Partida Rol por web

No me fijé en ese lugar la primera vez que entré en las termas, cuando se abrió la puerta del pasadizo me quedé atónito, eso respondía alguna de nuestras dudas, ya sabiamos por donde entraron los presuntos asesinos, busqué en el fondo de mi mente para intentar recordar si había pisado alguna vez esos pasadizos.

Miré a todos los lados de las termas por si alguien nos hubiese podido ver y entré silenciosamente en el pasillo haciendo un gesto a mis compañeros para que entraran, mejor discutir sobre el tema dentro y no dejarnos ver en el exterior.

.- compañeros hay que averiguar hasta donde llega .-

Silvano al ver como su compañero se introducia en el interior del tunel recien descubierto, se acerco al mismo .- Tienes razón, debemos averiguar ha donde llega esto. Yo te sigo

Contempló el frio pasadizo, y a medida que se adentraba en el se preguntó a donde llevaría ....

Observo asombrado el nuevo camino que ante nosotros se abre. Miro atónito a los compañeros y tardo en reaccionar. Ellos han sido más rápidos que yo. Esperemos que nadie nos haya descubierto. Rápidamente sigo a Silvano y entro. ¿Alguien tiene fuego con el que alumbrar? Sin pensarlo dos veces salgo de nuevo,seguro que habrá teas en las termas, para poder disfrutar de una noche de placeres, como ocurrió ayer. Cojo una tea, la enciendo y vuelvo a entrar en el pasaje, diciendo: los dioses nos protejan.

Penetráis a través de una vieja galería que bien podría tener cerca de doscientos años. Está llena de polvo y véis algunas telarañas en las esquinas, pero podéis apreciar pisadas recientes en el suelo.

No mucho más adelante, el camino se bifurca en dos, pudiendo seguir recto o doblar hacia la derecha. Tomáis primero el camino de la derecha y éste vuelve a doblarse, uno smetros más allá, de nuevo hacia la derecha. Seguís otros cuantos metros por el pasadizo, que os resulta agobiante, hasta dar con un muro de piedra. Podéis sentir el calor que provene del otro lado, y unas abertura os descubre que se trata de otra entrada a las galerías. También escucháis algunas voces, y deducís que se trata del palacio de Cornificia. También hay pisadas, por lo que no habéis sido los únicos en usarlo en los últimos días.

Volvéis sobre vuestros pasos y seguís por el camino principal, recorriendo unos cincuenta metros en línea recta hasta llegar a una pequeña sala iluminada levemente por un par de velas cuidadosamente colocadas. La sala es pequeña, sí, pero tan decorada y repleta de pinturas que resulta difícil investigar en él. Además, apenas se ve.

De una diminuta estantería comprobáis que falta un único libro. A su lado, pegado a la pared, observáis un cuadro donde aparece una joven y bella mujer portando un espejo y una rama de ciprés. Los ojos pintados de la mujer parecen extraños.

Y la Fortuna nos sea propicia.... musito justo después de Servio y me adentro justo después de él seguida de todos mis amigos.

Después de seguir los recovecos de los caminos al llegar a la sala decorada me quedo mirando el cuadro de la mujer joven, con la mano en la barbilla, concentrada en recordar si me suena de algo las figuras del ciprés, el espejo, los ojos extraños...

Silvano se acercó a la hermosa poetisa.- Os habeis fijado ? No me extrañaría que el libro que tenemos hubiera salido de ahi.

Podrias decirme, Gaia, a quien corresponde el retrato de esa mujer ?

Mis primeros pasos fueron vacilantes, no se veia muy bien y solo los dioses sabían que nos deparaba ese pasadizo, primero otra entrada, al parecer esta daba al palacio... era un muro de piedra igual que por el que habiamos entrado, por lo que empezé a pensar sobre que relación tendría una entrada secreta a las termas por el palacio. Al seguir por el otro pasillo, me empezé a agobiar, el aire era viciado, al final del pasadizo al entrar en el santuario me quedé bastante atónito, tenía un aire extraño, que demonios sería todo eso.

Me acerqué a la estanteria de libros y escudriñe con la mirada cada uno de los titulos de los libros que aun quedaban, a lo mejor podría asi relacionar el libro que tenemos nosotros con el que falta allí.- Gaia... no recuerdas haber estado aquí antes?

Lucio, los libros que observas en las estanterías tienen todos la relación de que tratan sobre la religión etrusca antigua. Silvano parece de lo más avispado al percatarse del hueco en la estantería, una rápida ojeada al libro que ahora lleva Gaia Níger os descubre, que, efectivamente, el libro encaja perfectamente con el hueco. Fuera quien fuera el que hubiera recogido ese libro, lo había recogido de ahí.

En cuanto a la mujer del cuadro... tras la información recopilada hasta el momento, deducis que se trata de Telestis, la bruja etrusca que formó la secta dedicada a Phersipnai, Diosa del Hades etrusco. Observáis claramente el ciprés del cuadro y lo relacionáis con ella, además, os suena haber visto el dicho ciprés no muy lejos de allí.

A pesar de todo, los ojos de la mujer que aparece en el cuadro os resultan de lo más llamativos, casi parecen dos burbujas de pintura sobresaliendo en relieve del cuadro.

Sigo a mis compañeros por el pasillo hasta acceder a una sala pequeña que parece ser una especie de biblioteca o santuario. Doy una vuelta sobre mí mismo observando la estancia. Escucho a mis compañeros sus comentarios mientras asiento ligeramente. Miro asombrado el cuadro de la mujer. Sus ojos me llaman la atención. Toco ligeramente el cuadro. Paso la mano por encima del cuadro, sintiendo la textura.

