Partida Rol por web

El amor en los tiempos del Sida

7. Información y desinformación

Cargando editor
25/11/2012, 16:15
Narración

5 de noviembre de 1984 - 16:23

Madame Van Doren había ido en busca de Shyam a la Mansión Whittier. Como esperaba, el sidhe se encontraba allí, aunque no muy bien. Las fuerzas del feudo aún no habían tenido ocasión de ponerse en funcionamiento y el Fiona exhibía un sarpullido quimérico en el rostro y una tos persistente. Según sus propias palabras, lo había atacado una quimera enferma. Aunque no tenía por qué ser contagioso, resultaba inquietante. Pero Craig necesitaba hablar con Shyam pronto, de modo que quedaron con él en una cafetería cercana al feudo.

Cargando editor
25/11/2012, 16:21
Craig Lambert

El humano llegó muy ansioso y se sentó a la mesa con la pooka y el sidhe. Era un chico muy guapo, de tez oscura y ojos claros, con un aire de inocencia verdadera difícil de encontrar en gente de su edad. Debía de rondar los dieciocho y miraba a Van Doren con gran admiración. ¿La forma que miraría un sumiso a su dominatrix? Shyam quizá no quisiera entrar en ese tipo de juicios...

Después de quitarse el abrigo, Craig se frotó las manos. Pidió un café con leche al camarero y tragó saliva.

-La señora Van Doren me ha dicho que usted podría ayudarme -dijo en tono bajo-. Perdón, no me he presentado. Me llamo Craig. -Le tendió la mano, pero después de escucharle toser se lo pensó mejor-. Lo... lo siento. No me...

Cargando editor
25/11/2012, 21:55
Shyam

Shyam cerró los ojos y airó la mano, quitándole importancia. Entendía perfectamente esa obsesión por evitar a todo el que tuviese cierta probabilidad de contagiarle algo, aunque fuese un simple catarro. Además, no era cuestión de explicarle por qué aquello no era contagioso, al menos para él.

-No importa –Entrelazó las manos sobre la mesa y sonrió-. Yo soy Andre Seward. Tú dirás, Craig.

El Fiona, como todos los sidhes, era un hombre de notable belleza. Tenía la piel bronceada, mirada clara e intensa, y una espesa mata de rizos pequeños del color del oro. Su oficio principal siempre había sido el de viajero y luchador, por lo que su complexión era la típica de un guerrero; cuerpo torneado y atlético, con extremidades fuertes y una salud de hierro. La repentina enfermedad que lo acosaba junto a sus ojos cristalinos, sin embargo, lo hacía parecer en aquel momento mucho menos enérgico de lo que solía.

Cargando editor
26/11/2012, 02:00
Madame Van Doren

Van Doren observó a Craig con sus ojos grises mientras este iniciaba la conversación. La pooka puso una mano en su hombro y esperó. Después miró al atractivo sidhe. Los de su clase ya no la sorprendían: todos tan atractivos, todos tan galantes; solo aquellos que de verdad tenían algo más que sangre azul corriendo por sus venas conseguían ganarse su aprobación. Normalmente los Fiona eran los que más fácil lo tenían gracias a sus impulsos, y Shyam iba por buen camino enfocando su impetuosidad de casta a hacer bien ajeno.

-No hace falta que se lo cuentes todo, pero ve al grano, cielo -dijo al chico con una sonrisa mostrando un par de blancos colmillos entre sus labios rojo carmesí.

La pooka iba apretada en un corsé negro que marcaba una cintura imposible y unas caderas aún más difíciles de creer. La única manera con la que describir su aspecto sería diciendo que se parecía a un reloj de arena, con los pechos realzados y su amplio trasero. Sus piernas permanecían ocultas bajo una falda larga de una manufactura exquisita, y el pelo, rizado y algo asalvajado, lo llevaba recogido en un moño. Van Doren no seguía el canon de belleza actual, pero sabía llevar sus formas con orgullo.

Cargando editor
26/11/2012, 14:12
Craig Lambert

Craig carraspeó y miró a Andrew como si temiera lo que pudiera responderle.

-Antes de ayer fui a Chainges y conocí a un chico... -empezó con voz suave-. Tengo miedo de haberme contagiado de algo. ¿Cómo lo puedo saber?

Cargando editor
26/11/2012, 15:47
Shyam

El Fiona suspiró. Nunca sería suficiente la labor que se hacía para concienciar a la gente de los riesgos del sexo no-seguro, más con desconocidos. Procuró que no se le notase.

