Partida Rol por web

Me subo al ascensor empujando a Nathan y aprieto el botón.

-Haces muy bien de bola de bolos...

Le miro directamente a los ojos.

-¿Te has creído que esto es un juego? ¿Que puedes hacer lo que quieras sin que suceda nada? ¿Que puedes ir corriendo, empujando, golpeando a la gente? ¡¡Has profanado un cadáver!! ¡¡Eso es delito en todos y cada uno de los estados!! -le zarandeé con fuerza.- Y ahora te llevarán a comisaría. ¿¡En qué coño crees que ayuda eso, Jack!? ¿¿¿¡¡EH!!?? ¡¡Explícamelo!! Porque sinceramente, ¡¡ya no te entiendo!!

Estaba demasiado cansado. El ascensor paró y mientras llegábamos a la habitación empeoré un poco más y caí inconsciente durante un microsegundo. El suficiente para golpearme la cabeza contra la pared. Cuando volví en mí, estaba deslizando hacia abajo por la superficie de la pared. Me sujeté con la mano y me toqué el golpe. Sangraba un poco.

-Estoy cansado, Jack... Estoy muy cansado... Por mucho que...-tragué saliva.- Eso. Por mucho, no puedo seguir así... Deja de jugar conmigo.

Me puse en pie. Debía dar un aspecto bastante lastimero y triste.

-Vamos.

Cuando intenta zarandearme le digo:

-Ahora mismo, yo lo he perdido casi todo, voy a la desesperada y de las pocas cosas que me quedan para que subsista es Caty, si ella muere, estaré mas jodido aun. Merrick lo es todo para mi, y también tu, y me da miedo que te pase algo, así que voy a ir a por todas. Sigo teniendo mi permiso de armas y abajo a un aliado dentro de la policía. Esta vez una de dos, o reviendo o muero, pero no voy a dejar que escape ni una oportunidad en esta investigación. Mi futuro, el nuestro, y el de muchos depende ahora mismo de nosotros.

De mi garganta se escapa un gruñido.

-¿Acaso no lo entiendes, Jack? En este momento no podemos permitirnos esas cosas. -doy un suspiro angustiado. Estaba más furioso de lo que había nunca.

-Ni tampoco perder a nadie mas ni que se salgan con la suya. Ya ha sufrido demasiada gente sin razón.

Repliqué mientras llegábamos a la otra planta.

Al salir del ascensor varios agentes de seguridad corren hacia Jack y con un placaje lo arrestan

Me dejo capturar sin poner mucha resistencia, ya no tenía sentido hacerlo y le dije a Nathan:

-Vigilad a Caty, y habla con el teniente para que no me tengan mucho tiempo inactivo...

Asiento, aún visiblemente molesto.

-Después iré a pagar tu fianza.

Me giro para ir a la habitación de Hastings.

Llegas a la habitación de Catalina Hasting, alli ves al cuervo mirando por la ventana, se pone tenso al sentir la puerta

- Tu amigo ha sido muy imprudente

-Lo lamento mucho. No pude detenerle a tiempo...-suelto un suspiro de exasperación. Sentía un extraño vacío ahora... Me senté en un sillón, intentando descansar. Cogí una toalla y me la coloqué en la brecha en la cabeza.- ¿Qué podemos hacer?

- Es evidente que Norton fue donde se alojó Molay cuando dejó el cuerpo de Conrad, por lo que habría que investigar en su despacho, quizás pueda encontrarse allí el medallón, ese medallón no debe hacer salido del hospital y es fundamental encontrarlo

Asiento.

-Déjeme su placa. Quizás tenga que esquivar a los hombres de la seguridad del hospital.

Fue extraño tener algo así otra vez entre mis manos. El peso de la añoranza.

-Tiene mi teléfono. Llámeme si algo pasa, ¿de acuerdo?

Me levanto con dificultad, pero sentarme me había permitido descansar un poco. Busqué la oficina de Norton, pero finalmente pregunté a una enfermera.

El despacho de Andrew Norton se encuentra en la tercera planta. En el momento en el que llegas ves la puerta entreabierta, como si alguien hubiera salido de forma apresurada.

Se trata de una consulta normal y corriente. De aspecto acogedor, la estancia se ve invadida por una perturbadora penumbra. Puedes ver una mesa de madera sobre la que no hay mucha cosa. Tan solo útiles de escritorio y una de esas extrañas lámparas de mesa que utilizan los médicos; además, ves claramente una jeringuilla usada. En el lado derecho según entras, hay una camilla. En el lado izquierdo, un armario con puertas de cristal, a través de las cuáles puede verse gran cantidad de frascos que albergan en su interior líquidos de todos los colores.

Examino en primer lugar la jeringuilla, buscando además en la papelera algo que pudiera servirme. Tras eso, me pongo a mirar en el armario, intentando identificar algún líquido o ver algo que no concordase.

Tengo que buscar restos de algo raro.

Miras los frascos pero no sabes de que son, aunque en algunos vienen la nomeclatura quimica, pero la química no es tu fuerte. Escuchas unos gritos en el pasillo, te asomas y ves como una enfermera está atendiendo a otra que tiene grandes arañazos en la cara. Mientras tantos dos enfermeros salen corriendo hacia la unidad de quemados

Corro hacia la enfermera herida. Todo empezaba a ser demasiado caótico. Respiré lentamente para tranquilizarme. Muestro la placa de policía antes de volver a guardarla.

-¿Qué ha ocurrido?

La enfermera te mira

- Antes trajeron a un hombre a urgencias, estaba sedado, pero cuando me acerqué para decirle que se acostara, ya que su estado era muy grave. Me golpeó en la cara y ya ves el resultado. A decir verdad, no sé cómo fue capaz de levantarse, aunque más increíble me pareció que consiguiera acertarme de lleno. Se supone que aquel hombre estaba ciego

-Indíqueme donde está ese hombre.

Esperaba que no se hubiera escapado. Acaricié con añoranza la placa sobre la chaqueta. Me sentía completo, incluso aunque no fuera la mía.

- En el ala de quemados