Partida Rol por web

Esta partida está en revisión. Si el director no da señales de vida o es aprobada por un cuervo será borrada esta noche

El cuerno de la abundancia

Un viaje inesperado

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31/05/2011, 18:40

 Pasaba de media noche, las penumbras y el silencio eran lo que reinaban en casi todos los pasillos, no fue difícil para él entrar, con ayuda de du Garbac, aunque no por malicia sino porque su calentura hacia los chicos exóticos era demasiada. Se metió en los aposentos de Guillaume con tal facilidad que pronto comenzó a tranquilizarse pero cuando vio el cuerpo descansando, volvió a acelerarse su respiración, con total rapidez se acercó hasta su cama, le puso la mano en la boca haciéndolo despertar de golpe, todo podía ser una pesadilla pero no lo era, la mano le sujetaba con fuerza y no le permitía hablar. 

El joven hombre podría reconocer aquellos ojos en cualquier lugar, en cualquier momento y bajo cualquier situación. Además, olía a incienso y quizás un poco a vino. Seguramente por lo que había tenido que pagar a du Garbac para poder estar allí. Era obvio que no había ido a matarlo, de lo contrario lo habría hecho encontrándolo dormido.

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31/05/2011, 18:47
Said

 -Ni una palabra, sidi...-musitó como el siseo de una serpiente.-Ella quiere veros y la veréis. Podréis encontrarla en Fleurs, la primera casa cerca del lago. No me hagáis volver y hacerle daño a la reina. Tenéis que llegar esta misma noche...

Se apartó y salió como una sombra por la puerta sin hacer ruido.

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31/05/2011, 19:32
Guillaume du Balzac

Mi mente se afanaba en tratar de olvidar todo lo relativo al entierro de Terence, disimulé de forma formidable por dar apoyo a Helena que no me sentía nada cómodo en todo el proceso pues sabía lo que había significado para ella.

Me costó dormir pero lo logré, el sueño era intranquilo como si se tratara de un presentimiento, o quizás sólo toda la incomodidad acumulada, reprimirme tanto no podía ser bueno.

Lo que ocurrió pasada me media noche me despertó de un sobresalto, tanteé en la cama como si allí pudiera encontrar mi espada, pero estaba demasiado lejos, en un rincón ¿Pero cómo podía haber ocurrido esto?

Reconocí a ese sarraceno, el que la primera noche que llegué echaba miraditas con Zafira y también lo vi el día que nos tomaron presos, no pude hacer nada, aunque pronto me di cuenta que lo que quería no era darme muerte.

Antes de poder asimilar todo lo que me había dicho mi lengua no le pudo contener y antes de que desapareciera le lancé un reto – Hazlo y morirás tú y toda tu familia…

Me senté con la respiración agitada, ella no podía ser otra que Zafira, aún trataba de olvidar aquella mujer, pero hacerlo parecía un imposible, y más cuando las cosas ocurrieron de esa forma, sin saber que suerte corrió y sin saber cual fue su implicación en lo ocurrido.

Además quizás estaba el que había sido rey con ella ¿Y si se trataba de una trampa? Me degollaría yo mismo antes de dejar que chantajearan a la reina si me apresaban, la decisión estaba tomada, me vestí con presteza, la espada colgada en su vaina y una pequeña daga que coloqué en mi bota, iría a por mi rápido corcel para ir a aquella casa del lago.

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31/05/2011, 20:48

 Curiosamente al llegar al establo, el caballo de Guillaume estaba listo pero no sólo para montar, tenía el suficiente abrigo para soportar aquel clima extremo. Si se daba prisa, antes del amanecer estaría en Fleurs pero tampoco podía apresurarse demasiado si no quería sufrir algún accidente.

 

 

El silencio a esas horas de la noche era desolador y a cualquiera le daría miedo de sólo recordar los cuentos de madres y abuelas acercas de brujas tenebrosas y malas que habitaban el bosque pero en ese momento, para Guillaume no había espacio para la duda.

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31/05/2011, 21:40
Guillaume du Balzac

Alguien se había tomado la molestia de preparar mi montura, supuse que el mismo morisco que me había acabado de visitar.

No le di más importancia, como el viaje iba a ser un poco largo me atavié con agua un poco de pan y dinero, monté el caballo y emprendí el camino, pensé en Helena, quizás se preocuparía por mi, esperaba poder volver suficientemente pronto como para que no se preocupara.

