EL guerrero enfrentado a Antonius le tiene a raya con su lanza... Aunque la coraza del hispano le salva de otra herida.
Motivo: guerrer britón
Tirada: 2d6
Resultado: 8(+7)=15
Motivo: armadura Antonius
Tirada: 2d6
Resultado: 2, 6 (Suma: 8)
"mandoble" como sinónimo de estocada.
Fuscus continúa con su contienda sin dejar de atacar al britano que tenía enfrente, estaban ganando, pero eso no parecía relajarle.
Motivo: ataque britano
Tirada: 2d6
Dificultad: 11+
Resultado: 7(+9)=16 (Exito)
Tras observar la imagen de Carnutus, el valor incha el pecho de petreyus, que sin dudar se lanza hacia el noble, esperando dar la estocada definitiva...
- AAAAAAHHHHHHH!!!!!
Motivo: ataque
Tirada: 2d6
Resultado: 7(+9)=16
Antiocus aprovechó ese par de segundos en los que su adversario se quedó petrificado viendo al hombre de la flecha en el ojo.
Blandió su gladius y asestó un golpe a su rival dejándolo retorciéndose de dolor en el suelo.
Parece que al final Antiocus había podido asestar un golpe en condiciones
Motivo: Ataque
Tirada: 2d6
Dificultad: 11+
Resultado: 10(+6)=16 (Exito)
Golpe en la cabeza.
Motivo: guerrero de leva
Tirada: 2d6
Resultado: 9(+6)=15
Para simplificar hago una tirada para todos los bretones normales.
Antiocus y Fuscus se baten como leones. Estampan escudos contra las caras de sus rivales y les rajan del pecho a la entrepierna con sus gladius entre gritos de batalla. Son auténticos vir militaris.*
Motivo: guerrero breton
Tirada: 2d6
Resultado: 2(+6)=8
Para simplificar hago una tirada para todos los bretones normales.
Vuestros enmigos son derrotados.
* soldados valientes.
El guerrero noble, al ver huir a sus hombres, se queda para luchar hasta la muerte. Y la muerte encuentra en la espada de Petreyus.
Motivo: jefe breton
Tirada: 2d6
Dificultad: 16+
Resultado: 6(+6)=12 (Fracaso)
Motivo: armadura
Tirada: 2d6
Dificultad: 6+
Resultado: 1, 1 (Suma: 2)
La horda de britanos pierde toda cohesión ante el embate de los legionarios. Primero retrocede, luego se quiebra y finalmente se desbanda. Los guerreros lanzan armas y escudos y corren en todas direcciones. Algunos hacia la aldea, otros hacia las colinas.
- ¡Ya son nuestros, que no escapen!- ruge Herenius.
Motivo: refugiarse en la aldea
Tirada: 2d6
Dificultad: 8+
Resultado: 6 (Fracaso)
Los britanos han perdido las tres rondas de batalla, así que sufren bajas de un 60%. Los romanos de un 15%.
Podéis elegir ahora individualmente si queréis perseguir a los que huyen hacia las colinas o hacia la aldea.
¿Habría que hacer una tirada de destino o sólo es si nos encontramos en problemas?
en principio no os he pedido tirar destino.
Tras el trasiego por el que había pasado hacía unos momentos, el corazón de Quintus no dejaba de latir. Aún no había muerto, y este resonaba con fuerza en su pecho y en su cabeza debido al peto y al casco. Al ver las filas de los britones romperse, y escuchar a su centurión Herenius, quedo mirando a sus compañeros a la espera de que tomaran una desición. No quería verse sólo rodeado y emboscado por esos salvajes. Dispuesto a salir corriendo detrás de ellos se preparo como buenamene pudo, recomponiéndose tras la pasada arremetida y limpiándose el sudor que le empapaba la frente.
Al ver la huida de los britanos Fuscus resopla, habían ganado, pero el Centurión ordenó perseguir a los que quedaban y tras buscas a sus compañeros señaló la aldea.
¡Persigamos a esos cobardes! Gritó haciendose oír entre la algarabía del momento.
Marc llegeix el missatge: has de decidir si persegueixes als que van cap al poble o cap als turons.
Petreyus: rematas al noble. Ahora elige a donde vas.
Antiocus: dejas al britano herido e indefenso.
Tiro algo para rematarlo o también sale huyendo?
Persigo los que van hacia el pueblo. No quiero que se reagrupen.
Roger, un consell: encara que em parlis només a mi, evita utilitzar el català; podries ferir la susceptibilitat de (dit sense menyspreu) aquesta gent castellanoparlant. Parla'm en castellà. On vagis, fes el que vegis.
És un consell.
Visca Catalunya lliure.
Las palabras de Fuscus retumban en mi cabeza, sacandome de ese estado de exaltación que da esa pequeña victoria contra un gran oponente. Mis piernas se mueven solas, persiguiendo a los rezagados que se dirigen a la aldea.
En cuanto la hueste bárbara se deshizo, el oponente de Antonius echó a correr. En un arrebato de merced, o tal vez simplemente porque ya había sido herido, decidió dejarlo huir. Tarde o temprano un romano lo mataría. Él quería guardarse las fuerzas para más tarde, pues no sabía qué más deparaba el día.
En cuanto sus hermanos quisieron perseguir a los demás, él se retiró y agrupó junto al grueso de la tropa, tanto para descansar como para poder ayudar en caso de otro ataque.
Se limpió el sudor de la frente con el dorso de la mano y limpió su gladius en los pantalones de un bárbaro muerto. Después, se puso a observarse las heridas. Nada grave, pero debía tratarlas.
Perdón, me había perdido un poco. Ya estoy de vuelta.