Partida Rol por web

No creo que ningún elfo haya llevado nunca antorchas como equipaje, Amrod, pero supongo que estos numenoreanos tienen las mismas dificultades que cualquier hombre para orientarse en la oscuridad, dentro habrá luz.

Numenoreanos Negros...sirvientes de El Enemigo. Esta misión que el destino nos ha impuesto es más importante, y más dura de lo que parecía en un principio.

Debemos ser más cautelosos dentro de la caverna de lo que hemos sido fuera - digo mirando con desaprobación a Ranëdhel - has demostrado arrojo y valor, es cierto, pero una linea muy fina separa la valentía de la temeridad. Creo que sería más seguro para todos que no encabezaras la marcha en esta ocasión...

Si Amrod ha de ir delante, creo que lo más razonable sería que yo fuera detrás cubriéndole la espalda, pues puede resultar útil mi capacidad de ver en la oscuridad...Carster, quizá podrías cerrar el grupo por si recibimos algún ataque desde la retaguardia.

Eso les dara algunos latidos mas de vida si los encontramos por delante, pero bueno, si estais mas comodos asi, sea. Eso si, tratad de avanzar a buen paso

Se ve a Elerin diestro en el arte de la curación y ambos pacientes notan alivio tras el tratamiento del elfo.

Gailhen le mira sorprendido:

- Vaya, sois una caja de sorpresas maese elfo -, lanza una pequeñísima sonrisa y tras ello continúa, - bien, ahora ya estamos dispuestos a entrar. Después de ti, Amrod.

Amrod camina despacio hacia el interior de la cueva y todos le seguís como ha dispuesto Anäril. Pronto, lo poca luz de la luna se extingue y la más absoluta oscuridad se ciñe sobre vosotros. Solamente el eco de un goteo puede oírse.

El techo de la estancia es muy bajo (no supera 1.70 metros de altura) y algunos de vosotros tenéis que pasar agachados. La movilidad es reducida.

Pronto Amrod os detiene en la marcha, pese a la poca luz ha visto algo en el suelo. Un fino cable cruza de lado a lado el estrecho pasillo.

Camino el primero por el paso que deja la cueva. Encorvado un poco debido a la poca altura del techo, ando con sumo cuidado, ya que mis compañeros dependen de mi para no caer en ninguna trampa que puede alarmar al enemigo o lo que es peor llevarnos a la muerte.

Al poco de entrar, nos encontramos con el primer obstáculo, una pequeña cuerda cruza el paso.

Deteneos. He visto algo. Parece una cuerda. Lo más probable es que si la tocamos salgan flechas disparadas o algo parecido. Pasadla por encima sin tocarla y prosigamos con el camino.

A medida que avanzamos la oscuridad comienza a hacerse más y más cerrada, llegado un punto en el que tengo dificultades para distinguir al que va delante mio, murmuro:
-No me puedo creer que viniésemos a explorar unas cuevas y a nadie se le ocurriese traer una miserable antorcha...

Realizo unos pases con las manos y murmuro unas palabras arcanas, en la palma de mi mano aparece un foco de luz que se va haciendo más y más potente hasta que nos permite ver con claridad el pasillo por el que caminamos. Sonrió con expresión satisfecha y digo:
-Mucho mejor

- Oh, es precioso. Recuerda al sol del alba abriendo surcos en mar y aire mientras rasga la noche. Solo espero que estas gentes no se hallen acostumbradas a que estas cuevas estén sembradas de oscuridad.- Continúo caminando agachado algo por detrás de Anäril, ya que el techo está muy por debajo de mi estatura. Con tono más afable para que nuestro conjurador no se desanime añado:- Aun así veremos mucho mejor las cuerdas en nuestro camino.

Mientras caminamos, presto atención a los detalles de la cueva, ya que Amrod va pendiente y es hábil, pero un par de ojos vigilantes nunca estarán de más. Así mismo, me mantengo alerta por si escuchara algún ruido ajeno al grupo.Este lugar es estrecho y agobiante. Será maravilloso volver a sentir el viento en el rostro.

Camino encorvado, con mucho cuidado de seguir exactamente los pasos de Amrod y muy atento a todo lo que me rodea.

Esa luz nos ayudará a evitar las trampas, pero tambien delata nuestra presencia a mucha distancia, mejor que estemos preparados.

