Después del largo viaje llegáis a la ciudad de Markushias a costa de vuestro esfuerzo y el de vuestros caballos habéis conseguido tardar algo menos de lo que os dijeron en un principio y el camino os ha llevado solo 11 días, habiendo llegado 5 días antes de la salida del zepelín.
La ciudad se encuentra en mitad de la península de Keitan, rodeada de prosperas tierras de cultivo que habéis estado atravesando los últimos días. Markushias es un espectáculo fascinante, una perfecta simbiosis entre la arquitectura occidental y oriental, donde pagodas y mansiones se entremezclan con casas provistas de evocadores jardines y pequeños lagos artificiales. La madera es el material por excelencia para la gran mayoría de las viviendas, pero aun así hay gran variedad de edificios de piedras. La calle principal llamada "Camino de los almendros" es una ancha y larga calle con gran cantidad de almendros a cada lado. Por encima de todos los demás edificios, destaca el majestuoso enorme estadio de Edén de la ciudad, el segundo más grande e importante del mundo después del de Arkángel.
Agotados os dirigís a una posada donde hacéis noche y disfrutáis del placer de dormir en una cama después de tanto tiempo. A la mañana siguiente os despertáis descansados y repletos de energía, listos para empezar la búsqueda.
Kayne se desperezó dentro de su habitación. Después de dormir varios días seguidos al raso, aquella noche en la posada era lo mejor que les podía haber pasado. Después de vestirse, colocarse su máscara y equiparse con el arco salió de la habitación y se dirigió hacia el posadero.
-¿Sirven ustedes desayuno?-Le dijo con la voz gutural y algo siniestra que le caracterizaba, pero nada amenazante.
Valeria bajó las escaleras poco después de Kayne; estaba algo resacosa, ya que antes de irse a dormir no se le había ocurrido otra cosa que beber unas cervezas en la cantina de la posada. De todos modos se encontraba con fuerzas, ya que había dormido diez horas del tirón por primera vez en varios días; aunque estaba acostumbrada a dormir al raso, tenía la necesidad de mantenerse en guardia cuando lo hacia, siempre con la mano en la empuñadura de su espada. Pasó al lado de Kayne y fue a sentarse en una mesa
- Buenos días, Kayne. Pídeme otro de lo que tu pidas, ¿vale?
Kayne asintió, aún medio dormido, y gruñó algo a modo de saludo.
Kris llegó a la ciudad observando todo su esplendor. Aquella ciudad... aquella enorme ciudad era asombrosa. Miraba hacia todos los lados, el edificio aquél... edén, había jugado de pequeño, con sus amigos, y siempre se hablaba del estadio de Arkángel, pero Markushias era la que le seguía. Era puro nerviosismo lo que le corría por las venas. No por el estadio, ni por la inmensidad de la ciudad. En aquella ciudad podría encontrar un buen herrero, uno bueno de verdad. En una ciudad tan grande debía haber algún gran herrero.
Desde que entraron, la sonrisa de Kris se vió en su cara. Acompañó a Valeria con las cervezas, y se acostó feliz, y se levantó eufórico. La resaca no existía, como si su felicidad la hubiese hecho desaparecer, cuando Kris aparece por el arco y ve a sus compañeros, lo hace con una gran sonrisa. Alzando la mano los saluda con euforia.
-Buenos días!!! Menuda la juerga de ayer, ehh Valeria? - Pasando por su lado, le da una palmadita en el hombro a Valeria, sin recordar que el tamaño de Valeria era insignificante en comparación - Uy, perdona.
Kris levanta la mirada y se dirige hacia el tabernero:
-Pongame una doble ración!! Ahh! Antes que se vaya, me puede indicar como llegar al mejor herrero de la ciudad?
Kirs vuelve contento y se sienta con los demás.
- Hoy mataré dos pájaros de un tiro.
Cuando escucho que mis compañero comienzan a levantarse hago lo propio. Llevaba un buen rato dando vueltas en la cama y pensando en las posibilidades del día de hoy, así que es un alivio para mi.
Observo que se disponen a desayunar y tras mirar qué es lo que están tomando algunos otros comensales suspiro y me encamino a la puerta.
-Mientras coméis, iré adelantando algo de trabajo-la mirada se me pierde un instante en otra mesa- ¿eso son naranjas...om no...no lo son...perdone- tras esto, vuelvo a mis compañeros- emm, eso, voy a pedir algo de información y ahora nos vemos cuando hayáis terminado.
Dicho esto, salgo al exterior en busca de algo de información. Donde está exactamente el atraque del zepelín, preguntar cuánto puede valer un pasaje y lamentablemente ahí se acaban mis investigaciones, ya que la abundancia de artículos extraños y maravillosos hacen que mi atención se pierda un poco y me gaste alguna moneda en alguna chuchería sin sentido pero de aspecto interesante.
que quede constancia...pretendo comprar algunos objetos pequeños y detallados para mi mantenimiento diario de Ki.
