Partida Rol por web

Soy un lobo, no llevo el casco, me gusta oler mi presa.

Al fin un mapa...ya era hora maldita sea. Ya había agotado todas mis plegarias... - Skold se dirige hacia el equipo informático para descargar el archivo a su placa de datos en la servoarmadura. [Full download] Skold sonríe, pues a partir de ahora las cosas serán mucho más fáciles...

... en ese preciso instante escucha al hermano Elyas - ¿A qué te refieres hermano Ely... Oh! Por el Trono!! Malditos xenos, este lobo os dará vuestro merecido - Sin darse apenas cuenta Skold había comenzado a levantar la voz - Imbecil, baja la voz... el jodido león tiene razón, lo más probable es que sea una emboscada. - Skold alza su bolter y observa detenidamente la zona donde se encuentran, respira hondo y se calma, conoce su oficio...

...far give mig visdom til nye udfordringer...

Activa su intercomunicador tratando de hacer llegar una trasmisión a Sepheram - Posible hostilidad, niveles inferiores -   Estaba demostrada la escasa utilidad de los mensajes largos en este tipo de situaciones, quizá su compañero lo interpretase de forma errónea como ocurrió con sus hermanos Lucian y Elyas - Si fuera posible encontrar alguna forma de enviar el mapa del complejo a la superficie... Mierda de cachivaches imperiales.

Dirigiéndose al hermano apotecario - Hermano Lucian, tu eres el experto en heridas y temas xenos ¿cuán reciente es el cadáver? ¿qué tipo de deformidad inmunda lo atacó? Y sobretodo hermano, ¡dime como cojones hacer para meterle al jodido siervo del Caos un cargador de mi bólter por su orificio de expulsión de materia orgánica!

Skold continúa tratando de enviar tanto el mapa como la posición en la que se encuentran a su compañero en la superficie. Sabe que puede hacerse ya que es capaz de enviar audio, pero no encuentra la forma de enviar la información codificada - oh...debí de prestar más atención cuando me explicaron este tipo de cosas...por el Trono, no puede ser tan dificil - aún sabiendo el riesgo que corre al hacerlo, enfunda su bólter y continúa tratando de hacer llegar la información por el canal adecuado - mis compañeros deben estar riéndose... ¿A si? Quisiera ver como lo haces tu León, con ese puño que llevas dudo que seas capaz...

[sending data...] Por fin!! El bólter es más sencillo y efectivo...

Después de un buen rato buscando por la zona, encontramos el mapa. Este termina siendo un dispositivo electrónico desde el que se pueden ver las habitaciones de todo el complejo, algo sumamente útil en este momento. Lamentablemente el descubrimiento de eso se ve empañado por la presencia de un cadáver a todas luces asesinado por una criatura. Me acerco a revisarlo como me piden mis Hermanos de Batalla mientras le indico acciones al resto:

- "Hermano Elyas, analice el mapa para encontrar la sala de las defensas automáticas y las bodegas de armas avanzadas. Hermano Skold, usted cubra nuestra posición mientras analizo el cuerpo."

Comienzo a mirar las heridas y veo el daño hecho. Intento calcular la fuerza del ataque y tanto la naturaleza como la longitud del armamento usado. Miro rastro de sangre e intento ver el desplazamiento del cuerpo post impacto. Veo los rastros tanatológicos en el cadáver que me indiquen su data de muerte y si el impacto que lo abrió en canal fue pre o post deceso. Me quedo analizando todos los datos rápidamente, usando mi cerebro mejorado de Space Marine para intentar sacar una conclusión veloz de lo sucedido aquí y de para qué debemos prepararnos.

Elyas asintió mientras descargaba en su servoarmadura los datos del mapa, en busca de la sala de control de las defensas. Ese era su primer destino.

Así será hermano - Skold se recuesta en la pared con el bólter preparado para ser usado - mi bólter a vuestro servicio...