Mientras digo esto desenfundo ambas espadas, no quiero tener dificultades para hacerlo si nos atacan por sorpresa. Debido a la escasa altura del techo tengo que agacharme hacia adelante ya que están enfundadas en mi espalda y salen habitualmente hacia arriba.

Bueno, pues que vengan, asi ahorraremos tiempo

Comento desde detras, con voz aburrida, mientras miro alternativamente adelante y atras

Tras avanzar unos metros dentro de la cueva el pasillo se ensancha, la altura sigue siendo la misma pero ahora no tenéis que ir en fila india. La cámara es húmeda y, de las profundidades se escucha, lejano, un goteo de agua.

El haz de luz proyectado por Elerin os permite ver esta cámara con claridad. Varias estalactitas y estalagmitas forman frágiles columnas en la ancha cámara. Al otro lado de la misma otra gruesa tela cubre otro pasaje.

Tras la lona una par de pasillos, flanqueados de antorchas, conducen al resto del complejo.

La luz que nos ha proporcionado Elerin, nos permite ver la estancia con más claridad. Se puede apreciar otra tela como la del principio de la cueva.

Detrás de esta tela deben de estar los responsables de las muertes.

Compañeros. Detrás de esta tela la cueva parece seguir en dos direcciones. Hay que tener cuidado al quitar la tela, ya que pueden habernos visto u oido y nos pueden tener preparada una emboscada. Yo abriré la tela con cuidado. vosotros colocaros a ambos lados para que no os vean y poder atacarles por sorpresa.

Me acerco con cuidado a la tela y la separo, intentando ver si hay alguien al otro lado.

Asiento, mirando con impaciencia a la tela, acercandome al frente, como si tuviera prisa por entrar

Flanqueo a Amrod por el lado izquierdo, empuñando ambas espadas y asiento en silencio a sus indicaciones, preparado para el combate.

Cada vez oís el goteo incesante más y más cerca.

Tras la puerta improvisada que Amrod retira con cuidado no hay más que dos pasillos dirigiéndose en dos direcciones opuestas. Uno, el de la derecha, parece que os acerca al incesante sonido, el otro a la más absoluta de las calmas. Nada más que el goteo del agua perturba la calma que parece respirar el lugar.

Una vez cruzáis el quicio de la improvisada puerta ya no es necesario que Elerin mantenga la luz ya que numerosas antorchas flanquean la pared en ambas direcciones.

El camino tras la puerta no es más alto que lo que ahora es pero si más estrecho.

Con cuidado - susurro sin dirigirme a nadie en particular mientras espero a que Amrod comienze a avanzar por el pasillo para seguirle - no creo que estas telas sean buena señal, sin duda están preparados.

Tras pasar la tela que cubría el paso, no aparece nadie. La cueva se divide en dos.

¿Izquierda o derecha? Debemos elegir uno de los dos caminos. Hacia el goteo o hacia donde no se oye nada. En mi opinión deberíamos ir a ver de donde proviene el goteo.

Espero la contestación de mis compañeros recorriendo con la mirada la cueva.

No creo que les guste dormir en un sitio humedo, mejor vamos a la zona en la que no suena agua y eliminamos a los que haya alli y despues ya miramos lo otro lo calma

Dáis unos cuantos pasos a vuestra izquierda alejandoos del goteo incesante proviniente de la cámara de la derecha (5).

Carster toma la iniciativa del grupo caminando decidido, espada en ristre. Gailhen cierra el grupo. Tras pocos pasos, a vuestra izquierda (cámara 3), véis una madera tóscamente cortada que hace las veces de puerta de una cámara. A vuestra derecha una abertura del pasillo hace las veces de almacén.

Instantes después, una voz habla tras vosotros:

- ¡Vaya! Se ve que alguién busca la muerte en esta morada. ¡Soltad las armas, rápido! -, un grupo de 4 hombres de identicas condiciones que el anterior grupo cubre vuestra salida y os amenazan con sus armas.

El pasillo es muy estrecho y poco más de un par de vosotros cabéis en la anchura del mismo.

Mierda, por detras, se nota que me tienen miedo

Me giro hacia los numenoreanos, haciendo crujir los nudillos

¿Por que, preferis que os mate a puñetazos?