Partida Rol por web

- Vaya, chico, parece que haz hecho furor entre las jovencitas. De todas formas, ya esta todo listo para el viaje.

No alcanzo a comprender la obsesión que los hombres tienen por su propia imágen. Yo he visto la mía muchas veces reflejada en la superficie del lago, pero no encuentro nada esecial en ello. Por lo que me ha explicado Jim, parece que le dan mucha importancia a aspecto, pero nunca ha logrado explicarme el motivo. Al menos no lo bastante bien como para que yo lo entienda. Cuando la anciana memuestra mi reflejo en esa superficie pulida, no puedo evitar extrañarme de tan insólito ritual.

Salgo al exterior, extrañado igualmente por las actitudes de las jovenes hembras. Más y más cosas que no comprendo. Pero no tengo atencion que depararles a ellas, no después de haber sufrido la visión de aquella mujer...

Me acerco a Jim, que me recibe como siempre con ese humor tan característico. Un humor que no comprendo ni comparto. ¿Para el viaje? No, no pudo partir ahora, no así. Tengo preguntas, y necesito respuestas. Ahora. Antes de irme.

• Jim, he visto... algo. Las mariposas del bosque han llenado mis ojos, y he visto lo que no estaba ahí. Me he visto en una cueva de la Tejedora, de las que hay en las selvas del hombre. No se si es el lugar al que me dirijo, pero no estaba solo. Estaba con una mujer, una mujer que jamás había visto, diferente a las que hay en estas tierras. Yo me aparaba con ella, como si fuera mi compañera ¿Como es eso posible?

Jim piensa un momento lo que le preguntas. Después te dice:

- ¿Y no has pensado que eso podríua ser un recuerdo? ¿Un residio de un avida pasada? Recuerdalo, chico, los cambiantes volvemos una y otra vez del otro lado para volver a servir a la Madre y tu pareces adaptarte muy bien al sistema de vida de los humanos.

Cuando Jim concluye su explicación, me doy cuenta de que mis ojos están desmesuradamente abiertos y mi boca adopta un gesto bobalicón con el labio inferior colgando. No doy crédito a lo que oigo, no logro comprenderlo ni concebirlo. Bueno, comprendo sus palabras, pero no logro comprender que eso pueda ser así. En realidad lo comprendo, pero no puedo creerlo.

¿Una vida pasada? ¿Ese era yo, en otra vida? ¿En el pasado?

Esa idea supone demasiadas preguntas...

¿Como era yo, quien o que era? ¿Y quien era ella? ¿Que significaba para mi? ¿Que fue de ella?

Pero no alcanzo a pronunciar ninguna de estas preguntas ¿Como podría Jim saberlo? Si esas imagenes, esas... visiones, son residuos de esa vida anterior, quizás haya un modo de lograr ver más...

• ¿Hay...? ¿Hay un modo de poder averiguar más cosas sobre esa vida que tuve? ¿Por que tengo estas visiones?

- Es difícil decirlo, chico. Los recuerdos de nuestras vidas pasadas vienen cuando menos lo esperamos. A veces alguna experiencia relacionada hace que el recuerdo aflore; así que si recordaste que estabas apariandote con es mujer, me imagino que la pasabas muy bien con las chicas que te estaban ayudando a bañarte - Te dice Jim, sonriendo como si eso fuera gracioso - De todas formas, los wendigo abrirán el portal para que viajes a Nueva York y yo te acompañaré hasta ahí, aunque después tu busqueda será en solitario.

Emtonces Jim te lleva cerca de una gran fogata. Alli estaban los Pu'Gwis que te recibieron y Hacedor de Máscaras, lider de ese túmulo. Los wendigo comienzan a efectuar una extraña danza alrededor del fuego; Jim te dice que se llama la Danza Fantasma, para porpiciar el favor de la Madre.
Entonces unos ancianos y ancianas sentados comienzan a cantar y a tocar tambores, al mismo tiempo que otros quemaban hierbas aromáticas.
En ese momento sientes que algo te quema el antebrazo, es fuerte y estás a punto de soltar un alarido cuando todo en tu mente se nubla. De pronto, te encuentras en otro lugar, montado arriba de un caballo y acompañado de varios guerreros ataviados con falas pieles distintas a las que te dieron los wendigo. A tu lado va un hombre de pelo largo y ojos grices; es tu hermano, no de sangre, pero si de leche. Todos llegan sobre una colina y ven que se acerca hacia ustedes una multitud de horribles criaturas, fomores, seguramente. Tu hermano solo te hace una seña con la cabeza y sonríe. Después saca un arma parecida a un cuchillo, pero mucho mas larga, y se lanzan al ataque.
La visión dura hasta que Jim llama tu atención. El vórtice del túmulo está abierto y deben partir ahora.

