Partida Rol por web

Te despiertas con los músculos totalmente entumecidos y el ensordecedor ruido de tu estómago.

Tu discurrir de pueblo en pueblo te ha llevado a Stenhold, una pequeña villa que actualmente no está pasando por su mejor momento lo cual son buenas noticias para ti.

Por un lado, nadie reparará en tí. Ayer pudiste fijarte, antes de localizar este granero semiabandonado, que hay una gran cantidad de elfos ayudando en la reconstrucción del pueblo. Por lo poco que has podido informarte el pueblo y sus alrededores se encuentra plagado de engendros tenebrosos, que están siendo combatidos con las pocas fuerzas de las que dispone el pueblo.

Por otro y, dado que nadie repara en ti, no será difícil poder "timar" a algún comerciante y llevarte unas cuantas monedas a la bolsa. Al menos no estás "sin blanca" pero para variar te gustaría poder disfrutar de una comida y una cama caliente de vez en cuando.

Pero ahora es el momento de salir y desayunar algo. Cuando abres la puerta del granero, te das cuanta de que está lloviendo a cántaros....

Te colocas la capucha mientras en tu cerebro se forma la imagen de una buena sopa bien caliente que te ayude a calmar el estómago.

Callejeo por el pueblo en busca de una taberna o posada para calmar mi estomago. Intento buscar la mas concurrida posible, puede que asi consiga ganar algunas monedas a costa de algun despistado.

Mientras discurres por el pueblo, te das cuenta de que hay muy poco movimiento por las calles. Es un día lluvioso y la gente busca el refugio de sus casas.

No obstante tras 10 minutos paseando, accedes a una calle donde se encuentra el mercado. Un sinfín de puestos se encuentran colocados a ambos lados de la calle.

Entre sus puestos ves fruta y verdura fresca, carne, pescado salado y al fondo crees vislumbrar un puesto de objetos que nada tienen que ver con la comida.

La poca gente que pasa al lado tuyo ni te dirige la mirada, tampoco te importa puesto que estás acostumbrada a ser prácticamente invisible para los humanos.

Me acerco a ese curioso puesto del fondo. ¿Que puede vender ese mercader si no es comida?

Te acercas al puesto y puedes ver que la exposición de productos es de lo más variopinta. Y sin duda alguna hay algunos objetos más que útiles para cualquier aventurero que se precie. Entre los objetos que puedes ver, que no están tapados por lonas, dado que la lluvia es bastante fuerte, puedes ver algunos frascos de cristal vacíos, una piedra de afilar, un farol muy ornamentado.... Sin duda alguna tu intuición te dice que este hombre comercia seguramente con más cosas, tanto las que están debajo de la lona, como aquellas que son para clientes más "selectos".

Interesante tienda, anoto mentalmente la situacion de ella para volver cuando el día mejore. Pero ahora mismo estoy calada hasta los huesos y solo pienso en un plato de sopa caliente. -¿Tendero donde puedo encontrar una taverna donde tomar un plato de sopa caliente?. Me dirijo al dueño de la tienda con la mejor de mis sonrisas.

El tendero te mira de arriba a abajo. Si bien ves que te mira con cierta indiferencia, no es el típico humano de corte racista, parece ser que le molesta más que no tengas interés en sus artículo que el simple hecho de que seas una Elfa.

Ummm, bueno... en este pueblo no hay ninguna taberna para los de tu "clase", pero supongo que si tienes dinero, será bienvenido en cualquiera de las tabernas. Puedes abandonar el mercado y si giras a la izquierda y al final de esa calle, de nuevo a la izquierd, encontrarás una de las tabernas del pueblo.

-Muy agradecida amable tendero, sus articulos son de lo mas interesante, espero poder verlos cuando el tiempo nos acomapañe. Dicho este me despido con la mejor de mis sonrisas mientras me dirijo a la taberna que me ha indicado

Te alejas del mercado, con la lluvia cayendo sobre ti. Llueve bastante fuerte y empiezas a notar como tu capa y capucha empiezan a absorber gran cantidad de agua, provocando un leve aumento de peso sobre tus hombros. No tardas en localizar la calle que el comerciante te ha indicado, y justo al final, logras ver el cartel de la taberna.

