no iba a seguir de su lado si no lograban acabar con aquel ser. Por ello, buscando la posición más óptima, se colocó junto al ser tratando de flanquearlo.

¡Electrum! - El elfo canalizó un conjuro sobre su arma, la cual comenzó a brillar con luz eléctrica y entonces descargó un poderoso golpe sobre aquel ser elemental. - ¡No os amilanéis! ¡Podemos destruirlo! - Les dijo a los suyos.

 

- Tiradas (3)

Motivo: Espadazo

Tirada: 1d20

Resultado: 16(+11)=27 [16]

Motivo: Daño

Tirada: 2d6

Resultado: 9(+5)=14 [4, 5]

Motivo: Contacto electrizante

Tirada: 5d6

Resultado: 15 [3, 4, 1, 4, 3]

Cargando editor
13/01/2020, 13:46
Gwyndrahir

Ashe no dejaba de insultarlo pero le daba la razón, eso hizo que el vientre del rechoncho elfo se hinchase un poco más, los demás ignoraron sus comentarios, el monje pensaba atacarlo con una toalla mojada, otros iban sin armadura, y tardaron un buen rato disputándose la protección que el clérigo ofrecía, la cuál quedó a la vista poco después que no era suficiente. Lithiniel, en cambio, sí respondió con claridad, quería que llevase a ese elfo ardiente hacia la entrada del árbol, y con suma valentía le dijo a la orgullosa comitiva que no se entrometiera. Hubiesen hecho bien en hacerle caso, pero los dos guerreros la desoyeron, como se estaba haciendo costumbre ya, y uno acabó prendido fuego. La druida no esperó la reacción de nadie, llena de convicción, fue por un poco de agua en la forma de un animal muy poco intimidante, pero útil para la circunstancia. Gwyn, ahora con una indicación clara sobre qué hacer, disparó uno de sus virotes para llamar la atención del elfo ardiente.

La atención, en realidad, la llamó el monstruo, que creció a un tamaño impresionante, mucho mayor al elemental que conocían del Túnica Blanca, le dio una paliza al monje, y a uno de los guardaespaldas, y Tareth apenas pudo esquivar la bocanada de fuego que fue contra él. El virote que había disparado se hizo cenizas antes de impactar, y el agua que lanzó el pelícano se evaporó casi toda en el camino. Gwyn entendió que ese monstruo era un verdadero desafío, por eso, sabiendo que no podía vencerlo de ese modo decidió cambiar de estrategia. Bajó su ballesta y sacó del bolso la jarra que le había regalado el Túnica Roja, el cuál según la diplomática cabeza dura no existía - A tu salud, gigantón - dijo simulando un brindis ficticio mientras el recipiente se llenaba.

Dejó la jarra a sus pies mientras sus compañeros bailaban en torno a los fuegos danzantes de la inmensa criatura. Tomó los virotes del carcaj y los puso en la jarra, sumergiéndolos en el líquido, que empapaba la punta y parte del cuerpo de los proyectiles. Recién entonces volvió a sostener el arma con más firmeza - Vienes por la cerveza? Sino te la acerco yo - luego su mano fue en busca de uno de los virotes.

Notas de juego

Acción de Gwyn: ir por las buenas y brindar con el elemental XD... por las buenas o por las malas ;)

Máster: la acción de sacar la jarra, activarla y poner en ella los 9 virotes del carcaj (se disparó uno, suele venir de 10) estimo me lleva todo el turno entre acciones de movimiento, gratuitas y standard. La carga de la ballesta es gratuita para Gwyn pero quedaría a inicios del siguiente.

La idea del elfito es mojar el virote (no son muy largos, unos 30 cm, y la jarra de cerveza tiene cerca de 15 cm, así que podría humedecer la mitad del virote, a ver si combinando efectos puedo alcanzar al elemental ).

 

Cargando editor
13/01/2020, 19:04
Director

Malherido tras el golpe recibido, el monje contraataca con valentía al coloso de fuego. Sin embargo los impactos de su soris encantado, que hubieran vapuleado a más de un oponente, no parecen causar apenas efecto en el enorme elemental.

Mientras Lithiniel llena su pico para una nueva descarga sobre el monstruo ardiente y Gwyn se propone emborrachar sus saetas, Tareth encanta su espadón para asestar al elemental una estocada que le hace estremecerse por vez primera. Si hasta ahora únicamente los esfuerzos de Ashe habían logrado mermar poco a poco las fuerzas de la criatura, ahora el golpe electrificado de Tareth consigue hacerle lanzar un verdadero rugido de dolor.