Espolee mi caballo y comencé con cuidado por si había hielo por el camino, la oscuridad y las historias para niños no me asustaban.

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31/05/2011, 22:00

 A pesar de las dificultades del camino, el caballo avanzaba seguro y en silencio, ninguna bruja vino a molestar al par de viajantes y casi que era mejor. Luego de algunas horas, la entrada de Fleurs. A pesar del tiempo que tenía fuera de Francia, Guillaume sabía que había que rodearla para dar al lago y de ahí a la casa que Said le había indicado.

 

 

A pesar de que el lago estaba congelado, era visible la vereda por la cual se llegaba a la casa y que estaba tras unos alto pinos. A simple vista no parecía haber nadie afuera, por las ventanas se reflejaba la cálida luz de una hoguera.

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31/05/2011, 22:19
Guillaume du Balzac

Recordaba el lugar vagamente, pero lo suficiente como para encontrarlo pese al paisaje nevado, tras unas horas por fin llegué, sin poder evitarlo me estaba poniendo nervioso.

Bajé de mi montura y los últimos pasos los di a pié, saqué mi espada de la vaina por precaución, si hay algún edificio anexo me aproximo a él para dejar el caballo a cubierto y si no, lo ato a uno de los árboles cercanos.

Mis pasos crepitaban con la nieve, me acerqué a la puerta de aquella casa en la que era evidente que había alguien u di unos golpecitos en la puerta.

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31/05/2011, 22:44

 El silencio se rompía a cada paso del consejero, adentro no eran ajenos a ellos y cuando llamó a la puerta, sólo el aire que salía de sus pulmones formando vaho, hacía un ligero ruido. La puerta se abrió de par en par, era una casa con comodidades a simple vista y tres hogueras que se veían desde fuera en el techo. Said miró de pies a cabeza a Guillaume, le profesaba un odio infinito.

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31/05/2011, 22:46
Said

 -Pasad... Zafira os espera.

Hizo una seña, tenía la espada envainada y apenas ver la de Guillaume esbozó una sonrisa.

-No la necesitaréis, mejor que la dejéis aquí.

Cerró la puerta tras ambos y le indicó un lado de la hoguera, luego señaló una puerta acercándose hasta ella y abriéndola, era una alcoba, aunque aún no se podía ver a la mujer.

-Un solo grito de ella y no me importará matar.

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31/05/2011, 23:00
Guillaume du Balzac

Cuando fui a dar en la puerta esta se abrió dejando ver lo que había dentro.

Se notaba que a aquel tipo no le caía bien pero él a mi tampoco - ¿No crees que ya me he arriesgado bastante con venir aquí? – “Necio” pensé para mis adentros, envainé pero no la deje allí fuera a su alcance.

Y lo siguiente ya parecía recochineo – Si crees que voy a matar a Zafira es que eres realmente estúpido – No, miedo no le tenía a ese morisco y menos después de amenazar a la reina.

El que me había mandado llamar era él, esperaba que dejara de decir estupideces, comencé a caminar a la puerta que me indicó, sin perder de vista a ese hombre.

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31/05/2011, 23:02

 Said esbozó una sonrisa, sabía que no iba a dejar su espada. Lo conocía bien porque muchas veces había escuchado a Zafira hablar de él con tal admiración que daba asco. Permitió que él hombre entrara y se quedó afuera, lo que Guillaume no vio era que custodiaba la puerta de entrada a casa. Adentro, una Zafira envuelta en sábanas de oro, con un velo bien puesto lleno de piedras preciosas y esa mirada perdida en el fuego, lo esperaba. Apartó su vista del fuego para verlo y se envolvió aún más en las sábanas pero no dijo palabra alguna, aún cuando sabía que tenía mucho para decir y que seguramente él la odiaría, por el momento no salió de la cama, Sólo podía verse una parte de su rostro y una sábana azul índigo cubría todo su cuerpo.

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31/05/2011, 23:22
Guillaume du Balzac

Ya era difícil que alguien me cayera mal, pero estaba batiendo el record en pocos días, creía en la bondad humana, pero estaba por cambiar de ideas.

Con los ojos entrecerrados demostrándole que a mi tampoco me caía bien entré allí.