A medida que te acercas a la taberna, notas un olor a pan caliente y a caldo, huele bastante bien, de hecho no sabes si por tu hambre o porqué, tu olfato se ha agudizado y casi dirias que el caldo está hecho de cebolla, zanahora, brócoli y un poco de carne, todo ello aderezado con unas especias que no eres capaz de determinar. Sí, realmente ese caldo ha de estar muy sabroso....

Entro en la taberna y busco un lugar apartado donde pasar desapercibida y poder escuchar las conversaciones locales. Mientras busco con la mirada al posadero o posadera que me sirve ese caldo que llena mis fosas nasales.

Eliges un lugar apartado y te sientas. La taberna es bastante acogedora y desde luego está caldeada. El calor inunda tu piel y sobre tu cuerpo empiezas a notar los reconfortantes efectos del calor.

Al cabo de unos minutos, el posadero se acerca a tu mesa.

¿Que desea la señorita? Dice con algo de sorna... ¿Tu amo te ha mandado a darme un mensaje? No te conozco yo diría que eres nueva. ¿Pertecenes al séquito del Arl o quizá te ha cedido a algún noble?

-Que rapido lo has adivinado como se nota que eres un posadero de las avispado claro que soy del sequito. Le digo mientras le pongo mi sonrisa mas zalamarera.-Si no es mucha molestia me gustaria tomar una taza de ese caldo tan delicioso que huelo desde aqui, dicen que esta es la mejor posada de toda la ciudad. Sabiendo que los de mi raza no somos muy bien bienvenidos intento camelar todo lo posible al posadero.

El posadero, en clara actitud enojada, eleba la voz y te mira con cara de muy pocos amigos.

¿Acaso dudas que sea la mejor posada? ¡¡¡Evidentemente que lo es, faltaría más!!!

Mira jovencita, si vienes de parte del Arl, dame tu mensaje y márchate, bastante es ya, que por deferencia al Arl deje que te sientes en una de mis mesas, pero darte mi caldo... sólo lo haría si tienes el dinero suficiente para pagarlo y, es de sobra conocido que los sirvientes del Arl no manejan dinero.

El posadero cruza sus brazos y te mira con actitud claramente intimidatoria.

¿A que esperas? Dame el mensaje o marchate.

-Disculpa mi osadia, pero tu caldo es famoso en el pueblo y he reunido unas pocas monedas para poder probarlo. Enseño en mi mano unas pocas monedas las que considero son las justas para un plato de caldo.

Ummmmm no está mal jovencita, pero si quieres probar mi caldo, será mejor que tengas una moneda de plata, por menos dinero, sólo te puedo servir un vaso de mi caldo.... Pero como dudo que tengas una moneda de plata, cogeré tus moneditas y te serviré un vaso...

El posadero coge 50 monedas de cobre de tu mano y se aleja. Al cabo de unos instantes regresa con un vaso humeante que deja sobre tu mesa.

¿Y bien pequeña, cual es el mensaje del Arl?

El posadero se cruza de brazos mientras espera tus palabras...

La verdad es que no tengo ningun mensaje solo ha sido una excusa para poder probar el mejor caldo de la ciudad. Pongo la mejor de mis sonrisas para intentar calmar el enfado del posadero mientras deslizo las monedas por la mesa

Uffff otro elfo mentiroso, ¿porque todos los de tu raza soís así? Tienes 5 minutos para tomarte el caldo y salir de mi local, sino, yo mismo te hecharé a patadas, ¿está claro?

El posadero recoge las monedas y refunfuñando se aleja de ti.....

Malditos elfos... juró que este será el último que entre en mi posada....

Acostumbrada a estas reacciones no le doy más importancia a las palabras del posadero. Me dedico a contemplar al personal en busca de alguna oportunidad donde sacar algunas monedas mientras doy pequeños sorbos al caldo