Y bien... ¿que podremos encontrar entre estos libros? Digo sin esperar una respuesta, pues obviamente nadie lo sabe. Mientras me acerco a la estanteria y tomo alguno de los libros, esperando que Gaia me ayude a encontrar algo interesante.

Cuando Servio toca con aire extrañado los llamativos ojos del misterioso cuadro, una de las losas laterales queda entreabierta tras un brusco chasquido mecánico.

La nueva sala es aún más pequeña, apenas unos cinco metros cuadrados de estancia. Está completamente oscura, apenas entra algo de luz débilmente que proviene de las velas de la sala contigua. Recogéis unas de esas velas posada sobre un candil y observáis horrorizados el cuerpo inerte de un hombre entrado en edad, con el pelo y una abundante barba rizados, tirado en el suelo con los brazos abiertos. Está completamente desnudo, y en sangre tiene escritos varios nombres literalmente rasgados a cuchillo sobre su huesudo pecho.

Los nombres que aparecen son Aulo Phersu, Culpex, Marco Segiditio, Telestis y... vuestros nomens !! Ostorio, Cilnio, Vero y Níger, perfectamente identificables.

Alarmados, distinguís también a tientas un montículo de piedra desgastada en el centro de la estancia. Visto desde ahí, parece un pozo.

Sorprendido observo el interior de la sala. Me acerco y me arrodillo frente al cadaver intentando descubrir la posible causa de la muerte.

Te acercas al cadáver y compruebas que lleva muerto, como poco, desde anoche. La causa de la muerte es asfixia, y aprecias una mueca en su rostro que bien podría ser que lo último que vio el pobre desdichado fuera la cara del hombre que le dio muerte.

Observas sus ojos y aún puedes ver grabada en su retina esa última imagen. Se trata de un hombre de rasgos bien parecidos. Su descripción encaja con esta foto.

La cara es del asesino o del cadáver? es que no me quedó muy claro, lo siento.

Éste hombre ha muerto de asfixia, y creo que debió ser hacia la noche anterior. Me acerco un poco más para concentrarme en algo que me ha llamado la atención. Sorprendido echo la cabeza haca atrás y vuelvo a acercarla para poder descifrar ciertamente lo que mis ojos acaban de observar.

Y creo haber descubierto el rostro del asesino. Es un hombre de rostro bien parecido, abundante frente y ojos pequeños pero alargados. La pena es que no sé quién es. Los dioses juegan y se divierten con nosotros. Que Plutón sea más benévolo con vos de lo que fue Júpiter en esta vida.

¿Alguién reconoce el cadáver?Me giro esperando si alguno de los presentes puede ayudar a aclarar el misterio.

Entro algo asustado en sala detrás de Servio, mis ojos no se acostumbran a la obscuridad pero la luz que traen revela la imagen horrorosa que hay ante mi, doy un respingo hacia atras, no esperaba mas cadaveres...

Dejo que Servio lo examine, sabe la causa de la muerte pero no de quien se trata, ante su pregunta y ya recuperado de la impresión inicial decido agacharme para mirar de cerca el cadaver.- dejame examinarlo, puede que su cara me resulte familiar.- lo miro de cerca para intentar reconocer esa cara.

En efecto, el libro que antes me entregó Silvano encaja perfectamente en el hueco de la estantería, toda ocupada por libros de la religión etrusca. Es algo que hace dos días me hubiera sorprendido pero ahora incluso le encuentro cierta lógica.

Debe haber alguien fanático que intenta revivir los sangrientos rituales de Phersiphai en estas termas. Iba a coger libros y hojearlos cuando Servio, toqueteando la imagen de Telestis del cuadro, abre una especie de puerta secreta que nos lleva a otra sala.

Y en ella lo que veo me llena de horror y no puedo reprimir un grito ahogado tras la tela que cubre mi rostro desencajado y la mano que por instinto me llevo a la boca.

Por los dioses!!! Me acerco lentamente y observo el rostro del desconocido y supuesto asesino, para ver si lo reconozco.

Nuestros nombres! Están escritos a cuchillo! Es casi como una declaración de culpabilidad!!! Si este es el asesino hay alguien más que nos la tiene jurada!! ¿Marcos Segiditio, el jefe de seguridad? ¿Aulo Phersu no es el veterinario? ¿El jardinero Culpex? ¿Y quién se denomina "Telestis"???

Bien, pensemos un poco. Tenemos un cuerpo muerto por asfixia, no reconocemos su rostro, ni tampoco el del asesino que logró asfixiarle. Si el supuesto asesino entró por dónde nosotros entramos sólo le queda una salida y es hacia palacio. Tendrá que haber sido algún sirviente o alguien cercano a la dómina. Tomo unos segundos para seguir meditando y prosigo.

Por otro lado, nuestros nombres junto con muchos otros aparecen por todos lados, a ésto no consigo verle la lógica. ¿Qué significa?¿Somos objetivos?¿Somos acusados?¿Somos un divertimento? Comento moviéndome de un lado a otro de la sala.

Por los dioses Silvano, que vos tenéis que estar más acostumbrado a éstas cosas. Dádnos una posible respuesta antes de empezar a pensar que somos juguetes en el entramado de personajes oscuros. Digo mirando a Silvano y observándolo duramente, esperando que pueda dar una explicación a tanto misterio.

Silvano estaba pensando, y eso resultaba evidente para cualquiera que le observara, y ya no solo por que se podía oir el ruido de sus engranajes dentro de su cabeza, ni por sus gestos. o por que no dejaba de pasearse arriba y abajo.

Entonces en un momento dado pareció salir de su ensimismamiento.-  ¿ Sabes que es lo que le produjo la asfixia? .- Silvano parecía tener una idea muy clara en la cabeza, como el perro que ha encontrado el rastro