En cambio a ella no la podía odiar, o al menos eso pensaba, me habría oído llegar e incluso seguramente escuchó lo que le dije a ese hombre, suspiré, no la había visto en varios días ¿Cómo iniciaba una conversación en estas circunstancias?

- Aquí estoy, te has buscado a alguien realmente simpático – le dije con ironía, aunque la procesión iba por dentro

Mis ojos se clavaron en los suyos, la mirada no podía ser la misma que cuando miras a alguien que no conoces, resultaba muy difícil esconder los pensamientos.

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31/05/2011, 23:29
Zafira

Su corazón latía con rapidez, no podía ocultar la emoción que sentía al tenerlo cerca de ella una vez más. No se incorporó, no quería que él descubriera aquello en ella y necesitaba tiempo para que él la escuchara, para ganarse su desprecio necesitaba apenas unos segundos.

-Said daría su vida por mí... No lo he buscado, Alá me lo envió.

Se re acomodó en la cama y lo miró fijamente, con un gesto de su mentón le invitó a sentarse. No quería hablar, no podía pero se tenía que obligar a ello.

-Pronto volveré donde mi padre, pero primero habéis de repudiarme. Sé que antes de todo esto hablamos sobre esto en casa, mi padre no me aceptará si no lo hacéis ante un testigo que bien puede ser Said.

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01/06/2011, 08:32
Guillaume du Balzac

- Si, claro ¿Y hay que ser así para dar la vida por alguien? – Una cosa no tenía nada que ver con la otra, pero mejor no hablar del tema, notaba que me encendía con facilidad ese hombre y más sabiendo con que otros personajes estaba relacionado.

Dudo sobre si sentarme, estaba muy bien plantado allí de pié, pero bueno, quizás ayudara eso a tranquilizarme, me senté y escuché aquello que me dijo, así que era por eso…

- Bien, pero antes tengo unas dudas – no quería desaprovechar la oportunidad para esclarecer aquello que me carcomía - ¿Cuál ha sido tu papel en esta revuelta? Me han insinuado que tenías algo que ver y segundo… ¿Dónde están Francis y Geinze? – Guardé silencio muy interesado en lo que tenía que decir

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01/06/2011, 21:39
Zafira

 Lo miró con displicencia, no era una sorpresa que Said lo sacara de sus casillas porque tenía que ser así, sólo a mí me trataba bien y sin suspicacias pero luego, cuando se sentó, supe que no estaba allí por mí. Me pregunté en qué momento había dejado de quererme o si es que nunca lo hizo, estaba más convencida de lo segundo.

-Yo... No he tenido nada que ver o al menos no por convicción, fui engañada... Como una pequeña niña, aunque de eso si que tengo culpa.

Se reacomodó en la cama y volvió a mirarlo.

-No sé dónde están esos hombres y si lo supiera, no te lo diría porque seguramente irías a por ellos, por lo que le hicieron a esa mujer. ¿Es tu mujer ahora?

Podía sentirse un tono molesto en su voz y él la conocía bien.

 

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01/06/2011, 23:06
Guillaume du Balzac

Sus primeras palabras me tranquilizaron, realmente me quitaron un peso de encima, aunque era extraño pues si no amaba a esta mujer ¿Por qué me importaba que fuera inocente? ¿Acaso no debía sentirme mejor si fuera culpable? Sería la excusa perfecta para no amarla, repudiarla porque me había traicionado, pero extrañamente no, no era así, y es que yo no era mala persona, se me ocurrió como explicación, solo me enfrentaba cuando me tocaban las narices, si todo el mundo fuera así no habría guerras en este estúpido mundo.

- ¿Y porqué no quieres que vaya a por ellos? – esa fue mi mayor incertidumbre de todo lo que dijo ¿Los protegía o temía por mi? - ¿Te han hecho daño? – murmuré en un hilillo de voz.

Lo de Helena… no se porque se empeñaba en crispar la situación - ¿Y Said es tu hombre? – Quizás no era justo pues yo había comenzado con esto, pero fue mi inevitable reacción

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01/06/2011, 23:27
Zafira

 Zafira se irguió en la cama pero sin destapar sus manos, el velo que la cubría se hizo a un lado, dejando ver el lado de su cara que hasta ese momento él no había visto, una visible marca, aún dolía, de una herida que le dejaría una cicatriz de por vida. No afeaba su cara porque ella era demasiado guapa pero si que la hacía distinta.

