Partida Rol por web

Si, será lo mejor- dice- espero que estén teniendo suerte en el torneo. En cualquier caso deberíamos ir a ver que tal les va y avisarles de lo nuestro.

Dejais al chico en la posada mientras os apareja el equipaje en las dependencias. Al parecer, la justa ha concluido cuando llegais, dando paso a la espada. Tras buscar un poco veis a Waldon observando desde la liza a Jerrod el cual se dispone a entablar combate.

-Recordad comportaros como caballeros. COMENZAD.- Al grito del alguacil los competidores entablan batalla sin remilgos. Jerrod es acometido por su oponente atacando desde arriba en un corte vertical.

Afortunadamente para mi, mi rival no es ningún maestro en el uso de la espada y soy capaz de predecir su ataque, apartandome a un lado y contraatacando; Con un movimiento preciso, toco con la punta de mi espada su abdomen.

En cuanto tu espada toca a tu oponente, este se revuelve con rabia lanzando otra estocada, esta vez, en arco por el costado.

Mi rival se ha puesto serio y eso me obliga a utilizar toda mi habilidad.

No esperabas esta reacción tan brusca nada más encajar el primer golpe. Tu adversario golpea tus caderas volviendo enseguida a levantar el arma para descargar otro golpe desde arriba. Recuerdas entonces las palabras de tu padre cuando te adiestraba en la lucha, "La competición es un adiestramiento para la guerra", y en la guerra no hay cuartel.

Veis como vuestro amigo se bate en armas con adversario competente, una diole él y devolviole, más este ataque no va por buen camino para vuestro amigo.

-Empate a uno.-Dice el agualcil.

La cosa se está poniendo difícil. Mi rival se ha espabilado y ha logrado empatarme a pesar de haber puesto todo mi empeño en la lucha. Lanzo otro golpe certero, casi ni me creo que esté luchando tan correctamente, pero soy consciente de que mi suerte puede cambiar en cualquier momento.

Tu contrincante clava su espada en tu cota de mallas con un resoplido.

-Gana por dos.- Dice el alguacil señalando el lado del contrario, que se permite bajar la guardia para regodearse de que solo está a un punto de conseguir la victoria y eliminarte.

Mi rival me está superando claramente y los nervios empiezan a traicionarme. Mi siguiente golpe es certero pero torpe y no estoy seguro de que me dé la victoria.

El lamento llegó después de la gloria, pues, asestas tu espada en las costillas del desafortunado mientras intentaba cubrirse. -Empate a dos.-Grita el Alguacil.

Ahora es la definitiva, los dos estais a un toque del otro, os concentrais mirando a vuetro oponente a los ojos y la adrenalina acelera el ritmo cardíaco. Tu oponente se inclina e inicia una maniobra por el flanco derecho....

Este movimiento va a ser el definitivo. Cojo aire, me concentro y...

Mi golpe es certero, pero mi rival logra encontrar un hueco en mi flanco y lo aprovecha, ganando el último punto y descalificandome.

Me siento frustrado pero no furioso, así que saludo caballerosamente a mi rival, al público y me retiro dignamente.

El Alguacil dictamina el tercer punto para tu oponente. Algo resentido saludas y te diriges hacia la zona donde esperan todos animándote y vitoreando tu nombre. Y es que haber llegado hasta aquí, presupone que serás un buen caballero, cuando lo seas.

-Bien luchado, Jerrod -le dice en cuanto se acerca a ellos- lo has hecho bien, aunque te hayan descalificado debes sentirte orgulloso por haber llegado hasta aquí. Vamos, arriba esos ánimos, pediremos una frasca de vino y celebraremos nuestras andanzas en este torneo -le da una palmada en el hombro-.

El hecho de que uno de ellos ganara el presente que habían transportado se desvanecía con la eliminación de Jerrod, pero ya encontrarían otra forma.

-Gracias Waldon, tus palabras me reconfortan después de esta derrota. Por extraño que parezca, por un instante he pensado que sería capaz de obtener el presente por mi mismo... supongo que estaba más allá de nuestras posibilidades. Por cierto... ¿Donde están los otros?

Observando tu buen combate- responde Edgar- mi mas sentida enhorabuena por llegar tan lejos. Tomaría algo en tu honor, pero hay asuntos que nos requieren en estos momentos. Si vamos a un sitio algo mas apartado podremos ponerte al día.

Os encaminais a la posada donde habeis conseguido hospedaje. Mientras brindais por el torneo vais poniendo al día a aquellos que no pudieron asistir a la reunión con el Duque. El asesinato, el trozo de cinturón encontrado, la gravedad del asunto y la falta de tiempo para reparar el honor de la reina y del propio Duque Sir Frederic que tan bien os acogió y dió fé de vosotros.

Entre trago y trago aclarais las gargantas. Las miradas se cruzan pensativas como resolver la grave falta y castigar al asesino.

Mientras bebemos, digo al grupo:

-Maldita sea el ánima del pobre diablo que ha querido ensuciar el honor del duque en un acto como el que se está celebrando, tenemos que encontrarlo.

Bebo un trago y les pregunto:

-¿Alguien tiene alguna idea de cómo localizarlo?, por ahora sólo sabemos que le falta un trozo de su cinturón.

Quizás sea conveniente intentar averiguar algo sobre los enemigos de Sir Duain. Me refiero a Sir Beltrán, Sir Palomides, Sir Uric, Sir Nestor y Sir Fadoba. Por lo que nos ha dicho Sir Frederik, eran con los que peor se llevaba. Al menos, es nuestra mejor baza para empezar a investigar.