Partida Rol por web

Alertado,intento buscar al con lo que ocultarme,asi como arbustos o una piedra grande por ejemplo

Escuchas cómo el carretero comienza a hablar en voz alta, contando lo que parece ser una historia, después del chasquido de la rama.
Había una vez un niño perdido en un camino... era muy listo y siempre le acompañaban sus amigos sobre un caballo, todos juntos... Sin embargo, éstos estaban dormidos, y el muchacho, lejos de tener miedo, decidió avanzar solo, sin despertarlos, hasta que hubo un alto en el camino, pues un sonido le asustó.

Hace una pausa. Coge un puñado de tierra y lo arrojó al fuego, para que se moviese y vibrase en torno a sus palabras.

El niño, al escuchar una acechante voz cerca de si, decidió despertar a aquellos que le acompañaban "Ironía, Carcajada ¡Despertad!" -dijo suavemente. Éstos, entonces, bajaron del caballo, para asistirle

Seguidamente desenvaina dos hachas y queda de pie, esperando y observando a su alrededor.
Por otra parte, la sombra que habías visto cerca de ti, se vuelve en tu dirección con lo que parece ser un arma de filo desenvainada.

Ninguno de los dos parece que vaya a actuar contra ti

Escuchas cómo el carretero comienza a hablar en voz alta, contando lo que parece ser una historia, después del chasquido de la rama.
Había una vez un niño perdido en un camino... era muy listo y siempre le acompañaban sus amigos sobre un caballo, todos juntos... Sin embargo, éstos estaban dormidos, y el muchacho, lejos de tener miedo, decidió avanzar solo, sin despertarlos, hasta que hubo un alto en el camino, pues un sonido le asustó.

Hace una pausa. Coge un puñado de tierra y lo arrojó al fuego, para que se moviese y vibrase en torno a sus palabras.

El niño, al escuchar una acechante voz cerca de si, decidió despertar a aquellos que le acompañaban "Ironía, Carcajada ¡Despertad!" -dijo suavemente. Éstos, entonces, bajaron del caballo, para asistirle

Seguidamente desenvaina dos hachas y queda de pie, esperando y observando a su alrededor.

Por otra parte, tras girarte rápidamente al oir el chasquido, sientes unos pasos alejarse pero no ves nada detrás de ti. Pero al momento observas asomar por detrás de un árbol la cabeza de una chica que parece mirar con curiosidad, tanto a ti como al carretero que está con las armas desenvainadas frente a la hoguera.

Tras desenvainar tus hachas, quedas en silencio delante de la hoguera, atento a cualquier sonido o movimiento a tu alrededor. 

Ves por el rabillo del ojo que hay cierta agitación a unos metros de ti, a tu derecha. Por lo que puedes intuir a través de la niebla parece ser una figura delgada, tal vez una mujer por su complexión aunque no estás seguro, con algún tipo de arma de filo en sus manos. Curiosamente en este momento no te está mirando a ti, sino más bien parece estar de espaldas a ti, como si también estuviese observando algo.

Escondido entre las sombras y la niebla, ves como el bulto chirriante cambia de dirección y se acerca al foco de luz, donde se para. Ahora puedes vislumbrar mejor que se trataba de una carreta. Una figura bajita y rechoncha se separa de la carreta, acercándose más al foco de luz, y comienza a hablar. Debido a la distancia no escuchas muy bien lo que dice pero parece estar contando algún cuento. Cuando termina desenvaina dos hachas y se queda a la espera.

Por otra parte, a tu derecha, escuchas cierta agitación. Primero el chasquido de una rama al partirse y seguidamente unas pisadas. Logras advertir un par de sombras, una escondiéndose de la otra, pero poco más.

Me acerco ella sigiloso. Me apena por dejar unos pasos atrás mi pequeña "compañía" de marionetas, pero intento sorprenderla por detrás y colocarle un hacha a la altura de la garganta. Mi pretensión no es dañarla ni mucho menos, sino asegurarme mi propia integridad. Una vez hecho (si llego a conseguirlo y retenerla), le preguntaría:

¿Quién eres? ¿No sabes que hay muchos acechadores en estos caminos de niebla?

Intento seguir escondido,atento a la situación

Tome mi ballesta y cargue un virote intentando hacerlo de la forma mas silenciosa posible.

- ¿Conoces la historia de El Principe de los Mendigos?

- Cuentan que el séptimo hijo de un rey termino en la calle ya que todas las riquezas de su padre le fueron repartidas a sus hermanos y hermanas.

Un día se topo con un grupo de campesinos que atacaban a una mujer leprosa y espanto a los campesinos con una oxidada espada que era su única posesión.

La leprosa lo cuestiono, y le pregunto si sabia quien era ella. Era el Señor de la Pestilencia y todas las cosas repugnante.

En lugar de uir inmediatamente, el príncipe decido que esta era una oportunidad y le rogó para que le diera algo que le otorgara riqueza y fama. Por treinta y tres días y treinta y dos noches le siguió al Señor rogando una y otra ves asta que en el día treinta y tres estuvo muy cansado como para seguir hablando.

Fue en ese momento que el Señor se giro y decidió concederle su deseo.