Durante un instante no había nada. Nadie. Y de pronto... Khssss... ya no estaban solos. Se precipitó sobre ellos como un rayo, venido de ningun sitio. Un torbellino de brazos musculosos acabados en garras desiguales golpeó al desprevenido apotecario antes de que alcanzase a darse cuenta, y las aceradas garras, la versión natural (o monstruosamente innatural) de una guadaña golpeó en un punto débil de la servoarmadura, como si aquella criatura supiese exactamente donde golpear para hacer el máximo daño posible. El arma, porque no había otra forma de llamarlo, atravesó la protección del Astartes con pasmosa facilidad golpeando de lleno en el la espalda de Lucian, que se encontraba desprevenido, examinando el cadáver.

Cuando pudieron observar por fin al acechador, lo identificaron fácilmente como un Genestealer, la vanguardia de los asaltos Tiránidos. Kalistradi no había estado equivocada, por desgracia sus sospechas eran ciertas.

Se trataba de un humanoide, todo fibra muscular, con grandes ojos rasgados inyectados en sangre y una siseante lengua pseudoserpentina demasiado larga, que le asomaba entre filas de afilados dientes de pequeño tamaño con un sonido inquietante y siseante Khssss... Tenía la piel de un color rojizo y cuatro brazos demasiado grandes en posición amenazante. Sus piernas eran poderosas, preparadas para dar grandes saltos. Debía ser así como se lanzaba sobre sus presas.Era de color casi ocre, como el del hierro oxidado. ¿Era esto una adaptación? ¿Un modo de camuflarse con facilidad en las ciudades humanas, repletas de metales corroídos?

Un pequeño pitido y tu servoarmadura te informa de que te han sido descargados los planos al completo del almacén que defendéis, enviados por Skold. Además, el vox dice:

- Posible hostilidad, ........ inferiores

Sepheran alzó una mano, interrumpiendo la respuesta del sargento, al escuchar el pitido que anunciaba una transmisión entrante en su canal privado.

Bien por el hermano Skold dijo el Angel Sangriento, satisfecho de que al menos tuvieran ahora los planos para moverse a través de aquel almacén medio en ruinas.  Sin embargo las palabras seguían perdiéndose, las comunicaciones eran terribles, y el mensaje de sus hermanos llegó de nuevo truncado.

Posible hostilidad. ¡Hah! se rio en voz alta el marine, meneando la cabeza. Bueno, eso lo dábamos por sentado. Sargento, ¿qué hay de esos equipos de infiltración?

Las garras sesgaron el aire desde varios ángulos, un dibujo casi bello de letalidad evolutiva. No una ni dos, si no cuatro veces se escuchó el susurro mortal de las guadañas.

Pero el apotecario ya no estaba allí, y Elyas tampoco. Moviendose con celeridad, como un solo hombre, la escuadra de marines se puso en funcionamiento con la velocidad de un resorte. Preparados, siempre preparados. Habían nacido para esto. Se habían entrenado para esto, habían crecido para esto. Así, cuando la primera hoz rasgó el aire en busca de muerte contra su desprevenido enemigo con intención de rematarlo, Lucian se echó a un lado y contempló como la cuchilla pasaba a unos centímetros de su costado derecho. Le habían sorprendido una vez. No volvería a ocurrir.

Pero no habían terminado. El furioso tiránido lanzó ataques contra los tres miembros, sabedor de que si no lograba inutilizar a uno rápido la batalla se volvería rápido en su contra. Pero no contaba con el adiestramiento de los Adeptus Astartes, que esquivaron sus ataques una vez tras otra. Esta vez, la muerte solo les había susurrado al oído.

El terrible impacto que me dio la bestia por tomarme de sorpresa me hace un daño tremendo. Jamás había recibido un castigo tan grande y el dolor es enorme, instándome a huir mas soy un Space Marine y nunca huiré del combate.

Le veo ahora con calma: Es una horrible criatura que me recuerda a lo peor de la Batalla de Macragge. La ira me inunda e intento calmarla para seguir con las enseñanzas de mi Capítulo, pero la verdad es que el odio que siento por los Tiránidos no tiene comparación.

- "Maldito xeno nacido de la degeneración. Tu sangre limpiará mis heridas. ¡Por el Emperador!"

No espero ni un segundo para sacar a velocidad de rayo mi espada de sierra, apuntar rápidamente a una zona no protegida y lanzar mi golpe con la esperanza de destruir al enemigo. Mi brazo empuña mi ira y mis ojos se fijan en los suyos para entender al enemigo al momento de luchar, cosa que siempre debe hacer un guerrero.