Partida Rol por web

Y en efecto. En poco más de media hora, mientras Hagrid te coloca su chaqueta encima, la ventisca cesa y podéis salir afuera.

Os encontrais con un pasiaje completamente nevado. Estáis a la altura de la base de los altos árboles y todo está nevado. Hay dos posibles caminos: adentrarse en la espesura de los árboles por el centro, recorrer el río helado por la derecha e izquierda.

Roberto y McGonagall se unen a vosotros unos momentos, hablando bajo y con expresión pensativa. ¿Dónde esconderían un cofre?

Es dificil de saber...veamos. Tengo una idea.

-Quizá si migamos desde aguiba nos hagamos una idea más claga.

Me acerco a un árbol...pero no voy a escalar. Le voy a cortar una rama gruesa.

-¡Diffindo!- pero solo la araño, es demasiado gruesa y no quiero perder el tiempo haciendo mil diffindos. Chasqueo los dedos cuando se me ocurre algo. -¡Sectumsempra!

La rama cae y me pongo encima.

-Haguid, si me caigo, que no cgueo, atgapame ¿ok? No sea que no pueda pagagme.

-Wingardium leviosa.- apunto a la rama y la elevo para tener una vista más clara y amplia de ambos caminos.

No lo ha pasado por alto pero no es momento de hacer conjeturas. Además, lo has usado para cortar un árbol, claro signo de que no sabes que se trata de magia oscura. Ya hablará contigo en otro momento.

Robert pone la varita en su mano tras tratarlo con la profesora:

Robert:- ¡Oriéntame!

La varita empieza a girar buscando el norte. ¿Será esa su estrategia?

Por tu parte, ves que el pequeño bosque termina a varios kilómetros ya que el río congelado rodea toda la zona. A lo mejor ese es el límite del lugar.

¿Orientame? ¿Qué más les dará saber donde está el norte o el sur? No nos han dado direcciones. Es decir...saber solo el norte servirá de poco. Aunque...

Me fijo hacia donde apunta la varita de Robert, que indicará el norte. Y me fijo en la posición del sol. Está amaneciendo por lo que e levanta por el este...si lo dejo a mi derecha el norte debe estar enfrente. ¿Coincidirá con donde apunta la varita de Robert?

Desciendo junto a Hagrid tras comprobarlo.

-Paguece que el guío es como el límite del bosque, pogque lo godea. Como si fuese una baguega...no estoy seguga pego cgueo que es al bosque donde hay que ig. Tampoco tenemos much oen lo que basagnos así que vamos pog ahí a veg si vemos algo más.

La varita indica el norte perfectamente. No hay trucos, por lo que ellos deciden ir por el lago yendo desde la derecha.

Aquí os separais. Te echan un último vistazo antes de ponerse en marcha.

Mientras, vosotros vais hacia el bosque, internándoos. Un bosque solitario al que no se le escucha ningún ruido. Es como si no hubiera nada, ni animales ni plantas además de los árboles. Nada.

Hagrid va dejando unas huellas increíbles de casi un metro de espesor y tiene que luchar por no darse contra las ramas.

Hagrid:- Con la ventisca de anoche hasta los animales se habrán quedado como estatuas. ¿Cómo tienes la oreja? Al menos te dejó de sangrar.

-La esencia de Ditanny es muy efectiva. Y bueno...la pagte buena es que no se me caegá pog congelación.- bromeo. -¿Notas algo más en el bosque? Cgueo que hay algo gago...

Escucho atenta.

- Sin duda creo que no estamos solos. ¿Trampas quizás? ¿Algún que otro rival?

No parece ir muy desencaminado. Sin duda hay trampas y las encuentras en los árboles. Bolas enormes de nieve preparadas para caer encima de ti y aplastarte a la primera de cambio una vez actives la zona mágica en el suelo, ahora invisible por la nieve que ha caído en todo este tiempo. Si es obra de los organizadores o de un rival ya es otro cantar.

Hagrid no se ha dado cuenta de ello y sabes que va pisando de forma muy fuerte por todos lados. ¿Cómo puedes solucionar el problema?

-Haguid, quieto.

Le indico las trampas.

-Hay que teneg cuidado con donde pisamos. Segá mejog que hagamos saltag las tgampas antes de caeg en ellas. Lanza piedgas pesadas a la zona pog la que vamos a andag paga que salten sin que estemos debajo.

Espero a ver si así funciona. Cabe la posibilidad de que no salten hasta que pase algo vivo.

Hagrid te hace caso y no tardais en hacer saltar las trampas. Muchísimas bolas de metro y medio de diámetro caen al suelo rompiéndose y, para tu sorpresa, enseñando en su interior una especie de partes de ropa por partes.

Todas ellas, reconstruyéndolas formarán un traje de neopreno hasta con capucha mágico. En cuanto se unan sus piezas no entrará nada externo en tu piel.

Hagrid:- ¡Vaya! Menos mal que no las hemos intentado esquivar según se saltaban porque entonces no habríamos visto esto. ¿Crees que servirá para algo?

-Pues toda la pinta de que hay que ig al fondo del lago...accio.

Atraigo todas las piezas y las junto.

-Vayamos hacia la orilla pues...

No me hace gracia la idea de meterme a un lago helado...pero al menos algo de protección tendré.

- Qué mala idea tienen... el cofre en el fondo del lago, pero dime, el lago es muy grande, ¿alguna dirección?

