Partida Rol por web

Cuando llega hasta el dracónido, Erevan comienza a realizarle algunos primeros auxilios de forma un poco brusca, pero al final parece que funcionan.

El dracónido se despierta algo aturdido aún entre los brazos de Erevan, rodeado de restos de ácido y gelatinas. Shergard le observa por detrás de este, aún dolorido por su piel quemada, pero al menos en pie y a salvo.

- La próxima vez, muchachos, mantenéos en la estrategia pactada. Al final no podía disparar, y diría que mis flechas fueron de lo que más daño les hicieron. Desgraciadamente he usado casi todos mis recursos para el día de hoy, parece que no será fácil salir con vida de aquí...

Pero si volviesemos a descansar fuera, descubrirían los cadáveres... y no creo que eso nos beneficie... Creo que deberíamos seguir...

- Era la única manera de sacar con vida a Shergard que había caído dos veces, contesta el tiflin a Baltena.

Despierto y veo que estoy tendido en el suelo. Al parecer, el dolor del ácido fue más intenso de lo que pensaba.

Intento incorporarme, y oigo decir a Baltena que la próxima vez nos mantengamos en la estrategia pactada. Apoyo mi zarpa en el suelo, para ponerme de pie. Cuando estoy de pie, miro a Baltena y la digo- Si no me hubiese interpuesto entre las bestias y Shergard, estaría muerto. A veces, las cosas no ocurren como nosotros queremos. Pero hay que amoldarse. Celebra que ninguno a muerto, pero no te quejes por la estrategia. Seguro que Shergard está de acuerdo en que no hayamos seguido la estrategia. Y ahora, os curaré.

Debemos reponer fuerzas, este combate a sido muy duro. Sentaos y descansad, creo que nos lo hemos merecido.

Después de recuperaros de la mayor parte de vuestras heridas con la ayuda de la diosa de la muerte (por extraño que parezca), registrais el resto de celdas. Pero si esperabais aún encontrar algo con vida allí dentro, vuestras esperanzas mueren enseguida... las celdas están completamente vacias y limpias, de hecho más limpias que la habitación de los hombres rata, se nota que las extrañas gelatinas no hacían ascos a nada cuando el hambre apretaba.

Con una mueca de indecisión en su rostro, el mago dice: No sé si será buena idea... pero al final no hemos inspeccionado a fondo las celdas. Claro que el último intento nos salió algo torcido...

Akmenos vigila las salidas mientras Duhark se encarga de los heridos.

- Tampoco podemos perder mucho tiempo, dice volviendo la cara hacia los demás, que cada uno revise una celda y seguimos ¿os parece?

- Abriré camino, y sí, toca mirar las celdas, con un poco de suerte esas cosas escondían algo.

Buscais por todos los rincones del pasillo y las celdas, incluso con cuidado entre los restos de las gelatinas, pero no encontrais absolutamente nada de nada, de haber aquí algo escondido, hace tiempo que desapareció corroido por el ácido de las criaturas.

- Bueno, ya hemos perdido bastante tiempo jajajaja

Sí... creo que será mejor que vayamos a ver esa puerta... dice el mago. Baltena, ¿me acompañas?

Baltena pega el oído a la puerta, tratando de discernir algún ruido.