Nalvius continúa animándoos, entusiasmado por el logro del tuerto kirath. Por desgracia, el daño causado por éste hace que el elemental deje de perseguir a aquellos que intentáis atraerlo hacia el árbol y decida cobrarse venganza. Un solo golpe le basta para lanzar por los aires a Zeverúth, que aterriza contra el suelo en mala posición y queda allí tendido, con sus ropas comenzando a arder; muerto quizá. El azote de un segundo tentáculo de fuego contra Tareth lo envuelve en llamas y al tuerto no le queda más remedio que revolcarse por el suelo para tratar de apagarlas.

Lormaen y Ghïlmeril quedan tan horrorizados como todos los demás a la vista de lo sucedido y abandonan cualquier esperanza de abatir a tan formidable enemigo. En su lugar, se dedican a dar voces para tratar de atraer su atención y alejarlo del chamuscado Tareth. Su estrategia surte efecto y, cuando el elemental centra en ellos su interés, echan a correr hacia el roble de Lithiniel perseguidos por el ardiente leviatán.

Los gritos de los soldados de la Protectoría ahogan en angustiado gemido de Ashe. Por efectivas que sus flechas de hielo puedan resultar contra vuestro enemigo, la exploradora semielfa renuncia a seguir disparando para acudir en auxilio de su destrozado amante. Usa su propia capa de kirath para apagar las llamas y envuelve con ella al inerte Zeverúth.

—No te me mueras, te lo suplico —le ruega con los ojos arrasados por las lágrimas—. A ti no puedo perderte, ya no sé vivir sin ti.

- Tiradas (8)

Tirada oculta

Motivo: Elemental: ataques

Tirada: 2d20

Resultado: 19, 8 (Suma: 27)

Tirada oculta

Motivo: Elemental: daño

Tirada: 2d8

Resultado: 7(+5)=12, 7(+5)=12 (Suma: 24)

Tirada oculta

Motivo: Elemental: daño fuego

Tirada: 2d8

Resultado: 8, 3 (Suma: 11)

Tirada oculta

Motivo: Elemental: daño

Tirada: 2d8

Resultado: 7(+5)=12, 7(+5)=12 (Suma: 24)

Tirada oculta

Motivo: Elemental: daño fuego

Tirada: 2d8

Resultado: 2, 4 (Suma: 6)

Motivo: Tareth: TS Ref.

Tirada: 1d20

Dificultad: 22+

Resultado: 8(+4)=12 (Fracaso) [8]

Tirada oculta

Motivo: Engañar

Tirada: 1d20

Dificultad: 15+

Resultado: 15 (Exito) [15]

Motivo: Ashe: prueba de sanar

Tirada: 1d20

Dificultad: 15+

Resultado: 12(+7)=19 (Exito) [12]

Notas de juego

Lormaen (27) → 13/30
Elemental (23) → herido
Nalvius (22) → 19/19 [conjuros gastados: "resistir energía"; infundir valor (mientras os siga animando, todos os beneficiais de un +1 de moral a las tiradas de ataque, daño y TS vs hechizos y miedo)]
Elspeth (21) → 16/16
Ghïlmeril (20) → 40/40 [sin armadura]
Ashe (20) → 26/26
Zeverúth (14) → -6/27 [RE 10 (fuego); estabilizado por Ashe]
Lithiniel (13) → 26/26 [sin armadura; forma salvaje usada (pelícano)] <== VUESTRO TURNO
Gwyn (12) → 24/24
Tareth (8) → 18/43 [sin armadura]

Cargando editor
13/01/2020, 20:09
Tareth el Tuerto

Aprovechando que el elemental de fuego había despistado su atención sobre él y viéndose malherido, aprovechó para sanar sus heridas. Activó las propiedades mágicas de su cinturón y de pronto las quemaduras y ampollas que habían salido en su piel, comenzaron a sanar de forma inmediata.

- ¡Resistid! - Les gritó a los suyos de nuevo dispuesto a cargar contra aquella criatura y descargar un nuevo golpe electrizante sobre ésta.

- Tiradas (1)

Motivo: Cinturon curativo (3 cargas)

Tirada: 4d8

Resultado: 20 [3, 8, 2, 7]

Notas de juego

Me curo 20 pg.