-No he yacido con Said si es que a eso os referís... Soy vuestra esposa aún y siempre he respetado eso. 

Una lágrima resbaló por su rostro, luego le siguieron más. Había querido hacer aquello pronto pero no, él quería respuestas y ella iba a tener que dárselas porque él no aceptaría una negativa y ella lo sabía perfectamente.

-Vinieron a buscarme, tenían a Said con ellos pero no de su lado, aunque eso yo no lo sabía. Creyó que me salvaría de vos y entonces ellos juraron que lo que hacían era por el bien del reino y que no dudarías en entregarme para crear una guerra con mi padre. Por supuesto no lo creí, se ve que tengo más fé en vos que vos en mí, sidi.

Bajó la mirada como buscando el modo de decirlo todo de una vez.

-Acepté sólo para ganar tiempo, tenía que convencer a Said de que no eráis el monstruo que ellos juraban que eráis... Cuando me di cuenta, era demasiado tarde y vuestro amor por esa mujer os cegó, aún contra mí.

Soltó las sábanas de un golpe, escondiendo sus manos entre el ropaje y poniéndose de pie, dándole la espalda parada ante la chimenea.

-No creo que deseéis saber lo que pasó después...

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02/06/2011, 09:20
Guillaume du Balzac

- No has yacido, pero me di cuenta de cómo os mirabais en aquella cena – Si ella sabía echar en cara cosas, yo también.

Apreté los puños y los dientes al ver aquella cicatriz, me hizo sentir verdaderamente mal, me levanté y di un par de pasos hacia ella, aún sentía ganas de acariciarla, de besar sus heridas.

Pero sus palabras se clavaban en mi como puñales, moría por dentro - ¿Cómo que contra vos? – Me llevé la mano a la frente, apesadumbrado.

Me acerqué aún más hasta quedar detrás muy cerca de ella – Yo no quería haceros daño - ¿Se podía amar a dos personas? A veces no sabía realmente cual era mi lugar, Helena se mostraba a veces caprichosa, no era como la recordaba, pero estaba claro que ella también había sufrido lo suyo.

- Siento que ya es imposible reparar mis errores, quizás pueda enmendarlos un poco, decidme lo que queréis y os complaceré – Aunque ello supusiera lo de maldecirla tres veces, cargaría el resto de mi vida con lo que había pasado estos días, en verdad prefería haber muerto en las cruzadas a haber dejado tan maltrecha la vida a alguien, nunca, nunca volvería a ser el mismo.

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02/06/2011, 17:22
Zafira

 -No me culpéis por mirarle así... Antes de casarme con vos, iba a casarme con él pero mi corazón os ha pertenecido desde el momento en que se llevó al cabo nuestro matrimonio...

Bajó la mirada hacia el fuego, sabía que él había visto su cicatriz pero ya no importaba o al menos demasiado, se volvió lentamente y puso la mano izquierda sobre su pecho, faltaban el pulgar y el índice pero ella no miró sus manos porque las conocía bien y sabía qué dedos le habían arrancado para hacerla hablar sobre algo que no existía. La sábana con que se cubría cayó del todo, cerca de la hoguera pero a salvo. 

-Sé que nunca me haríais daño. ¿Creéis que no lo sé, sidi?

De sus brazos descubiertos, él puedo ver cicatrices, algunas causadas por un látigo, otras eran quemaduras y había muchas más de las que ella probablemente no se atreviera a hablarle.

-No quiero nada para mí, no quiero nada de vos.

Apartó la mano maltrecha que había sostenido su pecho momentos antes y se hincó frente al fuego, cogiendo fuerzas para apartarse de él.

-Escuché al rey decirle a Geinze que esperarían a que mejorara el tiempo, que aquel lugar cercano a la cordillera sería un buen refugio hasta poder salir pero no sé cuál de las dos cordilleras es. También le escuché decir que no pararía hasta matar a Helena y su bastardo-lo miró unos segundos, tenía los ojos llenos de lágrimas.-Os quitarán vuestras tierras si permanecéis en el castillo, usarán a vuestros hombres, el rey sabe toda vuestra historia con ella... Él me la contó mirándome a los ojos mientras...

Zafira escondió su rostro tras sus manos, por cuánto tiempo más podría relatar cosas que había oído mientras aquellos hombres cometían las peores injusticias contra ella.