Las imagenes que se ve pero no están son confusas. Jim dice que no hay un motivo para verlas, que son solo residuos relacionados con lo que se está haciendo. Y sin embargo, en mi interior tengo la sensación de que son un mensaje. Quizás los espíritus quieran decirme algo, aconsejarme a través de mi propio pasado.

Si, eso debe ser.

La excitación con las hembras me desconcertaba, y de repente me vi apareándome con una humana. Toda la turbación desapareció, y ahora siento que el apareamiento con humanas es un acto normal. Una lección, eso ha sido. Lo mismo me sucede ahora. Me enfrento a una situación del todo anormal, que me aleja de mi hábitat para adentrarme en un mundo que no conozco, en el que no se desenvolverme ¿Puede ser que haya sentido miedo? ¿Como el que te embarga justo antes de lanzarte a la batalla? Como el que sentí en una vida pasada, cuand mi hermano me infundió el valor con una simple sonrisa...

Me pregunto como terminó aquella batalla...

Pero el mensaje está claro. Valor, Zarpa Gris, valor. Camina sin miedo, y riete del peligro.

Mi caminar hacia la cueva sin roca se ve acompañada de una sonrisa del todo inusual en mi. 

Valor, Zarpa Gris... Valor...

Entras a la umbra seguido por Jim. Sientes el frío de entrar al reino de los espiritus, pero también la sensación de estar en casa. Ves claramente el sendero de plata que los guiará hacía el reino de la tejedora. Por todos lados, revolotean seres semejantes a luciernagas, aunque sabes que son las Lúnulas, espiritus de Selena que cuidan los caminos de la Luna.

Jim, mostrando muy buen humor te dice:

- Vamos, chico. Quizá encuentres a tu mujer de pelo dorado en la gran ciudad.

El caminar por la gruta transparente es extraño y familiar a la vez. Es un sendero cerrado, pero a través de él veo el mundo umbral a mi alrededor, con sus espíritus etéreos girando en torbellinos anárquicos en torno a nuestro camino. Trato de no fijar demasiado mi atención en ellos, de concentrarme en seguir el sendero sin salirme del camino marcado. Desconoco qué sucedería si me apartase, quizás saliera del túnel y apareciera en cualquier lugar a medio camino de mi destino.

Cita :

Abro los ojos, sorprendido, en dirección a mi maestro. De repente, encuentro un sinsentido en sus palabras.

• Pero... ¿No decías que esas imagenes eran de una vida pasada? ¿Como voy a encontrar un recuerdo?

Jim sonrie con agrado. Al parecer tu forma de sorprenderte de todo le es refrescante. El placer de enseñar era algo que el viejo guralh no desdeñaba y tú le presentas un reto excitante. Hacer que comprendas cosas de humanos cuando aún piensas con la simpleza de un oso.

- Veras, Zarpa, como en la naturaleza de la que provenimos, todo es circular. Un ciclo en que las cosas vuelven a pasar una y otra vez si que sean iguales en cada ocasión. Tú sabes las estaciones se suceden inexorablemente, lo quieras o no. Pero tus sueños no son los mismo cada invierno, no ves las mismas flores en primavera, los arboles no se deshojan al mismo ritmo en otoño ni los frutos en verano tienen el mismo sabor. Así ocurre con los ciclos de las vidas, osesno. Si conociste a esa mujer en el pasado, seguramente la volveras a encontrar ahora, pero en otras circunstancias. Incluso nosotros pudimos conocernos en otra vida, mas es posible que tú hayas sido el maestro y yo el discípulo.

La idea de ser yo quien enseñe a Jim es divertida, pero en estos momentos no estoy de humor para pillarle la gracia a algo así. No cuando mi mente se concentra inexorablemente en otra cuestión.

Ella.

La hembra rubia.

Una nueva excitación regresa a mi ante la mera idea de encontrarla. Mi mirada desciende, esperando descubrir una nueva erección oculta bajo mi falsas pieles humanas. Me sorprende ver que no es el caso, pues mi excitación no se encuentra ahí, sino en el interior de mi pecho. Pum pum. Lo noto golpear. Pum pum. Retumba en mi interior. Pum pum. No me deja pensar con claridad, solo puedo verla a ella, aunque no soy capaz de recordar su rostro. Solo es un leve recuerdo, una sensación. Un olor lejano, un tacto familiar.

Una parte de mi implora volver a encontrarla, mientras otra me susurra que nada me une a una desconocida.

Pero es una batalla perdida de antemano, y el susurro se aleja rápidamente.

Quiero encontrar a esa mujer, a ese recuerdo de mi pasado.

A mi compañera.

• Entonces, si Gaia quiere, puede que la encuentre...

Acelero el paso tras de Jim, acuciado ahora por las prisas y el ansia por llegar. No se lo que m espera en esas lejanas tierras que me son tan ajenas, pero ahora hay algo que aleja las preocupaciones de mi mente.