Partida Rol por web

Después de todo lo que habeis pasado en Neylimb unos soldados os ayudan a encontrar vuestras habitaciones para pasar la noche en ellas. Las habitaciones no son muy lujosas, pero cumplen su cometido perféctamente; de hecho esta es vuestra mejor noche en mucho tiempo, con camas limpias, sábanas blancas, y protegidos de la intemperie entre cuatro paredes, aunque vuestro espíritu aventurero eche de menos el dormir bajo las estrellas una noche a salvo del enemigo no se desprecia facilmente.
Llega la mañana a Neylimb, el sonido de un gallo lejano os despierta, y al abrir los ojos la tenue luz del amanenecer os reconforta. Os levantais y os vestis lo mejor que podeis puesto que dentro de unas horas teneis una audiencia con el mismísimo rey Zaredir, rey de Neylimb. Salís cada uno por vuestra cuenta de las habitaciones y os dirigís a la planta baja del palacio, todos podeis apreciar lo maravilloso que es el palacio por dentro, Grandes cristaleras de colores, iluminan el interior, que es muy espacioso. Las escaleras que bajan son muy amplias, con barandillas de piedra rematadas en los finales de trayecto con una gran bola de marmol cada una. En las paredes hay algunos frescos que representan batallas que tiempo atrás sufrió Neylimb. Al llegar a la planta baja un gran retrato del rey Zaredir os dá la bienvenida, su semblante serio parece decir que es un hombre de caracter reservado, que dice lo justo en el preciso momento. Al cabo de un rato de apreciar paseando en interior del palacio, poco a poco os vais encontrando todos en la planta de abajo. El primero en llegar es Antares, y después fuisteis llegando los demás. Un joven sirviente del palacio va a vuestro encuentro.-Si tienen el gusto de seguirme, hemos preparado un desayuno para vuestras mercedes-. Seguis al sirviente que os lleva a través de anchos pasillos de piedra, donde resuenan vuestros pasos, a un grán comedor. Por el aspecto es el comedor donde se reunen a comer los grandes mandos del ejército cuando se hace alguna reunión importante, o los que viven en el propio palacio. Una gran mesa es la que preside la sala, el resto de mesas se disponen hasta el final de la sala. Vosotros os encontrais solos en este momento. Al cabo de un rato os traen el desayuno; carnes, frutas, pan, mantequilla, mermelada, jarras de leche y vino, queso, es lo que ocupa vuestra mesa en este momento. Dos guardias se encuentran flanqueando la puerta en este momento. Os queda 1 hora para la audiencia con el rey. Aprovechando en momento del desayuno aprovechais para comentar los sucesos que os ocurrieron ayer.

Tras tomar algo de desayuno para reconfortar mi cuerpo de la ajetreada noche digo:- Ayer por la noche un asesino intentó matarme ne las calles de la ciudad, al final con la ayuda de los guardias de palacio pudimos capturarlo y creo que debe estar encerrado en el castillo. No se si es un traidor al rey y un seguidor del enemigo del reino, o alguien que odia a los extranjeros, aunque cuando me escapé de él, el volvió a palacio y se quedó en la puerta disfrazado de mendigo, así que fui yo, pero podría haber sido cualquiera de nosotros.

Desciendo bostezando por las escaleras con cara de sueño, llevo  la misma ropa de siempre aunque  he cambiado la muda de ropa de ayer que tenia sucia por una limpia. Mientras  me peleo con mi pelo rebelde  para mantenerlo decente y que no parezca un salvaje contemplo  distraidamente el castillo, sin duda es magnifico, aunque como solia decir, las pariencias engañan bastante, tenia ganas de  conocer al rey.

Finalmente cuando nos reunimos todos en el pasillo les saludo alegremente y vamos al comedor y me siento en uno de los extremos de la mesa.Al poco tiempo  vienen los sirvientes  con la comida y la miro con cierta avidez.

---Comida decente ¡ por fin!- digo mientras comienzo a comer con avidez, aunque procuro no mancharme la ropa nueva.