-Si has mantenido relaciones sin protección y el otro hombre padecía esta enfermedad, es posible. Algunas prácticas son más arriesgadas que otras. Si estás infectado tendrás una especie de gripe muy fuerte durante la siguiente semana. Fiebre alta y dolor en las glándulas salivares -dijo en tono confidencial, palpándose a sí mismo la zona que sería afectada-. Esa sería la primera señal. Después, los síntomas remitirían varios meses. Sería conveniente que te hicieras una prueba dentro de un tiempo para confirmarlo definitivamente, incluso si no tienes síntomas. Y, por supuesto, evitar cualquier tipo de relación de riesgo hasta entonces, o intercambio de fluidos; donar sangre, compartir agujar en el caso de las drogas... -Buscó su mirada para asegurarse de que el muchacho estaba bien. La gente se asustaba mucho ante la posibilidad de estar infectado, y a veces evitaban saber la verdad a toda costa-. No tiene por qué haberte pasado, Craig. -Pronunciar el nombre de la persona solía transmitir confianza, y de no estar tosiendo constantemente incluso le habría puesto una mano sobre el brazo-. Pero si ha ocurrido, has de saber que lo mejor es saberlo cuanto antes y que se puede llevar una vida bastante normal. Hay muchos sitios donde ofrecen ayuda.

Cargando editor
26/11/2012, 16:11
Craig Lambert

Craig encogió los hombros y escondió la cabeza entre las manos.

-Una vida bastante normal antes de morir -dijo con voz ahogada-. No es justo. Ese chico parecía sano. Mi madre va a matarme cuando se entere si es que no se muere del susto. Si ni siquiera he dejado de ser virgen, ¿por qué me tiene que pasar esto a mí?

Cargando editor
26/11/2012, 22:41
Madame Van Doren

Van Doren miró a Craig angustiada y le rodeó con ambos brazos para intentar reconfortarle.

-Craig, no vas a morir, no digas tonterías. Así que no te preocupes -le dijo la mujer frotándole los hombros-. Y tu madre me mataría a mi de darse el caso, no a ti. Es una arpía, pero estoy segura de que te querrá pase lo que pase. Además el doctor ha dicho que puede que estés hasta más sano que un roble, cielo.

La pooka frunció los labios antes de mirar a Shyam, como si buscase un apoyo o alguien que la secundara.

-¿Entonces no podemos saber nada hasta la semana que viene?

 

Cargando editor
26/11/2012, 23:59
Shyam

Shyam negó con la cabeza, obviando la mención de Doctor que había hecho. Eso era aspirar demasiado, sobre todo ahora que ni siquiera podía ejercer como enfermero. Sabía que no volvería a pisar un hospital como trabajador.

-Como pronto la semana que viene, Van Doren. -Alzó las manos con las palmas hacia arriba; no había mucho más que hacer excepto darle apoyo y ser amable-. Lamento no poder hacer más. Pero no te desanimes, Craig. No hay nada sobre seguro, y como dice ella, seguro que tu madre te querrá pase lo que pase. ¿Quieres que te deje un número de contacto por si te encuentras mal o necesitas consejo?

Cargando editor
27/11/2012, 00:12
Craig Lambert

El adolescente agradeció el abrazo y se lo devolvió tímidamente. Cuando trajeron el café dio un par de sorbos y pareció encontrarse mejor, sin el llanto acechando en su tono de voz.

-¿Te importaría si contactase contigo? -preguntó inseguro-. No me gusta hablar del tema y menos con gente que no conozco... No quiero que todo el mundo sepa que estuve en Chainges.

Cargando editor
27/11/2012, 00:19
Shyam

El Fiona sonrió ampliamente.

-Claro, claro, Craig. Ningún problema -dijo con entusiasmo. Sacó una servilleta y rebuscó en la bandolera hasta dar con un bolígrafo. Rápidamente apuntó su teléfono particular y el nombre-. Puede que conteste mi compañero de piso si no estoy; se llama Haled. Dile quién eres y te devolveré la llamada en cuanto me avise. Y tranquilo, esto quedará como confidencia médica. No saldrá de aquí.

La confianza que a veces la gente depositaba en él hacía que el mundo pareciese un lugar un poco mejor detrás de todo el montón de basura que se acumulaba cada vez más. Le hacía sentir útil poder ayudar a los demás, aunque fuese en aquellas circunstancias tan duras.

Cargando editor
27/11/2012, 00:33
Craig Lambert

Craig se guardó el teléfono como si fuese lo más preciado del mundo.

-Muchas gracias, Andrew. De verdad, muchas gracias.

Cargando editor
27/11/2012, 00:51
Madame Van Doren

-Gracias -acompañó la voz de Van Doren-. Craig, ¿no se te hace tarde para ir a trabajar?

Cargando editor
27/11/2012, 01:01
Craig Lambert

El humano miró a Van Doren confuso, pero comprendió.

-Sí, tengo que volver a casa.

Se bebió el café de un trago y se puso en pie.