Le concedió tres poderes: El de la enfermedad, que le permitiría infectar a cualquiera con cualquier enfermedad siempre que esta tuviera síntomas visibles, pero tendría que llevar una el mismo; Le concedió el poder de la lastima, todo quien lo viera sentiría lastima por el;El poder de la indiferencia, todo quien lo viese sentiría indiferencia por el.

El señor le indico que con esos terribles regalos rondara las calles y así hizo el príncipe, que pronto descubrió que todo quien lo viera sentía tanta lastima que no terminaban lanzandole una moneda de oro y que los poderosos decían cosas importantes donde el podía escucharlas.

Es asi como forjo su fortuna y se hizo un nombre entre todos los mendigos

Tiro 1d10+ mi destreza.

Como una especie de contestación a la historia contada por el carretero momentos antes, la chica que asomaba la cabeza también cuenta una historia:

¿Conoces la historia de El Principe de los Mendigos?

Cuentan que el séptimo hijo de un rey termino en la calle ya que todas las riquezas de su padre le fueron repartidas a sus hermanos y hermanas.

Un día se topo con un grupo de campesinos que atacaban a una mujer leprosa y espanto a los campesinos con una oxidada espada que era su única posesión.

La leprosa lo cuestiono, y le pregunto si sabia quien era ella. Era el Señor de la Pestilencia y todas las cosas repugnante.

En lugar de uir inmediatamente, el príncipe decido que esta era una oportunidad y le rogó para que le diera algo que le otorgara riqueza y fama. Por treinta y tres días y treinta y dos noches le siguió al Señor rogando una y otra ves asta que en el día treinta y tres estuvo muy cansado como para seguir hablando.

Fue en ese momento que el Señor se giro y decidió concederle su deseo.

Le concedió tres poderes: El de la enfermedad, que le permitiría infectar a cualquiera con cualquier enfermedad siempre que esta tuviera síntomas visibles, pero tendría que llevar una el mismo; Le concedió el poder de la lastima, todo quien lo viera sentiría lastima por el;El poder de la indiferencia, todo quien lo viese sentiría indiferencia por el.

El señor le indico que con esos terribles regalos rondara las calles y así hizo el príncipe, que pronto descubrió que todo quien lo viera sentía tanta lastima que no terminaban lanzandole una moneda de oro y que los poderosos decían cosas importantes donde el podía escucharlas.

Es asi como forjo su fortuna y se hizo un nombre entre todos los mendigos

Empiezas a acercarte lo más sigilosamente que puedes cuando la voz de una mujer, comienza a contar un relato:

¿Conoces la historia de El Principe de los Mendigos?
Cuentan que el séptimo hijo de un rey termino en la calle ya que todas las riquezas de su padre le fueron repartidas a sus hermanos y hermanas.

Un día se topo con un grupo de campesinos que atacaban a una mujer leprosa y espanto a los campesinos con una oxidada espada que era su única posesión.
La leprosa lo cuestiono, y le pregunto si sabia quien era ella. Era el Señor de la Pestilencia y todas las cosas repugnante.

En lugar de uir inmediatamente, el príncipe decido que esta era una oportunidad y le rogó para que le diera algo que le otorgara riqueza y fama. Por treinta y tres días y treinta y dos noches le siguió al Señor rogando una y otra ves asta que en el día treinta y tres estuvo muy cansado como para seguir hablando.
Fue en ese momento que el Señor se giro y decidió concederle su deseo.

Le concedió tres poderes: El de la enfermedad, que le permitiría infectar a cualquiera con cualquier enfermedad siempre que esta tuviera síntomas visibles, pero tendría que llevar una el mismo; Le concedió el poder de la lastima, todo quien lo viera sentiría lastima por el;El poder de la indiferencia, todo quien lo viese sentiría indiferencia por el.
El señor le indico que con esos terribles regalos rondara las calles y así hizo el príncipe, que pronto descubrió que todo quien lo viera sentía tanta lastima que no terminaban lanzandole una moneda de oro y que los poderosos decían cosas importantes donde el podía escucharlas.

Es asi como forjo su fortuna y se hizo un nombre entre todos los mendigos

Estas totalmente seguro de que no se trata de la misma persona a la que te estás acercando por la espalda.

Por su parte, la mujer a la que tratas de acercarte sigilosamente te ha descubierto.

Cuentas tu relato mientras ves cómo el carretero trata de acercarse sin hacer ruido a la mujer que tienes delante de ti.

Sigues escondido entre la vegetación y la niebla, sin que nadie advierta tu presencia. En la escena que estás presenciando ves cómo las dos sombras que se escondían se trata de dos mujeres. Parece que una de ellas está hablando. Por otra parte ves a la figura más bajita situada en el foco de luz, acercándose a una de las mujeres por la espalda, intentando no hacer ruido.

Lanzo cualquier piedrecita o guijarro cerca de la figura pequeña,para intentar que las mujeres adviertan su presencia

Ahora que están distraídos corro hacia el otro lado del camino intentado hacer de mis pasos lo mas silenciosos posibles, y agudizando mis sentidos para escuchar lo que los extraños dicen.

Ves que el carretillero intenta acercarse por tu espalda, sin hacer ruido. También ves que la mujer que estaba delante de ti se aleja un poco.