---¿Cogmo og gue ager?- pregunto a Delian y Azshara con la boca llena de comida.

Me despierto con las primeras luces del alba para leer un poco en mi libro, dedicar un rto al estudio y luego a la meditación. Contemplo los diferentes cambis de luz en el horizonte por la ventana de mi habitación. Me aseo y me visto para bajar a reunirme con mis compañeros.

LLego a la gran sala donde nos encontramos todos y aunque me impone la grandeza y el lujo de palacio no pude compararse con un bosque frondoso, ni con sus olores ni sus sonidos... sigo echandod e menos la naturaleza cada vez que me alejo un poco de ella. Miro a mis amigos, todos hemos descansado bien, lo necesitabamos despues de nuestro viaje.

Cuando llegamos a la sala comedor, me quedo de pie al lado de la larga mesa y veo a Uriel avalanzarse sobre al comida. Está gracioso con tanta hambre y la boca llena... Sonrio mientras los demás se van sentando y ocupando sus sitios.

- Nosotros estuvimos tranquilos, nada más disfrutando de una comida recien hecha junto a nuestro pequeño guía y consversando sobre lo que nos ha acontecido... - Escucho el relato de Antares sorprendida y me quedo pensativa unos segundos... - Antares, ¿por qué os fuisteis solo anoche? Podrias haber compartido la cena con nosotros... cuentanos como sucedió...

Miro a Azshara con soberbia:- Me fui sólo por que nadie aceptó mis disculpas en lo pasado en la llanura y además todos pareciáis ignorar mis palabras. Lo que pasó ya lo he explicado pero lo haré de nuevo: Mientras deambulaba por las calles tras haber recorrido la ciudad para fijarme en sus defensas y sus efectivos militares y su defendibilidad ante el ataque de el ejército enemigo, intenté escuchar rumores y charlas sobre lo que estaba pasando y lo que pensaban los habitantes de la capital respecto a su rey, al enemigo y cualquier otra cosa que pudiera ser de interés. En una de las posadas me dijeron que lo mejor era que volviese a palacio y en otra mucho más concurrida tampoco escuché nada. A mi vuelta, en un callejón oscuro, alguien me lanzó una daga que impactó en mi hombro- muestro la herida - y me volví invisible con mi magia, esperé a que viniese el asesino y lo seguí, y se dirigió a palacio y se quedó en la puerta como esparenadome disfrazado de mendigo. Entré en palacio y me dirigí a un guardia para pedirle ayuda y que detuviese al asesino, entonces me crucé con Rhanko y Uriel, les expliqué la situación, el guardia tras mostrarle la carta del rey accedió a detenerlo, pero este salió corriendo, la guardia y yo fuimos tras él- miro a Uriel - "nuestros amigos" no nos acompañaron- vuelvo a mirar a Azshara- seguí hasta que en un punto lancé de nuevo un conjuro, de telaraña, como contra los zombis en las cuevas, y el asesino quedó atrapado. Luego la guardia lo detuvo y lo trajo a palacio, quise hablar con el jefe de la guardia pero me dijeron que me fuese a dormir y que ya hablaríamos con el rey. Espero que el asesino siga con vida y podamos sacarle información.

Tomo un trago de alguna bebida frutal.

--Sogo pog ebo?- digo  albo sorprendido. ¿Quieg bice que no te hagamosg pergonago?-  trago toda la comida de una vez y vuelvo hablar- Fue un poco precipitado desaparecer  sin siquiera avisar al grupo, pudistes hacer que nos matasen a todos, pero lo hecho hecho esta, no le des mas vueltas.

Tras acabar de desayunar frugalmente, Antares se levanta y se dirige a los guardias: ¿A qué hora tenemos la audiencia con el rey? Si no va a ser ya me gustaría ir a ver al prisionero que intentó matarme ayer, ¿Es posible?.

-Sí, por supuesto. Por aquí, por favor- Le dice el guardia a Antares, que le sigue saliendo del comedor.