Cargando editor
13/01/2020, 20:27
Lithiniel

La druida en forma aviar, continuó con su descarga de agua, mas cuando vio que la situación empezaba a desmadrarse temió por su propio árbol, aquel ser era mucho más grande de lo que parecía y si se acercaba demasiado podía prenderle fuego, por lo que más le valía al grupo abatirlo antes de que eso ocurriera. No obstante, como no podía comunicarse, sólo podía confiar en ellos...

A Lithiniel sólo le quedaba estar preparada para que en cuanto el elemental se dirigiera a su morada, estar preparada en su forma física para que el agua le cayera encima lo antes posible...

Notas de juego

Máster, un par de cosas, no sé cómo de rápido se desplaza el elemental, pero que quede constancia de que en cuanto vea que va hacia el árbol, me transformo en mi forma élfica, cerca del barril, para ir con tiempo de poder deformar la madera y abrirle un agujero. La idea, para que el agua llegue lo más lejos posible del tronco, es hacer como una especie de tubería horizontal (lo más lejos posible que me permita el hechizo, no muy ancha, de forma que me permita taparla con la palma de la mano.

Si voy con tiempo, también quiero lanzarle "gracia felina" a Tareth, así que supongo que me retiro ya a mi forma normal para que me de tiempo a todo, ¿no?

Cargando editor
13/01/2020, 23:25
Gwyndrahir

- Qué vergüenza - dijo el rechoncho elfo cuando vio el lamentable espectáculo que daban los kirath del campamento E'li. El monje había pensado que con una toalla podía vencer a un enorme monstruo de fuego, y pese a contar con la protección divina, en pocos segundos terminó inmóvil y tostado en el suelo, dejando a la fuerza de elite kirath en el ridículo. La cazadora, carente de templanza y buen juicio, abandonó el combate y su puso a llorar por la muerte del monje asesino, que bien ganado tenía su destino. El tuerto, por su parte, se revolcaba en el piso de modo indecoroso, aunque al menos había logrado herir a la criatura y eso tenía su mérito. 

Los guardaespaldas lograron llamar la atención del gigantesco elemental, al menos algo bueno han hecho, pensó el kirath al verlos correr - Rápido, hagan a un lado su absurdo orgullo y métanse dentro del árbol sagrado como ordenó Lithiniel! No hagan más tonterías o terminarán como el traidor !- les gritó a los diplomáticos y sus inútiles guardias - Corran, no pierdan más tiempo, nosotros nos encargaremos de esto - 

Entonces, con mucha calma tomó el virote mojado en cerveza, con restos de espuma en la punta, y cargó a Justicia Silenciosa - Hey Grandote! Bienvenido! - gritó con fuerza llamando la atención del monstruo que ya perseguía al grupo que se dirigía al árbol -Quiero brindar por tu acalorada visita! No seas tímido, acércate - dijo con media sonrisa mientras su ojo se enfocaba en el flamígero pecho del elemental - Ven, levanta tu jarra y choca... mi saeta - Entonces lanzó el proyectil, junto al virote iba su alcoholizado saludo, a la salud de su propia victoria.

Entre tanto Tareth se reincorporó ileso, como si nada hubiese pasado, tiene los poderes de un cíclope!, pensó el rechoncho elfo al verlo ponerse de pie. Pero la valentía de su compañero podía ser peligrosa, y en cuanto notó que tenía intenciones de abalanzarse sobre el elemental otra vez, Gwyn acercó la boca a su mano y susurró unas palabras hacia el anillo que portaba.

" Amigo, espera, deja que el grandote venga hacia mi, no interfieras con el plan de la jefa. Cuando se acerque al árbol y Lithiniel le de una paliza a esta antorcha insolente, tú podrás atacarlo por la espalda, pero no antes o arruinarás su plan y ella se enojará contigo. Créeme, es mejor enfrentar el ardiente golpe del elemental, que la desbocada furia de la druida" 

- Tiradas (2)

Motivo: diparo proyectil embriagador

Tirada: 1d20

Resultado: 19(+8)=27 [19]

Motivo: daño mágico proyectil embriagador

Tirada: 1d8

Resultado: 5(+1)=6 [5]

Notas de juego

El disparo lo hago con +8 (Des+arma+ataque base), falta el bono del clérigo-bardo y el de boca de jarro si aplicase.

Lindo tiro !! Salió crítico ;). 

Si el virote pega y no se hace cenizas antes, pegaría (5x2+1) 11 (entiendo que si no se prende fuego, cuenta como arma mágica +1). 

El efecto incendiario o embriagador queda sujeto a la creatividad de Tormenta ;)

Tareth: a ver si el anillo sirve para algo más que para fastidiarnos mutuamente ;)