Y en un instante estás rodeada por los gigantescos brazos de Hagrid quien se ha llevado dos desmaius como una casa pero que, gracias a su dura piel, no le han hecho nada.

- ¡Esto es juego sucio! ¡Malditos!

No hay nadie en los alrededores que a ti te parezca. Está claro que quieren ese traje. Quizás solo hubiera uno y todo o no quieran perder tiempo buscando.

¿Continuar atenta a todo o detectar a los atacantes? A lo mejor hasta tienes otra idea...

Los desmaius han venido de detrás de él...asi que no me podrán ver ocultar el traje en su chaqueta.

-Pgotegelo bien.

Inmediatamente salto a un lado, no quiero ser un blanco estático.

-¡Homenum revelio!

Estén donde estén, lo sabré. A partir de ahí pensaré que hacer.

Ves dos sombras que corren en dirección recta para terminar el bosque. Llevan varitas y sin duda alguna sabes que se trata de Vladimir y su maestro. Ves que el que va primero señala con un brazo hacia el final del bosque.

Hagrid:- ¡Sucios! ¡Asquerosos! Atacar por la espalda... qué cobardía...

¿Sabrán a donde se dirigen o están yendo al azar?

Me acerco a Hagrid y le indico la dirección.

-Ve hacia ellos metiendo güido, como si los pegsiguiegas...tal vez sepan a donde van. Y aunque no sea así....no me hace ggacia metegme en el lago y dejagte solo con ellos pululando. Yo igué pog los ágboles apgovecahndo que les distgaegás...los dejagué sin vaguitas si puedo.

Sin más me transformo en pantera y comienzo a perserguirlos por la arbolvía.

Hagrid los sigue aunque estos ya le llevan bastante ventaja y cuando os dais cuenta estais en el límite del bosque. Ellos no se lo piensan dos veces y corren por el lago, a sabiendas de que como Hagrid les siga se hundirá.

Además, un poco al este de donde estais un pez ha saltado. ¡Hay un pequeño agujero! ¿Será una pista? Ellos van hacia allí corriendo y Hagrid está a punto de pisar el río helado.

Al fondo, por la izquierda, Robert y el gato van corriendo en la misma dirección huyendo como puede de un pedazo de monstruo marino gigante que va rompiendo el hielo a su paso y por la derecha lo mismo las dos restantes pero sin monstruo cerca. ¡El punto de reunión! ¡Todos quieren llegar ahí!

Bajo de un salto ante Hagrid y lo de tengo. Recupero mi forma humana y me voy desnudando...me quedo en ropa interior un instante hasta que me de el neopreno que me pongo aprisa.

-Haguid, no te aguiesgues mucho en el hielo...Madame Maxime paguece podeg andag pog él pego tú pesas más...en cualquieg caso...haz lo que veas opogtuno, cuento contigo paga ayudagme si la cosa se pone fea. Ahoga...cógeme y lanzame hacia ese agujero. Si egues capaz de metegme pog él diguectamente, pegfecto. Si no deslizague pog el hielo lo que falte. Lo impogtante es que no te pases de laggo.

-Si mientgas bajo encontgases una cuegda o algo y la metieses pog aqui en algún agujego que hagas, sabgue donde estagás paga salig a tu lado.

-¡Vamos lánzame!

Hagrid no lo piensa dos veces. Tú eres la que mandas y confía plenamente en su puntería. Te agarra bien mientras los demás continúan corriendo hacia allí, al agujero.

Coge fuerza.

Hagrid:- ¡Gana Karen!

Ya empiezas a volar por los aires a gran velocidad sin sentir el frío aire debido al traje de neopreno.

Llegas al punto culmen de altura y comienzas a descender en picado. Observas que Caroline también tiene el traje de neopreno y posiblemente Roberto también porque se está quitando los pantalones por el camino.

Se van a lanzar los tres a la vez pero antes que ellos, la bala-Karen entra de lleno en el agua.

¡Y ahí está! ¡En el fondo, algo brilla! Debe de ser ahí. Tienes la llave en el cuello por dentro por lo que sabes que no la perderás.

El agua está helada y das gracias a que encontraste el traje porque sino te congelarías muy rápido.

Los demás entran de cabeza también.

Ahí estais, los cuatro, luchando por no ser el que pierda. ¡Toca nadar!

Justo antes de caer al agua realizo el encantamiento casco burbuja para no tener que mantener la respiración bajo ella...sería un problemas más.

Les guiño a Roberto y Caroline que miran arriba al ver algo de pronto. Entro al agua con fuerza, tanta que casi se me va la varita. Pero la retengo.

No pierdo tiempo y nado hacia el brillo dorado.

Caroline y Roberto te siguen por detrás nadando a brazas, yendo a la par, pero sin atacarse.

Sin embargo, si te fijas, Vladimir no les sigue, se ha quedado inconsciente. El helador contraste ha podido con él por unos momentos. Mientras, los otros dos continúan aguantando. Ella con un encantamiento casco burbuja, él aguantando la respiración. ¡Qué resistencia tiene!

El agua es fría y densa, como a punto de congelarse. Es dificil nadar. Y además está muy profundo y oscuro. Estoy a punto de conjurar un lumos pero me paro a tiempo.

¿Y si la luz atrae a eso que perseguía a la profesora y Roberto?

Tendrán que valer mis ojos de pantera. Con ver mejor que ellos me vale. No paro de nadar.