Partida Rol por web

Mientras el nigromante se deleitaba con su poder, y lo que le haría a aquellos que habían osado interrumpirle, el pícaro decidió hacer aquello que se le daba mejor. Apuñalar por la espalda.
Debilitado como estaba de los ataques de Jark y de Shalmaar, Ezra no tuvo ninguna oportunidad. Las dagas de Quincalla se clavaron hasta la empuñadura y el semielfo que había orquestado todo aquello se desplomó al suelo con un último susurro en sus labios.

Ayuved, mi amor, te he fallado...

No hubo nada más. El campo que lo envolvía desapareció y el mago murió. Todo había acabado.

¿O no?

En el circulo central donde se encontraba Ezra seguía estando los pergaminos del conjuro que estaba realizando. Lyethea podía notar que casi estaba acabado, tan sólo haría falta terminar lo que él había empezado y abrirían el acceso que los llevaría hasta la tumba de la semidiosa Ayuved.

Viendo como aquel hombre levantaba a los muertos, por mucho que me llamara intolerante no me iba a ofender. Poco perseguidos estaban si seguían aquellas prácticas. 

Eso sí, aunque hubiera querido, no hubiera podido responderle nada, pues tuve que apretar los dientes con fuerza cuando sentí aquel frío en mi interior. Era como averiguar qué se sentía cuando la vida te abandonaba. 

Momentos después todo acabó, aunque la verdad es que me lo perdí, pues tuve que buscar apoyo y resuello durante unos instantes. Había faltado poco para ser uno más de los cadáveres que llenaban aquel lugar. 

Observé a nuestro alrededor, el resto de puertas que había, pero estando en aquel estado, podría no llegar demasiado lejos. Así que lancé el conjuro de curación que me quedaba sobre mí misma. 

Los compañeros  habían sobrevivido todos, aunque no sinheridas, el combate había terminado y el malo estaba muerto, los pobres estrynes habían sido vengados, los mercenarios contratados por Ezra capturados o muertos y los Aiyuvn de aliados.
Precisamente apareció Tanila, la semielfa lider de éstos y cuando vió el cuerpo sin vida del hechicero asintió.

Muchas gracias por vuestra ayuda. No sé si lo habríamos conseguido sin vosotros. Luchar contra aquellos mercenarios, los no muertos y Ezra podría habernos superado. Controlamos de nuevo el santuario y la zona de los alrededores.

Miró a las puertas cerradas y las energías mágicas desatadas.

Me gustaría pediros un favor. Que dejéis las puertas cerradas como están. No acabéis el ritual. Dejad que Ayuved descanse en paz. Sé que venis con una expedición para "explorar" los restos de éstas construcciones. Hacedlo. Lleváos lo que queráis, pero dejad estas camaras intactas y mantened el secreto de ellas. Por favor.