-Gracias, Andrew -repitió apretándole el brazo. Miró a la pooka con una gran sonrisa-. Y gracias, señora Van Doren. De verdad.

No tardó en marcharse y dejarlos solos, como suponía era su deseo.

Cargando editor
27/11/2012, 01:34
Madame Van Doren

Van Doren no sabía por que Craig le miraba tan confuso cuando realmente llegaba tarde al trabajo: en su reloj ya eran las cinco de la tarde y su tío debía estar echando chispas o luchando contra alguna tubería. Pero dadas las circunstancias no podía echarle nada en cara. La pooka bebió un sorbo de su segundo té del día y miró a Shyam.

-Espero que no te haya importado, no sabía a quién escribir y los igualatorios y yo no nos llevamos nada bien -dijo sacando un cigarro de una pitillera plateada-. ¿Quieres? Um... Quizá no debería hacerlo delante de un galeno -sonrió-. Pero es un vicio que he heredado de mi madre.

Cargando editor
27/11/2012, 09:10
Shyam

-No hay de qué, Craig. Cuídate -despidió, devolviéndole el apretón en la mano. Siguió su figura hasta la salida con una mueca disgustada pintada en el rostro.

Sin la presencia del humano, se sintió libre de llevarse los dedos a los labios resquebrajados y resecos. El sarpullido, a excepción de la mala impresión que causaba, parecía lo de menos. La incesante tos le inquietaba y molestaba mucho más, sobre todo al no pasar desapercibida ni para los humanos ni para los duendes. Cuando el camarero pasó a recoger la taza vacía de Craig, pidió un vaso de agua para humedecer la boca y deshacerse del sabor fuerte del café. Rehusó el ofrecimiento de la pooka con una sonrisa.

-Nunca me dio por ese vicio, pero no me incomoda. Adelante. Y lamento informarte que desde esta mañana ya no soy médico. Gracias -le dijo al camarero de turno. Dio un trago largo y dejó el vaso a parte, mirando a Van Doren. Era la primera persona a la que notificaba su despido-. Por cierto, no me gustaría que te sintieras en la obligación de hacerlo después de pedírtelo pero, ¿podrías preguntar por si alguien puede darme algún trabajo? Cualquier cosa estará bien.

Su estilo de vida no era caro; nunca lo había sido. Pero sabiendo su condición de seropositivo iba a ser más fácil que algún amigo o conocido le ofreciera trabajo a que pudiese ganarse otro puesto como enfermero. Necesitaba trabajo, al menos hasta que pudiese sacar las cosas a flote él mismo. Ya tenía una idea rondando la cabeza.

Cargando editor
27/11/2012, 13:34
Madame Van Doren

Van Doren encendió el cigarro y se lo llevó a los labios carmesí para dar una profunda calada.

-Malditos burócratas.... No me puedo imaginar que ha pasado. Lo siento mucho Shyam -dijo mientras guardaba la pitillera y el mechero con la mano libre-. Yo estoy en las mismas. No hay día que no tenga un inspector de sanidad en la puerta desde que todo... Bueno, desde que esas quimeras se pasean alegremente por San Francisco. Y cada día veo más. Ya no me gusta pasarme por el Castro, ya no brilla como antes.

La mujer se quedó pensativa mirando al sidhe.

-Voy a intentar mover los hilos, seguro que alguien tiene algo para ti -dijo y dio un par te toquecitos al cigarrillo para tirar la molesta ceniza.

 
Cargando editor
27/11/2012, 14:28
Shyam

El Fiona tomó nota mientras daba un sorbo al café caliente. Nada mejor para paliar el frío de los primeros vientos invernales.

-Gracias, Van Doren -dijo, y se inclinó hacia un lado volviendo la cara para toser otra vez en dirección opuesta a ella. Además de ser de mala educación, no sabía si podía ser contagioso para los demás duendes. Empezaba a notar en abdomen dolorido-. Perdón. No sé qué me ha hecho esa quimera, pero debería volver a Whittier cuanto antes y reposar. Y avisar, porque son una Plaga, y al parecer peligrosa. -sonrió-. ¿Querías algo más?

 

Cargando editor
27/11/2012, 15:58
Madame Van Doren

-No -dijo arrugando el cigarrillo en el cenicero-. Pero creo que voy a acompañarte a Wittiest. Necesito consultar una cosa con el tiempo.

Cargando editor
27/11/2012, 16:48
Shyam

Tras terminar el café y dar tiempo a que la pooka hiciera lo mismo con su té, Shyam pagó la cuenta -no era algo discutible- y se dispuso a regresar al feudo con la esperanza de notar alguna mejoría en las próximas horas. Además, quería hablar con Lord Stevron o, en su ausencia, con Meredith.