Partida Rol por web

Sales del corredor de piedra al patio del castillo de Neylimb. Un montón de gente, soldados, campesinos, están andando por el lugar cada uno ocupado con su tarea, todavía quedan unas 4 horas para que se haga de noche y cada uno se recoja en su casa. El castillo está defendido por una muralla que lo rodea y está situado en la cima de una loma que lo alza a unos 50 mtr de Neylimb lo que hace que su vista sea majestuosa desde fuera de la ciudad.

Intento visitar todas las puertas de entrada y salida de la ciudad, y fijarme en sus defensas, tanto las protecciones como murallas y torres como soldados y máquinas de asedio que vea. Así como intentar cosas que se digan por la calle sobre la guerra y gente extraña.

Estás en la salida del palacio de Neylimb, porque más que un castillo parece un palacio. Está sobre una loma desde donde se domina toda la ciudad de Neylimb, una pequeña muralla rodea la falda de la loma donde se encuentra el palacio, y está fuertemente vigilada. También puedes apreciar que la ciudad entera está rodeada a su vez por otra muralla aunque esta si que es más alta. Muchos arqueros y vigias se pueden ver por todos lados, en las murallas y en los grandes balcones que tiene el palacio. La entrada y salida tanto a la ciudad como al palacio se hacen a través de una gran puerta, flanqueada por una pequeña patrulla de soldados reales. Las dos puertas miran al norte.

Una vez visto todas las defensas me dirijo a alguna posada o taberna concurrida a ver si escucho alguna cosa interesante del rey, de la ciudad, del enemigo, de cualquier cosa que pueda interesarme.

Bajas la loma, atraviesas la portón de la muralla del castillo y te internas en la ciudad. Esta parte de Neylimb es muy bonita, calles adoquinadas, comercios. Cuanto más nos acercamos al centro más bonita es, edificios de piedra de unos 10 mtr de altura, seguramente pertenecientes a ricos comerciantes o soldados de alto rango. Mucha gente hay por sus calles. Al doblar una esquina puedes ver una posada que no tiene mal aspecto, un cartel en su puerta pone "La yegua coja".

Entro atomar algo y a poner el oído en modo busca chismes.

La taberna es oscura, desagradable, a veces un olor nauseabundo llega hasta ti. El tabernero, un hombre enjuto de unos 60 años, de aspecto triste y serio se acerca hasta ti, limpia el trozo de mostrador que tienes delante y se queda mirándote con cara de pocos amigos.-¿Que le pongo señor?- Te pregunta de forma seca y tajante. Hay pocos parroquianos que se quedan mirándote de forma descarada, interrumpiendo sus conversaciones  cuando entras, al cabo de un momento vuelven a retomarlas.

Me levanto ante el mal servicio y el apestoso local que no se como llegué a entrar con la poca gente que hay y lo asquerosos del sitio. Buscaré algo más concurrido, y limpio.

Justo antes de salir por la puerta, el tabernero hace una señal con la cabeza, y dos corpulentos parroquianos se ponen delante de la puerta. -¿Que modales son esos, como es que un elfo no sabe comportarse en una tierra que no es la suya?  En Neylimb tenemos educación y cuando se entra en un sitio o se sale se saluda al menos.-Le dice el tabernero. Poco a poco todos los parroquianos se van levantando y media docena de hombres acaban rodeando a Antares.-¿Cual es tu nombre, y que haces en Neylimb?-Le interroga el tabernero a Antares.

- Perdón por la brusquedad, pensé que "no era bienvenido" y por eso me marché lo más rápido posible.- Les miro a la cara uno por uno- Me llamo Antares Ojosbrillantes y estoy aquí por orden del rey que solicitó mi presencia para dar consejo sobre unos asuntos. Siento haberles molestado con mi actitud señores, ahora si me permiten- Intento avanzar a ver que hacen los que me bloquean el paso.

Les hago una señal a los hombres que bloquean el paso que se hacen a un lado mirando fijamente a Antares.-Muy bien Antares ojos brillantes. Tenga cuidado con lo que hace o dice, muchos son los ojos y oidos en esta ciudad que no es tan segura como lo fué antaño. No se que asuntos tiene con el rey Zaredir, pero espero que sirvan para luchar contra el asedio al que nos están sometiendo.- Dicho esto le hago un saludo cordial con la cabeza y sigo con mis tareas.

Miro al tosco hombre y le digo:-¿No tendrá alguna información de utilidad contra los enemigos de Neylimb y ayudar a Zaredir? ¿Sabe si hay más traidores?

-Momentos de gran incertidumbre vivimos en Pasadawnt. ¿Traidores?, cada vez más, y espias, tú mismo podrías ser uno, y demasiado estoy hablando, no me corresponde a mi dar demasiadas opiniones o explicaciones acerca de nada. Podrían cortarme la lengua. Le aconsejo que si ha venido a ver al rey, vaya a ver a rey y no se aventure mucho por estas calles.-

Sonrío a su afirmación y digo- Creo que tomaré esa hidromiel o vino que usted me sirva sin más parloteo y gracias por la recomendación de volver a palacio.

Miro al elfo con seriedad, y le sirvo la hidromiel poniendo algo más de cuidado que la última vez-Una moneda de plata por favor.-

Le doy dos y le digo- Por los problemas y los malentendidos- Bebo mi hidromiel rápidamente, me levanto-  Bueno señores, que tengan un buen día y si tienen algún problema pregunten por mi en palacio a ver si puedo ayudarles.

Salgo del local buscando una taberna con más clientela y con mejor ambiente y higiene.

Sales de la taberna y comienzas a andar por las calles buscando un lugar mas adecuado.

Antares deambula por la capital del reino de Pasadawnt, Neylimb la ciudad de la cumbre, admirando los logros de la civilización humana frente a la naturaleza, un poco apesadumbrado por ver que la vida de estos pelea contra la naturaleza. ¿Quién ganará finalmente? Nadie lo sabe, el tiempo lo dirá. Observo todo lo que hay a mi paso, intento escuchar opiniones sobre el rey y sobre sus enemigos, sobre la raza élfica, escasa por estos lugares, observando las diferentes razas que habitan esta magnífica ciudad para poder calibrar su carácter.