Valeria casi se cae al suelo con el manotazo de Kris
- ¿Como puedes estar tan fresco? ¡Bebiste el doble que yo!
También era el doble de grande que ella, claro
Bajo en ultimo lugar y me acerco al grupo una vez alli me estiro para despejarme y me siento junto a Valeria a la vez que me dirijo al camarero.
---Una jarra de zumo de naranja y otra de Leche.
Kris se ríe cuando Valeria se asombra por su estado después de la fiesta de anoche.
-Ahhh, no me lo tomes en cuenta, soy un alcohólico perdido, y un poco de alcohol como el de ayer no es suficiente. Jajajaja- Empieza a reír hasta que Decland los interrumpe. -Muy bien Decland!! No tardes mucho, deberíamos dividir faena... o concretar qué y cómo buscamos- Kris sonríe a Decland. Ese chico era demasiado inquieto. Podía relajarse un poco!!!
Hoy intentaría ir a buscar al mejor herrero de la ciudad. Haría caso al barman y lo buscaría. Si podía intercambiar algunas palabras... incluso podría preguntarle sobre el zepelín. Seguro que muchos soldados acudían a la herrería los días antes para arreglar o comprar algo antes de zarpar.
Entiendo que el barman me ha dicho como llegar a, al menos, un herrero (aunque no sea el mejor).
Kayne se acerca a la mesa refunfuñando y se sienta junto al resto.
-El camarero pasa de mi.
Sin nada que llevarse a la boca, se comienza a mordisquear el pulgar sin mucho entusiasmo. Está hambriento, y no se puede pensar con hambre.
-¿De qué habláis? Os he oído reír. ¿Son chistes?
- Hablábamos de las proezas cerveceras de Kris. Pero también tenemos que empezar a pensar por donde nos movemos. ¿Quien podría tener información sobre el paradero de la chica y su guar daespaldas?
Kayne siguió mordisqueandose el pulgar otro rato más hasta que se le ocurrió una respuesta aceptable.
-Podemos preguntar por las posadas si alguien ha visto a la hija de Yoshida. ¿Sabemos como es para dar su descripción?
El tabernero os trae todo lo que habéis pedido, el desayuno para Kayne, Valeria y Kris así como las jarras para Shalash. El desayuno es simple pero contundente, consiste en algo de pan duro, tocino y leche. Así mismo le indica a Kris como llegar hasta la zona de la ciudad donde se encuentran la mayor parte de los artesanos y donde no le costara encontrar algún herrero.
Preguntando un poco por la calle no te cuesta mucho encontrar la información que andas buscando, te indican cómo llegar hasta el Zepelín, aunque debido al tamaño de la ciudad tendrías que volver a preguntar para saber llegar sin perderte. En cuanto al precio te dicen que los precios están entre 100 y 1000 monedas de oro dependiendo del destino y del nivel de calidad que desees en durante el trayecto.
Tras vaga un buen rato por las calles de la ciudad y tras comprar alguna fruta llamativa para comer, me dirijo nuevamente a el lugar donde nos hospedamos la noche anterior preguntando un par de veces cómo se llevaba y nuevamente cómo se llegaría al zepelín.
Tras mi paseo y meditar sobre cuáles podrían ser nuestros próximos movimientos abro la puerta de la posada para contar las nuevas a mis compañeros.
Sin siquiera mirar si están en la sala, entro comentando:-Espero que se nos dé bien la tarea, los precios del zepelín ese de Lucrecio son muy altos como para comprar un pasaje sin haber ganado nada...
Modificado ;)
El desayuno tarda un poco en llegar y para cuando terminamos de comer entra Decland. Dice algo del zepelín y el precio y Kris sonríe.
-Bueno, yo podría intentar hacer algún trabajito para ganar unas monedas extras. Un arma de buena calidad siempre se paga bien. Te has enterado del precio real? Si no, el tabernero probablemente lo sepa...
- Por el dinero no os preocupéis; lo ideal es que las encontremos antes de que el zepelín salga. Yo voy a empezar a preguntar por aquí; siendo fugitivas, lo más probable es que no se hayan alojado en ninguna posada cara ni en ningún sitio que llame la atención. Estarán en una posada común, o en la casa de algún contacto o amigo.
Cuando llega las dos garras cojo la del zumo y comienzo a beberla hasta vaciarla, luego, algo mas tranquilo, cojo la garra de leche y doy pequeños sorbos.
---Yo iria a explorar la ciudad para conocerla algo mejor, asi que de paso podriamos preguntar en las posadas, aunque dudo que saquemos algo en claro, si han sabido esconderse en la otra ciudad en esta quizas tambien lo hayan conseguido, podriamos preguntar a los guardias que chequean a la gente al entrar y salir aunque no creo que sirva- digo encojiendome de hombros y dando otro sorbo.
Los que se dediquen a ir preguntando sobre las mujeres que hagan una tirada de persuasión.