Partida Rol por web

Prefiero hacer el daño ahora.

Dejó que el legionario atacase primero y, viendo su ataque, lo detuvo con el escudo. A la vez, atacaba por una apertura del oponente hacia la rodilla. Sintió cómo bajo la espada se movían los huesos. Le había roto algo.
Así, pensó, salvaría a ese hombre de peores cosas en la guerra. Lo dejó caer al suelo y miró sonriente a los demás compañeros con sus grandes escudos. Él no lo había necesitado, le venía justamente igual uno medio.
Se fijó en el siguiente oponente, espada en mano. Resopló para despejar la mente y siguió.

-¡Fiu!, eso estuvo cerca.

La primera ha sido fallo mío me he confundido, la buena es la segunda.

El contrincante de Antonius recibe un fuerte golpe que le hace caer al suelo con un grito de dolor. Sus compañeros le cubren mientra se retira y otro ocupa su lugar... No le hace ninguna gracia que haya lesionado a su compañero.

el enemigo de Petreyus recibe un gulpe en el casco pero no se achanta.

aun así Magnus es el que ha tenido mejor fortuna de todos. Los demás os defendeis como mejor podéis. Quintus recibe un impacto en la armadura sin más consecuencias. En general vuestra cohorte parece aguantar la embestida bien. Pero la Novena no cede en su empuje. Sus centuriones les empujan adelante a gritos. Los vuestros os animan a resistir...

- ¡Adelante!- rugen los de enfrente.- ¡Novena, novena!

Los dos centuriones rivales de vuestra cohorte, Herenius y Servilius, pelean en lo más reñido de la acción. Intercambiando golpes con el enemigo mientras relevan a los soldados "heridos", traen soldados frescos de las filas de retaguardia, luchan por mantener la formación de sus hombres y lanzan gritos, insultos y órdenes.

- ¡Aguantad, cunnus! Ya son nuestros.- ruge Herennius en el fragor de la batalla.

El legionario enemigo había aguantado el golpe pefectamente, y no se había amedrentado. Era agobiante escuchar los gritos de los enemigos, ver como caían poco a poco, y enseguida otro volvía a ocupar ese puesto. Ésto me encantaba, seguiría lanzando estocadas hasta que no pudiera mantenerme en pié.

Sus sentidos no estaban alerta y desde luego parecía no ser un buen día para él. A pesar de que el rival que tenía en frente no era gran cosa no paraba de recibir golpes. Y así, tras blandir con poco acierto su gladius, Quintus recibió un golpe en el casco que no lo dejó tuerto de casualidad.

Roger, a la meva fitxa no tinc ni armes ni armadura. ¿Haig de lluitar així o falta anotar-ho en la fitxa de personatge?

Definitivamente el combate cuerpo a cuerpo no era lo mío. Sudor, golpes, escudos en alto y un terror excesivo.

La novena parecía no desfallecer y Fuscus apenas podía contener al legionario que tenía enfrente de sus constantes acometidas. Mientras trataba de golpear a su oponente, éste aprovechaba para golpearle a contra pie.

Vais cediendo terreno poco a poco, recibiendo golpes de refilón y arañazos, aunque vuestras corazas y cascos os salvan de lo peor. La mayoría de muertes no se sufren estando en el frente, sino cuando la unidad se desmadra y huye... ¿Cuánto aguantará la vuestra?

El segundo oponente parecía más matón que el primero y estaba hecho todo una furia. Y ciertamente, cuando las espadas chocaron, la suya prevaleció sobre la de Antonius. Pero Antonius , al verse superado en el duelo, decidió defenderse. Tensó los músculos del brazo y recibió con un hombro duro respaldado por cota de malla el espadazo. Lo llevó a cabo impecablemente y el golpe ni se hizo sentir.

Los "novenos" siguen adelante el asalto. Cubriendose con sus escudos, lanzan feroces estocadas contra las partes que dejan expuestas vuestros escudos. Su centurión y su signifer les empujan adelante con tesón.

Entre la confusión y el fragor del combate el centurión Herenius hace sonar unos toques de trompeta...

Habiendo aguantado tanto el primero como el segundo ataque del legionario, ya se había hecho una idea de cómo atacaba. Al segundo asalto, fue Antonius quien desvió el arma del contrincante y atacó al pecho. Pero no había sido el golpe más logrado...

Al lanzar otra estocada fallida y dejar otro hueco en la defensa , tal y como le pasa a los pújiles novatos, Quintus recibió un golpe de lleno (3 puntos de daño).