El guardia te dirige a través de pasillos y galerias donde hay cuadros y motivos de gran ornamentación en las paredes, columnas en las entradas, medios relieves; el palacio es una obra maestra arquitectónicamente hablando. Llegais a la entrada de una galería que está cerrada con una gran verja de hierro y vigilada por otro guardia. -Este hombre quiere ver al prisionero, se trata de Antares Ojos brillantes y es el responsable de su captura-. Dice el guardia que ha acompañado a Antares al guardia de la puerta que se gira y da un silbido. Al momento sube un hombre, delgado, el pelo rapado a cero, y con muy malas pulgas. -Sí,... ¿que pasa ahora?- Os dice a ambos refunfuñando
-Este hombre desea ver al prisionero, el que llegó lleno de telarañas.
-Tengo orden de que nadie vea a ese pájaro.
-Ya te he dicho que este es el hombre responsable de su captura.

El carcelero se rasca la cabeza y dice- bueno, no creo que pase nada. Pero tendrá que dejar sus armas fuera, nadie puede entrar con armas en los calabozos.

Dejo mis armas y entro a ver si me dice algo en tan poco tiempo.

Dejas tus armas fuera de los calabozos y el carcelero te conduce a la celda donde está el prisionero. El carcelero se para frente a la puerta saca una llave y la abre. Dentro está el prisionero sentado en el suelo con las piernas cruzadas.-Aquí lo tienes, si necesitas algo avísame.- Te dice y cierra la puerta trás de ti dejándote dentro con el prisionero que ni siquiera ha levantado la cabeza cuando has entrado.

Observo como Antares se levanta y se marcha. Le sigo con la mirada mientras camina y cuando sale de la habitación entorno levemente los párpados al tiempo que hago un ligerísimo movimiento nogativo con la cabeza.

-Espero realmente que estas asperezas se limen antes de que algo verdaderamente grave ocurra... El ataque que ha sufrido ha sido un claro aviso. Si ha estado poniendo las orejas tal vez haya alguien incómodo con un grupo tan dispar haciendo preguntas... El asunto puede llegar a ser muy grave...

En silencio, termino de disfrutar del frugal desayuno.

-Hola ¿Quién eres y por qué intentaste matarme anoche en los callejones? ¿Quién te envió?

Levanto la mirada y miro a la persona que me está hablando.-No tengo porque deciros mi nombre si no me decís el vuestro primero. Y yo no he intentado matar a nadie-.Le digo con tranquilidad y vuelvo a bajar la mirada.

Le muestro mi hombro y la herida:- No dice lo mismo mi cuerpo, y debes saber mi nombre o no me hubiese atacado sin preguntármelo en los callejones. Así que puedes hacerlo ahor ade buena fe o bajo las manos de los interrogadores del rey.- Me giro como haciendo que me voy.

No muevo un músculo mientras veo como se aleja el elfo.

Salgo de la celda o llamo al carcelero para que me abra y me devuelva mis armas y acudo a la reunión con el rey.

Sales de las mazmorras y recuperas tus armas. El guardia que te ha llevado hasta allí te lleva hasta un pasillo que no parece tener salida, y con cuidado para que no veas lo que hace acciona un mecanismo secreto que hace que una pared se abra mostrandote un pasadizo secreto. De esa manera te dirige por pasillos y pasadizos hacia el lugar donde tendrá lugar la audiencia con el rey. Cuando llegas ves a tus compañeros en el pasillo secreto esperando en una puerta para entrar. El pasillo en el que te encuentras con tus compañeros está iluminado por una serie de aberturas en la pared que comunican con el exterior,  .-Ahora debes esperar junto a tus compañeros hasta que las puertas se abran-. Te dice, y con un saludo se despide de ti y de tus compañeros.

Le pego bocados a la comida como un desesperado asintiendo a todo lo que dicen mis compañeros pero sin decir una palabra, puesto que mi boca está tan llena de comida que me es imposible hablar. También veo como Antares se ha ido hace un rato con el guardia de la puerta.